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miércoles, 17 de octubre de 2012

INDEMNIZAN A UNA MUJER QUE TIENE GRAVES SECUELAS DE SALUD POR UNA VACUNA OBLIGATORIA

A los 21 años, la obligaron a vacunarse contra la rubeola y el sarampión, aunque no pensaba tener más hijos. Sufrió encefalitis y desde entonces debe movilizarse con ayuda permanente porque la vacuna le provocó una incapacidad permanente del 80%.

María Alejandra Toloza fue vacunada en octubre de 2006 en el hospital de Las Parejas, en la provincia de Santa Fe. Quedó con secuelas neurológicas graves y debe ser ayudada permanentemente para todo movimiento.

La Justicia rosarina dictó una fuerte condena económica contra la provincia de Santa Fe que deberá pagarle más de 5.000.000 de pesos a una joven que tras ser vacunada contra la rubeola y el sarampión padeció una gravísima enfermedad y desde entonces se encuentra con una incapacidad casi total.

Quedó discapacitada por una vacuna y
ahora la provincia deberá pagarle
5 millones de pesos.
Cuando tenía 21 años, fue notificada que en forma obligatoria debía someterse a la vacunación, a pesar que no pensaba tener más hijos. El 10 de octubre del 2006 fue vacunada en el hospital Samco de Las Parejas y como consecuencia sufrió una encefalitis con compromiso del tronco cerebral.

En la normativa de la campaña nacional de vacunación se detallaban los eventuales efectos adversos de la vacuna contra la rubeola y el sarampión. El director del hospital Samco de Las Parejas comunicó al Ministerio de Salud de Santa Fe lo que había ocurrido con esta joven.

Las pericias médicas establecieron que la mujer tiene secuelas neurológicas graves y debe ser ayudada en forma permanente para todo tipo de movimientos.
 
En la resolución, el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 6 integrado por los jueces Mónica Klebcar, Horacio Allende Rubino y Delia Giles, sostiene que “este caso es la prueba viviente de que el Estado con su actividad lícita e irrenunciable puede producir daños, aunque ignorando a quien”.

La vacuna le provocó a
María Alejandra Toloza
una incapacidad del
80 por ciento.
Se agrega que "el buen estado de salud general previo a la vacunación y los estudios médicos posteriores realizados, que descartaron otra posible causa diferente de la vacuna, podemos razonablemente concluir en que la vacuna fue la causa adecuada de las secuelas neurológicas que actualmente padece”.

Tampoco se comprobó que la vacuna que le aplicaron a la joven Toloza haya sufrido algún tipo de adulteración, ya que se verificó que cumplía con todos los protocolos de seguridad y los análisis que se realizaron dieron resultados “satisfactorios”.
 
El tribunal condenó a la provincia de Santa Fe a pagarle a esta joven 3.786.000 pesos en concepto de capital, cifra que con los intereses supera los 5.000.000 de pesos.

Ahora, nos preguntamos, si la vacuna fue elaborada por un laboratorio farmacéutico ¿por qué el tribunal no condenó también al laboratorio fabricante a pagarle una indemnización a esa mujer?

Hoy, en pleno siglo XXI sabemos que existe mucha gente que es afectada por las vacunas pero no lo saben. Las vacunas están llenas de venenos como el mercurio y el aluminio, que producen autismo y enfermedades auto-inmunes.

Lo justo en este fallo judicial hubiera sido que el estado deba resarcir el daño y además el laboratorio que hizo la vacuna ya que si tenía contraindicaciones debe pagar también por esa mala praxis, para que el laboratorio extreme los cuidados y elabore productos no tóxicos para los seres vivos.

Se ha calculado que solo se
denuncian el 1% de las
reacciones adversas
de las vacunas.
María Alejandra, ha quedado con todo el sistema nervioso central dañado hasta el extremo de no poder ni alimentarse ni vestirse sola, confinada a una silla de ruedas, con enormes dificultades para expresarse, con constante medicación para disminuir convulsiones frecuentes, y sin chances de mejorar. ¿Cuántas víctimas como esta mujer hay en la Argentina producto de las vacunas y que no se han atrevido a denunciar esta aberración científica?

