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sábado, 25 de mayo de 2013

MANIFESTACIÓN MUNDIAL CONTRA LOS TRANSGÉNICOS DE MONSANTO

Este sábado 25 de mayo, unas 430 ciudades de 52 países protagonizaron manifestaciones contra el gigante de la biotecnología Monsanto.

Los organizadores del evento a escala mundial estiman que más de 1.000.000 personas participaron este 25 de mayo en la campaña internacional que abarca cinco continentes, 40 naciones, y al menos 48 estados de Estados Unidos.

Indignados por la inacción de los Gobiernos frente al problema, los manifestantes salieron a las calles en sitios tan variados, como Nueva York, Chicago, Dallas, Miami, Montreal, Ciudad de México, Buenos Aires, Rosario, Berlín, París, Bruselas, Madrid, Sofía, El Cairo, Tokio o Melbourne, para protestar pacíficamente contra la corporación estadounidense de agroquímicos.

El mundo lanzó su voz para recordar el efecto perjudicial que tienen los productos transgénicos y que ampliamente son producidos por los gigantes biotecnológicos sin ningún impedimento. Numerosos estudios han demostrado que los productos transgénicos son altamente dañinos para la salud y causan cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos.

Marchas en todo el planeta
En los Estados Unidos cientos de manifestantes se reunieron frente a la Casa Blanca para exigir al gobierno de Obama que cambie su política hacia Monsanto. En marzo, el presidente Obama firmó la llamada Ley de Protección de Monsanto, que -según escribe periódico ‘IB Times’: “prohíbe a los tribunales federales la posibilidad de detener la venta o la plantación de transgénicos o IG cultivos y semillas, no importando las consecuencias para la salud que pudieran manifestarse en el futuro debido al consumo de estos productos".

Manifestantes contra Monsanto frente a la
Casa Blanca, Washington, Distrito de Columbia.
Los activistas de Olympia, Washington, marcharon hacia el Capitolio para protestar contra el monopolio de Monsanto. Alianza para la Justicia Global, uno de los organizadores, dijo que más de 800 personas salieron a pesar de las malas condiciones climáticas. Los manifestantes que se reunieron en el Mercado Oriental de la ciudad de Detroit, en Michigan, exigen etiquetar los productos con GMO y llamaron a todos a unirse a la protesta mundial. La marcha contra Monsanto se llevó a cabo en una docena de ciudades de Michigan, donde los agricultores denuncian que empresas como Monsanto "están desplazando" poco a poco a los empresarios locales. 

Manifestantes contra Monsanto en Montpellier,
estado de Vermont, EE.UU.
Cientos de personas salieron a las calles de Nueva York para protestar contra Monsanto.  Varias decenas de manifestantes han salido en Wichita, Kansas, para participar en la convocatoria mundial para "recuperar nuestra comida". Los manifestantes llenaron la Plaza Federal de Chicago -que acoge un habitual mercado de agricultores- para participar en la protesta masiva contra Monsanto.

Más de un centenar de activistas se reunieron en Dallas, Texas, coreando "¡No más mentiras! ¡No más codicia! ¡No queremos la semilla tóxica!". Más de 500 personas marcharon por el centro de Anchorage, Alaska, mostrando pancartas con lemas como "Yo no soy un experimento científico" o "Exigimos las etiquetas de OMG". Cientos de personas también protestaron contra Monsanto en Miami. Centenares salieron por las calles de Los Ángeles, en California y en Las Vegas, Nevada. Otra ciudad donde salieron cientos de personas fue en Montpelier, Vermont. Los activistas en Hawái, EE.UU., formaron con lámparas luminiscentes el 'hashtag' 'MAM' (March Against Monsanto).

Movilización anti Monsanto en
el Distrito Federal de México.
También hubo protestas contra Monsanto en varias ciudades canadienses, entre ellas Vancouver y Montreal.

En México, hubo marchas en 23 ciudades, además del Distrito Federal, donde se organizó "El Festival del Maíz", que se concentró en la Alameda Central, justo afuera del Palacio de Bellas Artes contando con la participación de más de 1.000 personas. Durante la movilización los jóvenes tenían carteles que rezaban: “Monsanto, la empresa que me trae de comer veneno”.

