HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


viernes, 17 de octubre de 2014

ARGENTINA LANZÓ SU SATÉLITE ARSAT-1

Argentina pasa a ser el octavo país que tiene satélite geoestacionario propio junto a India, Japón, Israel, Rusia, China, Estados Unidos y la Unión Europea.

El satélite Arsat-1 en el cohete Ariane-5
antes del despegue.
El satélite fue lanzado a las 18.43 horas desde la base Kourou en la Guayana Francesa y orbitará a 36 mil kilómetros de distancia y tiene que funcionar durante 15 años. El satélite costó 250 millones de dólares (unos 3500 millones de pesos), sin contar logística, sueldos y locaciones.

El satélite, que fue concebido y diseñado por la estatal INVAP (fundado en 1976 durante el gobierno militar de Jorge Rafael Videla, para el diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad como energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico), tiene varios usos en el mundo de las telecomunicaciones.

Despegue del Arsat-1 desde la base de
Kourou en la Guayana Francesa.
No todo el ARSAT-1 es argentino ni solo Argentina ha participado en su desarrollo. Como sucede en la mayor parte de los casos en los que un país sin un fuerte arraigo en el sector espacial da sus primeros pasos, gran parte del satélite argentino proviene de otros países con tecnología más avanzada. 

Todos los instrumentos que le permiten realizar su función han sido fabricados por Thales Alenia Space, una empresa europea licitada por INVAP. Los sistemas de propulsión y el ordenador de a bordo, que han sido encargados a Astrium, una filial de la multinacional europea EADS. De hecho, la gran mayoría de los componentes físicos del ARSAT-1 han sido fabricados fuera de Argentina. Los componentes del satélite se compraron por partes en el extranjero y luego se ensambló en el país. Esta última tarea, que requiere un considerable esfuerzo por parte de ingenieros y personal cualificado y unas instalaciones de especial asepsia conocida como “sala limpia”, sí se ha realizado en Argentina, en la sede del INVAP.

El Arsat-1 tendrá una vida útil de 15 años.
Básicamente, el nuevo satélite reemplazará a uno alquilado y ofrecerá un amplio rango de servicios de televisión, telefonía e Internet a lo largo de toda la Argentina, además de Chile, Uruguay y Paraguay. Las diferencias respecto de la situación previa, son varias.

La primera y más obvia, es que tener un satélite de comunicaciones que cubra el territorio nacional ya no exigirá girar divisas al exterior para pagar alquileres. La segunda ventaja, y según lo afirmado por Matías Bianchi (director de Arsat), es que el satélite made in Argentina dará servicios de mayor calidad.

El exitoso lanzamiento del satélite de
telecomunicaciones argentino coloca el país en
8º lugar a nivel mundial en tecnología satelital.
El ARSAT-1 fue asegurado por una empresa especializada que antes de otorgar la póliza analizó cada aspecto referidos al diseño y a la construcción del satélite. Un trabajo conjunto entre Nación Seguros y la empresa multinacional de industria espacial International Space Brokers dio como resultado que el satélite obtuviera un resguardo patrimonial. Lo que implica que la Argentina no solo se convierte en el octavo país del mundo capaz de fabricar satélites geoestacionarios (el segundo en América, luego de los Estados Unidos), sino que además es marca de calidad garantizada.

La nueva plataforma va a transmitir señales de video y servicios de lo que se llama TDH (esto es, Televisión Directa al Hogar), de internet, datos y telefonía. Y se espera que la llegada abarque a todo el país, incluyendo zonas remotas, empresas de telefonía celular, 2.500 escuelas rurales, y cajeros automáticos ubicados en zonas remotas (traducido: no rentables) a las que no era posible dar cobertura con satélites alquilados.

Historia satelital argentina
Desde que la URSS mandó el Sputnik a órbita en 1957, Estados Unidos al año siguiente con el Explorer 1, todos los países soñaron con alguna vez enviar su satélite al espacio.

El libro de Tabanera de 1952 que
se convirtió en un éxito editorial.
En 1948, el ingeniero electromecánico Teófilo M. Tabanera (1909-1981) interesado por la actividad aeroespacial lo llevó a fundar la Asociación Argentina Interplanetaria que durante diez años publicó la única revista mensual en castellano sobre temas del espacio. 

En 1952 Tabanera publicó un libro de bolsillo titulado ¿Qué es la Astronáutica? que se convirtió en un inesperado éxito de librería.

El 28 de enero de 1960 mediante un decreto del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), se funda la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) fue un organismo dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, dedicado a estudios espaciales. Fue designado presidente del organismo el ingeniero Teófilo M. Tabanera.

