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martes, 8 de julio de 2014

FUMIGADOR DENUNCIA QUE 19 COMPAÑEROS MURIERON ANTES DE LOS 50 AÑOS POR LOS AGROTÓXICOS QUE UTILIZARON

Reynold Rogers Iragüen, un piloto aeronáutico retirado que se desempeñó como aeroaplicador, asegura que es un sobreviviente con respecto a los demás. "El grado de incorporación de elementos tóxicos fue tan alto que era indudable que no habían podido tolerar la dosis que incorporaron. Esta fue una conclusión de los médicos", manifestó.

De 28 aeroplicadores, 19 murieron antes
de los 50 años.
La agrupación Humbertinos por la Vida, una organización de vecinos autoconvocados de Humberto Primo, departamento Castellanos, provincia de Santa Fe, adherida a la multisectorial Paren de Fumigarnos, difundió a través de las redes sociales una entrevista realizada a Reynold Rogers Iragüen, un piloto aeronáutico retirado que se desempeñó como aeroaplicador, quien denunció los efectos de los agrotóxicos que utilizó durante nueve años. "Tuve las pruebas a la vista de la toxicidad de los agroquímicos", afirmó el piloto.

El fumigador Reynold Rogers Iragüen.
Según publica hoy el diario La Capital, de Rosario, el ex piloto aseguró que, de 28 integrantes de su promoción, 19 fallecieron antes de los 50 años por problemas relacionados a la toxicidad de los productos que utilizaron durante su carrera profesional.

"Pasé por todas las etapas, desde un planeador hasta un Boeing 747-400", indicó Iragüen, para luego narrar que en marco de alcanzar la meta de ser piloto de aerolíneas comerciales voló, durante nueve años, como piloto aeroaplicador. "Fue por razones casi ajenas a mi profesión. Me interesaba solamente tener un gran entrenamiento y acumular horas de vuelo porque mi idea era llegar a ser piloto profesional de línea aérea".

"Tenía restos de clorados y fosforados
en sangre", denunció el ex piloto.
El aeroaplicador es la persona que vuela un avión específico para hacer aspersiones o fumigaciones con agrotóxicos en los campos y actividades como ataques contra incendios, entre otras. "Me instruyeron muy bien respecto del peligro y la toxicidad de todos los elementos agroquímicos que se usaban. Esto hizo que yo pudiera tomar las precauciones debidas en el momento oportuno. Como mi idea era volar profesionalmente, sabía que no me podía dar el lujo de intoxicarme. Por lo tanto me cuidé en demasía con respecto a mis colegas. Me enseñaron cómo cuidarme y cómo protegerme respecto de la vestimenta, entre otras previsiones", señaló Iragüen.

Contaminado de por vida
En ese marco señaló que "cuando ingresé a Aerolíneas Argentinas como piloto me hicieron análisis y de allí surgió que tenía restos de clorados y fosforados en sangre. Estoy contaminado por el resto de mi vida, solamente que en una proporción que mi físico me permite tolerarlo correctamente".

"Los agroquímicos afectan en forma indirecta 
y lenta. No se van" dijo el aeroplicador.
"El problema es que, salvo que se pasen con la dosis o que tenga una incorporación directa al organismo, los agroquímicos afectan en forma indirecta y lenta. No se van", reparó el ex piloto.

"Fui consciente y tuve las pruebas a la vista sobre la peligrosidad de los elementos que se utilizan. En mi camada éramos alrededor de 28 aeroaplicadores. Por problemas de toxicidad murieron 19 de ellos, casi todos antes de los 50 años", relató.

Rogers Iragüen estuvo fumigando
agrotóxicos durante 9 años.
Iragüen, que actualmente tiene 67 años y ya no practica actividades aéreas analiza la situación y asegura que es un sobreviviente con respecto a los demás. "El grado de incorporación de elementos tóxicos fue tan alto que era indudable que no habían podido tolerar la dosis que incorporaron. Esta fue una conclusión de los médicos", manifestó, e indicó que "ellos me dijeron que estaba contaminado y me explicaron lo peligroso que era no haber sabido defenderse y equiparse para evitar problemas".

"Estoy contaminado por el resto de mi vida",
afirmó Rogers Iragüen.
"La intoxicación es muy lenta, —continuó— no es algo violento. Aunque hubo un caso, el aplicador Mario Ferraro, que se quedó ciego arriba del avión. Era tan alto el índice de intoxicación que tenía que, como ataca el sistema nervioso central, quedó ciego en pleno vuelo. Imaginen lo que duró", relató.

