El pasado viernes 25 de marzo nos dejó nuestro amigo a los 76 años. Desde el
programa radial Contacto con la Creación
como despedida, publicamos completa la exclusiva entrevista realizada en el año
2005 por dos de los fundadores de este programa; Mariano Notario y Alberto
Seoane, cuando Ojeda tenía 65 años y que fuera publicada en su momento en el
desaparecido y recordado sitio digital Nuevos
Tiempos (2001-2010).
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Nicolás Manuel Ojeda (1939-2016), pionero en la investigación del fenómeno Ovni. |
Nicolás Manuel Ojeda fundó el primer grupo investigador de Ovnis del
interior del país, que se llamó GRODOV, el 24 de junio de 1964 y fue el segundo
de la Argentina. Ojeda investigó los accidentes
de dos cazas Douglas A-4B, uno cerca del pueblo de María Teresa y el otro frente a las islas de Rosario en octubre
de 1974. Investigó el caso Pérez, en Venado Tuerto, donde un chico que tenía 12 años el 6 de setiembre de 1978 entró a una nave
con forma de disco. Ojeda fue el primero en investigar el Caso Morassi, un
agricultor que fue quemado por un Ovni en Arequito, en junio de 1980. Solía repetir que al fenómeno Ovni lo investigó exactamente durante 47 años, 7 meses y 10 días,
hasta el 10 de diciembre de 1999, cuando se retiró.
Según nos comentó, Nicolás Manuel Ojeda nació el 30 de agosto
de 1939 en la ciudad de Rosario. Con sus 65 años de experiencia, reveló algunas
de sus vivencias tras el enigma más grande de todos los tiempos.
Nuevos Tiempos: -¿En qué momento de su vida decidió que iba a ser un
investigador de Ovnis?
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Los platos voladores, de Jorge y Napy Duclout, escrito por estos
investigadores argentinos en
1956, es el primer libro que
leyó Nicolás Ojeda sobre esta temática. |
Nicolás M. Ojeda: “-Yo vivía en mis
comienzos en la casa de calle La Paz 3119, Barrio Parque de la ciudad de
Rosario. Allí tuve mi primera
observación de Ovnis en diciembre de 1952, yo tenía trece años. En pleno
mediodía desde la esquina de La Paz y Avda. Francia mirando hacia el
noroeste. Se trataba de dos objetos, que a la distancia tenían la
forma de dos pelotas de ping pong que cambiaban sincronizadamente de color.
Fue visto por todo el barrio, eran unos objetos que cambiaban de color, rojo,
verde, blanco. Cambiaban de posición, subían, bajaban y después se empezaron a
alejar desapareciendo abruptamente. A partir de aquel día comencé a reunir toda
la información periodística y bibliográfica sobre los Ovnis que llegaba a mis
manos. Así llegué a reunir una documentación platillística considerable”.
Nuevos Tiempos: -¿Observó Ovnis en otras oportunidades?
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Ovni fotografiado el 18 de abril de 2014 en México. |
Nicolás M. Ojeda: “-Sí. Pero la
observación más impactante que vi, fue frente al Comando del 3º Cuerpo del
Ejército, que estaba en Moreno y Córdoba. Yo venía del cine y estaba en la
esquina esperando el ómnibus. Lo que
observé era como un plato con cúpula oscura y debajo tenía como una especie de
tetilla iluminada que giraba. Noté como si las nubes hirvieran a su alrededor. Bajó
atravesando las nubes y así como bajó subió y se fue. Quedó el boquete en las
nubes y se veía el cielo azul del otro lado. Lo vio un montón de gente pero al
otro día no salió publicado nada en los periódicos. Me cansé de buscar en todos
los diarios pero no apareció ni un comentario”.
Nuevos Tiempos: -Relátenos como llegó a fundar su propio grupo
investigador.
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Revista Patoruzito donde Ojeda se vinculó a CODOVNI. |
Nicolás M. Ojeda: “-Yo me lancé al
rodeo, sólo, con diecisiete años de edad, difundiendo el fenómeno en mayo de
1957, decidido a entablar una lucha sin pausa. El primero de los libros
que leí fue Los platos voladores, de Jorge
y Napy Duclout, después Objetos desconocidos en el cielo,
de Antonio Ribera, y Los
desconocidos del espacio, del mayor Donald Keyhoe. Dos años más tarde, en febrero de 1959, llegó
a mis manos un ejemplar de la revista Patoruzito, donde traía el
primer suplemento sobre los objetos
voladores, que se titulaba El enigma de los Platos Voladores, con
información brindada por CODOVNI. Le escribí a la casilla de correo 2560 que
figuraba en la revista y así entablé mi
primer intercambio epistolar con el grupo más viejo, y el mejor organizado que
tuvo la Argentina, CODOVNI (Comisión Observadora de Objetos Aéreos No
Identificados). Lo lideraba Ariel Ciro Rietti. Les pedí que me concediera un día para ir a ver al grupo a Buenos
Aires, y un día acordamos vernos. Viajé solito, con temor de mi madre porque yo
era la primera vez que viajaba a Buenos Aires. Posteriormente, viajé muchas
veces para intercambiar información con otros investigadores”.
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Objetos desconocidos en el cielo, del investigador español Antonio Ribera. |
Ojeda cita de memoria a los integrantes
de CODOVNI que eran: Su director, Ariel
Ciro Rietti, Cristian Vogt, María
Angélica Medina, Horacio Minervini, Miguel Cejo, Roberto Minervini, Enrique
Bramante Jáuregui y el Dr. Jorge
Herzer. Ariel Ciro Rietti perteneció a la Sociedad Argentina
Interplanetaria (SAI), fundada en 1951, que la presidía el ingeniero Teófilo M. Tabanera (1909-1981) autor del libro La
exploración del espacio. Era una subsidiaria de la Sociedad Británica
Interplanetaria. Rietti era piloto y escribía en el cielo con humo, la palabra
“Safac”, que era una marca de yerba mate. En Rosario lo hizo varias veces.