Un manifestante contra el maíz transgénico
en Morelia, Michoacán.
En la ciudad de Morelia, capital de Michoacán, miles de manifestantes integrantes de diversos grupos y organizaciones de la sociedad civil salieron en defensa del maíz criollo y en rechazo al grano transgénico. Al grito de “No a Monsanto, queremos nuestro maíz”, los manifestantes se dijeron preocupados por la autorización del cultivo comercial de maíz transgénico. De manera simbólica, los manifestantes colocaron sellos de clausurado en las instalaciones de Sagarpa Michoacán y tras recorrer diversas calles de Morelia, concluyeron su marcha frente al Congreso del Estado donde llamaron a las autoridades a unirse a la defensa del maíz nativo. 

En México DF: "Dí no a los transgénicos,
si te los comes te comen".
Habitantes del municipio de Santiago Ixcuintla protestaron contra la empresa transnacional Monsanto, que se ubica en el poblado de El Tizate con un laboratorio genético de análisis de semillas, con pancartas manifestaron su rechazo a los cultivos que esta empresa hace en tierras santiaguenses y de donde dicen continúa en la compra de tierras a la margen del río Santiago. El agricultor David Zárate señaló que "a mí me han amenazado de muchas formas para que deje de sembrar maíz criollo, que les afecta el suyo, pero ya les dije que al primero que se meta a mi parcela lo voy a dejar como mapache, yo no quiero a Monsanto aquí". En las protestas se podía leer: "Monsanto peligro para el mundo" y "Monsanto, Cáncer y Muerte".

Cartel de la protesta en San José de Costa Rica.
En San José de Costa Rica los ambientalistas pidieron que el país sea 100% libre de transgénicos. Hasta ahora 56 municipalidades del país han sido declaradas libres de transgénicos, por lo cual las organizaciones que luchan porque este tipo de productos no se desarrollen en Costa Rica, buscan que sean los 81 ayuntamientos los que implementen la medida.

En Europa, miles de activistas en Alemania, Países Bajos, Bélgica, Irlanda, Francia, Malta y otros países salieron a las calles para expresar su rechazo frente a los abusos de la corporación estadounidense Monsanto.

Marcha contra Monsanto en la ciudad de
Nottingham, Inglaterra.
Alrededor de 300 londinenses marcharon contra Monsanto. Los manifestantes pidieron que se etiqueten los alimentos que utilizan ingredientes cultivados con semillas de Monsanto. El organizador del evento en Londres, Courtney Smith, opinó que el problema radica en que Monsanto está gastando millones de dólares para hacer 'lobby' en contra de etiquetar los productos que contienen GMO. Activistas de diferentes partes del Reino Unido se reunieron también en otras ciudades para marchar contra el gigante biotecnológico. Las ciudades más grandes del país como Bristol, Glasgow, Manchester, Douglas, Torquay y Nottingham tuvieron sus respectivas protestas contra Monsanto.

"Quién ama la vida repudia a Monsanto", dice
el cartel de la manifestación en Madrid.
En España, los manifestantes han reclamado que el país abandone el cultivo de maíz modificado genéticamente, como ha hecho la mayoría de los países europeos. Las principales movilizaciones contra Monsanto fueron en Madrid y Barcelona. España es de los pocos países europeos que permite su cultivo, pero el 80% de la producción de este tipo de cultivos transgénicos sigue restringida a cuatro países del continente americano: Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina.

Decenas de manifestantes se reunieron en Novi Sad, la segunda ciudad más grande de Serbia. Una de los manifestantes fue el ecologista Nikola Aleksic, Director del Movimiento Ecológico de Novi Sad (MENS), que emitió una severa advertencia al presidente Boris Tadic exigiéndole que no autorice la importación de alimentos basados en organismos transgénicos y que prohíba el cultivo de los mismos, a la vez que exige que detenga los Chemtrails, o convocará al pueblo de Serbia a tomar las calles. Aleksic dijo a los manifestantes que "no es momento de ser cobardes, y que necesitan levantarse por sus derechos, por ellos mismos y sus hijos".

Manifestantes en Ciudad del Cabo
muestran su creatividad.
En Moscú, un grupo de manifestantes rusos se ha reunido cerca del teatro académico central del Ejército ruso en la Plaza Suvórov con pancartas que dicen que Rusia no quiere GMO. 

