Dos invitados desarrollaron
el tema, la Dra. Inés Lépori y el investigador Daniel Rodrigo con motivo de que
el 13 de mayo de 1917 los tres niños pastores portugueses fueron testigos de un
fenómeno extraordinario.
Hace 35 años el mundo conoció el coraje de los pilotos argentinos. |
La
semana anterior, el programa no pudo emitirse debido a un corte de energía eléctrica donde se ubica la planta transmisora.
Bautismo de Fuego
de la Fuerza Aérea Argentina el 1° de mayo de 1982
Respecto
a la llegada de la Task Force a las Islas Malvinas, se recordó que los ingleses creían que iba a ser un paseo,
y de hecho lo dijeron en Liverpool antes de que zarpara la flota. Pero cuando
arribaron a las Malvinas el 1° de mayo todo terminó en un desastre para los
piratas.
La
Fuerza Aérea Argentina (FAA) que nunca había combatido, le arrojó el 1° de mayo más de 20 toneladas de bombas a la flota
inglesa. Dese día también fue el bautismo de fuego de la artillería antiaérea
argentina que nunca había combatido y derribó dos aviones Harrier.
“Los
argentinos sabían que la flota inglesa ya estaba cerca de Malvinas porque había
sido detectada por un avión Hércules frente a Brasil. Y el primero de mayo un avión Vulcan a las 4.40 horas de la
mañana lanzó una bomba que cayó cerca de la pista de Puerto Argentino. Hubo 57 salidas de aviones argentinos solo
el 1° de mayo y estuvieron atacando a los piratas durante 13 horas, sin
descanso y solo perdieron 4 aviones en todo ese tiempo y los ingleses, al menos
2 Harrier. La flota en llamas se retiró a las 17 horas hacia el Este, bien
lejos del alcance de la aviación argentina”, destacó Seoane.
A
raíz de la paliza que sufrieron el 1° de mayo, “Margaret Thatcher, la primera ministra estaba a los gritos ¡Hundan el Belgrano!”, comentó Juárez.
Y
de hecho, el submarino nuclear HMS Conqueror lo torpedeó el 2 de mayo, hundiendo el 2 de mayo al crucero argentino
fuera de la Zona de exclusión determinada por los propios británicos. Allí
murieron 323 héroes argentinos. “Con lo cual demuestran que ellos hacen lo que
quieren, no son de palabra. Y nadie le pone el cascabel al gato”, dijo
Verón.
“Argentina
estaba suscripta al TIAR Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca, por el cual si cualquier país de
América era agredido por un país fuera del continente, todos los firmantes
tenían que defenderlo, los Estados
Unidos que también habían firmado, apoyaron a Inglaterra”, recordó Seoane.
“Lo que pasa que el
TIAR fue creado cuando sucedió la Crisis de los misiles soviéticos en Cuba, en
1962, si la URSS atacaba a Estados Unidos todos tendríamos que defenderlo”, señaló Verón.
“No hay que
olvidarse de los países que nos ayudaron en 1982, Perú, Brasil, Venezuela, excepto Chile”,
dijo Verón.
Se
recordó que los chilenos desde Punta
Arenas, con un potente radar monitoreaban todos los despegues de los aviones
argentinos y le avisaban a los ingleses que había despegado una escuadrilla,
lo que no sabían era donde iban a golpear a los invasores.
“Además el piloto
argentino tenía la habilidad de volar a casi dos metros sobre el agua y se
convertía en indetectable para los radares de los barcos enemigos y cuando los
veían venir ya los tenían encima de los barcos”, destacó Juárez.
“Además,
teníamos cinco misiles Exocet y
cuando se agotaron los aire-superficie, utilizaron otros misiles, adaptados y
con uno de esos dispositivos, un misil Exocet mar-mar, MM-38 colocado en lo que
se bautizó ITB Instalación de Tiro Berreta, hundieron a 30 kilómetros de la costa al destructor Glamorgan, el 12 de junio de 1982”,
dijo Verón y agregó “
Verón
y Seoane comentaron que la orden de la reina de Inglaterra de que no se revele hasta el año 2072 la verdad de
los archivos británicos sobre la Guerra de Malvinas da para pensar qué es
lo que están encubriendo. “Eso significa
que no les fue bien, porque si ellos ganaron, no tendrían nada que ocultar”,
dijo Seoane.
Llamó
el oyente Mijail y recordó que los
Exocet eran más pero Francia no los envió porque estalló el conflicto. Y que con elementos muy precarios los argentinos
le ocasionaron grandes bajas a Inglaterra como nunca tuvo desde la Segunda
Guerra Mundial. Y que el crucero Gral.
