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viernes, 22 de marzo de 2013

PINTURAS DE DINOSAURIOS EN CAVERNAS DE ARIZONA


Existen en diversas partes del mundo pinturas rupestres donde aparecen claramente dibujos de dinosaurios. Uno de esos lugares son las cuevas del cañón de Hava Supai en Arizona donde aparecen representados varios de estos animales antediluvianos.

El dinosaurio del cañón Hava Supai.
Este es un tema que pone nerviosos a los arqueólogos y paleontólogos ya que, la “Ciencia oficial y manipulada” afirma una y otra vez que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años.


Por ende, que un científico reconozca que el hombre pintó estas criaturas es reconocer que los dinosaurios no se extinguieron por decreto, tal como afirman los científicos y muchos pudieron sobreivir hasta la llegada del hombre. También implica reconocer la posibilidad que el ser humano ya existía hace 65 millones de años, con lo cual se derrumbaría la tan cacareada “teoría de la evolución”.

Cascadas del arroyo Havasu, Arizona.
Estas pinturas rupestres están en tierras de la tribu Hava Supai, que actualmente tiene unos 650 integrantes, gobernados por un Concilio Tribal, cuyos miembros son elegidos cada siete años. El centro tribal es el pueblo de Supai, Arizona, accesible solamente a pie, caballo o helicóptero.

Los Hava Supai eran cazadores y recolectores y han vivido en el lugar desde el año 1300 aproximadamente. Afirman que su nombre significa "la gente del agua azul verdosa".

La expedición Doheny tuvo que
construir esta estructura para
poder fotografiar las pinturas.
En 1776 tuvieron contacto por primera vez con el hombre blanco, los visitó un sacerdote español de apellido Garcés. Con la llegada del hombre blanco, el gobierno federal de los Estados Unidos les confinó a la reserva Havasupai en 1882. La reserva, de 518 acres (2.096 Km²) cubría apenas el diez por ciento de las tierras originales de los Havasupai. Estas condiciones les forzaron a dedicarse casi por completo a la agricultura.

Los reclamos por la devolución de sus tierras llevaron en 1975 a que el Congreso de los Estados Unidos les asigne 185.000 acres (750.000 Km²). Las tierras actuales de la reserva tienen 715.225 Km² al oeste del Condado de Coconino, el más grande del estado de Arizona.

En la actualidad, el turismo ha pasado a ser una importante fuente de ingresos de la tribu. Los entusiastas del excursionismo han dirigido su atención al arroyo Havasu y sus bellas cascadas. Una vez al año la tribu realiza su fiesta principal.

Las pinturas de dinosaurios
Entre octubre y noviembre de 1924, el Dr. Charles W. Gilmore curador del Museo Nacional de los Estados Unidos, integrante de la expedición arqueológica financiada por el millonario Edward Laurence Doheny (1856-1935), exploró el norte de Arizona, donde está el cañón de los Hava Supai. Investigando una pared de piedra de difícil acceso encontró pintado en la roca lo que se conoce como un Edmontosaurio, un dinosaurio de América del Norte.

El pictograma del dinosaurio en
la pared de roca donde lo halló
la expedición Doheny.
El animal estaba de pie como apoyado en la cola, la pintura estaba cubierta por el barniz del desierto, que le daba una tonalidad oscura aportada por millones de años de exposición.

El Dr. Samuel Hubbard, curador de arqueología para el Museo de Historia Natural de Oakland (California), integrante de la misma expedición Doheny, también percibió que este pictograma estaba acompañado de figuras humanas y fauna local conocida, incluyendo cabras, caballos, un mamut, ciervos y aves. 

De acuerdo a la conclusión de Hubbard, la bestia está preparada para comerse a un humano. “Considerándolo todo, las proporciones están bien… El dinosaurio es descrito en la actitud en la que sería más probable que un hombre lo vea: erguido en sus patas traseras, balanceándose con la larga cola, ya sea alimentándose o en posición de pelea, posiblemente defendiéndose de una partida de hombres”, escribió.

Pictograma ampliado.
Por supuesto, esta pictografía que se encuentra en unos acantilados de piedra rojiza es tan evidente como negada por los científicos que afirman “lo que se observa representa la cabeza y el cuello de un ave estilizada”.

Este descubrimiento trascendental (a unos 88 kilómetros y medio del Gran Cañón del Colorado) reveló la coexistencia del hombre y los dinosaurios. Si el hombre apareció hace 4 millones de años, en ese tiempo se encontró con dinosaurios o bien el ser humano apareció como mínimo hace 65 millones de años cuando se estaban extinguiendo estos grandes reptiles.

Tal vez se intentó
representar
un diplodocus.
Si aceptamos que la pictografía en cuestión representa un dinosaurio, tendremos necesariamente que aceptar una de estas dos conclusiones: o el hombre ya estaba sobre la tierra en el período triásico, esto es, millones de años antes de lo que hasta ahora se ha creído, o hubo dinosaurios mucho tiempo después de la fecha en que científicamente fueron ya considerados como extintos. En este caso, pudieron haber sobrevivido diplodocus, dinosaurios que medían 25 metros de la cabeza a la cola.

Lo interesante es que estos dibujos de dinosaurios pintados por humanos que habitaron en el cañón de Hava Supai no son los únicos que existen. 

Están catalogados en varios lugares de los Estados Unidos y en el resto del mundo una docena de sitios donde aparecen dinosaurios grabados en petroglifos. Por supuesto, ningún científico quiere estudiarlos no sea que tengan que reescribir toda la historia de la humanidad.

Por Alberto Seoane

Video de las costumbres de los Havasupai:

Havasupai Peach Festival



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