“Así continué hasta 1960 cuando ya tenía investigados una veintena de casos, en Buenos Aires, y unos
pocos en la provincia de Santa Fe, seis en la ciudad de Rosario. En ese año
tuve que hacer una pausa de un año para cumplir con el Servicio Militar.
Habiendo pasado el período de instrucción militar, me llega el traslado a la
ciudad de Rosario, a la guarnición del 3º Grupo de Artillería de calle La Paz y
Entre Ríos. Fueron tiempos duros, con sorpresas amargas, me refiero al primer ataque terrorista al Regimiento de
Infantería 11 General Gregorio Las Heras, donde perdí a un amigo que era de
Misiones”, recuerda Nicolás.
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La exploración del espacio, del ingeniero Teófilo Tabanera. |
“Terminado el servicio militar reinicié todo aquello que había dejado, al
igual que un artesano que no terminó su obra. Fue todo un desafío, algo que mi
interior me decía que había entrado en una guerra despareja que se libraba en
cualquier punto del planeta. Sabía que enfrentaba a fuerzas desconocidas, y
por impulso de Ariel Ciro Rietti, me llevó a crear el GRODOV”, reflexiona
mientras toma un sorbo de su taza de café.
“Al grupo GRODOV (Grupo Rosarino
Observador De Objetos Voladores), lo fundamos oficialmente el 24 de junio de 1964, diecisiete años
después del famoso caso de Kenneth Arnold. Los primeros integrantes eran: Daniel
Rubén Ramos, Rubén Roberto Nino, Omar J. Lampertti y yo. Fuimos el primer grupo investigador de Ovnis en la
ciudad de Rosario, teníamos una casilla de correo Nº 255, y le mandamos
cartas a todas partes del mundo, Japón, Estados Unidos, Francia, Italia,
España, México, Brasil, etcétera. Al poco tiempo, empezamos a recibir cualquier
cantidad de material sobre el tema. Incluso la NASA nos envió fotos de Ovnis,
eran varias carpetas. GRODOV mantenía
contacto con 93 entidades civiles e investigadores privados del mundo. Nos
escribíamos con astrónomos, arqueólogos, ingenieros, algunos militares y
expertos en otras disciplinas. A partir de 1964, se sucedieron una serie de
observaciones de Ovnis en toda la Argentina, y según nuestras estadísticas, anualmente recogíamos más de 300 informes
de todo el país, entre periodísticos e investigaciones de campo. GRODOV
desapareció en 1975, pero yo continué solo y me di cuenta que muchas veces llegaba más lejos estando
solo, que trabajando en equipo”. Después, las nuevas generaciones me venían
a preguntar a mí sobre los Ovnis y yo los puse en camino a muchos, como a Guillermo Aldunati. Se fundaron posteriormente
otros grupos como AOA (Asociación Observadora de los Astros), donde me integré
y también estuve durante el poco tiempo de existencia, en el CIAR (Centro de
Investigaciones Astronómicas), grupo que dirigía Cipriano González Llave”.
Nuevos Tiempos: -¿Cuál es el motivo de la desaparición o extinción de los
grupos?
Nicolás M. Ojeda: “-Descubrí que los grupos se destruyen porque hay mucho
ego, por la ambición de figurar de los propios investigadores”.
Nuevos Tiempos: -¿Cómo era el trato con los otros investigadores, que no
eran de CODOVNI?
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Logo del primer grupo investigador de Ovnis
de la provincia de Santa Fe: Grodov,
fundado por Nicolás Ojeda. |
Nicolás M. Ojeda: “-En ese tiempo, cuando yo empecé casi nadie investigaba al
fenómeno Ovni, salvo los siguientes investigadores, que además de los
miembros de CODOVNI fueron verdaderos pioneros. Como Antonio Oscar Pérez Alemán que era de Córdoba, Jorge y Napy Duclout, Agapito Millán, Ricardo Frondizi Amadeo, que
era hermano del presidente Arturo
Frondizi, Juan Lovaczenski, Alejandro Klon, y Enrique Seráns eran todos de Buenos Aires, Pablo Michalosky, era entrerriano y Roberto Jorge Martínez también. Entre los periodistas se destacaron
Jorge O. Pineda, Américo Barrios y Juan Carlos Remonda. Américo Barrios
trabajaba para el diario Crónica, tuve varias entrevistas con
él y tenía un archivo que era impresionante. Al programa Sábados Circulares fue
muchas veces e incluso creo que se hizo un libro sobre él. Jorge Pineda era del
diario El Mundo, fue el primero que hizo el análisis de las
ortotenias, pero observando todos los aterrizajes en la República Argentina.
Juan Carlos Remonda era periodista del diario Córdoba y tenía amistad
con otro de los primeros investigadores, Oscar
Galíndez que también era de la provincia de Córdoba”.
Nuevos Tiempos: -¿Tuvo alguna situación que lo hiciera sentir mal por culpa
del fenómeno Ovni?
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El piloto civil Kenneth Arnold muestra el dibujo de uno de los objetos voladores que vio el 24 de junio de 1947. |
Nicolás M. Ojeda: “-Una cosa que una vez
me hizo sentir muy mal fue deformar una información que yo di y que en el
diario escribieron como que Nicolás
Manuel Ojeda había dicho que en las calles Mendoza y Cafferata, había
aterrizado un platillo volador, cuando en realidad lo que dije fue que en esa esquina, mucha gente, entre la que
me encontraba yo, esperando el trolebús, fuimos testigos de un Ovni que
atravesó el cielo. Fui al diario La Tribuna y se los dije. Me sentí
decepcionado”.
