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martes, 21 de mayo de 2013

BATALLA DE ARRÁS, DERROTA ANGLO-FRANCESA

En un intento de reforzar las defensas contra el avance rápido de las tropas alemanas, la Fuerza Expedicionaria Británica reforzó la ciudad de Arrás, donde fue derrotada el 21 de mayo de 1940.

En mayo de 1940 los británicos llegaron a Francia con trece divisiones de infantería, entre las que había tres de ingenieros. Aunque en principio la Fuerza británica consiguió penetrar en Bélgica, al mando del Mariscal de Campo sir Alan Francis Brooke, la presión alemana empujó a retirarse a las fuerzas británicas, desprovistas de lo necesario para poder hacer frente a las poderosas divisiones blindadas del general alemán Edwald von Kleist.

Antecedentes
Ante el maltrato y hostigamiento sufrido por ciudadanos alemanes residentes en la ciudad polaca de Danzig, Alemania invadió Polonia en septiembre de 1939, Francia e Inglaterra declararon la guerra al país invasor (con la oposición del pueblo francés a la guerra y del 60% del pueblo inglés). Sin embargo, no le declararon la guerra a la Unión Soviética que también había invadido el este de Polonia.

A pesar del inicio de las hostilidades, el Frente Occidental se mantuvo inactivo por más de 7 meses, un período que se bautizó como la “Guerra en broma”. Durante ese tiempo, los aliados se preparaban para invadir las neutrales Noruega y Dinamarca, pero Hitler se les anticipó preparando el camino para su ofensiva en el oeste. Inglaterra respondió tardíamente lanzando la fracasada Campaña de Noruega.

El Comandante Supremo del Ejército Francés,
Maurice Gamelin pasa revista a las tropas
inglesas recién llegadas a Francia.
Durante este tiempo de relativa paz, los franceses se replegaron detrás de la Línea Maginot y junto con los ingleses prepararon una línea defensiva entre la frontera de Francia y Bélgica, que se había declarado neutral, comprometiendo la efectividad de la defensa aliada. La situación en Londres y París era de confianza en la derrota alemana, si bien las rápidas victorias de Hitler en Polonia y Noruega, empezaron a poner nerviosos a los aliados.

El anciano Comandante Supremo del Ejército Francés Maurice Gamelin estaba preparado para luchar la Primera Guerra Mundial de nuevo. Seguro de que la Línea Maginot podría contener a los alemanes en el este, supuso que la ofensiva alemana se llevaría por los Países Bajos. La declaración de neutralidad de Bélgica fue un revés a los planes aliados, que pensaban utilizar ese país como campo de batalla. Sin dejarse desanimar, corrieron la línea defensiva hasta la frontera de Francia, esperando el ataque alemán sobre Bélgica, para lanzarse al encuentro de los invasores. Los aliados pensaban que tendrían tiempo para actuar, ya que Bélgica poseía grandes fortalezas defensivas, entre las que destacaba la de Eben Emael. Los aliados pensaban detener indefinidamente al ejército alemán en el Río Dyle, al este de Bruselas.

Estrategia alemana
El Alto Mando Alemán aplicó lo que se llamó el Plan Amarillo. El General Erich von Manstein sugirió que se lanzara el Grupo de Ejércitos B al mando del General Fedor von Bock sobre el norte de Bélgica como movimiento de diversión, que dispararía el avance aliado. Mientras tanto el Grupo de Ejército A al mando del General Gerd von Rundstedt con casi todos los tanques de guerra avanzaría a través de las supuestamente impenetrables Ardenas.

Tropas alemanas avanzan hacia Luxemburgo,
el 10 de mayo de 1940.
Cuando las fuerzas aliadas se detuvieran en el río Dyle, el Grupo A saldría del bosque de las Ardenas y les cortaría la retirada, mientras que el Grupo B los atacaría por el frente. La velocidad era clave en este plan, ya que los aliados no debían darse cuenta de que estaban siendo rodeados. El Plan Amarillo alemán dependía completamente de la velocidad, además de la iniciativa de los generales.

Finalmente, se decidió que el ejército alemán se dividiría en tres grupos:
Grupo de Ejército A: al mando de von Rundstedt, con 45 divisiones, incluyendo siete divisiones blindadas, llevaría a cabo la ofensiva más importante al cruzar las Ardenas con tres cuerpos Panzer en la cabeza, abriendo el paso.

Grupo de Ejército B: al mando de von Bock, con 29 divisiones, incluyendo tres divisiones blindadas, llevaría a cabo la invasión de Holanda y un ataque de diversión sobre Bélgica.

Grupo de Ejército C: al mando de Wilhelm Ritter von Leeb, con 19 divisiones evitaría una poco probable ofensiva desde la Línea Maginot y a su vez lanzaría unos ataques de distracción contra la misma.

