Los cinco médicos han recibido en total 20 años de prisión
por tráfico de órganos, crimen organizado y fraude, entre otros delitos.
Jonathan Ratel, el fiscal especial en el caso de tráfico de órganos. |
En Kosovo existía la organización de traficantes de órganos que tenía su base de operaciones en la clínica Medicus, en su capital Pristina. |
La investigación ha ocupado cinco años a Ratel, revelando
que los condenados crearon una red que
reclutaba a sus víctimas en diferentes países y los trasladaba a la clínica
Medicus para extraerles órganos que trasplantaban a otras personas a cambio de
jugosas sumas. El pliego de cargos del caso atestigua desembolsos de hasta
130.000 euros por parte de los beneficiarios, mientras las víctimas perdían sus órganos a veces sin ni siquiera recibir los
pagos prometidos.
Según la investigación, hubo más de 30 extracciones de riñones y trasplantes se
realizaron ilegalmente en la clínica Medicus, que fue cerrada en 2008, cuando
estalló el escándalo.
Los donantes, que eran reclutados en Europa o en Asia central, aceptaban con la promesa de que recibirían cada uno aproximadamente entre 10.000 y 15.000 euros, mientras que los receptores de órganos estaban dispuestos a pagar cada uno desde 100.000 hasta 130 mil euros por dicha intervención quirúrgica.
Por primera vez en la historia se envió a la cárcel a cinco médicos implicados en el tráfico ilegal de órganos. |
Los donantes, que eran reclutados en Europa o en Asia central, aceptaban con la promesa de que recibirían cada uno aproximadamente entre 10.000 y 15.000 euros, mientras que los receptores de órganos estaban dispuestos a pagar cada uno desde 100.000 hasta 130 mil euros por dicha intervención quirúrgica.
“Es un tipo de explotación, también de quien recibe
los órganos. Se aprovechan de gente
desesperada que practica el llamado turismo de trasplantes”, explica el
fiscal. ¿Por qué en Kosovo? “Estos casos se dan en sitios donde hay poca
vigilancia, en zonas de conflicto o donde el Estado de derecho es débil”.
Desarrollar las operaciones en Kosovo facilitaba la logística por su proximidad
con Turquía, donde eran reclutadas la mayoría de las víctimas y también los
receptores.
Uno de los condenados por el tribunal, el urólogo Lutfi Dervishi, que recibió la pena más importante, ocho años de prisión. |
El centro del escándalo es la clínica Medicus, en la ciudad de Pristina, tristemente célebre por las ablaciones de órganos que implican a cinco médicos. La pena más importante, de ocho años de cárcel, fue pronunciada contra el urólogo Lutfi Dervishi, mientras que su hijo, el médico Arban Dervishi, fue condenado a siete años y tres meses de prisión. Otros tres inculpados, todos médicos, fueron condenados a penas de entre un año en suspenso a tres años de cárcel. Dos inculpados más en este caso, incluyendo a un exalto responsable del ministerio kosovar de Sanidad, Ilir Rrecaj, fueron absueltos en este juicio, iniciado en 2011. Durante el proceso, Rrecaj había reconocido que los trasplantes ilegales tenían lugar en la clínica, pero negó haber estado involucrado.
El traficante de órganos israelí Moshe Harel no será extraditado por el estado sionista. |
El caso recuerda a otro destapado en 2011: una red de tráfico de órganos que operó tras el conflicto en Kosovo, entre 1999 y 2000. El caso, investigado por el Consejo de Europa, atribuía al Ejército de Liberación de Kosovo —principal fuerza rebelde frente a Serbia— el liderazgo de esta red e incluso implicaba al primer ministro kosovar. Los culpables extraían los órganos a prisioneros serbios y los mataban de un tiro al terminar. El Consejo de Europa estableció un nexo entre los dos episodios al considerar en 2011 que el caso investigado actualmente demostraba que esas prácticas podían llegar hasta hoy.
“No hay absolutamente ninguna prueba de conexión”,
responde Ratel. Pese a todo, cada
episodio resuelto parece destapar otros.
Ahora existe otra investigación con ocho nuevos sospechosos de tráfico de
personas para la extracción de órganos. Sin su cooperación, asegura la
misión europea, los doctores de Medicus no habrían podido perpetrar sus
delitos.
Kosovo 'engordó' a presos serbios para traficar con sus riñones
Kosovo 'engordó' a presos serbios para traficar con sus riñones
Un informe del Consejo de
Europa desvela el espeluznante modo de operar de la red de venta de órganos
organizada a finales de los años noventa. Está Implicado el actual primer
ministro kosovar, Hashim Thaci.
Entre 100.000 y 130.000 euros pagaban los receptores para recibir un órgano ilegal. |
Durante el verano de 1999, albaneses de
Kosovo transportaron en varios camiones a unos 300 a 500 secuestrados serbios
a los campamentos de Kukes y Tropoja y posteriormente llevado a Burel donde
los ejecutaban y luego, sus cadáveres
eran despojados de los riñones y otros órganos para su comercio en el
mercado negro y en el extranjero.