Nuevos Tiempos: -¿Qué errores cometió en los viejos tiempos?
Nicolás M. Ojeda: “-Una vez en una de las
tantas conferencias que di, alguien me preguntó algo y le respondí, no sé. La
persona se sorprendió. Y le dije que si
yo doy algo a conocer, es porque estoy seguro. Si no estoy seguro no le voy a
dar una mala información para que se siga repitiendo y transmitiendo a otros,
generando una serie de equivocaciones. En el nacimiento, en las
investigaciones del fenómeno Ovni incurrí en muchos errores, me equivoqué
muchas veces y varias veces uno cae en
el error por malas informaciones que traen otros”.
Nuevos Tiempos: -¿Cuál cree que es el origen de los Ovnis y por qué vienen
a la Argentina?
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Ovni alemán fabricado por el profesor Viktor Schauberger en 1944. |
Nicolás M. Ojeda: “-El origen de los
Ovnis, para mí, originariamente está en el espacio exterior, y mucho más lejos
de lo que nosotros podemos imaginar y están
más cerca de lo que podemos siquiera pensar. Su difusión por los humanos
está en los descubrimientos que hicieron los alemanes en la Segunda Guerra
Mundial, y luego los norteamericanos comenzaron a sacar prototipos. Creo
también que existe una nave de procedencia del espacio exterior que está en
poder de los Estados Unidos. Respecto a los primeros constructores de Ovnis, la tecnología alemana estaba basada en los
libros antiguos de la India donde se describen naves aéreas. Fueron seres
como nosotros, que en algún tiempo, estuvieron conviviendo con nuestros
antepasados. Las vimanas de la India, eran los objetos aéreos en los que se
trasladaban. Además, pienso que estos aparatos funcionan con antimateria, estoy
escribiendo un libro sobre eso. Los
verdaderos extraterrestres son como nosotros y no somos más que una parte de
una raza estelar que pobló la Tierra y se fue. No son monstruos ni nada
parecido, son iguales a nosotros pero con una tecnología mucho más elevada. Jimmy Guieu escribió un libro donde
habla de estos seres que proceden de la Estrella Polar”.
Nuevos Tiempos: -¿Y qué piensa respecto de las mutilaciones de ganado?
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Helicópteros negros y silenciosos han sido
vistos en las noches que se producen
mutilaciones de ganado. |
Nicolás M. Ojeda: “-Vienen acá porque
en los Estados Unidos ya no es tan fácil atrapar un animal, porque los dueños
de los campos están cuidando los animales, pero armados y ahora les disparan a los helicópteros negros, que son los que de noche
hacen las mutilaciones. Ya no tienen la facilidad que tenían antes. En
cambio en la Argentina lo pueden hacer porque
no tenemos una cobertura aérea donde cualquier aparato que entre pueda ser
detectado. Acá tienen el campo libre y se pueden meter por donde se les dé la
gana. Pueden hacer lo que quieran porque no tenemos ni ejército, ni nada,
está todo desmantelado. El país es perfecto para ellos. Tienen el campo libre
para realizar cualquier experimento. Hoy ante cualquier incidente, nuestras
fuerzas armadas están inoperantes y según me contaron, todo lo maneja Estados
Unidos. Cuando hay un problema, ellos le dan una orden y le dicen “dejen que
esto lo manejamos nosotros”, y el presidente de la República agacha la cabeza y
se lo deja a ellos. Y operan desde bases
secretas que tienen en la Argentina”.
Nuevos Tiempos: -¿Y sobre los contactados e implantados?
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Implantes encontrados en personas que aseguran haber sido abducidas por seres extraterrestres. |
Nicolás M. Ojeda: “-Para mí, el 99 por
ciento de los contactados son falsos. Los
extraterrestres no tienen necesidad de comunicarse con ninguno de nosotros.
Lo que ellos quieren lo toman. Ese es mi punto de vista, puedo estar
equivocado. Los implantes no tienen nada que ver con los extraterrestres, son
bien de acá, son experimentos para manipular más adelante a la gente. Hace mucho tiempo empezaron a colocarle
chips a los animales en los Parques Nacionales para saber a dónde iban, que
hacían, donde vivían y ahora lo hacen con los humanos”.
Nuevos Tiempos: -¿Qué opinión tiene de Eduardo Fuentealba?
Nicolás M. Ojeda: “-A Eduardo Fuentealba lo conocí cuando
vino a Rosario. Era un temerario y para
mí lo asesinaron por el tema Ovni y para taparlo dijeron que era por un
problema de faldas”.
Nuevos Tiempos: -¿Los Osnis, son de origen extraterrestre o terrestre?
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Nicolás Ojeda y el investigador español Antonio Ribera en Rosario, en 1982. |
Nicolás M. Ojeda: “-En el golfo de San
Matías y en el golfo de San Jorge, y en parte de las costas de la Patagonia,
siempre hubo movimiento de objetos submarinos no identificados. En un libro que
leí, creo que era de Louis Pauwels,
ya él anticipaba que en el fondo del mar
se ha hecho una especie de campo de batalla y de experimentación oculto al
resto de los habitantes del planeta. Alberto Perego, Cónsul de Italia en la
Argentina, que tuvo cargos diplomáticos en diversas misiones en el exterior,
escribió un libro donde habla de estos aparatos submarinos que no son hechos
por extraterrestres sino por algunas potencias que usan al mar como laboratorio
de experimentación. Antonio Ribera
me contó cuando vino a Rosario para un Congreso Internacional de la FAECE, en
diciembre de 1982, que buzos y
submarinistas han intentado en diversas oportunidades, llegar a algún objeto
que estaba bajo el fondo del mar y han perdido la vida”.
Nuevos Tiempos: -¿Puede comentar algunos de los casos que investigó?