Se ha calculado que sólo se declaran un 1% de las reacciones adversas de las vacunas. Cuando suceden síntomas postvacunatorios más o menos graves en las semanas posteriores a la vacunación, normalmente el personal sanitario niega o ignora la relación causa y efecto con la vacuna y lo atribuye a simple coincidencia. Por ello, muchos de los efectos secundarios no se incluyen ni en los registros médicos ni en los estudios estadísticos. Tampoco se han estudiado oficialmente los efectos secundarios a medio plazo porque se dan por supuesto que no existen.

Según revistas de prestigio (Lancet, Pediatrics) las reacciones postvacunales severas oscilan entre 1 de cada 100.000-300.000 dosis pero la Liga Francesa para la Libertad de Vacunaciones habla de 1 cada 20.000 dosis.

Revelando lo que nos ocultan sobre las vacunas
En los Estados Unidos son tantas las personas que quedan discapacitadas luego de vacunarse que, para salvar a los laboratorios farmacéuticos que las producen se creó el Programa Nacional de Indemnización de Daños Derivados de Vacunas. Que está a cargo de la Agencia Administrativa Dpto. de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. El Programa nacional de indemnización de daños derivados de vacunas (VICP, por sus siglas en inglés) es un sistema federal "sin determinación de culpa", diseñado para compensar a los individuos o a familiares de los mismos, que hayan sufrido daños por vacunas administradas en la infancia, ya sea en el sector privado o público. Este programa cubre todas las vacunas recomendadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades para su administración rutinaria en niños. Las vacunas actualmente cubiertas incluyen: difteria, tétano, tos convulsa (DTP, DTaP, DT, TT ó Td), sarampión, paperas, rubéola (MMR o alguno de sus componentes), polio (OPV ó IPV), hepatitis B, haemophilus influenza tipo b (Hib), varicela, rotavirus y neumocócica conjugada.

Para calificar para este programa de beneficios, usted o un miembro de su familia/hogar debe padecer una lesión o enfermedad provocada por una vacuna.

En la Argentina, María Alejandra Toloza fue obligada a vacunarse contra el sarampión y la rubeola, quedando discapacitada en un 80% curiosamente, en los Estados Unidos, en el año 1986 se dio una epidemia de sarampión, donde el 85 % de los casos estaban vacunados, presentándose en su mayoría en forma atípica.  Y la pregunta es ¿realmente las vacunas protegen? o ¿lo que realmente previene enfermedades es un estilo de vida sano?

Virus del sarampión.
Nos han metido miedo acerca del sarampión, cuando en realidad la exposición de la población a la enfermedad natural comporta menos riesgo de complicaciones que la vacuna. El sarampión es una enfermedad benigna de tipo eruptivo. Sus complicaciones como otitis, laringitis o neumonía son perfectamente tratables y poco graves. La justificación de la vacuna es la prevención de la encefalitis, pero esto es también la principal complicación de la vacuna.

La enfermedad solo se la tiene una vez en la vida. Ni el sarampión ni las paperas ni la rubéola son más peligrosas si se pasa a mayores. El sarampión natural inmuniza de por vida tanto contra el sarampión como contra cientos tumores y enfermedades inmunológicas.

La Dra. Françoise Berthoud afirma que se sabe a través de estudios encefalográficos que después de esta vacuna se encuentran modificaciones en el electroencefalograma de la mayoría de los niños vacunados.

La rubeola es otra enfermedad eruptiva benigna en niños y niñas de la que no existen complicaciones importantes y las que se producen pasan desapercibidas a menudo.

Pero si existe un riesgo real de malformaciones del embrión en mujeres embarazadas con rubéola en el primer trimestre del embarazo. La vacunación por tanto puede ser útil para mujeres en edad fértil que no tengan suficientes anticuerpos pero no es justificable su administración en la infancia y menos en niños varones.

Se reconoce que entre un 50% y 80% de las mujeres inmunizadas artificialmente se contagian en caso de exposición, mientras que sólo lo hacen el 5% de las inmunizadas naturalmente, con lo que se crea una contraproducente sensación de seguridad que puede facilitar el contacto de mujeres embarazadas con infectadas.

¿Por qué vacunar de la rubéola a niños y niñas (y bebés) cuando esta enfermedad sólo daña a los embriones en mujeres gestantes?