Invasión de Luxemburgo, Holanda y Bélgica
En la madrugada del 10 de mayo de 1940 los alemanes lanzaron su ofensiva. La Wehrmacht lanza su blitzkrieg sobre el frente occidental con 141 divisiones, 2 flotas aéreas con un total de alrededor de 4.020 aviones y un cuerpo de carros blindados.

Soldados alemanes caminan por una desierta
calle de Luxemburgo, el 10 de mayo de 1940.
Al amanecer, Luxemburgo ya había sido invadida y el sorpresivo lanzamiento de paracaidistas al mando de Kurt Student en La Haya hizo creer a los aliados que los alemanes estaban haciendo lo que ellos esperaban. Los aliados no se preocuparon mucho ante el rápido avance alemán ya que suponían que los belgas con sus numerosos ríos, canales fácilmente inundables y fuertes, retrasarían el avance alemán, sin embargo una excelente labor de espionaje y la habilidad de los paracaidistas alemanes permitieron conservar muchos puentes intactos. La mayor humillación la recibió Bélgica, cuando la supuestamente impenetrable fortaleza de Eben Emael fue capturada por 85 paracaidistas en menos de 24 horas.

El pueblo holandés celebra la llegada
de los alemanes a Holanda.
Pobremente equipados, los holandeses se rindieron casi con su ejército intacto, el 14 de mayo. El general holandés Winkelmann Comandante del Ejército y de las Fuerzas Navales de los Países Bajos convocó una reunión con sus oficiales de mayor confianza. El General de División van Voorst tot Voorst (Ejército del Estado Mayor) y el Teniente Coronel Wilson (Jefe de Operaciones) y el mismo Comandante en Jefe rápidamente evaluaron la situación. Winkelmann recordó a los otros dos oficiales que el Gobierno le había dado instrucciones, antes de su partida a Inglaterra, de que él estaba autorizado (instruido) para rendirse una vez que se hubiera llegado a tal punto en el que la resistencia no contribuyera a ninguna causa justificada. El derramamiento inútil de sangre tenía que evitarse. El General consideró que se había llegado a ese punto. Él fue plenamente consciente de que su ejército y sus fuerzas aéreas no podrían defenderse, ni a la población holandesa, contra el poder y la fuerza de la máquina de guerra alemana.

Avance de los blindados alemanes sobre
Luxemburgo, Holanda y Bélgica en mayo
de 1940.
El 14 de mayo, Winckelmann ordenó a sus comandantes de alto rango a las 16:50 horas dejar sus armas y destruirlas. La mayoría de las tropas en el campo de batalla fueron informadas de estas noticias sobre las 19.00 horas.

Simultáneamente, las tropas alemanas entran el 17 de mayo en Bruselas, aunque se seguía combatiendo en el resto del país. El 19 de mayo, John Vereker Gort, más conocido como Lord Gort, comandante en jefe del Fuerza Expedicionaria Británica comprendió definitivamente que la batalla de Bélgica estaba perdida y que su repliegue hacia el interior de Francia era muy problemático.

El ejército alemán estaba dotado de
motocicletas BMW con sidecar.
Estas victorias alemanas, motivaron a los aliados a acelerar su llegada al río Dyle, sin sospechar que en ese momento el Grupo de Ejército A estaba cruzando las Ardenas y al salir los primeros quedarían completamente rodeados. En ese momento los tanques alemanes estaban atascados en las angostas carreteras de las Ardenas a 160 kilómetros de la salida. Los Aliados ni se imaginaban que los alemanes atacarían desde los bosques.

El 12 de mayo el XIX Cuerpo Panzer al mando del comandante Heinz Guderian salió de las Ardenas, y el gobierno francés entró en pánico al conocer la existencia del Grupo de Ejército A. Sin embargo, aún en ese momento tenían oportunidad de detener el audaz ataque, ya que el cruce del río Mosa era considerado imposible para los tanques.

El general Heinz Guderian
(1888-1954).
En la noche del 12 y del 13 de mayo, Guderian lanzó un ataque para cruzar el río Mosa cerca de Sedán. La artillería francesa que se suponía detendría a los tanques fue bombardeada por los Stukas alemanes, se reportaron unos 1.215 bombardeos, hasta aquel momento el mayor bombardeo de la historia.

Los cuerpos Panzer alemanes eran muy distintos a los de los aliados, ya que contenían efectivos militares de casi todos los cuerpos del ejército, por ende, soldados de infantería se encontraban disponibles y cruzaron el río en balsas de goma, para destruir la resistencia que había quedado en el otro lado. Mientras tanto, zapadores construyeron un puente de pontones en menos de 10 horas.