Nicolás M. Ojeda: “-Investigando los
Ovnis, en la provincia de Santa Fe, recorrí muchas localidades, y en el Caso Morassi, el agricultor que fue quemado
por un Ovni, tuve que viajar a Arequito. Sucedió el 21 de junio de 1980. Tuve la suerte de tener en mis manos
fotocopias del expediente, que se las pedí a un juez que era amigo mío. Fui el
primero en investigar el caso, donde un Ovni le hizo quemaduras en la espalda a
Ángel Germán Morassi, de 37 años, mientras estaba
arando. El caso, si hubiera prosperado, habría sido indemnizado por el
Estado, que es responsable de custodiar el espacio aéreo de la Nación, pero ante la falta de testigos esa noche, fue
archivado como “N.N. (presunto OVNI) por lesiones culposas)”.
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Juan Oscar Pérez en la actualidad. En 1978 cuando tenía 12 años tuvo un encuentro con extraterrestres. |
Prosigue, “en el caso Pérez, en
Venado Tuerto, fui con Américo Lumelli
y hablamos con el chico Juan Oscar Pérez,
que tenía 12 años el 6 de setiembre de 1978. Trabajaba en una estancia y entró a una nave con forma de disco y vio
un ser enorme con un traje azul plateado, que ayudado por un robot pequeño con
brazos terminados en pinzas trozaba huesos de animales (vacunos) y los arrojaba
en un recipiente. Fue la primera vez que aparece ganado mutilado. El ser le
regalo uno de sus guantes, pero después se arrepintió y unos objetos pequeños
salieron volando detrás del chico que trotaba en su caballo rumbo a su casa. El
guante era metálico y se pegó a los objetos. El caballo murió luego por las
radiaciones, eso me impactó y el chico no mentía”.
“Con el fallecido Lumelli investigamos el caso de un
camionero llamado Ricardo Fussi, que
transportaba leche y en el campo vio un Ovni exactamente igual al de Adamski.
Fuimos al lugar y cuando sacamos las fotos, el celuloide quedó marcado con unas
emanaciones rojas. Y la cámara estaba perfecta. Hicimos analizar los negativos y nos dijeron que era producto de una
radiación a la que fue sometido el rollo”, comentó Ojeda.
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Avión Douglas A-4B en la base de Villa Reynolds, San Luis, en 1974, idéntico al que piloteaba el teniente José Van Deer. |
“Otro caso que investigué, creo
que era en octubre de 1974, fue el de dos
aviones militares que estaba haciendo maniobras sobre el río Paraná, uno cayó
en la zona de María Teresa y el otro frente al Monumento a la Bandera, uno cayó
un día y otro dos días después”, dice entusiasmado.
Rememora Ojeda: “Se celebraba la Semana
Aeronáutica y Espacial, el 23 de octubre de 1974. Y en nuestra provincia, se produjeron en dos días diferentes, sendos
accidentes aéreos, que aún hoy, no tienen explicación. En la zona de María
Teresa, al sur de Santa Fe, se estrelló un cazabombardero C-223 Douglas A-4B
“Skyhawk” piloteado por el primer teniente José
Van Deer, quien logra accionar el
sistema de eyección de su asiento, salvando así su vida. El avión quedó completamente destruido. Según la
información obtenida, un grupo de testigos aislados, declararon haber observado
un objeto de grandes dimensiones momentos antes del accidente, incluso
campesinos que arriaban vacunos, confirmaron
la presencia de un avión de- tipo militar-, que parecía ser escoltado por un
enorme disco metálico que desapareció en fracción de segundos. Ante esta
situación, autoridades militares iniciaron las indagatorias pertinentes, a fin
de determinar qué era lo observado por los testigos. Tampoco deja de llamar la
atención, la curiosa actitud del teniente Van Deer, quien en su nerviosa
comunicación telefónica, desde la Estación Ferroviaria de María Teresa, con la
delegación en Rosario de Fuerza Aérea, utilizando expresiones tales como: “dificultades mecánicas por fenómenos
magnéticos” y “cabina totalmente
magnetizada”.
“Algunas partes fragmentadas de la
conversación telefónica que mantuvo el piloto con miembros de la Fuerza Aérea,
fue escuchada por un radio operador desde la torre de control de playas en la
Estación terminal del ferrocarril Belgrano “Rosario Norte”. El hecho quedó en el más absoluto secreto
hasta la actualidad”, aseguró el investigador rosarino.
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Caza Douglas A-4B de la Fuerza Aérea Argentina, similar al que piloteaba el misteriosamente desaparecido capitán Eduardo Isern. |
“El segundo accidente lo
investigué a fondo, fue el 25 de octubre de 1974 y el avión lo piloteaba el
capitán Eduardo Ángel Isern. En el caso, el piloto se eyectó del avión pero a tierra
solo llegó el paracaídas. Según testigos confiables, el cuerpo del piloto se
desvaneció antes de llegar a tocar las aguas del río Paraná. Días después, la madre política recibió de puño y
letra del militar accidentado una carta en donde entre otras cosas le decía que se encontraba bien y que
pronto regresaría. Como es de suponer el hecho fue denunciado a las
autoridades aeronáuticas las que por medio de un perito calígrafo, iniciaron
una investigación, llegándose a comprobar que la carta había sido redactada
nada menos que por el propio capitán Eduardo
Isern. El accidente sobrevino cuando falló la turbina del caza C-210 Douglas A-4B “Skyhawk” que piloteaba durante las prácticas previas al desfile del Día de la Fuerza
Aérea que debía realizarse en las inmediaciones del Monumento a la Bandera. El capitán estaba asignado a la V Brigada Aérea, Villa Reynolds, provincia de San Luis. Para
no ocasionar una catástrofe como podía haber ocurrido de caer sobre la ciudad de Rosario, Isern, dirigió la máquina a través del río
hacia la zona de las islas, lanzándose con su asiento eyector antes de que
este, alcanzara la costa. Inmediatamente, abrió su paracaídas pero el
dispositivo, no alcanzó a desplegarse totalmente y el piloto, aparentemente cae
enredado al río. Las noticias oficiales
dijeron que fue arrastrado por las aguas, de las cuales, jamás apareció, a
pesar de los intensos rastreos que se han hecho. Se lo vio caer, en la zona
de la isla del Espinillo y a unos 300 metros, de la costa, y el aparato dejó una
huella de 7 metros por 0,80 de ancho y medio metro de profundidad que
finalizaba en un profundo cráter, mostraba el lugar donde el avión ya sin
gobierno, había tocado tierra deslizándose hasta estallar”, explicó.