El suizo Dick Marty investigó el tráfico de órganos en Kosovo. |
El ex magistrado suizo no especifica
cuántos asesinatos se produjeron para comerciar con riñones (la justicia serbia los eleva a 500). En
una rueda de prensa, Marty se disculpó asegurando que él, junto a dos ayudantes,
ha elaborado un informe a petición del Consejo de Europa, no una investigación
judicial, que él no señala culpables ni inocentes pero que muestra el camino
por el que, a su juicio, deben investigar otras instancias judiciales.
"Es una de las cosas que saben
muchos, pero nadie cuenta"
Durante su estancia en Kosovo, Marty se
entrevistó con docenas de testigos
directamente implicados: soldados, víctimas de actos violentos, familiares de
desaparecidos o de muertos, representantes de instituciones judiciales
internacionales, fiscales kosovares, policías, miembros de la Cruz Roja...
"En muchos de ellos vi miedo en los ojos", explicó. En el informe, el
ex fiscal suizo asegura que todos los testimonios son anónimos porque no se
garantiza la seguridad de ninguno.
Los prisioneros eran llevados de Kosovo a Albania para ser ejecutados y quitarles los órganos. |
El escrito cuenta cómo trasladaban a los
prisioneros de un sitio a otro en coches sin matrícula, en medio de un país
sumido en el caos, con la policía serbia en retirada y las fuerzas
internacionales sin aparecer todavía, librado a la suerte de estos clanes
mafiosos reconvertidos en unidades del ejército de liberación. También reseña una siniestra "casa
amarilla", en la localidad kosovar de Rripe, propiedad de una tal
familia K., objeto ya de varias investigaciones, escenario de asesinatos,
destino final de muchos de los prisioneros. También consigna, sin citar el
lugar, la existencia de una clínica
"de última moda", organizada para el tráfico de órganos, donde a los
cadáveres se les extirpaban los riñones.
La Casa Amarilla, en una foto de 2001. Destino final de muchos de los prisioneros. |
Marty
denunció la impunidad de la que han gozado los autores de todas estas
prácticas, producto de la ley del
silencio que impera en Kosovo y de la poca voluntad política internacional para
que se juzgue a los culpables, ya que, a su juicio, las grandes potencias
conocían la existencia de estas atrocidades. Kosovo, que es independiente desde
2008, aunque muchos países aún no lo reconocen, asegura que las acusaciones son
completamente infundadas. Estados Unidos, por su parte, reclama pruebas. Marty
dijo: "Las pruebas están ahí: sólo hay que ir a buscarlas. Pero por
nuestra parte, hemos cumplido, sacando a la luz unos hechos". El documento informa que
cientos de civiles desaparecidos y asesinados para extraerles los órganos. “eran serbios y gitanos capturados por
soldados del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo). Unos 500 de ellos
desaparecieron después de la llegada de las tropas de la KFOR (Fuerza de
seguridad de Kosovo), el 12 de junio de 1999". Luego fueron “seleccionados” por
su conveniencia como donantes, teniendo en cuenta el sexo, edad, condición
de salud y origen étnico... “los cautivos no sólo fueron entregados,
sino que también fueron ‘comprados’ y ‘vendidos’ ”.
Tráfico de órganos en todo el mundo
Tráfico de órganos en todo el mundo
En
los últimos años es preocupante la gran cantidad de bandas a nivel mundial
dedicadas al tráfico de órganos. Se descubrieron numerosos casos en Albania, Bulgaria, Estonia, Georgia, Moldavia,
Kazajistán, Bolivia, Brasil, Haití, Honduras, México, Perú, Camerún, Marruecos,
Egipto, Mozambique, República Checa, Rusia, Sudáfrica, Israel, China, India, Nepal, Alemania y
Turquía. Todas las víctimas eran pobres.
En el año 2000, el diario La Jornada, de México, difundió la noticia que en Ecatepec, un falso sacerdote secuestraba niños para proveer a las bandas de traficantes de órganos.
En el año 2000, el diario La Jornada, de México, difundió la noticia que en Ecatepec, un falso sacerdote secuestraba niños para proveer a las bandas de traficantes de órganos.
El médico holándés Dick Van Velzen robó archivos médicos, falsificó informes y alentó a sus colegas a extirpar tejidos de todos los bebés muertos que cayeran en sus manos. |
En enero de 2002 un ministro israelí admitió tácitamente que órganos extirpados de cuerpos de víctimas palestinas podían haber sido utilizados para ser trasplantados a pacientes judíos sin que lo supieran las familias de las víctimas palestinas. En respuesta a la pregunta de un miembro árabe del Knesset (parlamento israelí) el ministro, Nessim Dahan, afirmó que no podía negar o confirmar que el ejército hubiera extirpado los órganos de jóvenes y niños palestinos para trasplantes o para investigación científica: “No podría afirmar con seguridad que no ocurriera algo de eso”. Se cree que el miembro árabe del Knesset que hizo la pregunta a Dahan es Ahmed Teibi, quien señaló que había recibido “pruebas creíbles” que demostraban que médicos israelíes del instituto forense de Abu Kabir habían extraído órganos vitales como el corazón, los riñones y el hígado de los cuerpos de jóvenes y niños palestinos a los que había matado el ejército israelí en Gaza y Cisjordania.