Vacunas y deterioro de la salud de la población
Este es otro tema donde se experimenta a nivel mundial con toda clase de vacunas provocando mutaciones en nuestros organismos y sobre todo de deterioro de la salud de la especie. Todo consciente y con fines determinados.

“Las autoridades médicas siguen mintiendo. La vacunación ha sido un desastre para el sistema inmunitario. De hecho, causa muchas enfermedades. La verdad es que con las vacunas estamos cambiando nuestro código genético… dentro de 100 años se sabrá que las vacunas fueron el mayor crimen contra la humanidad”, lo afirma la doctora canadiense Ghislaine Lanctot, autora del libro La mafia médica.

Otro dilema es que los elementos virales de las vacunas pueden permanecer en el cuerpo humano y mutar durante años, con consecuencias desconocidas. Millones de niños están siendo parte de un experimento enorme que cuenta con la participación de sus padres que como ovejas al matadero, llevan a sus hijos a vacunarse.

El Dr. Kalokerinos
denuncia que con las
vacunas se está
cometiendo un
genocidio silencioso.
El doctor australiano Archie Kalokerinos, sostiene que la vacunación tiene un objetivo más siniestro que el que se ve a simple vista, y es el uso de la vacuna como medio para fomentar un genocidio silencioso de organismos indeseables por su religión o por su posición social, o como simples objetos de pruebas de potenciales armas biológicas.

“Todas las pruebas apuntan a que en los años 50, los gobiernos de USA e Inglaterra llevaron a África el virus del VIH creado en un laboratorio militar como aditivo especial de la vacuna oral contra el polio. Extrañamente, los niños empezaron a ser masivamente vacunados contra la polio en Uganda cuando los casos de polio en la región eran mínimos. A partir de ahí el SIDA se esparció por el África donde aún es el foco principal de enfermos. Al parecer el experimento se salió de control o fue deliberadamente puesto ahí para controlar la población con campañas de terror… Es el arma perfecta, silenciosa mortal y con el manto de ser actos humanitarios en vez de ser actos de guerra”, declara el médico Alan Phillips.

Muchos médicos afirman que es un hecho bien documentado que la incidencia y mortalidad de enfermedades infecciosas como sarampión, tos ferina, paperas y rubeola cayó un 90% antes de las vacunaciones masivas que llegaron al final del proceso.

Y se basan en estudios comparativos de estadísticas de enfermedades infecciosas y muertes del siglo XX en EEUU, Australia e Inglaterra.

Consecuentemente, denuncian que los médicos y estudiantes de medicina manejan datos con fallos o falsos. Nuevos estudios demuestran que las poblaciones vacunadas no están más protegidas contra la enfermedad respecto las no vacunadas.

Existen hechos comprobables que aseguran que las epidemias en poblaciones vacunadas son más la regla que la excepción.

· Epidemia de sarampión en Texas con 99% de la población vacunada en 1985.
· Suecia suspendió la vacunación por sarampión y tenía 10 veces menos mortalidad que EEUU donde continuaba.
· El sarampión estaba desapareciendo en Australia pero volvió con la vacunación.
· Epidemia de viruela en Filipinas afectando más a los vacunados.
· En 1978 se multiplicó por 3 la tos ferina tras vacunación masiva.
· En los años 30 y 40 hubo una intensificación de la vacuna contra la difteria que provocó un brote de poliomielitis.
· En 1972 aparece el sarampión en Estados Unidos únicamente entre las personas vacunadas pero de una forma más resistente que provocó casos de neumonía y meningitis con una mortalidad entre 12 y 15 por ciento.
· Respecto a la poliomielitis en Estados Unidos, cuando se probó la primera vacuna inyectable contra la polio (Salk) en aproximadamente 1.800.000 niños de Estados Unidos en 1954, en el transcurso de 9 días se produjo una enorme epidemia de polio paralítica en los niños vacunados y algunos de sus padres, además de otras personas que habían estado en contacto con los niños. Relatan la misma situación en Sudamérica en que pasaron de 100 casos al año a 350 tan solo 4 meses después de la introducción de la vacunación. Causaron por tanto una epidemia.
· En otros países sin vacunación la poliomielitis sí disminuyó.

