Sólo 50.000 tendrían un diagnóstico acertado.
Son patologías poco frecuentes, cuya prevalencia es inferior a un paciente cada
2.000 habitantes.
Cada 28 de
febrero se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Raras, el
cual surgió con el objetivo de sensibilizar y enterar a la sociedad,
instituciones nacionales e internacionales sobre estos padecimientos, así como
concientizar sobre la situación especial que viven los afectados en todo el
mundo.
Según la OMS, más de 250 millones de personas en el mundo padecen enfermedades raras. |
Las
llaman EPOF o enfermedades poco frecuentes para referirse a un enorme número de
enfermedades que revisten diverso nivel de gravedad, llamadas raras, huérfanas
o poco frecuentes y que son padecidas por más de 3 millones de argentinos,
de los cuarenta que tiene el país, de los cuales sólo el 2,5 por ciento cuenta con un diagnóstico acertado.
Según
algunos médicos, las EPOF no tienen
límites definidos, se calcula que agrupan entre
6.000 y 9.000 patologías. Se define como rara a una enfermedad
de baja incidencia, cuya prevalencia es inferior
a una persona cada 2.000 habitantes. En su mayoría son de origen genético,
crónicas, degenerativas y pueden llegar a producir algún tipo de discapacidad.
Una gran cantidad de ellas son graves y los pacientes que las sufren corren
serio riego de vida si no acceden a un diagnóstico temprano. Acondroplasia, enfermedad de Crohn, de
Huntington, de Pompe, de Stargardt, espina bífida, hidrocefalia y talasemia
son sólo algunas de las representadas por la Federación
Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes (FADEPOF).
“Llegar
al consultorio con un síntoma puntual y que los médicos puedan tardar años en diagnosticar la enfermedad ocurre
más seguido de lo que se cree”, afirma al diario Clarín Pablo Young, médico
clínico del Hospital Británico de Buenos Aires y miembro de FADEPOF. Si bien no
hay cifras oficiales, en base a cálculos extrapolados de informes de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que entre el 6 y el 8 por
ciento de la población nacional padece alguna enfermedad rara, o sea, unos 3,2 millones de argentinos. Sin
embargo, se estima que sólo unos 50.000 tienen un diagnóstico
acertado, una proporción ínfima del total de afectados.
La FADEPOF calcula que 3,2 millones de argentinos padecen enfermedades raras y solo 50 mil están bien diagnosticados. |
Hay
pacientes que deambulan durante “varias décadas” por consultorios en
busca de un nombre y una solución a la afección que los aqueja, señaló Ricardo Reisin, jefe del área de
enfermedades neuromusculares del Británico y presidente del V Congreso de
Enfermedades Lisosomales, que se lleva a cabo en Buenos Aires. La demora en la
identificación de las afecciones se debe en gran parte a que de las entre 6.000
y 9.000 EPOF conocidas, sólo 1.300 fueron investigadas.
“Este tiempo perdido a veces se traduce en daños irrecuperables para
el enfermo”, añadió Hernán Amartino,
jefe del servicio de Neurología Infantil del Hospital Universitario
Austral.
Los síntomas de las enfermedades raras pueden empezar a registrarse a cualquier edad. El problema es que muchas veces se confunden con los de patologías ya conocidas (“rara vez tienen signos específicos”, comentó Amartino). El médico comienza a sospechar cuando se suman indicios que aparentemente no estarían relacionados entre sí o cuando el paciente no responde a los tratamientos. Según el especialista del hospital Austral, al problema con la formación general de los médicos para detectar este tipo de enfermedades en forma temprana se le suma que, una vez diagnosticadas, los pacientes no siempre son atendidos por especialistas en centros de referencia. “Muchas veces no se logra la derivación por falta de comunicación o información, por problemas de cobertura o simplemente por soberbia médica. Necesitamos más profesionales vocacionalmente comprometidos con estas enfermedades”, subrayó.
Los síntomas de las enfermedades raras pueden empezar a registrarse a cualquier edad. El problema es que muchas veces se confunden con los de patologías ya conocidas (“rara vez tienen signos específicos”, comentó Amartino). El médico comienza a sospechar cuando se suman indicios que aparentemente no estarían relacionados entre sí o cuando el paciente no responde a los tratamientos. Según el especialista del hospital Austral, al problema con la formación general de los médicos para detectar este tipo de enfermedades en forma temprana se le suma que, una vez diagnosticadas, los pacientes no siempre son atendidos por especialistas en centros de referencia. “Muchas veces no se logra la derivación por falta de comunicación o información, por problemas de cobertura o simplemente por soberbia médica. Necesitamos más profesionales vocacionalmente comprometidos con estas enfermedades”, subrayó.
“Hay que
entrenar a los médicos para que las detecten precozmente”,
indicó en la misma línea Reisin, que es también miembro de la Asociación de
Estudios y Difusión de las Enfermedades Lisosomales (AADELFA), que
son un subgrupo entre las poco frecuentes. “A los pacientes hay explicarles que
se están creando centros de referencia en todos los países. Argentina tiene
varios (tanto en hospitales públicos como privados). Está el recurso para
evaluarlos y, si está indicado, tratarlos. Por lo que creo que el tema de la
difusión y la identificación precoz es la clave para mejorar”.
En el
marco del Día mundial de las patologías
raras, que se celebra hoy, las asociaciones que nuclean a pacientes y
especialistas realizan campañas para promover la inclusión de los enfermos y la
concientización de la población. Además, las entidades reclaman
que se reglamente en la Argentina la ley 26.689, promulgada en
julio de 2011, y que promueve el cuidado integral de las personas con EPOF. “Es
preciso una adecuada reglamentación que dé respuestas concretas y la creación
de programas que abarquen la problemática desde una perspectiva sanitaria como
social y científica”, concluyó Luciana
Escati Peñaloza, presidenta de la Fundación Más Vida de Crohn & Colitis
Ulcerosa, que reúne a pacientes de una de las tantas patologías poco frecuentes
que afectan a millones en el mundo.
Más de 28 millones personas en Europa padecen patologías extrañas. |
Se estima que más de 250 millones de personas en el mundo
padecen de enfermedades raras. Cabe mencionar que más de 28 millones de personas en Europa han sido diagnosticadas
con algunas de estas enfermedades raras, lo que indica que este
continente es uno de los más afectados en el mundo. Muchos sospechan que gran cantidad de estas enfermedades extrañas son inyectadas en las personas escondidas en las vacunaciones anuales.
Es un derecho de los pacientes ser bien diagnosticados
y la oscuridad diagnóstica o la falta de mejoría dentro de un cuadro clínico
deben alertar al paciente y familiares. Las
enfermedades raras no son enfermedades rentables para las grandes compañías
farmacéuticas y por ello, en la mayoría de ocasiones no se estudian e
investigan como debieran, pesa más el beneficio económico que la vida de
una persona. Los esfuerzos económicos para lograr un tratamiento para una
extraña enfermedad no se amortizan como sucede en las enfermedades más comunes.
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