No cabe
ninguna duda que hace miles de años hubo guerras de las que apenas nos queda un
vago recuerdo en forma de mitos y leyendas. La Gigantomaquia o Guerra de los
Gigantes es una de ellas. Podría entenderse en la cultura griega como el
triunfo de una nueva civilización y orden natural sobre el pasado, la civilización
del Homo Sapiens que se extiende sobre el planeta.
Ilustración de los dioses del Olimpo en guerra contra los Gigantes. |
Todas las deidades griegas tenían poderes sobrenaturales, y cada una de
ellas era protectora o patrón de cierta rama de la actividad humana. Según
contabilizaron los antiguos griegos, llegó a haber más de 30.000 deidades,
entre dioses del Olimpo, los Titanes y los Dioses Menores.
La lucha de los Gigantes contra los dioses, está presente en todas
las mitologías e incluso la lucha de gigantes contra hombres. Para la
mitología griega, los Gigantes protagonizaron el alba del mundo. Nacidos
de Urano y Gea, el Cielo y la Tierra, siempre mostraron una rebeldía que los
enfrentaba con los dioses. Así tenemos que Urano, el dios del Cielo, encerró a los gigantes y cíclopes en el Tártaro. Luego hizo lo mismo Crono,
su sucesor. Con Zeus, los gigantes fueron aliados para destronar a Crono.
Concilio de los dioses, por Rafael. |
Pero no todo era fácil para el nuevo rey/dios porque años después fue
desafiado por el gigante Tifón que le presentó un poderoso ejército que derrotó
momentáneamente a Zeus quien se repuso y logró aplastar al enemigo en Sicilia, volviendo
la paz a los dominios de Zeus (Europa, el Mediterráneo, Norte de África y
Cercano Oriente).
Una
conspiración palaciega
El creciente orgullo y mal genio de Zeus hizo que su esposa Hera
conspirase contra él en complicidad con su hijo Apolo, Poseidón y algunos
dioses más.
Zeus prisionero en el filme Furia de Titanes 2, del año 2012. |
Esa cuarta parte de la Tierra
era, según la mitología hindú de los Vedas, la parte del mundo que le
correspondía al dios Váruna, identificado con Urano. Ese reino fue heredado por
Crono y continuado luego por Zeus tras la guerra de los Titanes o Titanomaquia.
Briareo, advertido por Tetis, acudió en ayuda de Zeus con sus 100 brazos y 50 cabezas, que no eran más que naciones y ciudades aliadas, y sofocó la conspiración de Poseidón y Hera. |
Mientras sus captores estaban deliberando que hacer con Zeus y quién
sería el nuevo dios supremo, la discusión estaba entre Apolo o Poseidón, Tetis
(una de las 50 nereidas y madre de Aquiles) estaba escuchando y temiendo una
guerra civil, buscó al hecatónquiro Briareo (“en griego significa “fuerte”),
que lo liberó con facilidad. La revuelta fue sofocada y como castigo, Hera que
había sido la instigadora de la revuelta, fue colgada por las muñecas del
firmamento con un pesado yunque en cada pie.
En tanto que Zeus como castigo envió por un año a su hermano Poseidón
a la Tierra como mortal, junto con Apolo y Éaco para ayudar como siervos a
levantar las magníficas murallas de Troya cuando la ciudad estaba siendo
construida; el rey Laomedonte de Troya prometió a Poseidón pagarles con oro
cuando los muros fueran levantados, pero no cumplió con el trato y los dejó
sin nada. Años después, tanto Apolo como Poseidón se vengarían de esto.
El Estrecho de Gibraltar, llamado por los antiguos primeramente Columnas de Briareo, siglos después fue rebautizado como Columnas de Hércules. |
Ya vuelta la calma a sus dominios europeos, entonces fueron los
gigantes nacidos de la sangre que brotó de la herida infligida a Urano los que
quisieron escalar el Olimpo.