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Nicolás Ojeda en 2005, durante la entrevista en su departamento de la ciudad de Rosario. |
“El capitán Isern era rosarino y tenía
30 años cuando ocurrió el accidente, estaba casado con María del Carmen Álvarez
Conde. Se contó con gran cantidad de testigos, de los cuales, tengo sus
nombres, pero obviamente, al no tener su autorización no puedo exponerlos, cada
uno de ellos, dio su testimonio asegurando haber visto perfectamente lo
ocurrido; pero hubo un testimonio, el del señor HRR, con dirección en Rosario, que
se encontraba en la terraza de su edificio mirando las maniobras aéreas. HRR observó con prismáticos mientras
descendía el paracaídas que, repentinamente una tenue pero compacta luminosidad
comenzó a cubrir los pies del piloto, dando la sensación que él mismo, entraba
en ella. Mientras esto ocurría, su cuerpo parcialmente se esfumaba, hasta que
finalmente desapareció. Cuando todo indicaba haber terminado, el paracaídas que
lo sostenía, pegó un estirón hacia arriba entrando luego en un suave bamboleo
descendente en espiral”. De toda esta increíble escena, lo último que pudo
observar el testigo era como el paracaídas se hundía en las aguas del río y
nada más. El piloto jamás tocó el agua. Eso
fue visto por muchas personas. Lo
buscaron por todas partes pero el hombre jamás apareció. El Departamento de
Accidentología vino y se llevaron los restos del avión, comentó Ojeda.
Nuevos Tiempos: -¿En algún momento vio peligrar su vida por investigar el
fenómeno Ovni?
Nicolás M. Ojeda: “-No. Pero en el 2001 me atropelló una moto
en la esquina de Ovidio Lagos y 27 de Febrero, y el motociclista también se
lastimó. Estuve muy mal, con traumatismo de cráneo, tres aspiraciones de
coágulos en la cabeza, después me hicieron dos operaciones en la columna, y
tardé más de tres meses en recuperarme”.
Nuevos Tiempos: -¿Pero alguna vez, seguro que lo presionaron?
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En la Antártida Argentina, en la isla Decepción, la Base naval argentina y otras bases extranjeras observaron un Ovni el 3 de julio de 1965. |
Nicolás M. Ojeda: “-Lo que si tuve
fueron advertencias. En aquella época de juventud, hacía una vez por semana un
programa de radio de una hora de duración, que se emitía por LT3 Radio
Cerealista y se llamaba El Misterio de los Platos Voladores
con la locución de Emilio Rodríguez,
Beatriz Fontán era la locutora comercial y participaba el periodista Covelli. Fue en el año 1965 y
hablábamos de diferentes temas. Recuerdo que el 3 de julio de 1965, personal
del destacamento naval observó el desplazamiento de un objeto volador no identificado en la isla Decepción, en la Antártida
argentina. El extraño objeto irradiaba colores verde, rojo y amarillo y
posteriormente, el avistamiento fue desmentido por la Marina. Saqué a
relucir que las fotografías que se tomaron eran verdaderas y leí lo que decía
el mayor Donald Keyhoe sobre los objetos voladores no identificados. El
programa lo estaban escuchando mis padres y cuando llegué a casa mis padres me
dijeron que ¡cómo me atrevía a contradecir a los militares!, ¡que estaba loco!
Unos días después, una noche, entre las 3 y 4 de la madrugada, golpean la
puerta unos tipos de civil, con trajes oscuros. Se levanta mi mamá y pregunta quién es:
-¿Acá vive el señor Nicolás Manuel Ojeda?-, preguntó uno de ellos.
Sí, le dijo mi madre creyendo que
se trataba de mi papá. Y les preguntó quiénes eran.
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Una noche de julio de 1965, entre las 3 y 4 de la mañana, golpearon a la puerta de la casa de Ojeda unos
tipos de civil, con trajes oscuros.
Y le advirtieron a la madre de
Nicolás Ojeda: "-Dígale que no
siga diciendo lo que dice en la
radio, porque va a tener
consecuencias. Buenas noches". |
-Somos del Servicio de la Marina-, o algo así le
respondieron y a mi madre se le heló la sangre.
Les dijo que no estaba y le
advirtieron:
-Dígale que no siga diciendo lo que dice en la radio, porque va a tener
consecuencias. Buenas noches-.
Y se fueron, ya se había levantado
también mi padre y abrieron la puerta de mi dormitorio y mi padre me agarró del
pijama y preguntó:
¿En qué estás metido vos?
¡Te dijimos que ibas a tener
problemas!, ¡son las 4 de la mañana y tu madre llorando!
Fue una experiencia fea. Pero esto
no quedó ahí, un mes o mes y medio después, un día al mediodía, cerca de la
una, estaba almorzando con mi mamá. Mi papá ese día no estaba. Golpean la
puerta, fui a abrir y me lo encuentro al capitán de fragata Omar Roque Pagani, que yo lo había
conocido en Buenos Aires.
