Un equipo de la Universidad de Rochester logró la invención de una lente
de invisibilidad que consiste en realidad de cuatro lentes separadas que pueden
ocultar al ojo humano en la banda de la luz visible, objetos tan grandes como
el tamaño con que se fabrique la lente compuesta.
Muchos escritores imaginaron la posibilidad de lograr la invisibilidad. |
Joseph Choi, con un ojo y parte de su cabeza invisibles, en la universidad de Rochester. |
John C. Howell, uno de los creadores de la lente de invisibilidad. |
Howell y
Choi desarrollaron una combinación de
cuatro lentes, hechas con materiales normales, que mantiene al objeto oculto
cuando se mira desde la dirección de visualización óptima, e incluso aunque
el observador se desplace a una perspectiva visual desviada de la óptima en unos
cuantos grados.
Investigaciones anteriores sobre invisibilidad
Muchos
diseños anteriores de capas de invisibilidad funcionan solo cuando miramos
hacia el objeto desde la dirección óptima, pero si miramos desde una perspectiva visual ligeramente distinta, el objeto
se hace visible. Otros de estos dispositivos previos de ocultación pueden
causar también que aquello que esté detrás del objeto invisible (el fondo) se
desplace de forma drástica, lo cual, aunque el objeto siga siendo invisible,
deja claro para cualquier observador que allí ocurre algo raro, de manera que
difícilmente esta clase de invisibilidad serviría para esconder algo sin que
nadie se diera cuenta.
Manto de invisibilidad de Susumu Tachi, de la Universidad de Tokio. |
En 2005, utilizando directrices matemáticas, físicos del Reino Unido afirmaron que es posible diseñar un objeto que provoque la ilusión de
invisibilidad. Poco después, Vladimir Shalaev, de la School of Electrical and Computer
Engineering de la Universidad de Purdue, Estados Unidos, diseñó en el 2007 el prototipo de un dispositivo que usa un conjunto de agujas nanométricas
irradiantes de luz a partir de un radio central.
Espectro de luz visible por el ojo humano. Clic para ampliar la imagen. |
Se ha calculado que
este sistema, tal como explican los ingenieros, funciona con una longitud de onda de 632,8 nanómetros, que se
corresponde con el color rojo, pero este mismo diseño podría aplicarse en
breve para cualquier otra frecuencia de onda única del espectro visible. En
principio, este camuflaje podría ocultar algo tan grande como una persona o un
avión. El desafío ahora consistiría en generar un
diseño que funcione para todos los colores de la luz visible, pero al mismo
tiempo. Los científicos
señalan que es un desafío tecnológico que puede lograrse en cierto tiempo.
La invisibilidad en pocas palabras
Para conseguir que
una “cosa” se vuelva invisible se
necesita, por un lado, que el objeto no refleje luz hacia fuera y, por otro,
que la luz sea reflectada alrededor del objeto, de manera que cuando lo
miramos veamos sólo el fondo y no el objeto en sí.
Dibujo de un objeto sometido a la invisibilidad. |
Todo objeto sólido
refleja la radiación que recibe, desde las microondas hasta la luz visible. Es
esta reflexión la que permite que los objetos sean vistos. Para poder volver invisible
un objeto y además dejar intacto el aspecto de todo lo que tenga detrás, los
investigadores buscaron una acertada combinación entre tipos muy concretos de
lentes, cada una con la intensidad precisa en la clase de
distorsión óptica que ejerce, así como las distancias exactas para separar las
cuatro lentes que integran la lente compuesta.
La lente de invisibilidad oculta parte de la mano y deja ver lo que hay detrás de ella. |
Las
aplicaciones potenciales de esta lente de invisibilidad son innumerables, y van
mucho más allá de los usos obvios en el campo del espionaje. Por ejemplo, los cirujanos durante una intervención
quirúrgica a menudo desearían ver parcelas de tejido que inevitablemente su
mano tapa al operar. Interponiendo la lente entre sus ojos y sus manos, estas
se volverían invisibles y podrían operar y al mismo tiempo ver a través de sus
manos.
El concepto de la invisibilidad tiene miles
de años
Muchos mitos y
leyendas de diferentes culturas relatan historias de dioses y héroes que se
hacían invisibles por medio de algún objeto mágico. Así, por ejemplo, los griegos citan el casco del dios Hades
(Plutón para los romanos), que hacía invisible
a quien lo llevara. Este casco era un regalo de los Cíclopes, antigua raza
de gigantes. El héroe Perseo lo utilizó para escapar de las dos hermanas de Medusa a la cual le cortó la
cabeza.
El casco de Hades, regalo de los gigantes cíclopes, hacía invisible al que se lo pusiera. |
En la mitología
germánica tenemos a Siegfried o Sigurd
que le arrebató la capa de invisibilidad (Tarnkappe), al enano Alberich,
tras haberlo vencido junto a sus aliados, doce gigantes. Siegfried luego ayuda
al rey Gunther con la capa que lo hace invisible.
Sigfrido contra el dragón. Tenía una capa que le otorgaba la invisibilidad. |
La novela El Hombre invisible de H. G. Wells. |
Otra variante
desarrollada en el cine, es cuando una
civilización posee una tecnología superior que posibilita un camuflaje o
invisibilidad a su poseedor como en el caso de los alienígenas cazadores de
la saga Depredador, o de las naves intergalácticas en la serie Viaje a las Estrellas.
El Anillo único forjado en Mordor, según escribió Tolkien. |
Harry Potter recibe la capa de invisibilidad. |
El doctor escocés Ulf Leonhardt analizó otra variante,
sacada de las historietas de la editorial Marvel. En ellas, la Mujer invisible, integrante de Los
cuatro Fantásticos, logra la invisibilidad dirigiendo la luz de su alrededor
usando un campo de fuerza y, según el científico, eso es lo más cercano que se
podría lograr en el futuro. Y es que la invisibilidad es la ilusión óptica
de que la persona no está ahí. Es por eso que Leonhardt utiliza el ejemplo del
agua que circula alrededor de una piedra. El agua fluye por la piedra, se
arremolina en torno a ella y luego se marcha como si nada hubiera estado ahí.
Sue Storm, la Mujer Invisible de Los 4 Fantásticos, personajes creados por Stan Lee. |
Leonhardt publicó su estudio en el New Journal of Physics, donde explica que la Mujer Invisible lo que hace es curvar el espacio alrededor suyo para curvar la luz. Lo que harían los dispositivos sería imitar ese espacio curvado.
Según los científicos de la Universidad de
Rochester, otra aplicación práctica de la lente de invisibilidad sería para los
camioneros. La visibilidad desde la cabina de un camión ha sido
tradicionalmente bastante peor que la que se disfruta desde la cabina de un
automóvil. Instalando varias lentes de
invisibilidad en los puntos adecuados, los camioneros podrían ver a través de
algunos tramos de la cabina del camión, eludiendo así los puntos ciegos de
esta.
En síntesis, los
investigadores dicen que la nueva lente tiene el potencial de ocultar objetos de cualquier tamaño, como
aviones, o incluso edificios. Pero reconocen que para que ello ocurra se
tendrán que realizar muchos experimentos, porque aún les queda un largo camino
por recorrer.
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