Entre las numerosas historias fantásticas que existen sobre caminos y carreteras del mundo, hay una en Alemania que merece figurar en el catálogo de los fenómenos paranormales.
La carretera se construyó en el verano de 1929. |
Es una carretera que une la ciudad de Bremen con la de Bremerhaven, prácticamente recta, en el kilómetro 239 hubo un tiempo donde se producían toda clase de accidentes.
Se construyó en el verano de 1929, permitiendo ahorrar mucho tiempo a los viajeros, recibiendo un alto grado de aceptación. Pero, desde el principio, numerosos accidentes comenzaron a sucederse en esta carretera.
Estos sucesos hicieron saltar todas las alarmas, descartándose la posibilidad de que fueran fallos del conductor, y empezó a ser conocida como “la carretera de la muerte”.
La situación se agravó cuando se comprobó que todos los accidentes tenían lugar en el Km 239, punto en que la carretera es recta, bien asfaltada y con buena visibilidad.
Todos los accidentes sucedían en el Km 239. |
Testigos presenciales o víctimas supervivientes contaban a la policía como, al acercarse a este tramo, algo extraño, como una fuerza invisible poseía el coche, expulsándolo de la carretera.
Los campesinos del lugar creían que la carretera estaba poseída, llegando a realizar un exorcismo; tras este, los lugareños afirmaban que los aparatos de radio emitían unas extrañas interferencias.
La policía, al investigar descubrió que en el lapso de un año más de cien automovilistas se habían accidentado en una forma muy extraña y en el lugar no vieron nada que les permita saber que provocó los accidentes, porque se trata de un tramo recto.
Carl Wehrs insinuó que la fuerza misteriosa podría tratarse de una poderosa corriente magnética generada por un río subterráneo. |
Ante el misterio que tenía totalmente desconcertada a la Policía, y presionados por los lugareños, se llegó a contratar a un experto en sucesos paranormales llamado Carl Wehrs.
Wehrs inició su investigación el 7 de septiembre de 1930, en el curso de ese día, 9 automovilistas se habían estrellado en el sitio que señalaba el misterioso kilómetro 239.
El rabdomante Wehrs, insinuó que la fuerza misteriosa podría tratarse de una poderosa corriente magnética generada por un río subterráneo. Con una varilla de acero se encaminó hacia el kilómetro 239 para probar su teoría. Al hallarse a unos cuantos metros de él, la varilla de acero repentinamente saltó de sus manos como si una fuerza invisible la hubiera arrojado hasta el otro extremo de la calzada, haciendo temblar al propio Wehrs.
Se terminaron los accidentes en el Km 239. |
Éste, al comprobar lo acertado de su teoría, utilizó para solucionar el problema una idea insólita creada por él. Consistía en enterrar una caja de cobre en cuyo interior colocó pedazos de cobre en forma de estrella, en la base de la señalización de piedra de este mojón kilométrico. Durante una semana la caja permaneció enterrada en ese lugar sin que en ese tiempo hubiera ocurrido un solo accidente. Al ser desenterrada esta caja, los primeros tres automóviles que cruzaron frente a la señalización se estrellaron.
Carl, adjudicó el fenómeno al magnetismo. Y las autoridades volvieron a enterrar la caja, evitando de nuevo los accidentes. Todo esto catapultó aún más la leyenda de este lugar de Alemania.
¿Qué energía se supone que frena esta caja de cobre? ¿Por qué no hubo más accidentes? Todavía, en el siglo XXI, no sabemos qué es exactamente lo que hay en el interior de la caja.
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