Los gigantes
atacan el Monte Olimpo
En esta historia de la mitología griega Ovidio en su Metamorfosis cita el motivo del
ataque a la morada de los dioses. "Y para que el elevado cielo no
estuviera más seguro que la tierra, los Gigantes, se dice, aspiraron al reino
celestial”.
Relieve de Gea o Gaia en el Ara Pacis Augustea, realizado por los romanos que la llamaban diosa Tellus o Terra Mater. |
En el episodio de la Gigantomaquia relatado en la Metamorfosis de Ovidio refiere
que los gigantes son enormes criaturas con serpientes en lugar de cabellos y
cuerpo de dragón.
Los dioses del Olimpo. Hacer clic para ampliar la imagen. |
Hesíodo no habla en su Teogonía de esta última gran batalla pero si lo hace Apolodoro,
en su Biblioteca I, 6, 1-2. “Gea
irritada a causa de los Titanes, procrea con Urano a los Gigantes: insuperables
por su tamaño e invencibles por su fuerza, mostraban temible aspecto, con
espesa pelambre pendiente de la cabeza y el mentón, y escamas de dragón como
pies. Habían nacido según unos en Flegra, según otros en Palene. Arrojaban al
cielo encinas encendidas y piedras. Aventajaban a todos Porfirio y Alcioneo,
que era inmortal mientras combatiera en su tierra nativa; éste expulsó de
Eritía las vacas de Helios”.
Ilustración de la Gigantomaquia, los gigantes atacando a los dioses griegos. |
Los gigantes, según la mitología, no son dioses, sino una especie en
cierto modo intermedia entre dioses y hombres: próximos a los dioses por sus
fuerzas, pero mortales o al menos longevos, igualmente mueren como los hombres.
La raza de los gigantes tenía seres con espesa cabellera, barba hirsuta y cuerpo
de serpiente, su talla era extraordinaria y su fuerza monstruosa. Ante su
presencia palidecieron las estrellas, retrocedió el sol y la Osa se hundió en
el mar.
Para asaltar la morada de los dioses en este ataque los gigantes
colocaron unas montañas sobre otras: Athos, Osa, Pelión, Ródope (topónimos
plenamente helénicos, es decir, montañas que existen en Grecia todavía en la
actualidad con este nombre), y desde la cúspide atacaron con furia, utilizando
como proyectiles rocas y troncos de árboles inflamados. Los dioses resolvieron
buscar más aliados ya que los gigantes eran unos enemigos de temer.
Representación de Gea o Gaia en un ánfora griega. |
Como los gigantes podían morir con la condición de que fueran heridos a
la vez por un dios y un mortal, Gea elaboró un brebaje que impedía también
que los gigantes pudiesen morir a manos de un mortal. Al jactarse ella de
esta situación, Zeus consiguió destruir la pócima creada por su abuela. Como
existía esa hierba mágica que ayudaba al proceso, Zeus recogió esta planta
antes que alguien hubiese podido apoderarse de ella y para ello prohibió al Sol
(Helios), la Luna (Selene) y la Aurora (Eos) que brillasen; de este modo,
nadie tuvo luz necesaria para buscarla antes de haberla encontrado él.
Muchos dioses se agruparon en torno a Zeus e iniciaron la
contraofensiva por su supervivencia. La valerosa Estigia fue la primera en
prestar su auxilio acompañada de sus hijos: la Victoria, el Poder, la
Emulación, y la Fuerza. Agradecido Zeus por su diligencia, dispuso que en
adelante fuesen inquebrantables los juramentos que se hiciesen por ella. Por
esto los dioses acostumbraron a jurar por la laguna de Estigia (o Estige) y en
muchas obras clásicas puede leerse tal expresión.
El dios Zeus venció al ejército de los gigantes. |
Zeus eligió al mortal Heracles para luchar
a su lado, derrotando así a los monstruos. La diosa Atenea llevó hasta el
Olimpo al héroe que jamás fallaba al lanzar su jabalina o disparar su arco,
finalmente se supo que resultó ser un semidiós, Hércules, el hijo de Alcmena,
esposa de Anfitrión, rey de la población de Tebas supo la verdad sobre su
origen. Zeus se le presentó a Alcmena tomando las facciones de su marido, y
así pudo abusar de ella sin dificultad, naciendo Hércules.
