En agosto y
setiembre, la Segunda Guerra Mundial entraba en una fase decisiva. El 8 de
setiembre Italia se rinde en secreto a los Aliados. Los alemanes comienzan a
aplicar nuevas armas como la bomba Fritz X y los nuevos torpedos T-5 Zaunköning
o Reyezuelo, capaces de orientar su rumbo hacia el ruido de las hélices
propulsoras de los buques.
Hasta
los primeros días de setiembre contó con
Italia en la guerra contra los Aliados. Muchos barcos enemigos fueron hundidos
por arriesgados buzos italianos.
Por
ejemplo, el primero de agosto de 1943 fue hundido un barco aliado por el
teniente de Artillería Luigi Ferraro,
nadador excepcional, que se había enrolado voluntario en las X MAS.
Se
lo envió a realizar una operación en solitario. Él solo hundió tres buques en
la costa de Turquía, con un total de 20.000 toneladas. El primero fue el Orion,
buque griego de 7000 toneladas de cromo al servicio de los ingleses. Atribuyendo
los británicos el hundimiento a un submarino. El segundo fue el mercante Kaituna, de 5000 toneladas. La noche
del día 1 de agosto, en Alejandreta (hoy Iskenderun), Turquía, Ferraro colocó explosivos en un barco noruego
que acababa de llegar al puerto para cargar mineral: el Fernplant, de 7000 toneladas. El Fernplant se hundió navegando a lo largo de la costa de Siria sin
despertar sospechas.
El
día 2 de agosto, agotada su provisión de cargas explosivas, Ferraro se repatriaba «por motivos de salud, argumentando que enfermó
de malaria».
El
balance del Eje en agosto de 1943 es de apenas 4 barcos aliados y 2 submarinos hundidos equivalentes a más de 25.000
toneladas brutas.
Uno
de los submarinos aliados hundido es el
británico HMS Parthian (N 75), hundido
el 11 de agosto de 1943 en el Mediterráneo, en el sur del Adriático.
El
otro fue el submarino HMS Saracen (P 247), hundido el 14 de agosto
de 1943 en la costa noreste de la isla de Córcega por el RMI Minerva y el RMI Euterpe, de la marina italiana.
Vale
destacar la acción del 24 de agosto de 1943, cuando salen los buzos italianos
nuevamente de las entrañas bajo el agua del
carguero Olterra varado en Algeciras,
España y que era usado como base de operaciones secretas para atacar una y
otra vez la base pirata de Gibraltar. En la tarde, salieron buzos en SLC y hundieron al petrolero noruego Thorshovdi, de 9.900 toneladas que se
partió en dos por la explosión. El mercante británico Stanridge de 6.000 toneladas se hundió en aguas poco profundas y el
Harrison Gray Otis de 7.176
toneladas, anclados en el puerto de Gibraltar. Un
buzo militar italiano fue capturado. La
última y exitosa misión del Olterra
destruyó 23.000 toneladas de buques aliados.
Con
anterioridad, el 8 de mayo del 43, aprovechando el mal tiempo y la fase de la
luna, tres torpedos humanos italianos del Olterra colocaron cargas explosivas en tres buques
anclados en Gibraltar, el Pat Harrison
(7.000 toneladas), y los cargueros británicos Massud (7.500 toneladas) y Camerata
(4.875 toneladas). Cuando las cargas estallaron, el transporte americano fue
gravemente dañado y se convirtió en una pérdida total. Un marinero
estadounidense murió por la explosión. El Massud
se fue a pique en el fondo de la bahía y gran parte de la nave aún estaba por
encima de la línea de agua, mientras que el Camerata
se hundió por completo.
Y
aquí acaba la inmóvil carrera militar del mercante varado Olterra que, con sus propios
medios y sin moverse, hundió más de 50.000 toneladas de buques enemigos dentro
de la base británica de Gibraltar. Probablemente un caso único en la historia.
Hasta
después del armisticio, cuando los propios italianos revelaron el misterio a
sus antiguos enemigos, el asunto del Olterra permaneció en el más absoluto de
los secretos y los ingleses jamás sospecharon que los reiterados ataques
provenían del mercante Olterra,
creían que los ataques eran de submarinos o de buzos lanzados de sumergibles.
En 1957 se rodó en Italia una película sobre el Olterra, cuyo título es La donna che venne del mare,
interpretada por Vittorio de Sica y Sandra Milo. Su director fue Francesco de
Robertis.