En la ciudad de El Cairo, Egipto, la manifestación se concentró en las proximidades del Ministerio de Agricultura, en el distrito metropolitano de Dokki. También hubo una gran protesta en Ciudad del Cabo y Johannesburgo, Sudáfrica. 

Nutrida protesta contra Monsanto
en Melbourne, Australia
.
En Australia, una de las organizadoras del evento en Brisbane, al que concurrieron medio millar de personas, Sarah Saunders, dijo que está liderando la marcha para "ayudar a proteger la salud de mis hijos. Los efectos en la salud de los GMO a largo plazo son un tema de debate y no quiero que mis hijos se conviertan en conejillos de indias", enfatizó. Más de mil manifestantes se reunieron en Melbourne, y otros tantos en Sidney, Australia.

También hubo protestas en Tokio, Japón, Ankara, Turquía, Bucarest, Rumania, San Pablo, Brasil, en siete ciudades de Chile y en centenares de otras ciudades del planeta.

Los activistas denunciaron el bloqueo informativo por parte de algunos medios masivos de comunicación que no informaron absolutamente nada ni hicieron la cobertura sobre la movilización mundial contra Monsanto. Se criticó también a varias redes sociales que bloquearon mensajes. En particular hubo quejas sobre Facebook.

La movilización en la Argentina
En la Argentina la movilización mundial contra Monsanto tuvo repercusión en unas 20 ciudades, su epicentro fue en la provincia de Córdoba, más precisamente en la localidad de Malvinas Argentinas, donde los vecinos se oponen a la instalación de una planta de la compañía. También se está desarrollando una estación experimental en Río Cuarto. Una reciente encuesta realizada en la primera ciudad afirma que nueve de cada diez habitantes solicitan una votación para determinar si Monsanto debe instalarse y señala que el 58 por ciento de la población no quiere que la empresa se ubique allí. Monsanto cuenta con plantas también en Zárate, Pergamino y Rojas, en la provincia de Buenos Aires.

Marcha contra Monsanto en el pueblo de
Malvinas Argentinas, Córdoba.
Los vecinos afirmaron que no quieren la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas porque los transgénicos que manipulan producen cáncer, infertilidad y destrucción del sistema inmune, además de autismo y muchos otros daños a la salud humana. Vanina Barboza Vaca, de la Asamblea de Malvinas, recordó que la localidad es una ciudad “cercada” por las fumigaciones, donde se repiten abortos espontáneos, malformaciones, cáncer y enfermedades respiratorias. “Decimos no a Monsanto porque ya conocemos los males del modelo que representa. También sabemos que son mentiras sus promesas de trabajo y rechazamos que en nuestro barrio instalen 200 silos de semillas transgénicas tratadas con agrotóxicos”, alertó Barboza Vaca.

En la provincia de Córdoba hubo una activa
participación contra la multinacional.
Los manifestantes en Río Cuarto protagonizaron una concentración en Plaza Olmos, a partir de las 15 horas frente al edificio municipal de Río Cuarto. “Monsanto controla el mercado de las semillas, impulsa la aplicación de millones de litros de agrotóxicos, expulsa campesinos, destruye el ambiente y la soberanía alimentaria y daña la salud de miles de personas”, denunció el 25 de mayo, en Río Cuarto la Asamblea por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos.

En la ciudad de Córdoba, la protesta se hizo en el Centro Cívico del Bicentenario. “Fuera Monsanto de Malvinas Argentinas, de Córdoba y América latina”, era la consigna principal.

Movilización en la ciudad de Córdoba.
Cristina Arnulphi, docente de la Universidad de Córdoba y militante del Colectivo Paren de Fumigar, recordó que la marcha también es para “decir no a la ley de semillas impuesta por las transnacionales del agro” y advirtió que “el avance de este modelo será a costa de los ecosistemas y a costa de la vida de los campesinos e indígenas”. Y recordó que la soja hoy abarca 20 millones de hectáreas.