Bilal Achmed Ghanan, un joven palestino al que los israelíes le robaron sus órganos. |
Según la periodista Saira Soufan, la extirpación ilegal de órganos de soldados y combatientes palestinos está documentado desde antes de los años noventa. “Una vez que los cuerpos de los soldados [palestinos] se devolvían a las familias en duelo, se descubría el robo de sus órganos durante el proceso del entierro. Las cavidades vacías habían sido rellenadas con materiales de desecho, como algodón, mangueras de jardinería y palos de escoba, y después cosidas a consecuencia de la llamada ‘autopsia’”.
El turista escocés Alistair Sinclair en 1998 murió en circunstancias misteriosas en Israel y le extirparon sus órganos. |
El 4 de diciembre de 2003, la Policía Federal Brasileña capturó a once personas (dos de ellos israelíes) que conformaban una red de contrabandistas que vendían órganos en Sudáfrica a un precio de 10.000 dólares. Brasil es uno de los principales escenarios donde se efectúa esta práctica. Se ha verificado que el número de niños brasileños que salen del país en adopciones internacionales no cuadra con el que se registra en el extranjero. Al parecer, hay niños que 'se pierden' y no aparecen.
En febrero de 2004 se difundieron las amenazas de muerte que han recibido las Siervas de María en Nampula (Mozambique), entre las que hay cuatro religiosas españolas y una brasileña, que llevan treinta años de misión en ese lugar. Según un informe redactado por las religiosas, las monjas han escapado hasta la fecha, de al menos a cuatro emboscadas por haber denunciado a las autoridades locales "secuestros y asesinatos de múltiples personas, muchas veces niños, víctimas de una red de tráfico de órganos". La céntrica situación del convento, entre la finca adonde llevan a las víctimas y el aeropuerto adonde presuntamente llevan de noche las cajas con los órganos para sacarlos del país, habría permitido a las monjas reunir información sobre estos crímenes.
La madre superiora Sor María Juliana denunció tráfico de órganos en Mozambique. |
Según publicó el 23 de mayo de 2004 Larry Rohter, en el diario The New York Times, el israelí Ilan Peri es el cerebro tratante del mercado negro del transplante global de riñones por conducto de la empresa TechCom, con sede en Tel Aviv. Después de haber sido expuestos en Sudáfrica y Brasil, los traficantes israelíes de órganos trasladaron a China gran parte de sus operaciones.
El 95% de los órganos trasplantados en China en 2005 provenían de prisioneros ejecutados. |
El 24 de octubre de 2005 se difundió la noticia de que la policía camerunesa había detenido a tres personas implicadas en una red que traficaba órganos humanos.
En el año 2006, la resolución de la Asociación Médica Mundial exigió a China que deje de usar prisioneros como donantes de órganos.
En el año 2007, Zaki Shapiro, cirujano israelí y anterior director de transplantes en el Rabin Medical Center de Israel, fue detenido en medio de una balacera en Turquía por estar implicado en una red clandestina de venta de riñones en un hospital privado de Estambul, según publicó The British Medical Journal el 12 de mayo de 2007.
En 2009, el periódico Aftonbladet, uno de los periódicos más populares de Suecia, informaba el martes 18 de agosto que los soldados del ejército de ocupación israelí habían estado matando jóvenes palestinos en Cisjordania para extirparles los órganos y venderlos.
El rabino Levy Itzhak Rosenbaum, de Brooklyn es detenido por traficar con órganos junto con otros 43 cómplices de la red delictiva. |
En 2010 descubrieron en Perú que 7 clínicas privadas y 40 médicos formaban una red de tráfico ilegal de órganos.
El Ejército de Liberación de Kosovo mató a unos 500 prisioneros para extraerle sus órganos. |
En agosto de 2012 se difundió la noticia que la policía china detuvo a 137 personas, entre ellos varios médicos, sospechosos de pertenecer a una red nacional de tráfico de órganos humanos que se aprovechaba de la gran demanda de trasplantes. Un trasplante de riñón en el mercado negro chino llega a costar entre 47.000 dólares (38.000 euros) y 78.000 dólares (63.000 euros).
Sin embargo, este aberrante tema delictivo de los órganos extirpados clandestinamente comprobado una y otra vez en distintos países, es negado sistemáticamente por las autoridades argentinas que lo califican como un “mito urbano” o sea, una leyenda. El tráfico de órganos no es ficción y en futuros artículos que publicaremos aquí, en Contacto con la Creación, explicaremos denuncias de casos de tráfico de órganos sucedidos en todo el planeta.
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