Respecto
a los combates navales de Italia hasta su rendición a los Aliados el 8 de
setiembre de 1943, la marina italiana
también causó daños a los aliados: desde 1940 a 1943, 32 submarinos italianos
efectuaron 197 misiones de guerra en el Atlántico y el Índico, desde su base de
Betasom, hundiendo más de 580.000 toneladas de buques, perdiendo a cambio el
50% de sus efectivos. Sus misiones tuvieron lugar en las Azores, costas de
Brasil, el Caribe y Estados Unidos.
El primero de
agosto se lanzó la Operación Tidal Wave
Una
flota de 173 bombarderos B-24 de las 9ª Fuerza Aérea de la USAF y la 8ª Fuerza
de la RAF despega cerca de Bengasi, en Libia, y tras volar 2.400 millas, ataca
las refinerías rumanas en Ploesti, principal abastecimiento de combustible de
la Wehrmacht en el Frente del Este. La Luftwaffe, prevenida por los servicios
secretos desde hace semanas, reforzó las defensas antiaéreas y envía cazas en
la ruta de vuelo de los aliados. Las
instalaciones sufren graves daños, pero los germanos derriban 53 aparatos aliados,
muriendo 440 tripulantes y 220 son apresados.
El domingo 15 de
agosto de 1943 Italia negocia un armisticio
En
Madrid, un general enviado por el mariscal
Pietro Badoglio, Primer Ministro de
Italia en lugar de Benito Mussolini que estaba en una cárcel secreta, se
encuentra en secreto con el embajador británico, proponiéndole que si los Aliados desembarcan en su país, el
ejército italiano se unirá a ellos contra los alemanes, rompiendo el Pacto
Tripartito. Mientras, el mariscal Erwin Rommel y el general Jodl se reúnen con
el mariscal Roatta en Bolonia, para tantear la lealtad italiana al Eje, e
informan muy negativamente, convenciendo a Hitler de que Italia se pasará al
enemigo en breve; por esto ordena la evacuación de Sicilia.
El
desembarco Aliado en Sicilia tuvo el hostigamiento de las fuerzas italianas y
alemanas. Como en todas las campañas que libraron, la capacidad combativa de
las fuerzas italianas varió grandemente de una unidad a otra. Por lo general,
las divisiones de costa se entregaron sin disparar un tiro, pero la Livorno y la Napoli pelearon duro
durante las acciones iniciales y elementos de otras unidades siguieron luchando
junto a los alemanes.
Las
fuerzas del Eje se retiraron combatiendo hacia Messina; cuando concluyó el repliegue,
el 11 de agosto de 1943, los italianos habían logrado evacuar
59.000 hombres, 227 vehículos, 41 piezas de artillería a la Italia continental
a través del estrecho de Messina. La retirada alemana, la Operación Lehrgang,
fue también ejecutada brillantemente, pues para el 17 de agosto había
conseguido extraer de Sicilia un total de 54.000 hombres, 9.600 vehículos, 47
tanques, 160 cañones y 17.000 toneladas de munición.
Los
aliados sufrieron desde su llegada a Sicilia unas 31.150 bajas, de las cuales 11.900 serían norteamericanos; para
fines de agosto había unos 500.000 soldados aliados en la isla.
Las guerrillas
italianas en África dejan de luchar
Enteradas
del Armisticio, las guerrillas italianas, que estaban compuestas en su mayoría
por las tropas italianas que prefirieron
continuar la lucha en vez de rendirse, y operaron en Etiopía, Eritrea y Somalia
desde 1941 hasta 1943, depusieron las armas en setiembre, el día que Italia
firmó el Armisticio con las potencias Aliadas.
Cuando
el General italiano Guglielmo Nasi
rindió las armas de la última resistencia organizada por tropas regulares del
Ejército colonial, en Gondar, el 27 de noviembre de 1941, muchos soldados
italianos decidieron comenzar la guerra de guerrillas en las montañas y
desiertos de Etiopía, Eritrea y Somalia. Unos 7000 soldados y civiles italianos
participaron en esa lucha contra las fuerzas británicas con la esperanza de que
Rommel llegara a Egipto y así terminar con la supremacía británica en el
Mediterráneo. Obviamente, después seguiría la contraofensiva italiana en
Etiopía para recuperar las colonias en África Oriental.
Las
fuerzas guerrilleras se organizaron en
dos grupos principales, el "Fronte di Resistenza" (Frente de
Resistencia) y los "Figli d'Italia" (Hijos de Italia). La organización
secreta "Figli d'Italia" fue formada en setiembre de 1941 por los
Camicie Nere (Camisas Negras) de la "Milizia Volontaria per la Sicurezza
Nazionale", una organización fascista de voluntarios que realizaba ataques
guerrilleros contra las tropas británicas y asediaban a los granjeros italianos
y soldados coloniales que colaboraban con los británicos.