Belgrano había estado en la guerra del Pacífico luchando contra los
japoneses y en ese entonces se llamaba Fenix.
Trailanga Swami
José
Luis Juárez recordó a un famoso yogui hindú, llamado Sri Trailanga Swami (1607–1887), que habría vivido 280 años. Residió
en Varanasi (Benarés), entre 1737 y 1887 viviendo una vida ascética, que fue la
época en que lo conocieron los ingleses.
En
el libro Autobiografía de un yogui, de
Yogananda comenta que en muchas
ocasiones, Trailanga swami fue visto por miles de personas flotando en el
Ganges. Durante días enteros se le podía
ver sentado sobre el agua, o sumergido largo tiempo bajo el río. También
meditaba en los baños “ghats” de Benarés, con el cuerpo inmóvil sobre las losas
calientes, completamente expuesto a los rayos candentes del sol.
“Trailanga
Swami entraba en meditación a las orillas del Ganges, hacía una expansión de
conciencia, controlaba la respiración,
crecía el río, lo tapaba el agua y el seguía meditando. Y cuando bajaban las
aguas, salía de su estado de samadhi y rompía sus ayunos tomando leche cuajada”,
recordó Juárez.
“Trailanga
era una persona que pesaba unos 140
kilos y como andaba desnudo, la policía de Benarés, cada tanto lo detenía.
Entonces lo encerraban pero al rato, el
enorme cuerpo de Trailanga estaba caminando sobre las azoteas de la prisión.
Su celda permanecía cerrada de manera
segura y nunca se encontró ningún
indicio de cómo pudo salir. Podía hacer lo que quería con el cuerpo, así que
las rejas no lo podían parar. Él lo hacía adrede para demostrarles el poder de
un yogui sobre la materia”, señaló José Luis.
Armamento atómico
en la Antigüedad
Alejandra
Fernández señaló párrafos del Mahabaratha,
del Ramayana y de otros textos de la
antigua india donde se mencionan armas
poderosísimas.
Según
el texto épico del Mahabaratha compuesto
por cien mil versos “hubo una feroz
batalla en el cielo donde resultó vencedor el poderoso dios Indra, que combatió
desde su vehículo aéreo a los asuras, que se ocultaban en sus nubes fortalezas”,
destacó.
En
el Rig Veda, se cita que Indra iba destruyendo castillo tras
castillo con su fuerza, haciendo que el enemigo se doblegue, y que incluso
destruyó cien ciudades. Y en el Mahabaratha
está escrito que la curiosa deidad Maya
construyó un gran habitáculo de metal que fue transportado al cielo. Cada uno
de los dioses Indra, Yama, Varuna, Kubera y Brahma, disponían de unos aparatos
metálicos y voladores llamados vimanas. Estos vehículos navegaban por los
cielos por el efecto del mercurio que provocaba un gran viento propulsor. Los hombres alojados en el interior de las
vimanas podían recorrer grandes distancias en un instante.
Otra
referencia intrigante la aporta Narada,
el gran sabio de la antigua tradición que menciona una ciudad volante
perteneciente a Indra, que estaba estacionada ininterrumpidamente en el cielo.
Por si ellos fuera poco, estaba rodeada de una pared blanca que producía
destellos de luz en el firmamento.
Mencionó
también lo que parece un ataque atómico en el Mahabaratha “era un solo
proyectil cargado con toda la fuerza del universo, una columna incandescente de
humo y llamas, brillante como diez mil soles se elevó en todo su esplendor. Era
un arma desconocida, un relámpago de hierro, un gigantesco mensajero de muerte
que redujo a cenizas a toda la raza de los vrishnis y los andakhas. Los
cadáveres quedaron tan quemados que no se podían reconocer. Se les cayeron el
pelo y las uñas, los cacharros se rompieron sin motivo y los pájaros se
volvieron blancos. Al cabo de pocas horas, todos los alimentos estaban
infectados. Para escapar de ese fuego los soldados se arrojaban a los ríos para
lavarse ellos y su equipo”. Más adelante dice: “vientos de malos auspicios llegaron a soplar, el sol parecía darse la
vuelta. El universo abrasador de calor parecía tener fiebre. Elefantes y otras
criaturas de la tierra, abrasados por la energía del arma huyeron corriendo.
Las mismas aguas al calentarse, las criaturas que vivían en ese elemento empezaron
a arder”, dijo.
En
el Ramayana, otra antigua obra hindú…
(Continuará)
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