Cartel de las Madres de Ituzaingó, barrio de
la ciudad de Córdoba donde hubo una gran
mortandad a causa del glifosato.
Tras concentrarse en el Centro Cívico, unos 500 manifestantes cordobeses leyeron un documento con duras críticas al Gobierno nacional y provincial y a la legislatura de Córdoba por no tratar un proyecto de ley contra la radicación de Monsanto. A su vez la agrupación reiteró el pedido de una consulta popular al intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani.

En la manifestación participaron las asambleas Ciudadanas, organizaciones ambientalistas, partidos políticos de izquierda y diversas agrupaciones estudiantiles. Además, estuvieron presentes las madres de Ituzaingó y asambleas contra Monsanto de otras ciudades, como es el caso de Alberti, Buenos Aires.

Afiche anunciando la marcha porteña.
Además de Córdoba, hubo marchas todo el 25 de mayo en muchas ciudades de Argentina, entre ellas, la Capital Federal donde la protesta fue frente a las a las oficinas de Monsanto a partir de las 14, en Plaza San Martín (Maipú 1210). Luego se realizó una marcha de máscaras hasta el obelisco. “Levantamos la voz contra el gigante biotecnológico, levantamos la voz contra sus excesos contra la naturaleza, los agricultores y los consumidores”, explicaron los manifestantes.

En la provincia de Buenos Aires, los habitantes de la región noroeste de la provincia bonaerense viajaron hasta la planta de Monsanto en la localidad de Rojas (Ruta 31, km 82.5) donde manifestaron su repudio a los transgénicos que produce. Hubo también una manifestación en contra de Monsanto en Bahía Blanca, en Plaza Rivadavia para repartir información y realizar intervenciones artísticas. La ciudad de Tandil también se movilizó contra la multinacional.

Rosario tampoco quiere alimentos transgénicos.
En la provincia de Santa Fe, la principal protesta fue en Rosario a partir de las 15 horas en el Monumento Nacional a la Bandera donde se puso énfasis en que Monsanto amenaza la soberanía alimenticia, y por ende la soberanía de la Patria. Porque los agroquímicos y pesticidas están migrando a la naturaleza salvaje y contaminando los bosques, los ríos, los lagos y los mares. Provocando desde, malformaciones fetales, cáncer, leucemia, autismo, hasta la extinción de las abejas, el coral y varios mamíferos”. También se protestó en Villa Gobernador Gálvez y en la ciudad de Santa Fe.

Los mendocinos también se oponen a Monsanto.
En la provincia de Tucumán la convocatoria del sábado 25 de mayo, fue a las 11 de la mañana, frente a la centenaria Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Av. William Cross 3150), por considerarla una gran aliada del agronegocio, de los agrotóxicos y del modelo extranjerizante de los bienes comunes, ubicada en Las Talitas, al Noreste de San Miguel de Tucumán, a 6.5 kilómetros de la Plaza Independencia. 

En Posadas, Misiones, también repudiaron
a la multinacional.
La ciudad de Mendoza también se movilizó y junto a Godoy Cruz, en la misma provincia, manifestaron su repudio a la multinacional, al igual que Resistencia, Chaco, Paraná, Entre Ríos, Posadas San Pedro, en Misiones, Rawson, en Chubut y Calafate, en Santa Cruz.

En la ciudad de Catamarca se realizó una radio abierta y una sentada contra la multinacional Monsanto en Plaza 25 de Mayo, frente a Casa de Gobierno.

La Federación Agraria Argentina confirmó que los transgénicos encarecen los cultivos, matan la Tierra, contaminan la naturaleza y disminuyen la producción dañando a los productores económicamente.

¿Qué es Monsanto?
Protesta contra Monsanto en Akara, Turquía.
Monsanto ha sido y sigue siendo una de las empresas que ha creado más controversia a nivel mundial debido al peligro potencial o real de sus productos sobre la salud humana, animales, plantas y sobre el medio ambiente en general. Muchos la han bautizado “Mon Satán”.

Monsanto, con sede central en el estado de Missouri, Estados Unidos, domina el 27 por ciento del mercado de semillas (transgénicas y convencionales) y el 86 por ciento del mercado de transgénicos.