-Ojeda, se acuerda de mí.
-Claro. Cómo no me voy a acordar,
pase, pase.
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El Capitán de fragata Omar Roque Pagani le dijo a Ojeda: "Ustedes los investigadores, no conocen la verdadera realidad". |
Lo invité a almorzar, se lo
presenté a mi madre, empezamos a charlar, me contó de algunos casos que
investigó, comentó que los investigadores civiles arruinan las investigaciones,
que las ridiculizan, y trataba de
menoscabar la búsqueda del origen del fenómeno. Recuerdo que mi madre, que
en paz descanse, salió en defensa mía cuando él dijo que “yo había cometido un
grave error al decir lo que dije por radio”. Y me advirtió que no lo volviera a
hacer porque lo iba a lamentar. Entonces mi madre le dijo:
-Señor, a usted no lo conozco,
puede ser amigo de mi hijo, pero usted se olvida que está dentro de mi casa y a
la persona que está amenazando es a mi hijo, que yo le di la vida y usted no tiene derecho a hacerlo ni se lo
voy a permitir.
Pagani, la interrumpía, aclarando
que no era mi amigo, que no me estaba
amenazando, que me estaba advirtiendo, que me quería ayudar…
Mi madre le hizo una parada de
carro espectacular, y Pagani se disculpó. Después le mostré el pequeño archivo
que tenía en ese momento, y uno de los libros que abrió fue el de George
Adamski, Los platos voladores han aterrizado, y me dice:
-Vé, esto es lo que le estoy
diciendo. Se inventan todas estas patrañas que hacen que el fenómeno Ovni quede
ridiculizado. Y lo tiró a un costado como diciendo, esto es porquería. Y
agregó: -Ustedes los investigadores, no
conocen la verdadera realidad.
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A la izquierda, Nicolás Ojeda en el programa Sábados Circulares entrevistado por Nicolás "Pipo" Mancera en Buenos Aires, el 6 de julio de 1968. |
Después tuve una visita más
agradable esta vez, que fue la de Fabio
Zerpa con su señora que era parapsicóloga. Mi mamá estaba feliz, la esposa
nos sacó fotos a todos. Otro que me visitó fue el periodista Eduardo Azcuy, también estuvo el
suboficial Rualde Moyano, y un día
el secretario de Nicolás “Pipo” Mancera,
para invitarme al programa de televisión Sábados Circulares, donde estuve el
6 de julio de 1968. También me visitó Antonio
Las Heras. Por mi ex casa de calle
Alsina 1314, pasó muchísima gente”.
Nuevos Tiempos: -En sus años de investigador, hubo una buena cantidad de golpes
militares, revoluciones, agitaciones sociales, ¿cómo era su relación con los
militares?
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Nicolás Ojeda y Antonio Las Heras en el Congreso Nacional de Ovnilogía en diciembre de 1978 en el Club Provincial de Rosario. |
Nicolás M. Ojeda: “-Muchos de los altos
jefes militares creían en los Ovnis, en 1968, el general Juan Carlos Onganía afirmó “personalmente
creo que los platos voladores existen”. La relación era de respeto por
ambas partes”.
Agregó que “Fui el primer civil
que tuvo el privilegio de ingresar en el Círculo de Aeronáutica, ubicado en
calle Córdoba 951. Me llevó el comodoro Eduardo
J. Palma y me presentó al comandante Dante
Ferrero. Me mostraron en 1965 los archivos de la Fuerza Aérea sobre Ovnis. En un mueble en la pared estaban cientos de
rollos de película, en latas, de filmaciones de Ovnis. Y después carpetas, con
una colección de fotografías, de 24 por 18 centímetros, sacadas en la Argentina
y en el resto del mundo, en blanco y negro con Ovnis en todas. Era
impresionante. En el grupo investigador de Ovnis de la Fuerza Aérea estaban
el comodoro Dante Ferrero, el
comodoro Eduardo J. Palma, y el
suboficial mayor Rualde Moyano”.
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Año 1986, 4º Jornadas de Ciencia Extraterrestre, el segundo de la izquierda es Nicolás Ojeda. |
Ojeda recordó que “antes, hacíamos
los Congresos y participaban los investigadores de los organismos de las
Fuerzas Armadas junto con nosotros. Presentaban
casos que previamente eran de conocimiento nuestro porque no se nos escapaba
ningún caso. Se comunicaban con nosotros, hoy todo eso se perdió. Uno de
ellos, el comodoro Eduardo J. Palma,
fue lo más honesto, lo más transparente que pueda haber. Un hombre cabal. Otro
fue el comodoro Dante Ferrero. Con
ambos, viajé al Uruguay y conocí a los integrantes del CIOVI, un grupo privado
que hacía investigaciones sobre Ovnis con los que aprendí mucho. Yo entraba al
edificio Cóndor como si fuera mi casa. Fui colaborador ad honorem de la División Ovni entre los años 1967 y 1968. Me mostraban carpetas, me contaban de sus
investigaciones, me hacían preguntas y yo también les preguntaba.
Intercambiábamos opiniones como en una rueda de amigos. Me daban
información pero de ahí adentro no salía con ningún papel. Podía tomar apuntes
pero sacar nada, ni una pestaña”.
Nuevos Tiempos: Usted mencionó que había un grupo investigador de Ovnis en
la Fuerza Aérea, ¿en las otras armas también había?