Hay 11.000 reacciones
adversas a las vacunas
cada año en Estados
Unidos, incluyendo entre
100 y 200 muertes
denunciadas luego
de vacunarse.
En Estados Unidos se reciben anualmente unas 11.000 notificaciones de reacciones adversas serias a las vacunas, entre las cuales se cuentan unas 100-200 muertes, y un número varias veces mayor de casos de invalidez permanente. Según funcionarios del sistema VAERS, el 15% de las reacciones adversas son “serias”… Según análisis independientes de las notificaciones del sistema VAERS, en el caso de la vacuna contra la Hepatitis B, las reacciones adversas “serias” llegan al 50%. Si bien estos datos son alarmantes, no son más que la punta del iceberg.


El Centro Nacional de Información sobre las Vacunas (NVIC), una organización de base, fundada por padres de niños muertos y dañados por las vacunas, ha realizado sus propias investigaciones. Este Centro informó que “en Nueva York, sólo 1 de cada 40 consultorios médicos (2,5%) confirmó que se notifica una muerte o un daño después de una vacuna. Dicho de otra forma, 97,5% de las muertes y casos de invalidez relacionados con las vacunas no se notifican en ese lugar. Dejando de lado las implicaciones sobre la ética médica (la ley federal de los Estados Unidos exige que los médicos notifiquen los casos serios de reacciones adversas), estos datos sugieren que las muertes y los casos de daños graves pueden ser en realidad de 10 a 100 veces más que lo que se notifica.
 
Cuantas más dosis de vacunas se reciben más graves son los problemas de salud. Las vacunas múltiples complican todavía más la situación.

Un estudio en 1998, asoció la administración de la vacuna triple vírica que protege contra la rubeola, las paperas y el sarampión al autismo.

La complejidad de los trastornos observados demuestra que las vacunas provocan en la población un nuevo desastre sanitario: las nuevas enfermedades de los individuos vacunados.

· En 1930 la vacunación de la tuberculosis en una escuela de la población alemana de Lubeck desencadena la muerte de 70 niños. Se retira la vacunación.
· 1976: Tras la vacunación masiva de la polio en Madrid, ingresan 160 niños/as afectados de polio postvacunal en el Hospital del Niño.
· 1990. La vacunación masiva de la gripe en EE.UU. origina 496 personas afectadas de parálisis. Se retira la campaña de la gripe.
· 1990-1993. Tras la vacunación masiva de la triple vírica en España y Gran Bretaña se produce un incremento de la meningitis. Se retira una partida de vacunas.
· 1997. Tras la vacunación masiva de DTP en España se observa en un período de tiempo la presencia de la muerte súbita del lactante.
· En España entre 1993 y 1994 tras la vacunación masiva de la DTP, polio y hepatitis B murieron 5 lactantes a las 24 horas de haber recibido la vacunación.
· En 1996 y 1997 en Galicia (España) coincidiendo con la vacunación masiva de la meningitis A+C, entre los vacunados aparecieron 59 casos de meningitis postvacunal.
· En el 2000 en Brasil se suspendió la campaña por presentarse una alta incidencia de encefalitis postvacunal.

Ingredientes tóxicos que contienen las vacunas 
Respecto a los ingredientes de casi todas las vacunas, nos hablan de sustancias tóxicas como mercurio, un elemento altamente tóxico y peligroso y relacionado con trastornos neurológicos, inmunitarios y renales graves. El mercurio es el elemento más tóxico del planeta después del plutonio y del uranio, por tanto altamente nocivo para la salud y neurotóxico. Dado que se acumula en los tejidos grasos, como el cerebro, es particularmente dañino, aún a dosis muy pequeñas, para el sistema nervioso en formación, es decir, el de los fetos, bebés y niños hasta los seis años. El mercurio también es peligroso en la boca con las amalgamas, que suelen llamarse “de plata” pero llevan un 50% de mercurio.

El mercurio que contienen las vacunas
provoca un sinfín de trastornos de salud.
Se ha relacionado al mercurio con serios problemas como autismo, depresión, artritis, esclerosis múltiple, lupus, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, cándida intestinal, Alzheimer, desorden bipolar, esquizofrenia, dificultades en el aprendizaje y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), Parkinson y un sinfín mas de trastornos que llegan a paralizar totalmente la vida del afectado y de sus familias causándole en ocasiones una discapacidad severa e incluso la muerte.

