HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


lunes, 16 de diciembre de 2013

SEPULTARON A NELSON MANDELA

Decenas de miles de sudafricanos despidieron ayer a Nelson Mandela en el décimo y último día de duelo por el “padre de la nación sudafricana”, fallecido el 5 de diciembre a los 95 años en su casa de Johannesburgo.

"Descansa en paz Madiba", dice la frase.
La mayoría lo hizo desde el centenar de pantallas de televisión que se instalaron por todo el país; unos pocos privilegiados, unos 450 entre familiares directos, autoridades locales, jefes de Estado y de gobierno de países sudafricanos o miembros del Congreso Nacional Africano (CNA), tuvieron ocasión de hacerlo en la propiedad familiar de la familia Mandela, en la localidad de Qunu, a pocos metros del cenotafio donde Madiba –como se lo conoce popularmente en Sudáfrica– quiso ser enterrado.

Dentro de la carpa, en Qunu había un retrato del padre, abuelo y héroe nacional que estaba iluminado por 95 velas (una por cada uno de sus años de vida) y el féretro estaba arropado con una piel de león, un honor reservado a los líderes de la tribu xhosa, y una bandera de Sudáfrica, un símbolo de su status de hombre de Estado.

Jefes xhosas durante el funeral de Mandela.
Siguiendo la tradición de su tribu, para garantizar la transición de Mandela al otro mundo, los jefes xhosas primero sacrificaron un buey, que luego fue servido a los que participaron del funeral. Más tarde, a lo largo de la ceremonia dentro de la carpa, un anciano de su familia se quedó al lado del féretro para ir guiando a su espíritu por las etapas de la ceremonia hasta su momento final, el entierro.

Dentro de la carpa los discursos se intercalaron con canciones en lengua xhosa y con rondas de disparos de los miembros del Ejército sudafricano que acompañó todo el funeral de Estado.

"Un gran árbol se ha caído, ahora se va a casa a descansar junto a sus antepasados", aseguró el jefe del clan Thembu, Ngangomhlaba Matanzima, vestido con una piel de leopardo sobre los hombros. A lo largo de la ceremonia algunos recordaron al ex presidente como Rolihlahla, su nombre en xhosa, como Madiba, su nombre como jefe tribal, o Mandela, el nombre que pasó a la historia de Sudáfrica y del mundo entero al pactar con el régimen racista del apartheid e instalar la democracia y la reconciliación nacional.

El cadáver de Mandela es embarcado
rumbo a su aldea de Qunu.
Apenas unas 400 personas pudieron estar presentes cuando el féretro descendió hasta su morada final, acompañado por cantos en xhosa y la mirada conmovida de familiares, amigos y líderes internacionales, entre ellos el vicepresidente iraní, Mohammad Shariatmadari, el expremier francés Lionel Jospin, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el ex primer ministro noruego Jens Stoltenberg y el expresidente Bill Clinton.

Durante el entierro, tres helicópteros militares con la bandera sudafricana y cinco jets realizaron una exhibición aérea sobre los campos en los que Mandela cuidaba al ganado cuando era un niño. También hubo 21 salvas en su honor. La ceremonia se produjo a mediodía, tal como exige la tradición de la tribu a la que pertenecía el Nobel, los xhosa. Tras la sepultura se realizó además una ceremonia fúnebre xhosa.

Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica
en el funeral de Mandela.
También estuvieron celebridades como el príncipe Carlos de Inglaterra, la "reina" del talkshow estadounidense Oprah Winfrey o el reverendo bautista Jesse Jackson. El ataúd de Mandela fue cubierto con una bandera sudafricana y llevado en procesión hasta la gran tienda, seguido de cientos de soldados. A su lado se sentaron luego su viuda, Graça Machel, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y la ex esposa del dirigente Winnie Madikizela-Mandela.

