La sonda Cassini lanzada en 1997 captó con detalle la extraña
estructura, hexagonal del tamaño de cuatro Tierras.
Foto del hexágono de Saturno captada en 2013. |
La cámara gran angular de la sonda Cassini de la NASA ha capturado en el inicio de 2013 una nueva imagen de una de las estructuras
más misteriosas del Sistema Solar, el gigantesco hexágono de la atmósfera
del polo norte de Saturno, cuyo origen aún no ha sido esclarecido del todo
por los científicos. De 25.000 km de longitud
-en su interior caben cuatro Tierras-, el
fenómeno pudo ser fotografiado por la nave cuando estaba situada a 649.000
kilómetros del planeta aprovechando la llegada de la primavera en el gigante
anillado, que ilumina la zona con luz solar y la rescata de la penumbra de
un larguísimo invierno.
El extraño fenómeno fue descubierto hace tres décadas,
cuando las sondas Voyager pasaban
cerca de Saturno. La misteriosa forma
hexagonal sorprendió a los científicos, que fueron incapaces de esclarecer qué
era. Además, las naves no tuvieron mucho tiempo para poder obtener buenas
imágenes. Hubo que esperar hasta el año 2009, en un sobrevuelo de la Cassini-Huygens, que explora Júpiter y Saturno desde 2004, para observar el hexágono con
detalle.
Extremadamente
longevo
Los investigadores creen que la estructura se ha
formado por una fuerte corriente que hace que las nubes adopten ese curiosísimo
patrón regular de círculos concéntricos, espirales, figuras serpenteantes.
El misterioso hexágono tiene 25.000 kilómetros de longitud, el diámetro de cuatro Tierras. |
Además de sus extrañas formas, la
estructura sorprende por su longevidad, especialmente si se tiene en cuenta que
los fenómenos meteorológicos en la Tierra no duran más que algunas semanas.
El enigmático hexágono tiene un diámetro gigantesco de cuatro veces el de nuestro planeta,
el doble de lo que se creía hace unos
años, y la fuerte corriente que lo sostiene se cree que circula en su interior
a unos cien metros por segundo.
Esta misión acabará el 15 de septiembre de 2017, cuando mediante un impacto controlado, la sonda se estrellará contra la superficie de Saturno.
Esta misión acabará el 15 de septiembre de 2017, cuando mediante un impacto controlado, la sonda se estrellará contra la superficie de Saturno.
Noticias del extraño hexágono cuando la sonda Cassini pasó en diciembre de 2009
Hace casi tres décadas,
cuando las sondas Voyager pasaron
cerca de Saturno, sus cámaras captaron por primera vez un extraño fenómeno en
el polo norte del gigante anillado.
Existe una
enorme y misteriosa forma hexagonal dentro de la atmósfera del planeta, cuyo
origen los científicos no alcanzaron a comprender. El ángulo de las Voyager no era el adecuado para obtener
buenas imágenes, y además la zona quedó casi enseguida envuelta en la penumbra,
ya que la primavera en el polo norte de Saturno es muy corta y tras un breve
periodo de luz solar, llega un oscuro invierno que dura casi treinta años.
La sonda Cassini es un proyecto conjunto de la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea) y la ASI (Agencia Espacial Italiana). |
Las nuevas imágenes del gran hexágono muestran
detalles y formas que la misión Voyager,
y los telescopios con base en tierra, no pudieron captar. Círculos concéntricos, espirales y florituras de varias formas, altos
muros y figuras serpenteantes que hasta ahora no habían sido vistas.
Lo que sí coincide con lo que pudo ver la Voyager en los años 80 es la
localización del hexágono. Y el hecho mismo de que sea tan constante y duradero
no ha hecho más que añadir, si cabe, más intriga a la que ya de por sí tenían
los investigadores. ¿Qué fuerza natural,
se preguntan, es capaz de mantener una forma hexagonal regular en el mismo
sitio y durante tanto tiempo?
Los científicos calculan que el hexágono tiene un
diámetro realmente enorme, más de dos veces el de la Tierra, y la fuerte
corriente que lo sostiene se cree que circula en su interior a unos cien metros por segundo, es decir, a más de
350 km. por hora.
Fotos del año 2009 del polo norte de Saturno donde se observa un gigantesco hexágono |
¿Cómo obtiene y cómo expulsa su energía? ¿Cómo ha
podido permanecer casi inalterado durante tanto tiempo? Preguntas que esperan
responder fijándose especialmente en una
especie de «ondas» que parecen salir de cada uno de los ángulos del hexágono,
donde las corrientes parecen girar más bruscamente, y también en las
gigantescas paredes de nubes que, elevándose en vertical en línea con cada una
de las caras del hexágono, dan al conjunto su curiosa y antinatural forma.
Los investigadores también están especialmente
intrigados por una gran mancha negra que
aparece en diferentes posiciones en las varias fotografías (aunque siempre
dentro del hexágono) y cuyo origen y función desconocen por completo.
«Ahora que podemos verlo con detalle -asegura Kevin Baines, especialista en
atmósferas del Jet Propulsion Laboratory, de la NASA- podemos empezar a
intentar responder algunas de las preguntas sobre una de las cosas más extrañas que nunca se han visto en el Sistema
Solar. Resolver estas cuestiones nos ayudará a comprender patrones
climáticos básicos que aún no tenemos claros ni siquiera en nuestro propio
planeta».
En 2006 también se captaron
imágenes del gran hexágono
En
Noviembre de 2006, la misión espacial Cassini-Huygens, tras casi 10 años
de viaje, estuvo suficientemente cerca de Saturno como para captar imágenes infrarrojas de sus polos. El
resultado fueron imágenes de una geometría inesperada: Al acercarse al polo
norte del planeta, las nubes de la atmósfera exterior trazan un hexágono que gira sobre su propio eje en
sincronía con el planeta. El fenómeno ya había sido identificado por la Voyager
1, en 1980, pero hasta el 2006 se confirmó como algo persistente.
El misterioso hexágono de Saturno fotografiado en el año 2006. |
La Sonda Cassini
también captó ondas de radio provenientes del planeta que podrían ser, en opinión
del Dr. John Reid, las responsables de la formación hexagonal en el polo norte
de Saturno.
Los
científicos de la NASA, no creen que ambos fenómenos estén relacionados, aunque
hasta ahora no hay otras teorías que expliquen la presencia del hexágono. Y
dado que el polo norte del planeta está a oscuras durante los 29 años que dura
su invierno, el misterio sigue sin
resolver poniendo nerviosos a los científicos y sus primitivos cerebros.
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