Investigadores en Cantabria,
España hallaron además que estos gusanos transformaban químicamente el
polietileno en etilenglicol, un compuesto químico líquido y espeso.
Entre cien y cuatrocientos años se necesitan para degradarse el plástico. |
Uno
de los grandes problemas de nuestra civilización es la acumulación de residuos
plásticos. El polietileno posee una
tremenda resistencia y ese es uno de los factores de éxito para su uso
industrial, pero a su vez, es la causa de que sea tan difícil deshacerse de los
restos de, por ejemplo, los miles de millones de bolsas de este material usadas
cada año en el mundo durarán cien años hasta degradarse completamente. En el
caso de los plásticos más densos y resistentes, la degradación puede tardar 400
años.
Científicos
del (CSIC) Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (España)
publicaron un estudio en que el describen una
manera de librarse de estos residuos de forma natural, y ese medio tiene forma
de un simple gusano de la polilla de la cera.
Ejemplares de gusanos de la cera en una placa de Petri. |
“Descubrimos
una larva que es capaz de biodegradar
uno de los más plásticos más elásticos, duros y más usados: el polietileno”,
explica Federica Bertocchini, autora
del trabajo que se publicó el 24 de abril en la revista Current Biology.
Se
refiere a la larva de un insecto común, la
polilla de la cera (Galleria mellonella), que habitualmente se encuentra en
los panales de las abejas. La polilla de la cera o de la miel es un lepidóptero que puede llegar a medir
tres centímetros de longitud en su fase larvaria (gusano).
No
es la primera vez que se descubre un insecto capaz de devorar el plástico, hace tres años, científicos chinos
observaron que la larva de la polilla de la fruta seca o polilla india de la
harina o palomilla bandeada (Plodia interpunctella) también podía digerir el
polietileno. Pero lo hace a un ritmo
mucho más lento, unas dos semanas.
La investigadora Federica Bertocchini de la Universidad de Cantabria. |
“Hemos comprobado
que 100 gusanos de la cera son capaces de biodegradar 92 miligramos de
polietileno en 12 horas, algo realmente muy rápido”, reveló la
investigadora italiana.
Pero
los investigadores hallaron además que estos
gusanos transformaban químicamente el polietileno en etilenglicol, un
compuesto químico líquido y espeso. Se cree que la larva de la palomilla
bandeada también realiza este mismo proceso.
Una larva de la polilla de la cera sobre una bolsa de poliestireno. |
El
equipo cree que, tanto la digestión de la cera de abeja como del polietileno
pueden tener elementos químicos muy similares. “La cera es un polímero, una especie de plástico natural, y tiene una
estructura química no muy diferente a la del polietileno”, apunta Bertocchini.
Bertocchini constató que 10 gusanos tardan 30 minutos en agujerear una bolsa. Clic en la imagen. |
“El
plan es transformar este descubrimiento
en una forma viable de librarnos de los residuos plásticos, y trabajar en una
solución que salve nuestros océanos, ríos y todo el entorno natural de las
consecuencias inevitables de su acumulación”, explica Bertocchini.
Cada año se producen en el mundo 80 millones de toneladas de polietileno. |
El
polietileno es un polímero preparado a partir del etileno, es el material más empleado en la fabricación de bolsas de
plástico, y del que cada año se producen
en el mundo cerca de 80 millones de toneladas.
maravilloso!! me encantó su trabajo Federica. Es un incentivo para probar con otras larvas ya sea de lepidopteros o de coleopteros.
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