Casi
simultáneamente, después que cayó el bastión de Cheren en abril del 41, se
formó en Addis Abebba el "Fronte di Resistenza" que estaba bajo el
mando y dirección del Coronel Luchetti con presencia en las más importantes
ciudades del África Oriental Italiana.
Las principales actividades militares eran el sabotaje de almacenes, depósitos,
cuarteles, líneas férreas y la recolección de información sobre las tropas
británicas para ser enviadas por diversos medios al Estado Mayor General en
Italia. Luchetti comenzó entrenando y organizando apenas un centenar de
soldados y civiles italianos, pero pronto el número de guerrilleros comenzó a
incrementarse.
Otros
grupos organizados eran el de la "Caballería Amhara" comandados por
el Teniente Amedeo Guillet en Eritrea y el grupo guerrillero del Mayor Gobbi
con base en Dessie. También hubo un grupo guerrillero en Eritrea que desde 1942
estuvo bajo el mando del Capitán de Navío Aloisi y el veterano de los Camicie
Nere, Luigi Cristiani, que ayudaba en la
coordinación de la fuga de soldados italianos recluidos en los campos de
prisioneros británicos. Cuando Cristiani fue capturado los británicos lo
condenaron a muerte pero logró evadir la pena por mediación del Obispo de
Asmara, Morinoni. En Somalia Británica también hubo grupos guerrilleros
formados por soldados italianos que se organizaron desde la ofensiva del
Ejército Británico en la Somalia Italiana en agosto de 1940.
El
apoyo de la población fue fundamental y así
hubo miles de nativos en Eritrea, Etiopía y Somalia que luchaban al lado de los
soldados italianos contra las fuerzas británicas. Sin embargo su número
disminuyó cuando ocurrió la retirada de Rommel en El Alamein, en 1942.
Las
guerrillas italianas eran llamadas "Bande" y operaron en un extenso
territorio que iba desde el norte de Eritrea hasta el sur de Somalia. Su armamento era muy deficiente, con
fusiles modelo 91, pistolas Beretta, fusiles ametralladoras Breda,
ametralladoras Fiat o Schwarzlose, granadas de mano, dinamita y pequeños
cañones de 65 mm. Sin embargo, al igual que las fuerzas regulares de las que
procedían estaban muy escasos de municiones y por tanto tenían que echar mano a
armamento británico cuando era posible conseguir municiones.
Desde
enero de 1942, muchas de esas bandas comenzaron a operar de manera coordinada
bajo las órdenes del General Muratori, comandante de los Camicie Nere. Muratori logró que se realizara una
revuelta de la tribu Azebo Orono contra los ocupantes británicos en el norte de
Etiopía. Sin embargo la revuelta tribal fue controlada por los británicos a
comienzos de 1943.
Mientras
Rommel estaba victorioso en Libia,
hasta el propio Emperador Haile Selassie
trató de encontrar medios de comunicación diplomática con los guerrilleros
italianos, para llegar a algún tipo de acuerdo si es que Rommel llegaba a
ocupar Egipto. Como intermediario usó los servicios del etíope Lorenzo Taezaz,
quien también fue intermediario en los acuerdos con los británicos. Selassie estaba dispuesto a aceptar el
Protectorado Italiano, siempre y cuando Italia diera una amnistía general para
los etíopes sentenciados; que hubiera presencia etíope en la administración
pública; que Selassie participara en el gobierno del Protectorado. Este plan no
era otro que el propuesto por Mussolini en 1936 y que Selassie desestimó,
asesorado por los británicos.
A
mediados de 1942 las unidades guerrilleras más exitosas fueron las del Coronel Calderari, el Coronel Di Marco en
Ogaden, el Coronel Ruglio entre los Danakil y la Centuria Camicie Nere; De
Varda en Etiopía y la caballería de Guillet en Eritrea. Las acciones contra las
tropas británicas les obligaron a llevar tropas, aviones y tanques desde el
Sudan Anglo-Egipcio y Kenia a las zonas controladas por los guerrilleros en
Etiopía y Eritrea.
La
situación británica no era fácil. La guerrilla, la población de origen italiano
y la población nativa que los apoyaba era demasiado para las tropas británicas. A mediados del año 1942 decidieron poner
en campos de concentración a los civiles italianos de la costa de Somalia para
evitar el contacto con submarinos japoneses, italianos y alemanes en el Golfo
de Adén y el Océano Índico. En mayo de 1942 las incursiones de submarinos
japoneses con hidroaviones de reconocimiento constituían una amenaza seria para
los ingleses en el Golfo de Adén y las costas hasta Mogadiscio y Madagascar.
