Están tan
convencidos que tienen una Escuela Élfica en su capital, Reikiavik que es única en su
género en el mundo, sus diplomas acreditan conocimientos sobre estos seres y
otros pueblos "invisibles" que la literatura y el cine han
popularizado. En sus aulas se han graduado más de 9.000 elfistas en 28 años.
Aurora boreal fotografiada en Islandia. |
Los
elfos forman parte desde tiempos inmemoriales de las leyendas de Islandia, cuyos habitantes aseguran que más allá de
lo que se pueda pensar, estas criaturas se aparecen a quienes saben verlos. La presencia
de estos seres forma parte de la vida cotidiana en la isla, donde las carreteras son diseñadas
para respetar el espacio donde supuestamente habita un elfo y los pescadores aseguran
que éstos les anuncian las tormentas.
Las
condiciones climatológicas, que han propiciado que a Islandia se la conozca
como la isla del hielo y el fuego por sus volcanes e icebergs gigantescos, no
sólo han hecho de este país de 103.000 km² un lugar único en el mundo sino el terreno perfecto para que vivan sin ser
molestadas estas criaturas de los bosques y montañas negadas por la “Ciencia
oficial”.
Magnus Skarphédisson, el creador de la Escuela Élfica. |
El investigador Magnus Skarphédinsson,
que lleva años recopilando centenares de testimonios, está convencido de que existen y se
dedica a transmitir sus conocimientos como principal académico de la Escuela de
los Elfos en Reikiavik. "¡No hay duda de que existen!", afirma seguro
este antropólogo nacido en 1955 a un grupo de 'alumnos' que acude a escuchar
sus lecciones. Son
principalmente turistas que buscan comprender una creencia que les fascina.
"No tenía
previsto crear una escuela de elfos, pero no dejaban de interrogarme sobre mi
forma de trabajar, entonces acabé por decirles a todos que viniesen los
viernes: y así fue como empezó", explicó Skarphedinsson. Conocida
como Alfaskolinn, la escuela cada
día tiene más alumnos. La misma se encuentra en la calle Sidmuli Street en
la capital y en cuya puerta la bienvenida la da la estatua de un elfo a tamaño
humano. El diploma que otorga la escuela
certifica "Estudios e investigaciones sobre los elfos y otros pueblos
invisibles".
Ingreso a la Escuela de los Elfos en Reikiavik, una estatua de un elfo con la estatura de una persona da la bienvenida. Está prohibido el uso de teléfonos celulares. |
La
razón que argumentó su director para poner en marcha esta escuela, quien por
cierto afirma no haber visto en vivo jamás a ninguno de estos seres, fue que ya que los elfos forman parte de la vida
diaria de los islandeses y existía un interés tan extendido por la vida de
estos seres, por qué no estudiarlos de un modo profesional y otorgar su diploma
correspondiente a quien dedicara parte de su vida a desentrañar sus secretos.
Reikiavik, la capital de Islandia. |
Para
convencer a su público de que no son
mitos, Skarphedinsson aporta varios testimonios. Afirma que habló personalmente con más de 800 personas de Islandia que
los vieron cara a cara. El primer relato es el de una mujer que aseguró que conocía a un pescador que podía ver a los
elfos. Una mañana de 1921, el hombre constató que los elfos, que también eran
pescadores, no salieron al mar. Entonces intentó convencer al resto de que no
salieran, pero el patrón no hizo caso a las advertencias. Ese día se
desencadenó una tormenta de una fuerza inusual para esa zona del Atlántico.
Cuando los familiares de los pescadores los vieron volver sanos y salvos, no
podían creerlo.
Magnus fundó la Escuela de los Elfos en 1988, aquí dando una clase. |
Otra
historia es la de una octogenaria que en
2002, se cruzó con un adolescente que aseguró que la conocía. ¿Pero dónde nos
conocimos?, le preguntó, a lo cual el joven le dio la dirección en la que ella
vivía hace más de 50 años, y donde su hija jugaba con un amigo invisible.
"Pero mamá, era Maggi", le dijo su hijo más tarde, cuando ella le
describió al joven. "Había envejecido cinco veces más despacio que un ser
humano", calcula Skarphedinsson.