La
Gigantomaquia
Los gigantes con sus nombres representaban una coalición de al menos
24 naciones que desafiaron el poder de Zeus.
El Olimpo, batalla con los gigantes, pintura de 1764, Museo del Prado, Madrid. |
Los comandantes de los ejércitos rebeldes fueron Eurimedonte, Alcioneo
y Porfirión. Sin embargo Eurimedonte no es citado en combate permaneciendo
en otro lugar fuera de la gran batalla. Existe un río en el sur de Turquía que
se llama Eurimedonte. Tal vez quedó allí, mientras el resto combatía en Grecia.
Homero aporta el dato de que Eurimedonte reinaba sobre ellos.
Los gigantes planearon tomar el Olimpo por la fuerza. |
Es el dios Ares (Marte), el primero que choca en la batalla contra
estos seres, hirió con la espada al gigante Peloro (‘monstruoso’), en el final
de sus piernas. Se arrastra y corre en su ayuda su hermano Mimas que fue muerto
por Hefesto (Vulcano) con proyectiles de metal al rojo vivo. Quedó sepultado en
el Vesubio. Según otros fue muerto por Ares con una jabalina que le atravesó la
cabeza.
Heracles, desde el carro celestial paterno, derribó
con una flecha a Alcioneo, el caudillo de los gigantes en combate, pero aunque
cayó a tierra se levantó de ella vivificado porque aquella era su tierra natal,
de Flegras, en la Tracia, y según la leyenda los gigantes no podían ser muertos
en el lugar en que hubieran venido al mundo.
A la izquierda Heracles, en el centro Alcioneo y a la derecha el dios Hermes. |
Luego el gigante Porfirión saltó al cielo desde la gran pirámide de
montañas realizadas por él y sus compañeros y, no pudiendo sorprender a Atenea,
ante la arrogante actitud defensiva de ésta, se lanzó contra Hera, la divina
esposa de Zeus, a la que intentó estrangular. Entonces Eros le lanzó una saeta
y le hirió en el hígado, cambiando la ira del gigante por una lascivia
desenfrenada. Ávido de lujuria, Porfirión rasgó la túnica de la diosa. Zeus, al
ver que su esposa iba a ser ultrajada, aprovechó el enajenamiento de su enemigo
para herirlo con un rayo (Píndaro dice que lo mató Apolo). Finalmente Heracles,
que regresaba victorioso, terminó por matarle con una flecha.
Ilustración de Zeus en su carro celestial con su lanza rayos, con el que hirió al gigante Porfirión. |
Damástor
(‘domador’), otro de los gigantes que combatió, es citado por Claudiano como
cruel, pero no se aclara quién lo mató. Es muy probable que fuera Palas Atenea.
Los gigantes no deseaban ser dominados por Zeus y atacaron el Olimpo. |
Poseidón
arrancó una parte de la isla de Cos con su tridente y lo arrojó contra
Políbotes, originándose así el islote volcánico de Nisiros o Nisro, bajo el cual yace enterrado el gigante.
Atenea luchando con Encelado, plato griego del año 425 a.C. en el Museo del Louvre. |
Hades (Plutón) prestó a Hermes (Mercurio) el yelmo de la invisibilidad
y mató al gigante Hipólito, y Artemisa (Diana) derribó a Gración de un
flechazo. Por su parte, las Moiras (o Parcas), armadas con sus mazas de bronce,
rompieron las cabezas de Agrio y Toante, y los que quedaron fueron alcanzados
por los rayos de Zeus y la lanza de Ares, los cuales llamaban a Heracles para
que rematara a cada gigante.
El gigante Alpo
(sus cabellos lo formaban 100 víboras), natural de Sicilia, fue muerto por
Dioniso que introdujo su tirso o báculo en su garganta. También noqueó a Éurito
con su tirso.
