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sábado, 8 de diciembre de 2012

MILES DE PERSONAS LLEGAN AL PUEBLO DE SIRINCE EN TURQUÍA PARA “SALVARSE DEL FIN DEL MUNDO”

La policía prepara un despliegue de seguridad para mantener el control durante la espera del cacareado hasta la náusea 'fin de los tiempos'. Se cobra hasta 2.600 euros por una habitación.

Los turcos están convencidos que el único lugar del mundo donde resguardarse del “Fin del Mundo”, dicen, para este 21 de diciembre es la pequeña villa de Sirince, en la provincia turca de Izmir, al suroeste de Turquía.

Sirince ya tiene cubiertas las 400 camas.
Esperan la llegada de 60 mil personas.
Hasta hace poco este antiguo pueblo de griegos, con casitas blancas, bello paisaje y famosos vinos afrutados, era refugio de no más de 600 personas. Pero debido al presunto Apocalipsis se espera que lleguen hasta 60.000. La antesala de su fin del mundo es ya caótica: Sirince tiene 400 camas de hotel. Y todas reservadas.

Es por eso que los primeros en aplaudir el “fin del mundo” han sido los hosteleros. Un dormitorio en Sirince valía hace unos meses entre 100 y 500 liras turcas (entre 43 y 210 euros). Hoy, sobrevivir al supuesto fin del mundo junto a la lumbre y tomando deliciosos efluvios de Baco puede llegar a costar unos muy apocalípticos 2600 euros.

Ubicación de Kusadasi, la ciudad más
cercana a Sirince, está a 30 kilómetros.
Los vendedores de Sirince también están encantados con el ocaso del planeta. "No creo en estos rumores. Pero cuanta más gente, más ventas", concluye Ibrahim Kataç, un ciudadano local, según el periódico turco Hurriyet. Engin Vatan cuenta a este medio que llevaban años sin recibir apenas visitas internacionales durante estas fechas.

Cerca de tres mil medios de comunicación procedentes todo el mundo, además de los domésticos, anuncian su aterrizaje en este pueblecito abrazado por los viñedos. La policía prepara un despliegue de seguridad para mantener el control durante la espera del cacareado hasta la náusea 'fin de los tiempos'.

Por eso hay oriundos del lugar que se muestran nerviosos ante la llegada de tanta gente. El periódico Today’s Zaman cita a Cumhur Inal, un comerciante local. El vendedor se muestra preocupado porque la excesiva afluencia de seguidores de la profecía maya amenaza con perjudicar el reputado entorno natural de este enclave.

"El mundo se puede acabar sólo con que
se junten diez mil personas aquí", dijo
Seva Nisanyan, un lugareño.
La mayor preocupación de todos es el caos que puede provocar un colapso de visitantes en la diminuta localidad. "Han llegado hasta aquí gente incluso de Indonesia", declara el escritor y hostelero Seva Nisanyan al medio The National. "De verdad, estoy aterrado. El mundo se puede acabar sólo con que se junten diez mil personas aquí".

El aura esotérica que envuelve el municipio surgió en la década de los ochenta. Grupos 'new age' se establecieron en el lugar, fundado tras la despoblación de la cercana Efeso que se encuentra a 12 kilómetros. Sirince está a 30 kilómetros de Kusadasi, la ciudad más cercana. Varios grupos religiosos creen que en Sirince nació Artemisa, la diosa griega de la caza y los bosques. Asimismo, aseguraban, la Virgen María ascendió a los cielos desde este rincón sureño.

Las sectas que se han acercado hasta Sirince prevén que un supuesto planeta llamado Marduk se acerque al nuestro inminentemente. Su influencia debería provocar el caos que acabará con nuestra civilización. Del que se salvarán sólo quienes, antes del día 21, logren plantar su tienda de campaña en el pueblo turco. Si queda espacio.

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