GREENPEACE DAÑA GRAVEMENTE LAS LÍNEAS DE NAZCA

Activistas de esta organización entraron a la zona de la Líneas de Nazca que está prohibido incluso para el presidente sin previa autorización. Solo caminar ya es perjudicial para el trazado y dañaron el Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Los activistas de Greenpeace en el lugar
arqueológico sin ninguna autorización.

Las autoridades peruanas presentarán cargos judiciales contra Greenpeace por "afectar gravemente" las Líneas de Nazca, declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, al colocar en ellas un mensaje sobre el cambio climático.

La foto demuestra como los integrantes de
Greenpeace pisotean las líneas sin usar
calzado especial.

"El Ministerio de Cultura expresa de manera enfática su indignación por los hechos ocurridos en la zona colindante al Colibrí en las Líneas de Nazca (…) Luego de la ilegal, inconsultada y premeditada acción del grupo ambientalista, se ha producido una grave afectación del área", afirmó en un comunicado el ministerio peruano citado por Associated Press. 

El daño que provocó esta organización
internacional es irreparable. Hacer clic en la
imagen para ampliarla.

"Es una verdadera bofetada a todo lo que los peruanos consideramos como sagrado", indicó Jaime Castillo, viceministro de Cultura, quien además mencionó que el incidente ya ha sido denunciado ante la Fiscalía y se "ha solicitado el impedimento de salida del país de los responsables".

Los miembros de Greenpeace caminando de noche
sobre las líneas, todo indica que no existió la más
mínima precaución. Si el trazado no se ve de día
a nivel del suelo, menos se detecta de noche.

El ingreso de los activistas de Greenpeace se realizó el lunes 8 de diciembre, cuando junto a la figura del colibrí desplegaron telas con un mensaje para tomar conciencia sobre el cambio climático. Colocaron grandes letras amarillas de tela que afirmaban: "Tiempo para el cambio: el futuro es renovable". Sin embargo, en esa zona "está estrictamente prohibido cualquier tipo de intervención, dada la fragilidad que rodea las figuras", que datan del siglo I y VII d.C., agregó el comunicado.

Los miembros de la entidad "ecologista"
pisoteando las Líneas de Nazca, demostrando
el desprecio por el patrimonio arqueológico.

"Ni siquiera el presidente y los ministros del país pueden ingresar a la zona sin autorización, y los que sí tienen permiso deben usar zapatos especiales para no dañar este espacio que es absolutamente frágil", señalaron los representantes del ministerio. 

Greenpeace suele irritar a gobiernos y compañías que considera infringen las leyes ambientales. Lo curioso es que ahora Greenpeace fue el infractor de leyes que protegen las Líneas de Nazca.

En el fondo, el argentino Mauro Fernández,
autor del daño al Patrimonio de la Humanidad
junto a chilenos, brasileños, españoles, 
italianos, alemanes y austriacos en la 
llanura de Nazca sin tener permiso alguno.

Además de arruinar el lugar, los activistas de Greenpeace colocaron un mensaje en inglés (sabiendo que en Perú se habla español y quechua) que promovía la energía limpia pisoteando a la afamada figura de un colibrí formado por piedras negras sobre fondo blanco.

Hay varios argentinos involucrados, entre ellos un tal Mauro Fernández, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace. Otros integrantes de la organización que pisotearon el lugar sin autorización y sin utilizar calzado especial son de Brasil, Chile, España, Italia, Alemania y Austria.

Obsérvese el daño irremediable que provocaron
los integrantes de Greenpeace. Crearon un 
sendero y dañaron el pico y el ala. Foto 
tomada por el capitán Juan Carlos Ruiz 
después de la incursión de Greenpeace.

El gobierno peruano buscará impedir que los responsables salgan del país y les pedirá a los fiscales que interpongan cargos por "atentado contra monumentos arqueológicos", un delito que se castiga hasta con seis años de cárcel.

La Asociación María Reiche, que toma su nombre de la arqueóloga alemana que dedicó su vida a investigar los trazados precolombinos y cuya misión es proteger y conservar las líneas y geoglifos, publicó hoy una fotografía aérea en redes sociales donde denuncia daños y huellas dejadas al costado de la figura del colibrí.

Daño visible ocasionado al colibrí por 
Greenpeace. Véase antes y después del 8 de 
diciembre de 2014.

Esta asociación publicó la foto aérea tomada por el capitán Juan Carlos Ruiz luego de la actividad de Greenpeace y comentó que las Líneas de Nazca están en un área restringida donde no se permite la entrada, sin una razón. “La figura del Colibrí está a casi 1 km de la carretera más cercana junto con otras miles de líneas entrecruzadas hasta llegar a esa área. ¿Pueden asegurar que no ocurrió ningún daño, considerando que llegaron al lugar cuando todavía estaba oscuro?”, se preguntaron.

Los activistas de Greenpeace caminando
sobre las Líneas de Nazca, alumbrándose
con linternas.

Por su parte, Hernán Hurtado del Colectivo Defensa del Patrimonio, comenta en el blog Qollur Arqueología que “Greenpeace debe ser nombrada institución non grata”.

No es nada coherente que para pedir que dejemos de alterar el clima en el mundo, destruyan parte del patrimonio que no solo corresponde a Perú sino a toda la humanidad. Los responsables tienen que recibir los 6 años de cárcel con que está penado el daño al patrimonio arqueológico.

A raíz de este atropello al Patrimonio de la Humanidad, miles de personas se están borrando en todo el mundo como socios de Greenpeace. Las renuncias están acompañadas de insultos y pedidos de prisión para los responsables y que se los identifique con nombre y apellido.

La mejor prueba del delito cometido en Nazca
son las propias fotos de Greenpeace.

Afirman que el castigo debe ser ejemplar porque la intangibilidad es algo políticamente más delicado que sus huellas, es haber sido los primeros en dejarlas, abriéndole las puertas a todas las demás organizaciones a utilizar el mismo sitio para sus reclamos si no se mete en la cárcel a los inútiles e imbéciles que estuvieron en Nazca. Es como si una ONG cualquiera utilizando pintura biodegradable escribiera una leyenda “ecologista” en las cuevas de Altamira o en el glaciar Perito Moreno con el argumento de que luego se borraría solo, al poco tiempo otras organizaciones van a imitarlos si no se aplica todo el peso de la ley.

Greenpeace en tanto, decidió proteger a los culpables de este delito.