De un total de 10 muestras
proporcionadas por madres desde distintos puntos de Estados Unidos, se observaron
niveles detectables de glifosato en la leche materna de 3 de ellas. El nivel más alto de glifosato se detectó en una
madre de Florida (166 ug/l), y los
otros dos resultados “positivos” se dieron en Virginia (76 ug/l) y Oregón
(99 ug/l).
Se detectó glifosato en leche materna de tres mujeres de Florida, Oregón y Virginia. |
Los grupos Moms Across America y
Sustainable Pulse han encontrado niveles “altos” en 3 de las 10 muestras
analizadas. Los sorprendentes resultados indican un aumento de los niveles de glifosato en el organismo de las mujeres
con el paso del tiempo, hecho que hasta ahora ha sido rechazado por las
autoridades reguladoras mundiales y la industria de la biotecnología.
Dan Goldstein, científico superior
de Monsanto, llegó a afirmar recientemente: “En caso de ingestión, el glifosato se excreta rápidamente; no se
acumula en la grasa ni en los tejidos y el cuerpo no lo metaboliza, sino que es
eliminado a través de la orina sin sufrir ningún cambio.”
En el estudio sobre el
glifosato, coordinado por Moms Across America y Sustainable Pulse, se analizaron también 35 muestras de orina
y 21 muestras de agua potable a través de EE. UU., observándose niveles de
glifosato en orina 10 veces superiores a los detectados en un estudio similar
realizado en la Unión Europea por Amigos de la Tierra Europa (2013).
En una madre de Florida se detectaron niveles de glifosato de 166 ug/I, que supera en 1600 veces lo permitido por las autoridades europeas. |
Los niveles de entre 76
ug/l y 166 ug/l encontrados en la leche materna son de 760 a 1.600 veces
superiores a lo permitido por la Directiva europea sobre agua potable para cada
plaguicida. Sin embargo, están por
debajo del nivel de 700 ug/l establecido para el glifosato en los niveles
máximos de contaminantes (MCL) de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)
estadounidense a partir de la premisa aparentemente falsa de que esta sustancia
no es bioacumulable.
Tanto Monsanto como los
organismos reguladores de todo el mundo han basado su normativa en el supuesto
de que el glifosato no es bioacumulable. Las pruebas iniciales realizadas en
los laboratorios Microbe Inotech Labs
de San Luis, Misuri, no pretenden ser un estudio científico completo. Su
objetivo es “estimular e incitar a organismos reguladores y científicos
independientes de todo el mundo a realizar
estudios exhaustivos revisados por pares sobre el glifosato”, declaró Zen
Honeycutt, directora y fundadora de Moms Across America.
El año pasado, las ventas en el mundo del agrotóxico Roundup fueron de 371 millones de dólares. |
Por su parte, el
director de Sustainable Pulse, Henry
Rowlands ha declarado: “Los gobiernos y organismos reguladores de todo el
mundo deben actuar rápidamente y prohibir
todos los herbicidas a base de glifosato como medida provisional, mientras
llevan a cabo nuevas pruebas a largo plazo junto con científicos
independientes. Solo así podrán recuperar la confianza y proteger la salud de
las madres, los niños y la población en su conjunto.”
Los herbicidas que contienen
glifosato, con marcas comerciales como “Roundup” de Monsanto, son los más
vendidos del mundo. En 2013, el índice
de ventas del Roundup de Monsanto aumentó un 73 %, alcanzando los 371 millones
de dólares, debido a su creciente uso en cultivos genéticamente modificados
(cultivos transgénicos).
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