El sueco Axel Fredrik Cronstedt realizó descubrimientos de los cuales todo el mundo se ha beneficiado. Cronstedt falleció el 19 de agosto de 1765 y solo se lo recuerda en Suecia.
Axel Fredrik Cronstedt, un pionero en la investigación de los minerales. |
El barón Axel Fredrik Cronstedt nació el 23 de diciembre de 1722 en Stroepsta, Suecia. Fue un mineralogista y químico, discípulo de Georg Brandt, el descubridor del cobalto.
Cronstedt en 1742 se graduó en la Universidad de Upsala y al poco tiempo fue nombrado profesor en la misma. Pocos años después descubrió el níquel en 1751, como experto en minería de la Dirección de Minas. Cronstedt lo describió como kupfernickel (cobre-níquel). Este nombre se debe a que el mineral tiene una apariencia similar a la del cobre (Kupfer, en alemán) y a que un duende travieso (nickel) que los mineros suponían era la causa de su incapacidad para extraer el cobre de dicho mineral.
El sueco, como había hecho su maestro con el descubrimiento del cobalto veinte años antes, dio nombre al metal a partir de la criatura mágica que se suponía que producía esas rocas, y lo llamó Nickel, que en castellano llamamos níquel. De modo que tanto el níquel como el cobalto (el cobalto deriva del nombre de espíritus maliciosos que transformaban rocas útiles en otras inútiles, eran los kobolds, criaturas mágicas con capacidades alquímicas). El número atómico del níquel es el 28 y sus iniciales son Ni.
Trozo de níquel. |
Las minas de Canadá, Cuba y Rusia producen hoy día el 70% del níquel consumido. Otros productores son Bolivia, Colombia, Puerto Rico, República Dominicana y la isla de Nueva Caledonia, provincia de ultramar de Francia.
Aproximadamente el 65% del níquel consumido se emplea en la fabricación de acero inoxidable austenítico y otro 12% en superaleaciones de níquel. El restante 23% se reparte entre otras aleaciones, baterías recargables, catálisis, acuñación de moneda y recubrimientos metálicos.
Aproximadamente el 65% del níquel consumido se emplea en la fabricación de acero inoxidable austenítico y otro 12% en superaleaciones de níquel. El restante 23% se reparte entre otras aleaciones, baterías recargables, catálisis, acuñación de moneda y recubrimientos metálicos.
Cronstedt es uno de los fundadores de la mineralogía moderna, introdujo una nueva clasificación de los metales basada en sus estructuras químicas más que en sus apariencias. John Griffin lo describe como el fundador de la Mineralogía en su tratado publicado en 1827, A Practical Treatise on the Use of the Blowpipe, sobre el uso del soplete.
Tungsteno de Portugal. |
Cronstedt también descubrió otro mineral en el año 1751 al que denominó tungsten, que significa "piedra pesada" en sueco. Incluyó una descripción de este mineral desconocido en su libro Ensayos de Mineralogía, de 1758. Su número atómico es el 74 y su símbolo es W porque posteriormente se lo denominó wólfram o volframio. La palabra wolframio procede de las alemanas wolf y rahm, pudiendo significar "poco valor". También se traduce como "Baba de Lobo" en referencia a las supersticiones de los mineros medievales sajones que creían que era el diablo que habitaba las profundidades de las minas corroyendo la casiterita (esta tiene 87% de estaño y 21% de oxígeno) con sus fauces babeantes. Este metal aparecía mezclado con el ácido de otro desconocido —tungsteno— que actuaba corroyéndolo.
No se encuentra nunca libre en la naturaleza, sino en forma de sales combinado con otros elementos. Hay minerales de tungsteno o volframio sobre todo en China, Bolivia, Portugal, Rusia, Corea del Sur, Perú y dentro de Estados Unidos en California y Colorado. El 75% del wolframio procede de China. En España se encuentran minerales de tungsteno en León (Bierzo Occidental), Galicia, y en algunas localidades de Extremadura.
Cronstedt fue elegido en 1753 miembro de la Real Academia Sueca de Ciencias. |
El tungsteno, fue muy útil para crear los filamentos de miles de millones de lamparitas eléctricas, también se lo utiliza para fabricar bujías y en la punta de los bolígrafos. Desde la Segunda Guerra Mundial se usó para blindar la punta de los proyectiles anti-tanque y en la coraza de los blindados. En el siglo XXI es un mineral estratégico, ya que uno de los usos principales del tungsteno es en la industria bélica, en blindajes y armamentos.
En 1753, Cronstedt fue elegido miembro de la Real Academia Sueca de Ciencias.
En 1756, Cronstedt acuñó el término zeolita después de calentar el mineral estilbita con una llama de soplete. Esta palabra comprende a un gran conjunto de minerales que comprenden silicatos alumínicos hidratados de metales alcalinos y alcalinotérreos. La etimología de la palabra zeolita hace referencia a que estas rocas a cuando se calientan a altas temperaturas se hinchan y desprenden burbujas.
Tras el fallecimiento de Cronstedt el 19 de agosto de 1765 en Estocolmo, dejó como legado sus libros que revolucionaron la mineralogía.
En su memoria en 1821 se nombró cronstedita un nuevo mineral descubierto en esta fecha.
Por Alberto Seoane
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