Entre
los muchos italianos que desarrollaron una exitosa lucha contra los británicos
son notables las acciones de del Capitán del "Servizio Informazioni
Militari" Francesco di Martini
quien en enero de 1942 voló el gran depósito de municiones de Massaua en
Eritrea y después organizó un grupo de marineros eritreos con botes sambucos
para informar al Comando Supremo en Roma, por medio de un equipo de radio,
sobre el tráfico de los buques de guerra y transporte británicos que navegaban
por el Mar Rojo, desde y hacia el Canal de Suez.
También
es digno de mención la hazaña de la doctora
Rosa Dainelli que en agosto de 1942 ingresó de noche al almacén del ejército
británico en Addis Abebba y voló con cartuchos de dinamita un depósito de
municiones logrando escapar ilesa. El sabotaje destruyó dos millones de
cartuchos almacenados para las nuevas ametralladoras Sten, que estaban por ser
puestas en servicio. Debido a esa acción las ametralladoras Sten no pudieron
ser usadas durante muchos meses. La Doctora Dainelli trabajó en Addis Abebba
durante muchos años y se unió al "Fronte di Resistenza" cuando los
británicos ocuparon la capital etíope. La doctora Rosa Dainelli recibió la
Medalla de Honor de Hierro por su valiente acción.
Entre
los más destacados oficiales guerrilleros se encuentran el Teniente Amedeo Guillet en Eritrea, Capitán Francesco De Martini en
Eritrea, Capitán Paolo Aloisi en Etiopia, Capitán Leopoldo Rizzo en Etiopía,
Coronel Di Marco en Ogaden, Coronel Ruglio in Dancalia, General di Camicie Nere
Muratori en Etiopía/Eritrea, Oficial di Camicie Nere De Varda en Etiopía,
Oficial di Camicie Nere Luigi Cristiani en Eritrea, Mayor Lucchetti en Etiopía,
Mayor Gobbi en Dessie, Coronel Nino Tramonti en Eritrea, Coronel Calderari en
Somalia.
Pero,
en octubre de 1942, con la derrota de Rommel en El Alamein y la captura del
Mayor Luchetti, comandante del "Fronte di Resistenza", el apoyo de la
población nativa a los guerrilleros se enfrió. Sin embargo la lucha de los guerrilleros italianos continuó hasta mediados de
1943, cuando a la vista de la derrota de Italia, los soldados italianos
comenzaron a destruir el armamento y escapar en muchos casos exitosamente a
Italia, como fue el caso del Teniente Guillet que llegó a Taranto el 3 de
setiembre de 1943. Guillet solicitó un avión cargado de armamento y municiones
para regresar a Eritrea, pero la firma del Armisticio poco después frustró sus
deseos. Uno de los últimos soldados italianos que depuso las armas fue Corrado
Turchetti, quien escribió que algunos soldados italianos siguieron emboscando a
las fuerzas británicas hasta octubre de 1943; el último oficial que se mantuvo
en la lucha con las guerrillas fue el Coronel Nino Tramonti en Eritrea.
En el Lejano
Oriente
El
lunes 2 de agosto de 1943 Birmania es independiente. Las fuerzas de ocupación japonesas proclaman la independencia de
Birmania. La independencia duraría poco ya que el Reino Unido vuelve a invadir
el país en 1945. En 1948, ante la hostilidad de los birmanos, los ingleses se
vieron obligados a conceder la independencia.
La primera guerra de
los birmanos contra los británicos tuvo lugar en el año 1824. El general Campbell
dominó Rangún, pero sus tropas sufrieron grandes bajas. La paz de 1826 cedió al
Reino Unido de Gran Bretaña las provincias de Arakan y Tenasserim. En 1886 se anexionó definitivamente la Alta Birmania al
Imperio británico de la India, nombrándose un jefe comisario. Diez años después
el gobierno británico nombró para Birmania británica un gobernador.
11 buques aliados son
hundidos en setiembre de 1943, y 9 navíos de guerra sumando en total más de 54.000
toneladas.
El submarino U-410 en setiembre de 1943 hunde tres
barcos con 17.031 toneladas brutas.
El U-593 hunde un barco de 7.176 toneladas y
al arrastrero norteamericano Skill.
El 6 de setiembre
es torpedeado el destructor británico HMS Puckeridge,
de 1.550 toneladas, por el U-617 en el mediterráneo al este de
Gibraltar.