Vale aclarar que un tirso es un bastón que
está todo él forrado de vid o de hiedra y a veces de lazos. Está rematado por
una piña de pino. Los tracios lo asimilaron en la Antigüedad y después
pasó a todo el mundo helenístico. El tirso se relaciona también con la vara
mágica de los conjuros.
Poseidón mata a Polybotes mientras sostiene a la isla de Nisiros. |
También se menciona al gigante Tifón, hijo del primer Tifón, igual a su padre en todo, luchó contra Dioniso que lo mató y Hércules lo remató.
Durante la Gigantomaquia, las diosas Hestia y Deméter, amantes de la
paz, no participaron en el conflicto y observaban consternadas, retorciéndose
las manos.
Gigantomaquia conservada en el Museo del Louvre. Clic en la imagen para ampliarla. |
Cuenta la leyenda que de la sangre derramada por los gigantes (sus
descendientes) se engendró una raza de hombres perversos, fiel reflejo de la
tradición universal sobre este fenómeno.
El armero
del Olimpo
Hefesto
(Vulcano) fabricó muchos de los
accesorios tecnológicos que lucían los dioses en el combate, y se le
atribuye la forja de casi todos los objetos metálicos con poderes finamente
trabajados que aparecen en la mitología griega: el casco y las sandalias aladas
de Hermes, la égida o escudo o rodela de Zeus, el famoso cinturón de Afrodita,
la armadura de Aquiles, las castañuelas de bronce de Heracles, el carro de
Helios, el hombro de Pélope, el arco y las flechas de Eros, el casco de
invisibilidad de Hades, el collar que regaló a Harmonía y el cetro de Agamenón.
Asimismo creó el tridente de Poseidón (con el cual se producían terremotos y
maremotos), y era el forjador de los rayos de Zeus.
Hefesto también creó diversas criaturas:
Hefesto, el dios del fuego y de la metalurgia, es el Vulcano de los romanos y Vishvakarma o Tvashtri en la mitología de los Vedas. |
• Las Kourai Khryseai (‘doncellas doradas’)
eran dos autómatas de oro con la apariencia de jóvenes mujeres vivas. Se decía
que poseían inteligencia, fuerza y el don del habla. Atendían a Hefesto en su
palacio del Olimpo.
• La primera mujer, Pandora.
En la mitología de India, Hefesto tiene un homónimo, se trata de
Tvashtri («Elaborador») en su papel de «Conseguidor», el artesano de los
dioses, les proporcionaba vehículos aéreos y armas mágicas. A partir de un
abrasador metal celeste, forjó:
• un disco para Visnú.
• un tridente para Rudra.
• un «arma de fuego» para Agni.
• un «Atronador que lanzaba rayos» para
Indra.
• una «maza volante» Para Surya.
Vishvakarma o Tvashtri, el herrero de los dioses de la India. |
Asume, a
veces, el rol de un dios creador dando forma a humanos y animales, tal como
Hefesto creó a Pandora.
En las antiguas representaciones hindúes, todas las armas de los
dioses parecen proyectiles manuales de diversas formas.
Tiempo aproximado de la guerra
Casi con
seguridad esta descomunal batalla o
guerra llamada Gigantomaquia fue un hecho bélico real, que se fue deformando
con la tradición oral a través de los siglos. Habría que buscar algún
personaje mitológico que estuviera en la guerra, del que se tenga abundante
información, como es el caso de Heracles
o Hércules.