Los miembros del ICTE en 1970.
El 2 de agosto de 1963 se fundó el Instituto Civil de Tecnología Espacial (ICTE) que realizó 150 lanzamientos. Como punto culminante en su trayectoria, el ICTE el 1º de febrero de 1970 realizó el vuelo llamado "150" con un vehículo de 3,10 metros de longitud y 110 kilos de peso, que transportó diversos instrumentos y un pequeño mono hembra de 1,3 kg, en un total de 10 kg de carga útil. Se dice que el vuelo llegó a los 20 o 25 km de altura. Desafortunadamente la mona murió en el experimento. El ICTE dejó de funcionar luego de este proyecto.

El 11 de abril de 1967 desde la Escuela de Tropas Aerotransportadas de Córdoba, como parte del Proyecto BIO fue lanzado por el Cohete argentino Yarará, una cápsula con el ratón Belisario, que permaneció 30 minutos en ingravidez. Fue el primer ser vivo de origen argentino y el cuarto en el mundo (detrás de los Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia), en abandonar la atmósfera terrestre y aterrizar sano y salvo de vuelta en la superficie.

El mono Juan, el 23 de diciembre
de 1969, luego de su exitoso
vuelo de 15 minutos.
El 23 de diciembre de 1969, la Fuerza Aérea Argentina lanza desde el Centro de Experimentación de Chamical, en La Rioja, el cohete Canopus II llevando a bordo al mono Juan más allá de la atmósfera, a unos 82 km con total éxito. Juan era un mono caí proveniente de la provincia de Misiones, tenía un peso de 1,5 kg y medía 45 centímetros de alto. Este experimento llamado Experiencia BIO II, contó con la ayuda y activa participación del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial, y la CNIE. Juan fue el 7° mono en volar al espacio y regresar con vida. Una vez alcanzado el punto de mayor altura, el motor se separaba de la carga útil y caía a tierra, mientras que el resto del cohete desplegaba unos frenos aerodinámicos para mantener la estabilidad y comenzar a descender lentamente hacia la superficie. El cohete descendió con un pequeño paracaídas en la Salina La Antigua, a 60 kilómetros de Chamical. Todo el vertiginoso viaje del mono Juan duró en total 15 minutos. Luego del viaje vivió durante más de dos años en el zoológico de la ciudad de Córdoba, siendo la principal atracción del mismo. La historia del mono Juan está relatada en el documental Juan, el primer astronauta argentino, de Diego Julio Ludueña.

Omar Rubens Graffigna, el
primero en elaborar un Plan de
Satelización argentino.
El primer Plan de Satelización argentino fue idea del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Brigadier General Omar Rubens Graffigna, cuando el 10 de agosto de 1979 firmó la aprobación de dicho plan. Este fue el primer paso al proyecto Cóndor.

En 1983, la Fuerza Aérea Argentina por medio de su Dirección General de Desarrollos Espaciales, desarrolló el Proyecto Cóndor para construir tanto el misil balístico Cóndor I como el orientable Cóndor II.

Misil Cóndor I.
Se planeó lanzar el primer Cóndor I a fines de 1985, que tenía un alcance de 290 kilómetros, cosa que nunca ocurrió por presiones internacionales, en particular de los Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

En 1987, un grupo de 50 radioaficionados "locos" y gente apasionada por la electrónica y las comunicaciones, impulsados por personas voluntariosas como los señores Carlos Huertas y Arturo Carou, se reunieron en el Radio Club Argentino y se fundó Amsat Argentina, entidad científica amateur dedicada al tema satelital. Ver más información aquí: http://www.amsat.org.ar/

El 22 de enero de 1990 (hace ya 24 años) ese grupo de locos radioaficionados aprovechó la experiencia internacional en materia satelital y armó el primer satélite de comunicaciones de Argentina, lo llevaron a la Guayana Francesa y lo lanzaron al espacio desde un cohete Ariane 4. Era el satélite Lusat I que funcionó durante 20 años. Vea su sitio oficial aquí: http://www.lusat.com.ar/index.html

El Lusat-1, el primer satélite de 
comunicaciones argentino, lanzado 
en 1990. Ilustración publicada en 
su momento en la revista Billiken. Clic 
en la imagen para ampliarla.
En 1991 se ordena la cancelación del programa del misil Cóndor (Cóndor I y II), que hubiera dotado a la Argentina de su propio lanzador satelital capaz de llevar una carga útil de media tonelada. Simultáneamente, se crea la Comisión de Actividades Espaciales (CONEA) por decreto 995/1991, el 28 de mayo de 1991, bajo la presidencia de Carlos Menem, siendo el fin de la CNIE. 

La CONAE pasó a ser un ente civil dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y heredó todas las instalaciones aeroespaciales de la Fuerza Aérea.