129 hombres fueron rescatados pero 62 murieron con el navío. Otro destructor
quedó averiado.
El
16 de setiembre, los alemanes lograron
tres impactos en el acorazado británico HMS Warspite
de 31.315 toneladas que estaba apoyando el desembarco aliado en Salerno, Italia
(nombre en código: Operación Avalanche). Una de las bombas penetró seis
cubiertas antes de explotar contra el fondo del buque, generando un gran
agujero por el que entraron 5000 toneladas de agua. A pesar de los enormes
daños, el buque pudo ser remolcado hasta Malta y los británicos reportaron 9
muertos y 14 heridos. Estuvo en reparaciones hasta el 6 de junio de 1944 cuando
volvió a la acción.
Continúa la lucha
en el mar con el hundimiento del HMS BYMS
2019 (J 819), el 19 de septiembre de 1943 por una mina frente Crotone,
Calabria, Italia.
El
20 de setiembre es hundido el destructor St. Croix; torpedeado por el U-305 en el Atlántico al sur de Islandia.
El
20 de setiembre, durante el ataque a un convoy aliado en el Atlántico, el
submarino germano U-270 lanza contra la fragata británica Larsen el primero de los
nuevos torpedos T-5 Zaunköning o Reyezuelo, causándole graves daños. En el
ataque al convoy serán lanzados 10 de estos torpedos, hundiendo 3 escoltas y 6
mercantes. Los germanos pierden 2 submarinos. La nueva arma alemana es capaz de
orientar su rumbo hacia el ruido de las hélices propulsoras de los buques.
En otro escenario
atlántico, es hundido el HMS Itchen (K
227), el 23 de septiembre de 1943 por el submarino germano U-666.
El destructor inglés
HMS Intrepid (D 10) de 1370 toneladas
es hundido el 26 de septiembre de 1943 por ataque aéreo en el puerto de Leros,
en el Dodecaneso griego.
La capitulación de
Italia
Un
golpe para el Eje fue la capitulación secreta
de Italia el 8 de setiembre de 1943. Italia se rindió sin condiciones a las
potencias aliadas, y las tropas alemanas se apresuraron a tomar el control del
país y desarmar sus fuerzas militares. Aquella misma mañana el Rey Víctor Manuel III mantuvo una actitud
cínica en una entrevista con el encargado de negocios alemán Rudof Rahn, a quién aseguró que la
alianza entre Italia y el Tercer Reich era irrompible.
Oficialmente
a las 18:30 horas de la tarde del 8 de septiembre de 1943, la radió anunció al
mundo mediante la voz del general Dwight
Eisenhower, comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias en Europa,
que se acababa de producir el Armisticio
entre los Aliados y el Reino de Italia a través de una capitulación
incondicional.
Transcurridos
40 minutos del mensaje oficial del Armisticio, ni el Gobierno en Roma ni el Ejército Real Italiano reaccionaron al
comunicado porque increíblemente muchos no se enteraron. Únicamente los
alemanes, quienes sí sabían cómo tenían que actuar, movilizaron sus fuerzas a
las 19:10 horas poniendo en práctica el
“Plan Eje”.
Rudolf Rahn, el encargado de
negocios alemán que aquella misma mañana del 8 de septiembre había sido
engañado por el Rey Víctor Manuel III
tras haberle asegurado la lealtad del pueblo italiano, se entrevistó en el
Palacio Chigi con el general Raffaele
Guariglia, quien transmitió la noticia de un modo muy poco diplomático: “Su
visita es muy oportuna porque tengo que comunicarle algo muy importante. Tengo el honor de informarle que el
Gobierno Italiano ha firmado un armisticio con los Aliados”. Sorprendido
por la respuesta, Rahn protestó algo furioso e indignado: “¡Esto es traición!”. A lo que Guariglia contestó: “El pueblo
italiano ha hecho todo lo posible en esta guerra y nadie puede insultarlo”.
Algo que le hizo a Rahn replicar: “No
estoy insultando al pueblo italiano, sino a los que han querido la capitulación
del país, y le digo que esto pesará gravemente y por mucho tiempo sobre la
Historia de Italia”. No le faltó razón.
Los
alemanes en una operación relámpago ocuparon durante la noche del 8 de
setiembre al 9, Roma y las principales ciudades italianas. En aquella noche, en
el norte, el Grupo de Ejércitos B del mariscal Erwin Rommel llevó a cabo una brillante campaña desarmando al
Ejército Real Italiano en el Paso del Brénnero y los Apeninos. Más al sur, por
debajo de Salerno, el X Ejército del general Heinrich Von Vietinghoff simplemente se retiró algo más al norte
debido a que no hizo falta desarmar a ningún soldado italiano, ya que la
mayoría se rindió en masa a las tropas anglo-americanas.