Los tanques de Guderian salen de los bosques de
las Ardenas tomando por sorpresa a los Aliados.
La Real Fuerza Aérea lanzó un ataque con 70 aviones para destruir el puente alemán, pero los cazas y las baterías anti-aéreas alemanas causaron a los ingleses su peor derrota aérea hasta entonces: sólo 31 aviones regresaron. Hoy en día es considerado que el cruce del río Mosa se logró gracias a la excelente coordinación de las fuerzas aéreas, la infantería y los acorazados alemanes.

Paul Reynaud, Primer Ministro
francés, le declaró a Churchill
que la guerra se había perdido.
El 14 y el 15 de mayo los franceses lanzaron un ataque acorazado al flanco vulnerable de Guderian pero fue rechazado por la artillería anti-aérea. Al finalizar el combate, los alemanes habían abierto una brecha de 80 km en el frente de las Ardenas y se preparaban para cortar la retirada de las fuerzas aliadas en Bélgica. En tanto, el destructor inglés HMS Valentine (I) (L 69) es hundido el 15 de mayo de 1940 por ataque aéreo de Ju-87 Stuka fuera de Terneuzen, en los Países Bajos.

Para aquel momento la situación francesa era desesperada. El 15 de mayo, el recién nombrado primer ministro francés Paul Reynaud telefoneó al primer ministro inglés Sir Winston Churchill para declararle que la guerra se había perdido. Mientras tanto, Gamelin, alejado del campo de batalla, se encontraba incomunicado, ya que se había valido de las líneas telefónicas para conocer la situación del frente, pero estas hacia mucho que habían sido cortadas. Por otra parte, los intentos franceses de establecer el frente de las Ardenas fracasaban debido al rápido avance alemán, que se acercaba cada vez más y más al Canal de la Mancha.

Charles De Gaulle (1890-1970).
Cuando Churchill viajó el 16 de mayo de emergencia a París a observar personalmente la situación se encontró con que el gobierno ya estaba evacuando París, y al entrevistarse con el General Gamelin, este le dijo que no tenían ninguna reserva tácticas con la que hacer frente al avance alemán. De todas maneras se lanzó la única división acorazada disponible sin lograr ningún resultado.

El 17 de mayo, el entonces Coronel Charles de Gaulle organizó rápidamente la Cuarta División Acorazada y la lanzó contra los flancos alemanes cerca de Laón pero igualmente fue rechazado. Sin embargo esta acción le atrajo popularidad que eventualmente le sería útil. 

Entre el 17 y el 18 de mayo la vanguardia alemana se detuvo, pausa que fue aprovechada por los soldados para comer y dormir, además de permitir que otros tanques que habían quedado rezagados se les unieran. El 18 de mayo, un cuerpo Panzer al mando del legendario general Erwin Rommel llegó primero al Canal de la Mancha y separó en dos a las Fuerzas Aliadas, el cerco quedo completo, aunque era débil todavía. Casi un millón de soldados aliados quedaban cercados.

El HMS Whitley, hundido el 19 de mayo.
En el mar, el 19 de mayo es hundido el destructor británico HMS Whitley (L 23) por ataque aéreo entre Nieuport y Ostende.

El inepto general Gamelin es obligado a renunciar y el 20 de mayo de 1940, el nuevo Comandante en Jefe aliado, el Mariscal Maxime Weygand anunció el Plan Weygand. Dicho plan requería que las tropas anglo-francesas atrapadas en el norte y los tanques del Coronel De Gaulle en el sur, atacaran simultáneamente al cerco alemán, intentando romperlo.

Los británicos son vencidos en Arrás
La Batalla de Arrás tuvo lugar durante la Batalla de Francia, en las primeras etapas de la Segunda Guerra Mundial. Fue un contraataque aliado contra el flanco del ejército alemán, que tuvo lugar cerca de la ciudad de Arrás, en el noreste de Francia. Las fuerzas alemanas estaban presionando en el norte, hacia el Canal de la Mancha, con el fin de atrapar a las fuerzas aliadas que retrocedían desde Bélgica. El contraataque en Arras fue un intento de los aliados para cortar la punta de lanza alemán y frustrar su avance. Los Aliados fueron repelidos por las fuerzas alemanas y obligado a retirarse para evitar ser cercados. El saldo fue de 40 tanques ingleses y 20 franceses destruidos en la batalla. De 50 a 75 soldados británicos heridos o muertos. 170 soldados capturados.