La caída de los gigantes, de Giulio Romano, en el Palazzo de Mantua, Italia. |
Tras
completar estas tareas, Heracles se unió
a los Argonautas en la búsqueda del Vellocino de Oro. También se enamoró de
la princesa Íole de Ecalia. El rey Éurito de Ecalia le prometió a su hija,
Íole, a quien pudiera vencer a sus hijos en un concurso de arco. Heracles ganó, pero Éurito abandonó su
promesa. Las insinuaciones de Heracles fueron despreciadas por el rey y sus
hijos, excepto por uno: el hermano de Íole, Ífito. Heracles mató al rey y a todos sus hijos, excepto por Ífito, quien
se convirtió en su mejor amigo. Sin embargo, Hera volvió a enloquecer a
Heracles y lanzó mortalmente a Ífito por la muralla de la ciudad. Heracles se purificó de nuevo por medio de
tres años de servidumbre a la reina Ónfale de Lidia.
Luego de
terminada su servidumbre con la reina Ónfale, reunió un ejército para saquear Troya muchos años antes que el relato
de Homero en la Ilíada. El
lugarteniente de Heracles era Telamón,
uno de los argonautas y rey de Salamina. Tomó la ciudad y mató al corrupto rey Laomedonte con el que se había cruzado
años atrás cuando finalizó su noveno trabajo (apoderarse del cinturón de oro de
Hipólita, la reina de las Amazonas).
Laomedonte le había prometido unos caballos regalados por Zeus si salvaba a su
hija Hesíone que iba a ser
sacrificada a un monstruo marino enviado por Poseidón. Hércules mató a la criatura marina pero Laomedonte no cumplió con el
trato y el héroe se fue prometiendo venganza.
Mapa de Europa y del Cercano Oriente, en el año 1500 a. C. en tiempos de la guerra de los gigantes contra los dioses del Olimpo. Hacer clic en la imagen para ampliarlo. |
Después de
la Gigantomaquia, Heracles volvió a
Grecia y participó al mando de un ejército de arcadios en una guerra contra Esparta,
para derrocar a Hipocoonte que había expulsado al legítimo heredero Tindareo.
Heracles triunfa y restituye en el trono al rey. Luego interviene en las
guerras de Tesalia a favor del rey Egimio.
Luego fue a
la tierra de los driopes para vengarse por el maltrato que sufrió muchos años
atrás, en aquella ocasión, Heracles
acompañado de su esposa Deyanira y su hijo Hilo pidieron comida al rey Tiomante
y se la negó. Ahora mató al nuevo rey de los driopes, llamado Laógoras. Después
tomó la ciudad de Orminio y mató a su rey Amintor. Luego se fue a Egipto donde
es capturado por el rey Busiris para ser sacrificado a los dioses. Heracles se
libra de las ligaduras en el momento en que el rey va a clavarle el cuchillo
ceremonial y mata al rey. Regresa a la Hélade y pelea con el gigante Anteo que
habitaba en el istmo de Corinto y lo mata.
Ilustración moderna de Hércules, basada en las representaciones griegas. Lleva puesta la piel del León de Nemea, el primero de sus Doce trabajos. |
Pero su tercera esposa Deyanira por rumores que tiene una rival por el amor de Heracles,
él estaba encariñado con Íole, hija
de Éurito, rey de la ciudad de Ecalia. Quiso casarse con ella antes de conocer
a Deyanira, ganó una competencia organizada por el rey, pero éste no cumplió la promesa, le negó a su
hija y Hércules fue echado de la ciudad.
Tiempo
después conoció a Deyanira en
Calidón, Etolia y se casó con ella, era una de las hijas del rey Eneo de Calidón. Por varios años se
olvidó de Íole. Pero Heracles quería vengarse por lo que le hizo Éurito por
obligarle a renunciar a Íole, reunió a
su ejército y no sólo mató a Éurito, sino que también cayeron asesinados los
hermanos y otros familiares de Íole. Ésta fue raptada por Heracles,
convirtiéndose en su concubina.
Hércules lucha con el centauro Neso que quería violar a su esposa Deyanira. |
Enfurecido
el héroe tomó a Licas por los pies y lo lanzó al mar. El veneno lo hacía sufrir
tanto que Heracles levantó una
enorme pira funeraria y pidió a su amigo
Filoctetes que la encienda para inmolarse para terminar con ese dolor.