Sigilosamente,
a las 4:30 horas de la madrugada del 9 de setiembre, todos los conspiradores
italianos entre los que estuvieron el Rey Víctor
Manuel III, la Reina Elena, el heredero Príncipe Umberto de Saboya, el mariscal Pietro
Badoglio y el Duque Pietro Acquarone,
acompañados por una doncella de la familia real y el ayudante de campo,
abandonaron el Ministerio de la Guerra en varios coches con matrícula
diplomática. Los fugitivos optaron por dirigirse hacia Pescara en el Mar
Adriático. Durante el trayecto tuvieron que esquivar los controles alemanes,
consiguiendo entrar en una zona más segura a las 9:00 horas de la mañana cuando
alcanzaron el Palazzo Mezzanotte en Chieti. Una vez la comitiva llegó a la
región de los Abruzzos, la familia real decidió pararse a descansar en un hotel
de la ciudad de Brecciarola situado en el Castillo de Crecchio. Todos ellos, principales responsables
políticos y militares de Italia se fueron a dormir en medio de una de las
mayores crisis nacionales, causada precisamente por ellos mismos.
Al
mismo tiempo que la tragedia se extendía por todas partes de Italia, la
Dinastía de los Saboya y el mariscal Pietro
Badoglio permanecieron en el Castillo de Crecchio durmiendo la siesta,
fumando puros y bebiendo café. Tuvieron que esperar hasta las 23:00 horas de la
noche para abandonar su cómoda estancia cuando se les infirmó que la corbeta Bayoneta vendría a evacuarles al caer la
noche. Así fue como el Rey Víctor Manuel
III se deshizo de sus uniformes reales y condecoraciones con la finalidad
de no llamar la atención, para junto a su familia y Badoglio, abandonar el
Castillo Crecchio y marchar a la ciudad de Pescara, donde la corbeta Bayoneta les esperaba amarrada en los
muelles de Ortona al Mare. Primeramente embarcó la Dinastía Saboya. Sin embargo
en el muelle se produjo una pelea entre los políticos a raíz de una infantil
discusión por ver quién subía primero, lo que terminó en empujones al borde del
agua ante la desesperación por salir de allí con vida. Aquel lamentable espectáculo que finalmente acabó después de que se les
informarse que la corbeta Scimitarra vendría
a recogerles por la mañana, constituyó el último acto de poca dignidad que les
quedaba a los representantes políticos y militares de Italia.
Sorprendentemente
cuando amaneció el 10 de septiembre de 1943, la actitud cobarde de los mandos
italianos en Pescara prosiguió a límites inimaginables porque cuando la corbeta Scimitarra apareció en Pescara para evacuarlos, no encontró a nadie
debido a que la mayoría se habían despojado de sus uniformes para ocultarse
entre la población civil. Mientras tanto en la corbeta Bayoneta que seguía navegando sobre el Mar Adriático, el Rey Víctor Manuel III se encontró en el
buque al jefe de Estado Mayor, Mario
Roatta, quién vestido de paisano, lloraba de vergüenza en un esquina al
haber escapado de Roma abandonando a las fuerzas armadas. Con este último ejemplo quedó demostrado que jamás en la Historia de
Italia sus representantes cayeron tan bajo demostrando una humillación
semejante ante su pueblo.
En
tanto, la escasa coordinación de las fuerzas armadas italianas al no haber sido
prevenidas por sus líderes políticos, provocó que la mayor parte de las tropas italianas, no tuvieran ningún deseo de
luchar contra los alemanes porque durante más tres años habían sido sus
compañeros y en buena medida amigos, optaron
por rendirse sin ofrecer resistencia.
El lunes 13 de setiembre
Se da por finalizada la Operación Eje
Con
eficacia Alemania da por terminados los movimientos de la Operación Eje.
Dalmacia, el norte de Italia y Roma han sido ocupados, la resistencia
organizada ha cesado y una gran área septentrional es anexionada al Reich. Las tropas de la Werhmacht han incautado
al Ejército italiano durante estos días unos 450 tanques, 2.000 cañones y
500.000 fusiles y han apresado a unos 278.000 prisioneros. Por otra parte, los
alemanes se harán cargo de los 50.000 aliados que eran cautivos de los
italianos; todo este contingente humano será trasladado al Alemania a finales
de mes.