En todo el país los habitantes de zonas
rurales se están rebelando contra las
fumigaciones indiscriminadas
sobre las poblaciones.
También contó otro caso de un compañero que "estaba en la casa, tomando la leche antes de salir a trabajar y quedó duro y asfixiado frente a su cuñado. Su familiar notó que estaba intoxicado, le hizo respiración, lo trasladó hasta un hospital y lo salvaron".

"Otro tuvo un cáncer terminal. En tres meses murió. No puedo hablar científicamente, pero sí puedo dar ejemplos de lo que veo, comentó, y aseguró que el extremo cuidado durante su actividad le permitió ahora ser un sobreviviente.

Proyecto de Ley de Agroquímicos
Existe en la provincia de Santa Fe un proyecto de ley de agroquímicos que presentó el diputado José María Tessa.

El proyecto de Ley de agroquímicos
ya tiene cuatro votos a favor.
El proyecto ya recibió cuatro votos contra tres, logrando la aprobación para ingresar al plenario de la Cámara de Diputados santafesina. La iniciativa prohíbe las fumigaciones aéreas, aleja a 800 y mil metros las terrestres de zonas pobladas y escuelas, ratifica la prohibición de fumigar banquinas, responsabiliza a las empresas por el destino de los envases y promueve la producción de alimento sano.

"La prudencia de quienes soportamos la inédita epidemia de cáncer, tiroidismo, Parkinson, autismo, infertilidad masculina, celiaquía, afecciones cutáneas o respiratorias, entre tantas, científicamente asociadas a la barbarie fumigadora que se desató contra nuestra población y nuestro medio ambiente, obedece a la constatación de que existen todavía legisladores que no colocan a la salud y la vida por encima de cualquier otro interés", remarcaron.

Distintos tipos de fumigaciones de agrotóxicos.
En ese sentido, valoraron el compromiso del diputado Tessa y de sus pares Eduardo Toniolli, Jorge Abello, Darío Vega y Oscar Daniele, "quienes se mantuvieron inmunes al canto de sirena del poderoso lobby corporativo, asiduo visitante de despachos públicos, exhortamos a quienes persisten en promediar salud con un dudoso balance económico a que recorran las poblaciones, especialmente sus zonas periféricas, sus centros asistenciales y de atención oncológica, a entrevistar a médicos y docentes de escuelas rurales, a mirar con atención a su propio entorno social y familiar ya que nadie se encuentra a salvo. Encontrarán allí razones suficientes para reflexionar y sumarse".

Cada vez más agrotóxicos
Al respecto, vale aclarar que los agrotóxicos clorados como el Endosulfán, que está prohibido en Argentina desde julio de 2013 fueron rociados en todos los campos por más de 16 años, desde 1996. Los pesticidas fosforados como el Paratión están prohibidos en la Argentina pero en muchos campos se siguen utilizando.

El glifosato es el herbicida más utilizado.
La Red de Médicos de Pueblos fumigados informa que los “productos” que se utilizan en la Argentina son todos venenos: los herbicidas, como glifosato, 2.4D o atrazina, están destinados a matar plantas, y los orientados a matar insectos como endosulfán, clorpirifós, dimetoato, etc. tienen efectos deletéreos sobre la salud humana.

La utilización de estos agrotóxicos viene aumentando exponencialmente desde el año 1990: en ese momento se usaban 30 millones de litros de venenos, en el año 2007 se aplicaron cerca de 270 millones de litros, en 2012 se aplicaron más de 335 millones de litros de plaguicidas. En la misma hectárea donde se usaban 2 ó 3 litros de glifosato, hoy se usan 8 ó 12 litros y se le agrega 1,5 litros de 2.4D por año, en zonas de Santiago del Estero y Chaco se usa hasta 20 litros/ha. de Round Up o glifosato.

Evolución de los agrotóxicos en la Argentina
desde 1990 hasta 2013.
Brasil es el primer consumidor mundial de agrotóxicos, tiene una demanda de 850 millones de kg/l por año, seguido por Estados Unidos y la Argentina donde el glifosato es el agrotóxico más utilizado en el país,  concentra el 64% del total de las ventas. En el último período este rubro alcanzó una facturación de 2.381 millones de dólares.

Efectos de los agrotóxicos en el cuerpo humano.
Los pueblos fumigados también presentan un cambio en sus causas de muerte. Según los datos de los registros civiles a los que los médicos han podido acceder, encontramos que más del 30% de las personas que mueren en estos pueblos fallecen por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor a 20%. La mortalidad por cáncer aumentó claramente en estas áreas, siendo éste un fenómeno nuevo, detectado por La Red de Médicos de Pueblos fumigados desde el año 2000 y no verificado antes. Curiosamente, la fecha coincide con la expansión del consumo de glifosato y otros agroquímicos que son masivamente aplicados en la zona de soja, maíz y algodón transgénicos donde viven más de 12 millones de personas. 

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