En el Día del
Animal, recordaremos a un perro heroico, uno de tantos a lo largo de la historia.
El noruego Gunnar Kaasen con su perro Balto. |
El 20 de enero de
1925 se descubrió el primer caso de difteria. El único médico del pueblo se
comunicó por telegrama el 22 de enero con el hospital de Anchorage, a varios
cientos de kilómetros de distancia para solicitar dosis de vacunas para todos
los habitantes de Nome, aunque tenían un problema: el transporte.
Debido
a que los mares estaban congelados no se podía llevar la antitoxina por barco y
por la gran tormenta tampoco podía llevarse por vía aérea. Así que se elaboró
el plan de trasladar la antitoxina en ferrocarril desde Anchorage hasta la
población de Nenana y desde allí llevar
los medicamentos en trineo arrastrado por perros hasta Nome recorriendo 674
millas o 1085 kilómetros.
Balto en el zoológico de Cleveland, en 1933, pocas semanas antes de su muerte. |
La
solución llegó de parte de las autoridades de Alaska que enviaron a dos inmigrantes
noruegos Leonhard Seppala y Gunnar Kaasen (1882-1960) y sus equipos
de Siberian Huskys. Mediante un sistema de relevos se pasarían el suero hasta llegar a Nome.
Para
llevar el suero hasta Nome participaron
20 hombres y más de 100 perros,
entre los que estaba Balto (formaba parte del escuadrón B liderado por Gunnar
Kaasen). Algunos de los hombres sufrieron hipotermia y fallecieron varios
perros durante el trayecto, soportando
temperaturas con ráfagas de viento de 57 a 60 grados bajo cero.
Estatua de Balto en el Parque Central de Nueva York con la inscripción: Fidelidad, resistencia, inteligencia. |
Una
vez llegados al pueblo, el 2 de febrero, Balto
se llevó todo el mérito ya que, a pesar de no ser un perro apto para ser el
líder, logró cumplir su trabajo y guiar al resto en medio de la tormenta.
Togo,
el perro del también noruego Leonhard Seppala, del escuadrón A, que había sido
el guía durante la parte más peligrosa del trayecto, de 146 kilómetros, no
recibió tanto reconocimiento. Togo murió en 1929 a los 16 años de edad.
Balto, embalsamado en el Museo de Historia Natural de Cleveland. |
Balto
y los demás Siberian Huskys fueron vendidos al zoológico de Cleveland en 1927. Luego de su muerte el 14 de marzo de 1933 a
los 14 años, Balto fue embalsamado, y está expuesto en el Museo de Historia
Natural de Cleveland. Balto tiene su estatua en el pueblo de Nome, también
en el Parque Central de Nueva York.
Por Alberto Seoane
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