El 17 de setiembre de 1939 el submarino alemán U-29 torpedea el portaviones británico HMS Courageous, de 22.500 toneladas de acero. El navío se hundió en menos de 15 minutos en el Océano Atlántico, arrastrando consigo numerosos cañones, tropas y aviones.
El portaaviones inglés había sido botado en 1916, llevaba 748 tripulantes y otros 450 hombres a cargo de 48 aviones en el momento que estaba patrullando las aguas de Irlanda. Cuando se trasladaba al suroeste de la isla, fue detectado por el submarino U-29 comandado por el capitán Otto Schuhart que estuvo vigilando al Courageous por casi dos 2 horas, hasta que, a las 19:30 de la tarde se posicionó en un buen punto de ataque. Varios minutos después, el Courageous detectó la presencia del U-29, pero ya era demasiado tarde para escapar.
A las 19:40, Schuhart disparó desde una distancia de tres mil metros, el primer torpedo contra el Courageous, el cual impactó en pleno centro, dañando gravemente al generador de potencia, matando a todos los tripulantes que estaban en esta zona y dejando sin electricidad al barco a la vez que este desarrolló una escora de 10° a estribor.
Posteriormente, el capitán Schuhart disparó otros 2 torpedos de los cuales uno impactó en la popa y destruyó 3 de las 5 turbinas y redujo la velocidad del barco de 31 a 23 nudos, y el otro impactó en el costado derecho de la banda de estribor, haciendo explotar un depósito de queroseno. El Courageous volcó y se hundió en menos de 15 minutos; y 518 tripulantes se hundieron con él, incluido el capitán W. T. Makeig-Jones. La escolta de dos destructores no localizó al submarino atacante por lo que este escapó indemne.
En tanto, Schuhart y sus hombres volvieron a Wilhelmshaven, Alemania y fueron recibidos como héroes. El capitán Schuhart fue condecorado con la Cruz de Hierro de 1ª Clase y la tripulación la de 2ª Clase, el 16 de Mayo de 1940.
Al momento del hundimiento del portaaviones, Otto Schuhart estaba cumpliendo su primera patrulla contra el enemigo y ya contaba en su haber tres buques cisterna británicos, el Regent Tiger (10.176 TPB), el Neptunia (798 TPB) y el British Influence (8.431 TPB).
El Courageous se convirtió en el primer buque de guerra británico -y en el primer portaaviones- en ser hundido durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial. El capitán Schuhart hundió además del HMS Courageous a otros diez barcos enemigos totalizando 62.088 toneladas.
Enterados del desastre, que fue una seria bofetada al orgullo inglés, en Londres hubo gran preocupación porque habían entrado en la guerra mundial el 3 de setiembre de ese año, ni llevaban un mes y ya habían perdido decenas de buques mercantes y el primer portaaviones. La Marina Real rápidamente ordenó el retiro de todos los portaaviones del Atlántico y esto se mantuvo por varios años porque descubrieron que no eran invencibles.
Los Aliados, que escriben la “historia oficial”, se cuidan de informar que durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes hundieron 5150 barcos aliados con un desplazamiento de 21.6 millones de toneladas. De este gran total, los U-Boats fueron responsables de 2828 barcos y 14.7 millones de toneladas, es decir el equivalente a toda la flota mercante británica en 1939 (hasta julio de 1943, las pérdidas aliadas en barcos mercantes, excedían la producción de los mismos). Adicionalmente, los submarinos alemanes hundieron 187 naves de guerra, incluyendo 6 portaaviones y 2 acorazados. Todo un record bélico.
El U-29 nunca fue hundido y acabaría desguazado en 1948.
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