Hay lugares que son misteriosos por sus rocas. Concretamente porque sus rocas y piedras parecen estar vivas y moverse cuando nadie las mira, como animadas por alguna especie de sortilegio que el humano aún no puede descifrar.
No se sabe muy bien como se mueven, pero lo hacen. |
Este fenómeno de las rocas deslizantes sucede en un lugar desértico de los Estados Unidos siendo uno de los enigmas más extraños. No se sabe bien cómo se mueven, pero lo hacen.
En el Valle de la Muerte, además de encontrarse el bórax, un mineral que fue explotado por largo tiempo para la fabricación de jabón (se sacaba de allí en grandes carros tirados por 18 mulas y 2 caballos, dando lugar a la marca de jabón Twenty mule team, muy conocida en los Estados Unidos), existen estas rocas que literalmente andan solas cuando nadie las mira. Ya en 1948, fueron investigadas por los geólogos Jim McAllister y Allen Agnew.
Algunas de las piedras incluso cambian de rumbo. Aquí una iniciando una curva. |
Las misteriosas piedras que se mueven en el Death Valley (Valle de la Muerte) se deslizan suavemente y dejan una huella del camino recorrido. Algunos geólogos piensan que estas piedras se mueven cuando la tierra está húmeda –casi como barro- y tienen pequeñas gotas de nieve, más la ayuda del viento. Sin embargo, esto no es totalmente cierto porque las piedras se mueven durante el verano, cuando la temperatura es muy alta e incluso seca sin nada de humedad ni nieve ni viento.
Las rocas del Valle de la Muerte pareciera que compitieran entre ellas. |
El punto más bajo del valle, conocido como Badwater (Agua mala), está situado a 85,5 metros por debajo del nivel del mar; y el más alto es el Monte Whitney, con 4.400 metros. El lugar, pues, está lleno de altibajos, y a nivel geológico es casi como si fuera de otro planeta. También es uno de los lugares más calurosos de América del Norte. El 23 de julio de 2006 se alcanzó el record del mercurio con 58,1 grados centígrados, en la zona de Badwater. Hasta 2007 fue el record mundial de calor absoluto.
Algunas han dejado un rastro de 900 metros desde que fueron descubiertas. |
Los científicos estimaban que las rocas podían moverse incluso a la velocidad de una persona caminando, aunque jamás las vieron en acción puesto que el área era muy extensa como para hacer un seguimiento detallado. Estudios anteriores habían demostrado que el fenómeno no podía deberse a la gravedad ni a los terremotos. ¿Pero entonces qué?
Las piedras se deslizan por un lago seco, en un desierto de California. |
Según afirma Cynthia Cheung (una de las investigadoras principales del proyecto) cuando los flujos de agua son mayores, las rocas pueden “flotar” sobre los collares de hielo resbalando sobre el lecho lacustre.
El lugar es conocido como Racertrack Playa. |
Esto puede ser válido para el invierno, pero este proyecto no explica porque las rocas también se mueven en verano, cuando hay temperaturas intolerables para cualquier ser humano. A pesar de todo, la variedad de microclimas que se dan en un desierto tan inhóspito y amplio, implica que tal vez haya rocas que se vean empujadas por otras fuerzas, por lo que esta hipótesis no explica todos los movimientos que se dan en la zona.
La "Ciencia oficial" evita opinar sobre las rocas que siguen rumbos distintos, ya que contradice su teoría de que las mueve el viento. Aquí está una prueba en esta foto. |
Desde un punto de vista elevado, la imagen es muy llamativa. Las rocas parecen animales pétreos compitiendo en el París-Dakar. Como si un puñado de rocas hubiera decidido marchar en busca de nuevos horizontes.
Los científicos dicen que son movidas por vientos de 145 kilómetros por hora. |
Una de las hipótesis más aceptada para el fenómeno de las “Sliding Rocks” es que se combinan lluvias fuertes (que provocan que la superficie se torne fangosa y resbaladiza) con fuertes rachas de vientos. La explicación no suena muy espectacular pero tampoco convence a quienes son más observadores. Pero sí lo es contemplar huellas de rocas de más de 300 kilos, dejadas tras de sí como lo haría un carromato. Teniendo en cuenta que apenas hay manifestaciones de vida en todo el valle, estas rocas constituyen lo que más se le parece a la vida.
Un estudio realizado por un equipo de científicos dirigido por el profesor John Reid (Hapshire College, Massachussets) trató de explicar el movimiento de las rocas en la década de 1990. Su conclusión es que todo es fruto de tres factores: vientos de 145 kilómetros por hora, formación de hielo por la noche y capas de arcilla húmeda. Cuando hay frío, las piedras quedan incrustadas en el hielo y la arcilla. Al subir la temperatura, la arcilla se derrite y las piedras quedan libres, siendo empujadas por el viento, pero aún sujetas al hielo de la capa inferior.
Esta explicación “oficial” es válida para algunas rocas, no para todas, ya que son piedras de todos los tamaños y pesos. Pocos pueden creerse que el simple viento del desierto y un suelo de limo en un lugar donde llueve tan poco sean capaces de moverlas.
En la década de 1990, a las rocas se les colocó dispositivos de GPS para saber cuándo se movían y cuánto se movían, algunas dejando incluso rastros de 900 metros de viaje. Cuando los investigadores detectaban que se movían, corrían para verlas (es un área muy extensa) pero en el momento de llegar e intentar verlas con sus propios ojos, se detenían, demostrando que la naturaleza todavía tiene muchos ases escondidos bajo la manga.
El fotógrafo Mike Byrne, de 40 años, dedicado a documentar los movimientos de las piedras móviles declaró en una entrevista con el Daily Telegraph: "Algunas de estas piedras pesan como una persona, resulta extraño comprobar que se deslizan a través del desierto de esta manera. Aún nadie ha resuelto todavía la cuestión al cien por ciento".
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