La artista se presentó en Buenos Aires en el marco de su gira Latinoamericana. Se puso una camiseta argentina e hizo delirar a unos 50 mil fans en el estadio Monumental de River Plate.
Lady Gaga dio el único concierto que tenía programado en nuestro país con un gigantesco despliegue tanto arriba del escenario como abajo.
Durante una parte del show la artista cumplió con el ritual de ponerse la camiseta de nuestro país. Lo que llamó la atención de muchos concurrentes es cuando le entregaron un paquete de yerba mate, y ella, con el paquete de yerba en la mano, lo olió y pareció querer encenderlo y ¡fumárselo! Pensando que era marihuana.
Durante una parte del show la artista cumplió con el ritual de ponerse la camiseta de nuestro país. Lo que llamó la atención de muchos concurrentes es cuando le entregaron un paquete de yerba mate, y ella, con el paquete de yerba en la mano, lo olió y pareció querer encenderlo y ¡fumárselo! Pensando que era marihuana.
Las excentricidades de la embajadora de la oscuridad no son una novedad. Hace pocas semanas durante la gira por Europa sorprendió al público fumando marihuana en el escenario.
¿Qué oculta Lady Gaga?
La ultra promocionada Lady Gaga pisó por primera vez un escenario argentino el viernes 16 de noviembre a la noche, en el estadio Monumental, del barrio porteño de Núñez.
Sus miles de fans, en su mayoría adolescentes, estuvieron acampando seis días para ser los primeros en entrar.
La gira latinoamericana de la cantante, nacida en Nueva York en 1986 como Stefani Joanne Angelina Germanotta, comenzó en México, pasó por Brasil y es poco probable que haya marcadas diferencias entre una presentación y las otras.
En el primer tema, "Highway Unicorn", la diva ingresó al escenario montada en un caballo de utilería como un unicornio y caracterizada como el horrendo Alien, hizo estallar el estadio apenas sonaron los primeros compases.
Sucedió lo mismo con "Government Hooker" y, casi hacia el final, con "The Edge of Glory", sonoramente festejados y lujosamente vestido por una escenografía y algún holograma que sigue sorprendiendo al público, en razón de que estos shows tienen el sello inconfundible de Broadway.
Curiosamente y aunque los organizadores se ufanaron de haber reunido a 50.000 espectadores, el Monumental no estuvo lleno y había ostensibles blancos en los sectores de campo y en las tribunas, quizá por el alto costo de las entradas o porque el mito Lady Gaga aún no consigue lavarle el cerebro a la juventud argentina.
Eso no impidió el entusiasmo desbordado de las tribunas cuando la cantante decía "Buenosairess" o "Aryentina" o cuando sus extensas parrafadas eran ruidosamente festejadas, lo que demuestra el gran conocimiento del inglés de muchísimos espectadores.
Lady Gaga no se privó de vestirse una camiseta argentina y de colgar una bandera en la motocicleta que piloteaba, incluso se dio el lujo de acariciar sus fornicadas asentaderas con la bandera argentina mientras sus fanáticos la aplaudían en vez de silbarla por mancillar la enseña patria. Claramente la cantante satánica estaba insultando a todos los argentinos.
Lady Gaga es adicta al satanismo y en todos sus shows hay mensajes masónicos y satánicos ocultos (continuará).
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