Cazadores furtivos armados hasta los dientes están arrasando con la población de elefantes del Parque Nacional de Bouba N´djida, en el norte de Camerún, para enriquecerse con la venta de marfil a Asia y Europa. Cerca de 250 paquidermos han sido abatidos en las últimas seis semanas por los disparos de guerrilleros procedentes de Sudán y del vecino Chad.
La masacre fue denunciada esta semana por el gobernador de la región Norte de Camerún, Gambo Haman. "Estamos hablando de un caso muy grave [...] que involucra a cazadores equipados con armamento moderno de Sudán y Chad que están diezmando esta especie para hacer dinero fácil del comercio internacional de marfil", aseguró en una radio local.
De acuerdo con el político camerunés, algunos de los autores de la matanza iban a caballo y actuaban con la connivencia de la población local. A cambio, los vecinos supuestamente recibían carne de elefante y se deshacían de los perjuicios de los animales para sus cosechas.
'Sin precedentes'
El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, en sus siglas en inglés) reconoció que la caza furtiva es habitual en una temporada seca como la actual, pero explicó que las cifras de elefantes muertos "no tienen comparación con las de los años precedentes".
Uno de los centenares de elefantes muertos en el parque Bouba N´Djida. |
En un comunicado, la organización dijo que al menos 100 cadáveres han sido localizados en Bouba N´djida. Incluso superiores son los números ofrecidos por el gobernador: "En enero contamos 146 cadáveres y desde el comienzo de este mes ya llevamos cerca de 60. Podría ser sólo la punta del iceberg, porque algunos podrían haber sido abatidos en zonas del parque a las que no podemos acceder".
Según los datos de IFAW, numerosas crías de elefantes han quedado huérfanas y se teme que, sin la protección de la manada, acaben muriendo de hambre y sed.
Colmillos por armas
Celine Sissler-Bienvenu, portavoz de la organización, detalló que el marfil llega después "de manera ilegal" a África Occidental y Central "para su venta en los mercados de Asia y Europa". "El dinero obtenido se dedica a comprar armas que mantienen los conflictos de Sudán y la República Centroafricana", denunció.
Aunque Camerún ha desplegado fuerzas en la zona, el gobernador de la región Norte advirtió de que las tropas son insuficientes para cubrir el Parque Nacional. El gobernador de la región, Gambo Haman, admitió que los guardaparques son pocos y van armados de forma rudimentaria, con lo que poco pueden hacer.
Los milicianos fueron vistos con uniforme militar, armados con Kaláshnikov y divididos en grupos de seis o siete para atacar a los elefantes y llevarse los colmillos. Según la prensa local, en las rutas del norte del país se encuentra fácilmente carne de elefante.
La Unión Europea se ha dirigido por carta al primer ministro, Philémon Yang, para expresarle "su preocupación" por lo que está ocurriendo en el parque nacional de Bouba N'djida. "Aunque es difícil conseguir información fiable por el aislamiento y la inseguridad de la zona en la que está el parque, hay pruebas de una masacre a gran escala de al menos 200 animales", señala la misiva, firmada por el representante de los Veintisiete en Yaoundé, el portugués Raúl Mateus Paula.
Según dos testigos presentes en la zona, es fácil ver cadáveres de elefantes sin colmillos. Los milicianos avisan a las poblaciones locales del lugar en el que dejan los restos para que aprovechen la carne. Las fuentes consultadas piden el anonimato por precaución.
En el país viven entre 1.000 y 5.000 ejemplares de elefante, de acuerdo con un informe realizado en 2007 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
En África el elefante está en peligro de extinción, en cincuenta años su población, de diez millones, ha descendido a medio millón y de ahí, a menos de 300 mil animales en el siglo XXI. Buena parte del comercio ilegal del marfil depende de un grupo de países que actúan como intermediarios. Hasta hace algunos años, el marfil procedente de 30 mil elefantes muertos por cazadores furtivos pasaba a través de Burundi (que casi no posee elefantes y es el mayor exportador de marfil) -en el camino hacia los Emiratos Árabes Unidos- donde se otorgaban los permisos necesarios para legitimar el botín. Los Emiratos son uno de los centros más importantes del mundo en el comercio ilegal de marfil y vida salvaje. El tráfico de marfil está prohibido desde hace 22 años, sin embargo en 2011 se confiscaron 23 toneladas de colmillos de elefantes, una cantidad que equivale a unos 2.500 paquidermos muertos.
Cantidad de elefantes en África
Angola: 1.922
Benín: 2.085
Botsuana: 41.226
Burkina Faso: 3.865
Burundi: 700
Camerún: 5.000
Chad: 16.453
República Centro Africana: 6.815
Congo: 2.765
Costa de Marfil: 484
Etiopía: 6.041
Gabón: 12.014
Ghana: 2.599
Guinea: 615
Guinea Ecuatorial: 1.800
Kenia: 52.330
Liberia: 763
Malawi: 2.358
Malí: 616
Mauritania: Extinguido.
Mozambique: 48.620
Namibia: 33.533
Níger: 745
Nigeria: 1.373
Ruanda: 72
Senegal: 67
Sierra Leona: 260
Somalia: 5.576
Sudáfrica: 7.961
Sudán: 26.616
Tanzania: 196.418
Togo: 100
Uganda: 1.790
Zaire: 116.472
Zambia: 91.142
Zimbabue: 54.576
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