El Víctor-1 lanzado en 1996.
El segundo satélite argentino fue el Víctor-1 lanzado el 29 de agosto de 1996, con un cohete ruso Mólniya 8K78 para prever el tiempo y prognosis sobre el clima. El Víctor-1 empleó parte de los técnicos del misil argentino Cóndor II.

El primer satélite «profesional» de aplicaciones científicas (física del Sol) fue el SAC-B, lanzado en cumplimiento del plan Espacial de CONAE el 4 de noviembre de 1996 a bordo del cohete estadounidense Pegasus XL. Un cortocircuito en la última etapa del lanzador impidió que el satélite se liberara en su órbita. Eso hizo que no pudiera maniobrar para orientar al sol sus paneles solares. Cuando se le agotaron las pilas, dejó de operar.

Después se lanzó el 3 de diciembre de 1998 el SAC-A, un satélite lanzado desde el trasbordador espacial Endeavour que orbitó sin problemas durante toda su vida útil que terminó en octubre de 1999, y que sirvió para preparar la misión siguiente, la del SAC-C, que fue lanzado el 21 de noviembre de 2000. El SAC-C es el Primer Satélite Argentino de Observación Terrestre que operó durante 13 años a pesar que su vida útil había sido calculada en cinco años. 

Logo del Proyecto Pehuensat-1 
diseñado y elaborado por la 
Universidad Nacional
del Comahue.
En abril de 2006, mediante la ley 26.092, se creó ARSAT, Empresa Argentina de Soluciones Satelitales. Según establece el estatuto de constitución, que forma parte como anexo de la ley, la empresa tenía por objeto "realizar por sí, o por cuenta de terceros o asociada a terceros: a) el diseño, el desarrollo, la construcción en el país, el lanzamiento y/o la puesta en servicio de satélites geoestacionarios de telecomunicaciones y b) la correspondiente explotación, uso, provisión de facilidades satelitales o comercialización de servicios satelitales".

El 10 de enero de 2007 se lanzó desde la India el Pehuensat-1 diseñado y elaborado por la Universidad Nacional del Comahue.

Satélite SAC-D lanzado el 10
de junio de 2011.
El SAC-D fue lanzado el 10 de junio de 2011 en la base Vandenberg de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, para recolectar datos por largos periodos de tiempo de la superficie de la tierra, la biosfera, la atmósfera terrestre, y los océanos.

En Noviembre de 2012, mediante el decreto 2197/2012 se transfiere la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) a la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.

El 26 de abril de 2013 la Argentina puso en órbita un pico-satélite o nano satélite (satélite pequeño), el CubeBug-1. Fue lanzado desde el Centro Espacial de Jiquan en China, pero fue apodado "Capitán Beto", como la canción del grupo Invisible. Solo tiene dos kilos de peso. Costó 1,06 millones de dólares.

El 21 de noviembre se puso en órbita el CubeBug-2 otro nano satélite también conocido como "Manolito", por el personaje de la tira cómica Mafalda de Quino. 

El Ariane 4 despega el 16 de octubre
transportado el Arsat-1.
El 16 de octubre se lanzó el ARSAT-1. Tendrá una vida útil de 15 años. Ocupará la órbita 81, que se suma a la existente 72. La misma estaba sin utilizar desde 1998, cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la otorgó para ser ocupado por el satélite Nahuel II, que debió estar en posición antes de 2002. Pero la empresa Nahuelsat no logró ponerlo en el aire. La UIT concedió una prórroga hasta el 19 de octubre de 2005, caso contrario, se perderían los derechos sobre una privilegiada posición que permite dar comunicaciones y TV a toda América, incluido Estados Unidos.

Logo de la Comisión Nacional
de Actividades Espaciales.
Dos días antes de que venciese el plazo, el 17 de octubre de 2005, la Argentina puso en órbita un satélite que alquiló en Canadá. El aparato, llamado Anik E2, había sido lanzado en 1991 y estaba fuera de uso por haber sido alcanzado por una tormenta solar. El entonces secretario de Comunicaciones, Guillermo Moreno, actualmente funcionario en la embajada de Roma lo rebautizó al satélite canadiense e inspirado en la coincidencia de que fue lanzado un día caro a los sentimientos del justicialismo le dio un curioso nombre: Pueblo Peronista 1 (PP1). Apenas 33 días después de aquel 17 de octubre, el PP1 dejó de funcionar para siempre y nunca más emitió una señal.

El presupuesto de la CONAE, destinado al desarrollo y estudio de aparatos para la exploración espacial está calculado en 1063 millones de pesos en el año 2014.

Se espera lanzar el ARSAT- 2 en julio de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario