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sábado, 25 de febrero de 2012

EXPLOSIÓN DESTRUYE BASE BRASILEÑA EN LA ANTÁRTIDA Y DEJA UN SALDO DE DOS MUERTOS

Una explosión luego de un incendio destruyó una base militar brasileña en la Antártida el sábado 25 de febrero, tras lo cual fueron hallados dos cuerpos de militares de la Armada de Brasil desaparecidos en el incidente, informaron fuentes oficiales de Defensa.

Los cuerpos encontrados en la base parecen corresponder a los desaparecidos -el suboficial Carlos Alberto Vieira Figueiredo y el sargento Roberto Lopes dos Santos-, dijo un comunicado del ministerio brasileño de Defensa. La Armada enviará un equipo de especialistas para identificar los cuerpos y confirmar las muertes, añadió.

La tripulación del buque oceanográfico Puerto Deseado de la Armada argentina y un avión de Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina fueron desplegados para ayudar a la dotación de la base antártica brasileña.

Base Antártica brasileña Comandante
Ferraz en llamas.
El Ministerio de Defensa de Argentina y el director nacional del Antártico (DNA), Mariano Memolli confirmaron la muerte de dos personas y que la base "fue prácticamente arrasada por un incendio".

La Marina brasileña señaló que el fuego comenzó donde se encuentran los generadores de energía de la base Comandante Ferraz, una estación de investigación localizada en la Bahía Lasserre o del Almirantazgo, en la isla 25 de Mayo o Rey Jorge, cerca de la punta de la Península Antártica.

El único herido, que se encuentra en condición estable, fue asistido inmediatamente en una base polaca y luego transferido a la chilena Eduardo Frei.

El ministerio de Defensa de Brasil dijo que un tercer miembro de la Armada, el sargento Luciano Gomes Medeiros, resultó herido en la explosión, que ocurrió tras un incendio en un espacio en que se encontraban los generadores de energía de la base Comandante Ferraz, una estación de investigación en la bahía de Almirantazgo, isla 25 de Mayo, cerca de la punta de la península Antártica, en el sector antártico reclamado por la Argentina.

El buque oceanográfico argentino ARA
Puerto Deseado colaboró en el
rescate de los brasileños.
Dos navíos argentinos y otros dos de la base polaca se encontraban en las cercanías intentando proveer asistencia por medio de tres helicópteros chilenos, así como del navío brasileño de investigación polar Almirante Maximiano.

La Fuerza Aérea brasileña envió además un avión C-130 Hércules a Punta Arenas para repatriar a los brasileños evacuados.

La base Comandante Ferraz, establecida en 1984, realiza investigación científica, especialmente en ecosistemas marinos y costeros. La base, a partir de 1986, pasó a ser dotada todo el año por 2 grupos de 8 militares de la Armada de Brasil, 24 investigadores en verano y 5 en invierno.

Tenía diferentes módulos que funcionan como alojamientos, oficinas, sala de estar, enfermería, almacenes, cocina, lavandería, biblioteca y gimnasio.

El sargento Gomes Medeiros, cuyas heridas son leves, fue asistido en primera instancia en la base polaca Arctowski y luego fue trasladado a la base chilena Eduardo Frei.

Por su parte, la Fuerza Aérea de Chile informó que un total de 42 brasileños y dos españoles fueron evacuados a Punta Arenas, ubicada a 3.090 km al sur de Santiago, en la parte más austral del continente, que sirve como puerta de entrada al continente blanco.

Cerca de 30 países, todas miembro del Tratado Antártico, operan bases de investigación en Antártida. El tratado, que entró en vigor en 1961 y actualmente cuenta con 49 Estados miembros, establece a Antártida como un territorio cuyo objetivo es estrictamente científico, garantiza la libertad para la investigación y prohíbe la actividad militar.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó la firme disposición de su gobierno de reconstruir Estación Antártica Comandante Ferraz, destruida en un incendio. En ella trabajaban unas 60 personas dedicadas a labores de investigación y defensa.

Los brasileños afirman que las
pérdidas son incalculables.
Rousseff destacó el "heroísmo" del suboficial Carlos Alberto Vieira Figueiredo y del sargento Roberto Lopes dos Santos, quienes se abocaron a combatir las llamas y no pudiendo escapar de ellas.

Tras el siniestro, personal vinculado directamente con la actividad brasileña en el continente antártico admitió las pérdidas "incalculables" provocadas por el incendio.

"La Estación brasileña en Antártida llegó a su fin", dijo un militar que trabaja en la Secretaría de la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar (Secirm) y dirige los trabajos del gobierno brasileño en Antártida.

 
Por su parte, Yocie Yoneshigue Valentin, coordinadora del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Antártico de Investigaciones Ambientales (INCT-Antártico), vinculado a la Universidad de Río de Janeiro, dijo que las pérdidas derivadas del incendio son "incalculables" e "inconmensurables".

"Esta noticia consterna a Brasil entero. La pérdida es incalculable. Estábamos con un aparato de 120.000 dólares con datos recogidos desde diciembre. Los datos almacenados en ese aparato y en otros no tiene precio, son investigaciones inconmensurables", lamentó la científica, citada por la versión electrónica del diario Folha de Sao Paulo.
En su misiva, Rousseff agradeció a los gobiernos de Argentina, Chile y Polonia por su colaboración.

La Policía Militar abrirá un proceso de investigación para establecer las circunstancias en las que se produjo el accidente.

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