EL MAÍZ TRANSGÉNICO ES POBRE EN NUTRIENTES Y ALTAMENTE TÓXICO

Los últimos estudios determinan que el maíz transgénico no solo tiene menos vitaminas y minerales que el maíz natural, sino que también es altamente tóxico y está lleno de productos químicos mortales como el glifosato.

Sus autores son expertos procedentes de la empresa agrícola estadounidense ProfitPro, que colabora con la compañía canadiense De Dell Seed Company, la única del país que produce maíz natural.

El maíz transgénico contiene 19 veces
más glifosato de lo permitido en el
agua potable de los Estados Unidos.

Según el análisis, el maíz transgénico contiene 19 veces más glifosato de lo permitido en el agua potable en EE.UU. y representa 130 veces más riesgo de provocar daños en los órganos de los animales. 

Además, este maíz contiene volúmenes peligrosamente altos de cloruro y formaldehído, hasta 200 veces más de lo permitido. 

Los científicos explican que con el uso de glifosato, empresas agrícolas grandes como Monsanto no solo aumentan las cosechas, sino que empobrecen las plantas. "El glifosato es un potente quelante de fosfato orgánico que inmoviliza minerales cargados positivamente, tales como manganeso, cobalto, hierro, zinc, cobre, etc., que son esenciales para las funciones fisiológicas normales en los suelos, las plantas y los animales", explica el experto independiente Don Huber, famoso por su lucha contra Monsanto. 

El maíz transgénico contiene volúmenes 
peligrosamente altos de cloruro y 
formaldehído, hasta 200 veces más
de lo permitido.

Un agente quelante es una sustancia que forma complejos con metales pesados. A estos complejos se los conoce como quelatos, palabra que proviene de la palabra griega chele que significa "garra". Los metales pesados no pueden ser metabolizados por el cuerpo humano y persisten en el organismo, donde ejercen sus efectos tóxicos cuando se combinan con uno o más grupos reactivos.

Según los resultados del estudio, el maíz natural es 20 veces más rico en nutrientes, calorías y proteínas. Por ejemplo, es 46 veces más rico en magnesio y 12 veces más rico en calcio. 

Cada vez más países prohíben este maíz
Monsanto proclama que sus productos son “sustancialmente equivalentes” a los naturales.

El maíz transgénico está prohibido en casi todos 
los países europeos: Alemania, Austria, Bélgica, 
Bulgaria, Eslovaquia, Francia, Gran Bretaña, 
Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, 
Luxemburgo, Noruega, Polonia, Rusia y Suiza.

Mientras tanto, cada día son más los países que han cerrado sus puertas a los cereales transgénicos de esta y otras empresas, por ejemplo, Polonia prohibió el 2 de enero de 2013 la papa transgénica de BASF y el maíz de Monsanto. El decreto del gobierno que entró en vigor el 28 de enero de este año, dictamina la prohibición total de la cepa del maíz Mon810 en Polonia. Polonia es el primer país que reconoce formalmente la relación entre el maíz modificado genéticamente de Monsanto y el Trastorno del Colapso de las Colonias (CCD), que está causando efectos devastadores en las abejas en todo el mundo.

En setiembre de 2012 también se prohibió el cultivo de transgénicos de Monsanto en Rusia. La India cerró drásticamente los experimentos del agro-gigante en ese país bajo cargos de biopiratería. Y Hungría, en 2011 destruyó 1.000 hectáreas de maíz modificado genéticamente.

Los alimentos transgénicos representan un
peligro para el medio ambiente y para la salud
humana, declaró el gobierno alemán.

Iniciando 2013, el ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, decidió mantener la moratoria preventiva de “prohibición temporal del cultivo del maíz Mon810, comercializado por la empresa Monsanto, sobre el territorio nacional con el fin de proteger el medio ambiente”, según un comunicado emitido por el departamento de Agricultura. Esto se debe a que en 2012, la empresa Monsanto fue declarada culpable de envenenamiento químico en un agricultor francés de 47 años, Paul François, quien aseguró haber desarrollado problemas neurológicos como pérdida de memoria, dolores de cabeza y tartamudez a raíz de que en 2004 inhaló un herbicida de Monsanto conocido como Lasso.

El 14 de abril de 2009 el gobierno alemán prohibió el cultivo de maíz transgénico Mon810 de Monsanto porque “representa un peligro para el medio ambiente y para  la salud humana”.

La variedad de maíz Mon810, el transgénico producido por Monsanto, y todo tipo de cultivo transgénico también han sido absolutamente prohibidos para su cultivo y comercialización en Austria, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Noruega, Suiza, Turquía, Kenia, Perú y Bolivia. 

Sin embargo, este maíz altamente tóxico, está permitido cultivarse y consumirse en la Argentina.