Los actos cerraron diez días de duelo oficial por el Nobel de la paz, que murió el 5 de diciembre a causa de una enfermedad pulmonar que contrajo durante los 27 años que pasó en prisión. El padre de la Sudáfrica democrática fue honrado entre otros en discursos pronunciados por un jefe tribal, un ex compañero de celda y una de sus nietas.

Estuvieron presentes en el funeral el arzobispo
Desmond Tutu y la ex mujer de Mandela,
Winnie Madikizela.
"Madiba (el nombre tribal de Mandela), extrañaremos tu sonrisa, tu risa, tu amor y tu liderazgo", señaló Jacob Zuma. "Aunque tu largo camino hacia la paz ha terminado en sentido físico, tu propia travesía continúa", añadió, y destacó que Sudáfrica "seguirá creciendo", pues no solamente necesita libertad política, sino ser liberada de la criminalidad, la violencia y la pobreza. 

El discurso más emocionante fue el de uno de los presos que estuvo encerrado junto con Mandela por luchar contra el régimen racista del apartheid, Ahmed Kathrada. De 84 años, Kathrada pasó 26 entre rejas junto con Mandela y fue liberado en 1989, un año antes que su compañero. En su discurso, recordó "al hombre sano y fuerte, el boxeador, el prisionero que tomaba el pico y la pala cuando nosotros no podíamos hacerlo".

Kathrada rememoró a otros líderes del movimiento contra el racismo, ya fallecidos, como Walter Sisulu (1912-2003) y Oliver Tambo (1917-1993), y aseguró que ahora Mandela se les ha unido. "Cuando murió Walter, yo perdí un padre, y ahora he perdido a un hermano", señaló. "Mi vida está vacía", dijo con voz quebrada. "Y no sé a quién recurrir".

Nelson Mandela y Walter Sisulu, ambos
estuvieron en la misma prisión por
conspirar contra el Estado.
El servicio fúnebre dentro de la carpa comenzó con un himno en la lengua xhosa, titulado "Lizalis' Idinga Lakho" (Cumple tu promesa). Al igual que en el funeral principal el martes en un estadio de Johannesburgo, también la ceremonia de ayer estuvo plagada de cantos y bailes. Mandela descansa ya junto a sus hijos varones fallecidos, Thembekile y Makgatho, y su primera hija, Makaziwe, que murió siendo un bebé.

La muerte del dirigente generó una ola de duelo tanto en Sudáfrica como en el mundo, donde se lo reconoce como una de las figuras clave del siglo XX por la transición pacífica hacia la democracia que encabezó pese a haber pasado 27 años en prisión.

Multitudinarias filas
Durante la pasada semana, casi 100.000 personas hicieron cola para rendirle homenaje en la capilla ardiente instalada en Pretoria. Zuma dijo que las larguísimas filas mostraron que "cuando la gente ve la bondad en una persona, responden reflejando bondad hacia esa persona".

El cortejo fúnebre de Mandela recorre
las calles de Pretoria.
Cuando sus restos llegaron el sábado a Qunu, a 700 kilómetros al sur de Johannesburgo, fue saludado por residentes locales eufóricos de que Madiba, el nombre del clan por el que afectuosamente se le conoce, hubiera "vuelto a casa". "Tras una larga vida y enfermedad, ahora puede descansar", dijo la abuela Victoria Ntsingo. "Ya ha hecho su trabajo", añadió.

En todo el país, la población siguió en televisión el acto o lo escuchó por la radio. En algunos lugares, grandes pantallas lo transmitieron en directo. El entierro se realizó exactamente al mediodía, como dicta la tradición de la tribu de Madiba. "Cuando el sol está en su punto más alto y cuando la sombra es menor", explicó Cyril Ramaphosa, vicepresidente de la fuerza que el ex presidente dirigió durante años, el Congreso Nacional Africano.

Largas filas se formaron para despedir a Madiba.
Cuando el ataúd cubierto con una bandera sudafricana fue llevado en procesión en un carruaje hasta la gran tienda, seguido de cientos de soldados, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma –otra vez fue abucheado, como en la ceremonia fúnebre del martes pasado– y también la ex esposa del dirigente Winnie Madikizela-Mandela.