Manifestación contra los transgénicos en la
localidad de Trébes, Capendu, Francia.
En la década de los 60 Dow Chemical, Uniroyal, Hercules, Diamond Shamrock, Thompson chemical, TH y Monsanto fueron contratadas por el gobierno de Estados Unidos para producir un herbicida llamado agente naranja utilizado en la guerra de Vietnam con el fin de destruir la selva vietnamita y las cosechas privando a los vietnamitas de alimento y de vegetación donde esconderse. El agente naranja fue un potente químico que causó entre la población vietnamita unos 400.000 muertos y unos 500.000 nacimientos de niños con malformaciones, además de las bajas en el propio ejército estadounidense.

Manifestación contra Monsanto
en la ciudad de Tokio.
Debido a que el artículo 38 de la Constitución de los Estados Unidos prohíbe a los veteranos de guerra demandar al gobierno por lesiones sufridas en la guerra, muchos afectados han intentado demandar a las compañías químicas, quienes en un inicio fabricaron el agente naranja como un herbicida de uso agronómico y no bélico. El gobierno de Estados Unidos ha tratado de evadir su responsabilidad fijándola en las empresas a quienes ellos utilizaron para producir este químico. El problema era que la prisa por estas empresas por producir rápidamente el herbicida y con unos costes mínimos hizo que el producto final contuviera grandes cantidades de la dioxina tetraclorodibenzodioxina, un subproducto altamente cancerígeno que además provoca malformaciones en los fetos. Esto, unido a la gran capacidad del agente naranja de permanecer activo en el suelo ha provocado graves daños en las selvas de aquel país, así como generaciones de niños con malformaciones y problemas de cáncer.

Manifestantes en la ciudad de
Paraná, Entre Ríos.
Monsanto fue productor de la hormona sintética somatotropina bovina (o rGHB recombinante). Existen estudios científicos que prueban que la hormona provoca cambios significativos en la biología de las vacas (mastitis, esterilidad, y un aumento de la hormona del crecimiento y de otras hormonas en la leche producida).

La leche de vacas tratadas con rGHB está permitida para su comercialización en Estados Unidos, México, Brasil, Rusia, Corea, Colombia, Egipto, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Honduras, Kenia, Jamaica, Perú, Namibia, Eslovaquia, Turquía, Sudáfrica y Zimbabue, pero está prohibida en Canadá y la Unión Europea, quienes afirman que la hormona puede causar daños no sólo por los problemas ya citados, sino por la dosis extra de antibióticos que contiene la leche de las vacas tratadas con esta hormona suministrados para el tratamiento de las mastitis (infección de las mamas).

Manifestante contra Monsanto en
San Pablo, Brasil, el 25 de mayo.
Grupos de protección al consumidor en Estados Unidos pidieron que se pudiera etiquetar la leche de vacas tratadas, sin embargo el gobierno de los Estados Unidos denegó la petición en un inicio y grupos de activistas atribuyeron esto a políticas de Monsanto. La negativa del gobierno a esta iniciativa no permitía al consumidor distinguir entre una u otra leche. Después de crecientes peticiones por grupos activistas de protección al consumidor se permitió el etiquetaje de la leche de vacas no tratadas.

Manifestación contra Monsanto, el 25 de mayo
en Valparaíso, Chile.
En el año 2007 Monsanto fue multado por anunciar que su herbicida Roundup era biodegradable y no tóxico para los animales domésticos y los niños, y la Unión Europea ha clasificado al herbicida de Monsanto como no biodegradable, aunque, Estados Unidos a través de la directiva 1999/45/EC lo clasifica como "no peligroso", existen numerosos estudios que prueban que el glifosato (nombre del herbicida conocido comercialmente como Roundup) es altamente persistente en el suelo, por lo que en ningún caso debió ser considerado como biodegradable. Monsanto tuvo que retirar la palabra Biodegradable de su producto y cambiar su publicidad, para poder continuar comercializándolo.

Dos trabajos realizados por la CNRS en el 2004 y 20056 demostraron que el compuesto activo del herbicida Roundup estaba relacionado con el cáncer causando desregulaciones en el ciclo celular. Las concentraciones usadas en campos de cultivo son entre 500 y 4000 veces más elevadas que la concentración mínima necesaria para causar alteraciones en el ciclo celular.

Vea aquí la protesta en el mundo:

El planeta protesta contra los transgénicos de la empresa Monsanto

España protesta contra empresa estadounidense Monsanto

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