Existen aunque lo
niegue la “Ciencia oficial”
Los
elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica. Originalmente se
trataba de una raza menor de la fertilidad y representados como hombres y mujeres jóvenes, de gran belleza,
que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga
vida o inmortales y con poderes de vida. La palabra elfo proviene del
proto-germánico “albo”, “albi”, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe. La etimología primordial puede ser
la raíz proto-indoeuropea “albh”, que significa "blanco", del cual
también proviene el latín albus "blanco".
La princesa elfa Arwen, protagonizada por Liv Tyler, en una escena de la trilogía de El Señor de los anillos. |
El
cruce entre elfos y humanos es posible en la antigua creencia nórdica. Se decía que los humanos que tenían sangre
élfica eran más hermosos que la mayoría de los hombres.
Los elfos, gnomos,
hadas y otras criaturas, prefieren siempre vivir alejados de los humanos,
refugiados en grutas junto a cascadas, el mar y los ríos. Según la sabiduría
popular, un elfo es una criatura un poco más pequeña que un hombre, que vive en
la naturaleza y que en general no habla. También
existen los 'Huldufólk', la gente escondida, que se parecen más a los humanos y
que en su mayoría saben hablar islandés.
Según
otras tradiciones europeas, los elfos son longevos (pueden vivir milenios) y
tienen poderes mágicos, que usan para proteger la naturaleza. Los elfos se caracterizan principalmente
por sus orejas puntiagudas y grandes ojos. También se distingue su alta
estatura y sus movimientos ágiles y ligeros. Poseen una gran destreza con la
magia y una fuerza superior a los humanos, además de una mayor inteligencia y
sensatez. Los elfos se han relacionado siempre con la naturaleza y el aprecio
que le tienen a ella. Viven para protegerla con ayuda de su magia.
Una casa en Hafnarfjorour, Islandia, no se destruyó esta gran roca porque es un hogar de duendes. |
Las encuestas
muestran que el 54% de los islandeses cree en los elfos. La mayor parte de la
gente dice que escucharon estos relatos de sus abuelos cuando eran niños, pero
otros tuvieron experiencias personales. Hay que tener en cuenta también el curioso
dato que atestigua que, al mismo tiempo,
casi la totalidad de los jóvenes islandeses afirman que creen en la existencia
de elfos. Todos los islandeses saben que uno de los lugares donde se supone que viven los elfos, está en la cascada de
Gullfoss.
Mapa de Islandia. |
En
una entrevista Skarphédinsson respondió que "nunca he visto a un duende. Nunca he visto a un mexicano,
tampoco, pero sé que otras personas los han visto, por lo que creo que hay
mexicanos".
Ilustración de los elfos en un bosque. |
La
revista Iceland Magazine, una
publicación en inglés, señaló que es raro que un islandés crea realmente en
estos seres, pero que es algo que no les gusta admitir. "Pero la mayoría de la gente tiene cuidado cuando entra en un
territorio conocido por albergar elfos", afirmó la revista.
Acantilados Hornbjarg, Islandia. |
Esta
creencia también se tiene en cuenta en la construcción de obras públicas.
Aunque pueda resultar curioso en otros países, el respeto al hábitat de los elfos es un factor que se considera a la
hora de construir en el campo islandés.
Roca de varias toneladas donde los islandeses aseguran que viven los elfos. Se evitó su destrucción y fue movida 15 metros a un costado de una carretera. |
Sin
embargo, no cree que Islandia sea el único país habitado por elfos, pero sí el lugar donde la población es más
receptiva. "La verdadera razón es que la Ilustración llegó muy tarde a
Islandia. En otros países, la gente diría que los testigos sufren
alucinaciones. Esta es la arrogancia científica occidental, que niega cualquier
cosa que no haya descubierto su método", afirmó Skarphédinsson.
Skarphédisson dando una de sus clases en un lugar frecuentado por elfos. |
"Las personas
me venían a ver con sus historias, jurando que no estaban ni bajo el influjo
del alcohol ni de la drogas y que no eran mentirosos patológicos", dijo el
director de la Escuela de Elfos al diario islandés The Reykjavik Grapevine, en un artículo retomado por la revista Courrier International. En total, Magnus
ha entrevistado a más de 800 personas que vieron a los elfos y a otros
representantes de pueblos "ocultos" o "invisibles" y de
espíritus de la naturaleza.