Los germanos
actuaron con rapidez tras el anuncio del Armisticio, lo que les facilitó
adelantarse a todos sus enemigos, desarmar a los italianos, invadir Roma y
establecer una zona de ocupación que incluía a más del 65% del país. Esto significó que
oficialmente Italia continuase en la contienda al lado del Eje por dos motivos:
el geográfico y el militar.
La
Italia Coberligerante patrocinada por los Aliados únicamente dominó el sur de
la bota y la Isla de Sicilia. Respecto al motivo militar el nuevo Ejército Republicano Fascista constituyó 500.000 efectivos
frente a los reducidos 12.000 de la Italia Cobeligerante y aproximadamente unos
100.000 partisanos.
Hundimiento del
acorazado Roma
Al
día siguiente de la rendición italiana, 12 bombarderos Dornier Do 217 atacaron a una parte de la flota de guerra
italiana (sumaba 15 unidades) que había zarpado del puerto de La Spezia e iba
rumbo a Cerdeña.
Estos
aviones alemanes venían del aeropuerto de Istres, cerca de Marsella en la Costa
Azul para el ataque contra la flota italiana. Llevaban una nueva arma secreta, que desconocían los aliados,
transportaban bombas guiadas antibuque denominadas Fritz X (FX-1400), un arma desconocida para los italianos en ese
momento. La bomba Fritz X o FX-1400 (o más exactamente según su constructor, la
Ruhrstahl X-1) había sido diseñado
en 1939 por el Dr. Max Kramer. Un
total de 1386 bombas de este tipo fueron construidas durante la guerra. Consta de 320 a 435 kg de explosivo, chasis
aerodinámico de 1,4 m de longitud y 730 kg en vacío, y una caja receptora de
ondas de radio conectada a los alerones y timones, para redirigir la
trayectoria de caída. Se puede lanzar desde aparatos He 111 o Do 217. El
control remoto debe ser operado por un aviador con línea visual del objetivo y
del proyectil, que desprende humo blanco para facilitar su ubicación. El
sistema de teleguiado tiene un alcance
de 6 km, y el arma puede penetrar planchas de acero de hasta 20 pulgadas. Era el amanecer de los misiles
inteligentes.
Por
el ataque, dos bombas impactaron en el acorazado Roma que se hundió con sus 41.650 toneladas. En esta misma acción, su
buque hermano Littorio resultó dañado.
Los
almirantes Carlo Bergamini, Del Cima, 86 oficiales, y unos 1.264
tripulantes, murieron a las 16:12; hora a la que el Roma explotó, se partió en dos y se hundió. Únicamente se pudo
rescatar a 596 supervivientes con graves quemaduras. Fue el primer buque capital hundido por un misil guiado. El
acorazado Italia quedó gravemente
averiado.
Los
destructores Antonio da Noli y Vivaldi se hundieron durante un
combate junto a la Isla de la Maddalena acosados por patrulleras y lanchas
torpederas alemanas. En el caso del destructor Antonio da Noli un cañón costero emplazado en territorio insular le
impactó con dos proyectiles y le obligó a retroceder antes de colisionar con
una mina y hundirse con 182 marineros que perdieron la vida (aunque 38 fueron
rescatados por el submarino británico HMS
Sportsman). Respecto al
destructor Vivaldi las baterías costeras alemanas le alcanzaron y le
dejaron ingobernable, por lo que fue hundido por su propia tripulación que
sería recogida por un hidroavión alemán (el cual fue ametrallado por un caza
estadounidense y derribado, cosa que forzó a los marineros supervivientes a ser
evacuados una segunda vez gracias a la llegada de una patrullera alemana).
Los marinos
italianos de otros barcos prefirieron hundir las naves antes que entregarse a
los Aliados.
Por ejemplo en la Isla de Mallorca, territorio de la neutral España, los
destructores Pegaso e Impetuoso fueron abandonados por la
tripulación y hundidos a la salida de la Bahía de Palma. Lo mismo sucedió en
China con los tres cruceros Conte Verde, Lepanto y Carlotto
que se encontraban anclados en el puerto de Shanghái, antes de que
fuesen dinamitados por sus propios
marineros y destruidos para evitar que cayesen en manos los japoneses.
