El viaje de un grupo de estudiantes a la Amazonia tuvo un resultado inesperado y potencialmente revolucionario: el descubrimiento de un hongo que puede descomponer o degradar plástico.
El hongo de las selvas de Ecuador, se llama Pestalotiopsis Microspora, que es capaz de degradar poliuretano, usándolo como fuente de alimento. Hasta ahora se creía que este tipo de plástico no podía interactuar con los procesos naturales de descomposición y reciclaje de materiales.
El hongo Pestalotiopsis Microspora que puede digerir los plásticos deshechados por nuestra civilización. |
Un grupo de estudiantes de bioquímica molecular de la Universidad de Yale, con el profesor Scott Strobel a la cabeza, se adentró en las selvas del Amazonas para "experimentar el proceso de investigación científica de manera amplia y creativa".
En busca de organismos endófitos: hongos o bacterias que viven al menos parte de su vida en simbiosis en los tejidos de las plantas sin causar enfermedad.
Así, los investigadores hallaron un hongo con un apetito voraz, capaz de sobrevivir con una dieta basada en poliuretano, e incluso es el único que puede hacerlo sin presencia de oxígeno.
Los resultados de este peculiar hallazgo fueron publicados en la revista científica Applied and Environmental Microbiology, comentando que el hongo es "una fuente prometedora de biodiversidad de la cual observar propiedades metabólicas útiles para la biorremediación".
Los investigadores aseguran que se trata de un descubrimiento fundamental para futuras aplicaciones de basureros, ya que el poliuretano, que se utiliza en la elaboración de fibras sintéticas, puede tardar cientos de años en descomponerse.
Pria Anand, la estudiante que tuvo la idea de investigar si los endofitos registraban actividad en presencia del plástico. |
Los alumnos, pertenecen al departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, Pria Anand, una de las estudiantes, decidió investigar si los endofitos que había recogido en la selva amazónica ecuatoriana en 2008 registraban actividad biológica en presencia del plástico.
Luego de la graduación de Anand otros estudiantes continuaron la búsqueda. Jeffrey Huang investigó la capacidad de los organismos para romper enlaces químicos.
Jonathan Russell, por su parte, identificó las enzimas más eficientes en la descomposición de poliuretano, un plástico utilizado ampliamente en la elaboración de fibras sintéticas, piezas para aparatos electrónicos y espumas para aislamiento térmico.
Russell observó un día que parte del plástico en uno de los llamados platos de Petri (utilizados para cultivos en el laboratorio) había desaparecido.
Lo que los estudiantes habían descubierto es que el hongo denominado Pestalotiopsis microspora puede degradar plástico. Varias especies de hongos pueden descomponer plástico al menos parcialmente, pero Pestalotiopsis es el único que puede hacerlo sin presencia de oxígeno, algo fundamental para futuras aplicaciones en vertederos.
Jonathan Russell descubrió que el hongo se comía el plástico de los llamados Platos de Petri. |
"Este descubrimiento muestra que pueden suceder cosas maravillosas cuando alentamos la creatividad de los estudiantes", dijo Kaury Lucera, profesora del departamento de Biología Molecular de la Universidad de Yale.
Las bolsas de plástico se utilizan muchas veces por sólo unos minutos -el tiempo que lleva llegar del supermercado a la casa- pero pueden tardar cientos de años en descomponerse. Muchas acaban en el mar, donde son ingeridas fatalmente por aves marinas.
“Espero que este proyecto inspire a otros estudiantes a inventar sus propios mecanismos o utilizar los que desarrollamos nosotros para encontrar organismos que degradan polímeros. No hacen falta muchos recursos o equipo para diseñar un experimento simple y poderoso en ciencia”, dijo Russell a la BBC.
Las expediciones a la selva fueron financiadas por el Instituto Médico Howard Hughes.
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