Cascada Skógafoss, en Islandia. |
En
el primer día de un Año Nuevo las hermanastras estaban solas en la casa, ya que
todos los demás se habían ido a la iglesia. Las hermanas
estaban a punto de jugar a las cartas cuando Þóra de repente no podía mantener
los ojos abiertos y se durmió. En el mismo instante su hermana oyó un bello canto. Se acercó a una ventana orientada al
oeste, se asomó y vio a un grupo de personas que cantan en un cerro cercano. Se
veían muy dignas y caminaron lentamente por delante de la casa a cierta
distancia, y luego continuaron hacia el este pasado Sjónarhól. Continuaron su
canto durante su marcha hasta que finalmente desaparecieron. Þóra despertó
sintiéndose más descansada después de su sueño. Estas hermanas totalmente
dignas de confianza.
Skarphédisson ya lleva entrevistadas a más de 800 personas que han visto personalmente a elfos, duendes, hadas y otros representantes de pueblos "ocultos" e "invisibles". |
A
finales de 1932 o de 1933 estas dos amigas fueron a recolectar bayas. En la
parte oriental del valle Svarfaðardalur, por encima y al oeste de Staerri
Ásrskógskirkja, y se encontraron con dos
sábanas extendidas lejos de cualquier núcleo de población. Las telas habían sido colgadas por las cuatro esquinas,
debajo de unas rocas, y también en el medio para evitar que se vuelen. Esto fue
en un día soleado, excelente para que se sequen.
Desfiladero Thingvellir, Islandia. |
Algo
más tarde, cuando las chicas regresaban a su casa, tomando el mismo camino, se dieron cuenta de que las sábanas habían
desaparecido desde el punto donde se habían extendido para el secado. Karolina
se sorprendió y le preguntó a su amiga cómo esto podría ser. Nanna dijo que era
simple, las sábanas se habían secado y por lo tanto los elfos las habían llevado
a su casa, eso parecía bastante natural. Karolina dijo que se acordó siempre con
mucha claridad de esta experiencia durante su larga vida.
La escuela ha catalogado 13 tipos diferentes de elfos, dos de enanos y tres de pueblos ocultos. |
La
Escuela ha catalogado trece tipos
diferentes de elfos, dos de enanos y tres de pueblos ocultos. Algunos de
ellos tienen un aspecto exactamente igual al de los seres humanos, pero visten
con ropas de otros tiempos.
Uno de los lugares de Islandia donde habitan los elfos. |
"Todavía es
mucho lo que ignoramos sobre los elfos", admite con modestia el director
de la Escuela. "Y lo que sabemos nos viene de gente que mantiene con ellos
lazos de amistad que ya tienen veinte años y que ha sido invitada por
ellos". Todo
un honor, considerando que la principal característica de comportamiento de
estos seres es su tendencia a huir de los humanos. Un inconveniente más para
quienes desean aprender sobre ellos.
Reikiavik vista desde su catedral. |
De acuerdo con un
documental realizado en Islandia en el año 2002, Investigación sobre el mundo invisible, la mayor parte de la
población cree en la existencia de los elfos. Y al parecer, son
convincentes. El realizador del filme, el francés Jean-Michel Roux, dijo haber quedado impresionado por la
"sinceridad" de la gente que entrevistó.
En
el documental, una ex presidente islandesa,
Vigdís Finnbogadóttir, decía: "Jamás vi a un elfo ni a nadie de un pueblo
invisible. Nunca me crucé con un fantasma, pero he oído hablar frecuentemente
de ellos”.
Los pueblos ocultos tratan de proteger a la Naturaleza con sus conocimientos milenarios. Aquí una representación de un hada. |
Los
historiadores y antropólogos oficiales creen que la "invención" de estos seres mitológicos fue precisamente
por lo solos que muchas veces se sienten los islandeses, refugiados en sus
cabañas cubiertas de nieve, y crearon estos “amigos” que les harían compañía,
por este motivo juntarse con la familia y la sensación de unión emocional es
tan importante en determinadas fechas. Por supuesto, los que han visto a los
elfos y duendes se ríen de las declaraciones de los escépticos.
Por
Alberto Seoane
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