La mayoría de vacunas lo han contenido durante décadas y cuando se prohibieron en EEUU y Europa, los fabricantes que nunca reconocieron nunca el daño causado, derivaron los stocks de vacunas con timerosal a países en vías de desarrollo como la Argentina.

El aluminio, se han relacionado con una enfermedad muscular discapacitante de tipo inmunitario y e inflamatorio que agota el organismo con fiebre, fatiga, cansancio, etc. En Francia estudiaron que el 94% de pacientes de esta enfermedad habían recibido al menos una vacuna con hidróxido de aluminio en los últimos 10 años.

Además de esto, las vacunas son inoculadas en órganos de animales como mono, vaca, pollo y pueden contaminarse con innumerables virus de estos animales. Solo han sido identificados algunos y mencionan el SV40C usado en la vacuna de la polio Sabin entre 1958 y 1963 y administrada a millones de niños. Hoy se sabe que causa tumores cerebrales.

Médicos japoneses lograron a partir de 1975 dejar de vacunar a bebés de dos meses y por debajo de los 2 años y pasó Japón de un puesto alto en mortalidad infantil a uno de los más bajos. Pasó del puesto 17 en el ranking de mortalidad infantil a estar 1º. Es decir, tuvieron la tasa de mortalidad infantil más baja del mundo cuando los bebés no recibían vacunas.

A principios del siglo XX, un inteligente médico de Indiana, el Dr. W.B. Clarke, declaró: "El Cáncer era prácticamente desconocido hasta que se comenzó a introducir la vacunación compulsiva con la vacuna de viruela. Yo he tenido que tratar con doscientos casos de cáncer, y nunca vi un caso de cáncer en un persona no vacunada”.

Según las vacunas, provocan diferentes tipos de efectos en nuestros organismos. Esto se puede observar en el siguiente gráfico del libro “Los peligros de las vacunas” del Dr. Uriarte (página 114):

Gráfico con los efectos adversos publicado en
el libro del Dr. Xavier Uriarte.

Actualmente 1 de cada 150 niños padece autismo, de acuerdo al Centro Nacional de Información sobre las Vacunas. A principios de los años 40, antes de la introducción de la mayoría de las vacunas que hoy son habituales, el autismo era una enfermedad rara.

El caso de los amish que viven aislados pero cerca de nuestra civilización occidental, es realmente importante porque la gran mentira oficial nos ha vendido una realidad de dos caras:
 
· Las sociedades desarrolladas que gracias a las vacunas previenen las enfermedades y están “sanas”.

· Países pobres sufriendo epidemias y a quienes hay que vacunar para “salvarlos”.

¿Y cuál es el resultado? Mejores índices de salud que el resto de EEUU incluso durante epidemias nacionales.

· De 1970 a 1988 no ha habido ningún caso de sarampión entre los amish. A partir de 1987, tanto las comunidades Amish no vacunadas como las comunidades externas masivamente vacunadas comenzaron a experimentar importantes epidemias de sarampión.

· Sus cifras de autismo son de 1 cada 15.000 personas frente al 1 cada 150 a nivel nacional.

Cada vacuna es un experimento biológico,
no caigamos en la trampa que nos tienden.
Nuestra ignorancia era el resultado de una estrategia planeada… No necesitamos inyectarnos una sustancia cuyos efectos, a corto o a largo plazo, nadie conoce con certeza. En realidad cada vacuna es un experimento biológico. Sin embargo, la medicina oficial silencia esta realidad y permanece muda ante la opinión pública. ¿Por qué?


“La razón de todo eso es que el sistema médico se basa en dos cosas: el dinero y el poder. La medicina es una gigantesca industria con una estructura política (el poder) cimentada en los intereses comerciales (el dinero) del momento y de la época. De nuevo, la perplejidad me invadió ante la realidad”, confiesa el Dr. Gaublomme.

La única vacuna segura es la que nunca se usa”, afirma el Dr. James R. Shannon, ex director del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.

1 comentario:

  1. La gente debería comenzar a comprender que los médicos no saben casi nada.
    La medicina tiene más de magia que de ciencia.
    La mejoría de la salud y la esperanza de vida ,se debe más a las condiciones higiénicas y a la nutrición, que a otra cosa

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