Mientras los franceses
aún combatían, Lord
Gort huyó a Inglaterra.
John Vereker Gort, más conocido como Lord Gort, comandante en jefe del Fuerza Expedicionaria Británica fue el que ordenó el contraataque, en un intento de retrasar a los alemanes. El contraataque fue dirigido por el Mayor General Harold Franklin; sus fuerzas - cuyo nombre en clave era Frankforce -, constaba de dos divisiones: la 5ª y la 50ª División de Infantería británicas, además de 74 tanques de la 1ª Brigada de Tanques del Ejército y 60 tanques franceses de apoyo.

Una grave situación se había desarrollado al sur, donde las puntas de lanza alemanas habían traspasado la brecha Peronne-Cambrai y amenazaban las localidades de Boulogne y Calais, cortando las líneas de comunicaciones de la Fuerza Expedicionaria Británica y separándolos del grueso del ejército francés.

Durante la tarde del 21 de mayo, el ataque por parte de la 50° División de Infantería y 1° la Brigada de Tanques estaba progresando al sur de Arrás. Este iba a ser el único ataque a gran escala montada por el Fuerza Expedicionaria Británica durante la campaña. El ataque estaba formado por dos divisiones de infantería, que comprendían unos 15.000 hombres. Fue ejecutado en última instancia, por sólo dos batallones de infantería, el 6° y el 8° Batallones de Infantería Ligera Durham, apoyando al 4º y el 8º Regimiento Real de Tanques, con un total de alrededor de 2.000 hombres, y reforzados por 74 tanques. Los batallones de infantería se dividieron en dos columnas para el ataque. La columna de la derecha inicialmente logró un rápido progreso, teniendo un número importante de prisioneros alemanes, pero pronto se topó con la infantería alemana y las SS, respaldado por el apoyo aéreo, y tuvieron grandes pérdidas.

Los cañones antiaéreos FlaK 88, fueron
utilizados por primera vez en la batalla de
Arrás como armas antitanque.
La columna de la izquierda también logró un éxito temprano hasta que se topó con la oposición de la 7ª División Panzer del Generalmajor Erwin Rommel. Las fuerzas de defensa - con elementos del regimiento motorizado de la SS "Totenkopf" (que más tarde se expandió, formándose la 3ª División SS “Totenkopf”) - fueron sobrepasadas. Sus cañones antitanques PaK 36/37 de 37 mm resultaron ineficaces contra el fuertemente armado tanque británico Matilda. Rommel comprometió algunos de sus armamentos más importantes a fin de realizar contraataques locales, con sus tanques Panzer II y Panzer III. 
Tanque británico Matilda I.

Además, Rommel tuvo la brillante idea de ordenar que los cañones antiaéreos FlaK 18 de 88 mm (3,46 pulg) y los cañones de campo de 105 mm (4,1 pulg) de sus divisiones, formaran una línea defensiva, con fuego anti-tanque y las rondas de material explosivo, así fue como venció el avance del Fuerza Expedicionaria Británica. Luego, con el apoyo de la Luftwaffe, Rommel lanzó un contraataque, haciendo retroceder a las fuerzas británicas. La Frankforce había sido vencida y rechazada. Se destruyeron 60 tanques enemigos (40 ingleses y 20 franceses), y los alemanes perdieron solo 12 blindados. Rommel anotó en su diario que su división tuvo 89 hombres muertos, 116 heridos y 173 desaparecidos o capturados.

Los alemanes persiguieron a los británicos en su retirada, pero fueron detenidos momentáneamente por el cañoneo de la 3° División Mecanizada Ligera francesa. La cubierta francesa permitió a las tropas británicas poder retirarse a sus posiciones iniciales esa la noche, de lo contrario, las pérdidas inglesas hubieran sido mayores. Más tarde, el 22 de mayo, la división francesa lanzó su propio ataque para intentar romper el cerco de Arrás. La Luftwaffe y refuerzos alemanes lograron detener ese ataque.

El rápido avance de los tanques alemanes
iba acompañado de la infantería.
En aquel momento la infantería alemana ya había llegado al lugar, y estos, aunque sufriendo muchas pérdidas, lograron repeler a los franceses. Mientras tanto el jefe del Cuerpo Expedicionario Británico Lord Gort, que no tenía fe alguna en el Plan Weygand, ordenó la retirada de Arrás. Ese mismo día la Segunda División Panzer asaltó la guarnición aliada en Boulogne-sur-Mer que se rindió el 25 de mayo. Al mismo tiempo la Décima División Panzer asaltaba la población de Calais, que se rindió el 27.

La Primera División Panzer se dirigía a Dunkerque cuando recibió la orden de parte de Hitler de detener el avance. Hitler había sido convencido por el jefe de la Fuerza Aérea Alemana Hermann Göring de que podía evitar la evacuación a Inglaterra de las tropas atrapadas en Bélgica. En tanto, cientos de miles de ingleses estaban acorralados en las playas sin tener como escapar.

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