El animal se interpuso entre la mujer y su ex marido y recibió tres cortes que le provocaron la muerte.
Esta fue la segunda vez en menos de tres semanas en que Irma Domínguez fue atacada por su ex compañero.
El perro yace muerto en la humilde vivienda de la zona oeste de la ciudad de Rosario. |
Todo ocurrió muy rápido en el modesto hogar que Irma comparte con su padre y sus dos hijos, de 7 y 3 años, en Campbell al 3400, en la zona oeste de la ciudad de Rosario. A media mañana, Darío, el hombre de quien la joven se separó hace ya más de doce meses, ingresó a la casa armado con un cuchillo.
No trascendió el nombre del valiente perro que recibió las tres puñaladas destinadas a su dueña. |
Después, siempre de acuerdo a esta versión, la intervención de los vecinos hizo que el violento se diera a la fuga.
Irma tiene 31 años. Y una voz suave que contrasta con su mirada dura. "Ya no sé qué hacer. Me quiso matar a mí. Mató al perro, pero las puñaladas eran para mí", señala la joven.
Cuenta que, cuando Darío entró a su casa, ella estaba junto a su actual pareja y sus dos hijos.
"A mi compañero lo sacó a empujones de la casa y después se la agarró conmigo", cuenta la mujer.
Al respecto, agregó: "Después empezó a cortarme toda la ropa. Me tiraba cuchillazos y ahí el perro se puso en el medio. Pienso que él se creyó que me había matado yo quedé toda llena de sangre. Los nenes vieron todo, ni quiero recordar cómo lloraban".
Irma Domínguez pudo haber muerto este martes en lugar de su perro. |
Después intervinieron los vecinos para evitar que mate a la mujer y el agresor salió huyendo gritando que “volvería para matar a su ex mujer”.
Irma afirmó que dejó a su ex hace año y medio y desde entonces no tiene paz. La joven denunció las reiteradas agresiones "más de quince veces" en distintas comisarías, la 19ª, la 6ª y la 5ª, de acuerdo al lugar donde su ex pareja la sorprendía.
Incluso, había logrado que un juez le dictara una prohibición de acercamiento, pero eso tampoco alcanzó. "La última vez me había atacado en la puerta del jardín de mi nene. Empezó a pegarme y las maestras tuvieron que refugiarme adentro hasta que vino un patrullero a buscarme", apunta.
Los vecinos relataban la cantidad de veces que solían ver al agresor agazapado en la esquina de la casa de Irma o los pormenores del día en que ingresó a la vivienda con un arma de fuego y vació el cargador al aire.
El perro acompañaba a la familia desde hace nueve años. |
Hace un mes, la joven se acercó al Área de la Mujer del municipio, donde recibió contención y asistencia.
"Me habían propuesto alojarme en un hogar para mujeres. Y yo dije que no, porque con mi actual pareja estábamos pensando en conseguir una casa e irnos muy lejos. Pero no lo pudimos hacer. Este tipo me encontró antes", concluye con bronca.
En esta ocasión, el pobre perro (del que no trascendió su nombre) que acompañaba desde hace nueve años a la familia, perdió la vida, ¿en la próxima ocasión quién morirá?
No hay comentarios:
Publicar un comentario