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Nicolás Ojeda, por su trayectoria recibe un diploma del programa radial Más Allá del Límite, el 10 de julio de 2004. A su lado Guillermo Aldunati. |
Nicolás M. Ojeda: “-Cuando nosotros, en
nuestros comienzos investigábamos el fenómeno Ovni, no teníamos idea sobre la presión que estábamos ejerciendo sobre las
fuerzas armadas argentinas. Los militares tuvieron que salir a hacer
declaraciones, como el brigadier general Adolfo
T. Álvarez, que por entonces era el comandante en jefe de la Fuerza Aérea
Argentina, quién admitió en julio de
1968, la existencia de los platos voladores, “sino no sería aviador”, dijo y que “el arma proseguía los
estudios dentro de los medios disponibles”. Ellos tuvieron que crear gabinetes
de investigación propios, se hicieron
como siete u ocho grupos de investigación Ovni dentro de las fuerzas armadas,
dirigidos por militares de alta graduación. A algunos de sus integrantes los
conocí, y me dijeron que en 1962 la
Marina constituyó la Comisión Permanente del Estudio del Fenómeno Ovni, COPEFO,
que funcionó hasta 1975. Esta Comisión estaba integrada por los capitanes de
fragata Constantino Núñez, y Omar Roque Pagani, y los periodistas Eduardo Azcuy y Guillermo Gainza Paz. En 1962, también el Servicio de Inteligencia de la Aeronáutica creó su propia sección
Ovni, esto se sabe por un comunicado firmado por el Comandante Juan Alberto
Sosa. En 1979, en pleno Proceso, por orden del general Graffigna, se fundó dentro de la Comisión Nacional de
Estudios Espaciales, CNIE, la División Ovni, dirigida por el capitán Augusto
Lima, que funcionó hasta 1987. El ente fue reemplazado por la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales, CONAE.
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Ciudad de San Lorenzo, año 1991. El capitán de Fragata Daniel Perissé durante un intermedio en el 12° Congreso Nacional de Ovnilogía organizado por la FAECE. |
En 1991, se creó dentro del Centro de Investigaciones Técnicas y Científicas de
las Fuerzas Armadas, un grupo de trabajo para investigar el fenómeno Ovni,
coordinado por el comodoro Juan Carlos Massietti y con la cooperación del
Capitán de Fragata Daniel Perissé, que fue uno de los testigos del
avistamiento ovni en la isla Decepción. Éste último grupo hice que saliera a la
luz en diciembre de 1991, cuando la FAECE (Federación Argentina de Estudio de
la Ciencia Extraterrestre), organizó el 12º Congreso Nacional de Ovnilogía en
la ciudad de San Lorenzo. Yo denuncié en
mi disertación que había miembros presentes que ocultaban información Ovni a la
FAECE y entonces subió el capitán Daniel Perissé y reconoció públicamente
la existencia del CITEFA, que hasta ese momento era secreta”.
Nuevos Tiempos: -¿Cómo era su vida como investigador del fenómeno Ovni?
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Distinción otorgada a Nicolás Ojeda por su trayectoria, el 10 de julio de 2004. |
Nicolás M. Ojeda: “-Estábamos las 24
horas metidos en la investigación, dejábamos nuestras familias, nos metíamos en campos arados, pisábamos la
bosta de vaca, rompíamos la ropa y zapatos en los alambrados de púa. Desde los
años sesenta, hasta fines de los ochenta aproximadamente, no dejábamos caso sin
investigar. Se daban casos de aterrizajes, avistamientos vistos por
muchísima gente de campo. Fabio Zerpa siempre decía que, la gente de campo es
muy sincera y lo narra al hecho realmente como fue. Conocí gente buenísima, los
habitantes del campo son los mejores para detallar el avistaje de un aparato.
Lo describían de una manera tan perfecta, “con forma de” que no te dejaba
ninguna duda de lo que vieron. En aquel tiempo, los investigadores íbamos al
pueblo, hablábamos con el comisario, con el cura de la iglesia, con los
testigos, sacábamos muestras de la tierra, metiéndola en un frasco o una
botellita, pero no teníamos modo de analizarla, porque no había laboratorios
especializados”.
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"Al fenómeno Ovni lo investigué exactamente durante 47 años, 7 meses y 10 días, hasta el 10 de diciembre de 1999", recordó Nicolás. |
“Yo creo que, sean
quién sean los tripulantes de esos aparatos, en aquel tiempo, les pisábamos los
talones permanentemente. Si ellos tenían planes de observación o de
investigación, nosotros fuimos el obstáculo más grande que ellos tuvieron. Éramos
una especie de ejército de David Vincent, al estilo de Los invasores, porque
estábamos detrás de ellos permanentemente. Sucedía tal cosa, e inmediatamente a
ese pueblo íbamos. Hacíamos investigaciones sobre el terreno de marcas,
huellas, testigos, avistamientos, aterrizajes, eran diferentes grupos de todo
el país que hacían boletines y publicaciones diversas”, recordó emocionado.
“Ahora por la crisis económica
todo ese espíritu se perdió. Yo creo que
hoy, a los que manejan los hilos del fenómeno Ovni, les hemos dejado el terreno
libre. Y las consecuencias que vamos a sufrir más adelante van a ser
terribles. Al fenómeno Ovni lo
investigué exactamente durante 47 años, 7 meses y 10 días, hasta el 10 de
diciembre de 1999, cuando me retiré. Ahora lo que estoy haciendo es
colaborar, ayudar, aconsejar a los investigadores”, explicó Nicolás con total
seguridad.
Nuevos Tiempos: -¿Cuándo va a terminar el encubrimiento del fenómeno?
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El mayor Donald Edward Keyhoe (1897-1988). Director del NICAP. |
Nicolás M. Ojeda: “-Los estamentos
gubernamentales, están tan abarrotados de información sobre los Ovnis que ya no
saben dónde ocultarla. Es lo mismo que una infección donde hay un grano con pus
que en un momento dado, revienta y salta todo lo que está debajo. No lo van a poder seguir tapando más.