El audaz rescate de
Mussolini por de Otto Skorzeny
El
domingo 12 de setiembre de 1943 a las 05:00 horas llegan al aeródromo de
Practica di Mare 90 hombres de una
unidad especial de paracaidistas alemanes denominada (2.Fallschirmjägerdivision) del 7º Regimiento
de la Luftwaffe y 10 comandos del grupo SS Friedenthal, tropas de montaña de las SS (SS-Jäger-Bataillon 502),
liderados por Otto Skorzeny. Parten a las 13:00 horas a bordo de 12 planeadores
DFS, que aterrizan en el monte Gran Sasso una hora después y asaltan el hotel
Campo Imperatore, donde está cautivo Mussolini, liberándole. El Duce es
transportado al punto de partida, y de allí a Viena. La exitosa operación
incruenta ha sido planificada al detalle por el general de la Luftwaffe Karl
Student.
Otto Skorzeny lleva
a Mussolini al cuartel general de Adolf Hitler, en Rastenburg, el día 15 de setiembre. El Führer recibe a Otto
Skorzeny, condecorándole con la Cruz de Hierro por la operación de liberación
de Mussolini. Himmler, Reichsführer de las SS, le ascenderá al rango de
Sturmbannführer. Otros partícipes del rescate son condecorados, como el capitán
Gerlach y el teniente Wehner. Sin embargo, Student, que planificó la acción, no
recibirá ningún honor. Todos los comandos paracaidistas del 7º Regimiento de la
Luftwaffe y los comandos de la Friedenthal son agasajados en el Sportpalast de
Berlín.
El
23 de septiembre Mussolini fue escoltado de regreso a Italia, donde proclamó la fundación de la República
Social Italiana (RSI), con capital en la ciudad de Saló, orillas del lago
Garda, en el norte del país.
Batalla de Salerno
El
jueves 9 de setiembre de 1943, en el marco de la Operación Avalanche, tropas
del 5º Ejército del US Army, al mando del general Mark Clark, desembarcan a las 3:30 horas en las costas de Salerno,
al suroeste de Italia. El 10º Cuerpo británico, al mando de McGreery, desembarca al sur de Nápoles,
y el 6º Cuerpo norteamericano, al mando de Dawley,
lo hace más al sur; en total suman 85.000
soldados. Defienden la zona formidables tropas del 14º y 76º Panzerkorps
del 10º Ejército alemán, al mando del general Heinrich Von Vietinghoff; unos
50.000 soldados. Los italianos han revelado a los aliados la ubicación de
las minas submarinas germanas, pero los cañones de 88 mm causan estragos entre
la flota y las tropas aliadas. El buque
minador Abdiel explota en el puerto
al chocar con una mina colocada por lanchas rápidas alemanas el día anterior;
mueren 149 hombres.
El
20 de septiembre de 1943 la Batalla de Salerno había finalizado. Todo el
Ejército Alemán se había retirado del sector Salerno y tomaba posiciones tras
el Río Volturno. La batalla estuvo
siempre a favor de los alemanes, ocasionándoles cuantiosas bajas a los Aliados.
Todo el X Ejército Alemán se retiró intacto y preparado para llevar a cabo la
defensa de Italia.
Los Aliados
tuvieron 12.560 bajas entre las que había 2.009 muertos, 7.050 heridos, 1.500
prisioneros y 2001 desaparecidos. Las pérdidas navales fueron también de
importancia, ya que resultaron hundidos
9 barcos entre los que había 1 crucero minador, 1 destructor, 1 dragaminas, 1
torpedero, 4 transportes, 1 remolcador y varias decenas de lanchas de
desembarco.
El Eje sufrió 3.500
bajas entre muertos y heridos, la mayoría eran alemanes y algunos
italianos antes del Armisticio.
Los
Estados Unidos y Gran Bretaña habían previsto que la invasión de Italia sería
fácil y sencilla, casi como dar un paseo por un parque infantil. Pero se habían
equivocado absolutamente al apoyar el Armisticio y así ocurrió porque durante
los siguientes dos años, hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial en
1945, quedarían estancados en la
Península Italiana sufriendo muchas más bajas que en cualquier otro escenario
bélico.
Lo
cierto es que la Batalla de Salerno sería sólo el principio de un largo y lento derramamiento de sangre que los
Aliados vivirían durante los dos años siguientes, pesadilla que nunca hubieran
imaginado. La “panza blanda del cocodrilo” como definió el Primer Ministro
Winston Churchill a Italia resultó ser una “panza de acero”, más dura y compacta de lo esperado.
Como
un dato curioso en plena guerra mundial, entre el 22 y el viernes 24 de setiembre
de 1943 se produce un récord aeronáutico
a cargo del piloto alemán Ernst
Jachtmann que establece un récord
mundial de permanencia en el aire en vuelo sin motor, sobre Brüsterort en el
Báltico, de 55 horas y 52 minutos.
Recién en 1954 el francés Bertrand Dauvin logró superarlo con 57 horas y 10
minutos.
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