Mientras las
carnes mortales del héroe se consumían se escuchó un trueno, una nube envolvió
la pira y el cuerpo desapareció.
Pintura Muerte de Hércules, por Zurbarán. |
En un viejo
documental televisivo se afirmaba que Heracles
murió aproximadamente 15 años después de terminar sus 12 trabajos. Y luego
de la Gigantomaquia, estuvo unos seis
años guerreando en distintos lugares y luego se dedicó a la vida hogareña y
tuvo cuatro hijos con Deyanira, a razón de uno por año, así que se puede deducir que si falleció alrededor
de 1231 a.C., la gran guerra en que intervinieron los dioses contra los
gigantes llamada Gigantomaquia sucedió
alrededor del año 1241 a.C.
Hércules, el semidiós, falleció aproximadamente a la edad de 50 años. |
La Crónica de Paros, revela que la Guerra de Troya
se inició en el 1218/7 a. C. Es un documento epigráfico que contiene una relación cronológica de diversos eventos legendarios, políticos y culturales de importancia sucedidos en el mundo griego desde el
año 1581 a. C. hasta el 264/3 a. C.
Así que Filoctetes era contemporáneo, debió tener más de 40 años en el inicio de la guerra contra los troyanos. De los 1186 barcos de guerra de la Liga Aquea, él fue con 7 naves de su padre, el rey Peante de la ciudad de Melibea para combatir a Troya y su arco mitológico disparó la flecha que acabaría con la vida de Paris, el hijo de Príamo, el rey de Ilión o Troya.
Así que Filoctetes era contemporáneo, debió tener más de 40 años en el inicio de la guerra contra los troyanos. De los 1186 barcos de guerra de la Liga Aquea, él fue con 7 naves de su padre, el rey Peante de la ciudad de Melibea para combatir a Troya y su arco mitológico disparó la flecha que acabaría con la vida de Paris, el hijo de Príamo, el rey de Ilión o Troya.
Y con esta
guerra contra los gigantes finalizan los
grandes conflictos en los dominios de los dioses del Olimpo. No hay que
olvidar que toda fabula, leyenda y mitología tiene una parte de verdad. Sobre Zeus, por los egipcios, se supo que
reinó 450 años.
Últimos años de Zeus
Se puede
vislumbrar que Zeus fue un rey helénico
o indoeuropeo, cuyo nombre no fue olvidado. El número de sus hijos
legítimos o ilegítimos se evalúa en unos
ciento cincuenta. De esta manera el dios o rey, Zeus/Júpiter extendió por todo el orbe de sus dominios el culto a su religión y dio
ejemplo que imitar a los demás.
Mapa de Hecateo de Abdera, del año 500 a. C. Podría inferirse que abarcaba los dominios de Zeus. |
Se dedicó a
caminar por sus dominios haciendo que los hombres hicieran voluntariamente
templos dedicados a su nombre. Llegado
el término de su vida en Creta, se marchó a vivir con los dioses, y los
cretenses, ya en la antigüedad, no se contentaban con mostrar el lugar donde,
según ellos, había nacido el dios, sino que también mostraban la “tumba de
Zeus” en Cnosos (ciudad que, según se dice, la había fundado la diosa Hestia/Vesta),
con la inscripción Ci git Zan (aquí
yace Zan = Zeus), con antiguos caracteres griegos ZAN KPONOY, es decir, en latín, “Júpiter hijo de Saturno”. Su sepulcro
producía una gran curiosidad entre la mayoría de la gente que iba a visitarla y
un gran escándalo para los sacerdotes, mitógrafos y poetas que afirmaban que
los dioses eran inmortales.
Esto lo
cuenta el romano Quinto Ennio, nacido en el 239 a.C. en una traducción latina de la
obra Historia Sagrada del griego
Evémero (330 a.C.-250 a.C.). Lo que nos demuestra que los dioses, por más
longevos que sean, también mueren.
Por Alberto
Seoane
Para conocer la primera guerra de los dioses de la mitología griega, hacer clic aquí:
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