El mayor Donald Keyhoe escribió en
uno de sus libros: “Ha llegado el momento
de interrumpir este largo engaño que es la deliberada labor de desacreditar a
millares de testigos honrados. En cualquier momento se podría producir un
acontecimiento repentino para el cual estaríamos totalmente faltos de
preparación. Debe acabar el secreto y la censura. Debemos terminar con un
juego tan peligroso y en el que podríamos vernos todos incluidos”. Esto lo dijo
Keyhoe en uno de sus libros fechado en 1975. Es una advertencia terrible que
está diciendo un militar de alta graduación. Fue todo un pionero, uno de los
militares que se arriesgó a dar a publicidad todos los secretos sobre el
fenómeno Ovni, con una documentación estremecedora. Incluso, escribió seis o
siete libros y que fueron tan buenos que fueron traducidos al español y uno de
ellos, Flying Saucer from Outer Space, fue traducido por el capitán Jorge Milberg en 1955, que lo conocí
personalmente y lo editó la Biblioteca del Círculo de Aeronáutica”.
Explicó que “el capitán de
Fragata, el ingeniero Omar Roque Pagani,
le estuvo mandando al NICAP, donde estaba Keyhoe, toda la información sobre el
fenómeno Ovni en la Antártida argentina. Keyhoe lo publicó en sus libros e
incluso destacó la labor de los miembros
de la Marina argentina que tomaron las fotos en el año 1965 en isla Decepción”.
Nuevos Tiempos: -¿Puede hablarnos de la donación de su archivo a los
colegas de Entre Ríos?
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Los desconocidos del espacio, del mayor Donald Keyhoe. |
Nicolás M. Ojeda: “-Mi archivo era
enorme, tenía libros, películas, fotos, revistas. Había unos 70 casos que investigué personalmente. Luego de pensarlo
mucho, decidí donarlo al grupo Visión Ovni, que dirige Silvia Pérez Simondini,
en Victoria, Entre Ríos. Les doné 76
cajas grandes, conteniendo todo el archivo. Un día vino un camión de
mudanzas y cargaron todo. Creo que ni ellos saben lo valioso del material que
tienen en su poder. Cuando los fui a visitar a la ciudad de Victoria, les dije
que tienen toda mi vida de investigador en sus manos. Silvia Pérez Simondini me
dijo que “todo el material donado a mi
persona, será mi compañía todo el resto de mi vida, mi agradecimiento es tan
grande que jamás olvidaré este gesto”. Y con todo ese material, inauguraron un museo en Victoria, “Museo
Ovni”, bautizado con mi nombre, en el año 2003. Está ubicado en la esquina
de las calles San Miguel y Rondeau”.
Nuevos Tiempos: -¿Qué libros recomienda leer?
Nicolás M. Ojeda: “-Yo recomiendo para
leer, los libros de Donald Keyhoe,
todos los de Antonio Ribera son
buenos, hay muchos libros y muchos investigadores, que sería largo de enumerar.
También que lean los libros sagrados de todas las religiones donde hay
información Ovni muy interesante”.
Nuevos Tiempos: -¿Qué consejos le quiere brindar a los investigadores del
siglo XXI?
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Mariano Notario y Alberto Seoane junto a Nicolás Ojeda. |
Nicolás M. Ojeda: “-Le aconsejo a los
nuevos investigadores que cuando vayan a un terreno, no entren libremente.
Primero chequeen todo, no se paren
dentro de una huella, no tomen muestras con las manos sin guantes, sino que
lleven equipos de detección. Puede haber virus, sustancias contaminantes, no
saben con lo que se pueden encontrar”.
Y agregó: “Que no cometan los
errores que cometimos nosotros, porque incluso yo me paraba dentro de los círculos donde había un polvillo medio
azulado y lo tocaba con la mano y era medio pegajoso. Era una imprudencia
total. Hoy más que nunca, tienen que protegerse. Les estoy diciendo esto,
Ahora que pasaron los años y me pongo a pensar y reflexionar. Y como decía
Antonio Ribera, “el investigador tiene
que estar en el centro, desconfiarle a todo e ir atando cabos”.
Nuevos Tiempos: -¿Si volviera a nacer, volvería a investigar los Ovnis?
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Representación de una vimana, uno de varios vehículos aéreos mencionados en textos de la India milenaria. |
Nicolás M. Ojeda: “-Sí. Con el tema
Ovni aprendí muchísimo, fue como una universidad para mí, y hoy tengo
conocimientos muy vastos. Todos los días estoy aprendiendo cosas. Creo que el hombre fue ayudado por una raza
superior, tal como lo dicen todos los libros religiosos como el Ramayana, la Biblia, el Corán, el Talmud, el Mahabarata, y todos hablan de seres que vienen del cielo. Esos
libros son como bitácoras cósmicas donde está escrito todo lo que nos aconteció
hace cientos de miles de años. La religión es como decía un investigador
español: “Cuando los Ovnis aterrizan,
los dogmas vuelan”.
“Al fenómeno ovni no lo quieren
dejar encajar en las religiones, y han ocultado un montón de cosas y quemado
libros para poder tapar todo esto. Pero alguna
vez todo esto va a salir a la luz. Va a llegar un momento en que esto va a
reventar. La historia de la humanidad
siempre ha demostrado que cuando se llega al límite de lo incontrolable, viene
el cambio. Todo tiene su tiempo”, finalizó Nicolás.
Desde Contacto con la Creación les enviamos nuestro más sentido pésame a
su hermana Sara y a sus sobrinos Nicolás, Daniel, Alina y Fabio.
Entrevista: Alberto
Seoane y Mariano Notario
Fotos: Mariano Notario
y Nicolás Ojeda
Nicolas Ojeda, el único que dijo la verdad sobre el origen de los Ovnis en la época moderna, que ya está muy claro que fue en la Alemania del régimen durante 1930 y 1940, Ojeda la tuvo muy clara desde el principio...
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