Grandes halagos fueron pronunciados desde la tribuna de la ceremonia televisada por la Presidenta de Malaui y Vicepresidenta de la Comunidad de Desarrollo Sudafricana, Joyce Banda, quien destacó que el líder fallecido “se convirtió en un referente no sólo para África sino para el conjunto de la humanidad”. Sus palabras desataron el júbilo de quienes lo veían por las pantallas.

Entre los pocos ciudadanos blancos que se veían frente a las pantallas situadas en las inmediaciones de Qunu destacaba la presencia de David Greybe, el primer refugiado político del régimen del Apartheid, al cual se le permitió retornar legalmente al país tras su abolición a principios de los años 90. “Fue una persona excepcional que nos enseñó que no teníamos que intentar doblegar a nuestros enemigos, sino que debíamos trabajar junto con ellos para así lograr una salida en la cual ambas partes ganáramos algo”, aseguró este veterano periodista que tras exiliarse en Londres por sus ideas políticas siguió cubriendo lo que ocurría en Sudáfrica y los países vecinos para varios medios europeos. “Pienso que en estos 19 años de democracia, los blancos aún no hemos restaurado de forma suficiente el daño que les hicimos a los negros durante los anteriores 300”, continuó.

El féretro con Mandela llega a Qunu.
También podía verse a muchos padres que acudieron con sus hijos a ver el entierro del líder histórico. Asistieron a la transmisión en directo del funeral de Estado, unos 4.500 invitados. Más de cuatro horas de desfiles, discursos y canciones para despedir al padre de la democracia sudafricana, que en el momento de ser enterrado era homenajeado, según la más pura tradición castrense, con 21 salvas de disparos al aire.

Mientras, un escuadrón de cazabombarderos y tres helicópteros militares sobrevolaban estas verdes praderas bajo un sol refulgente, justo lo contrario de lo que ocurrió el martes pasado, cuando se celebró el memorial de Johannesburgo, que congregó a decenas de líderes mundiales y a decenas de miles de sudafricanos en el estadio de fútbol de Soccer City. Si en ese acto llovió sin parar durante horas, en el de ayer fue el astro rey el que quiso despedir a este visionario. Para muchos, quizás el mejor político que dio el siglo XX.

La bandera sudafricana envuelve el ataúd
del ex presidente de Sudáfrica.
Cuando el cuerpo de Mandela era transportado hacia su aldea de Qunu, miles personas se lanzaron a las calles para ver pasar su féretro desde el aeropuerto de Umtata, cabecera de la comarca, hasta la aldea de Qunu. El expresidente fue recibido con el fervor de una estrella del rock en Qunu, la aldea en la que pasó su infancia y en la que decidió pasar su retiro una vez que dejó sus tareas en su fundación. Los vecinos cantaban “Asimbonang u’Mandela thina” (Hace tiempo que no vemos Mandela), una canción que el artista sudafricano Johnny Clegg compuso para pedir su puesta en libertad. En Qunu también hacía mucho tiempo que no veían a Mandela, y para ellos la de ayer era la última ocasión de verle.

“Estamos tan felices… Porque nuestro padre ha vuelto a casa”, aseguró Zameka Medala, que esperó a junto a la carretera.

Verdaderas multitudes despidieron el cuerpo.
Agitando banderas, con cámaras de fotos, flores, canciones y bailes, miles de personas de distintas razas y religiones homenajearon al gran héroe sudafricano al grito de "Nelson Mandela, Nelson Mandela".

Su calle, a la que los vehículos no podrán acceder durante los próximos días por la acumulación de gente, ha quedado convertida en un lugar de culto. "Mandela hizo más de lo que se puede esperar de cualquier hombre", resumió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien confió en que su legado continúe inspirando a la humanidad.

"Su ejemplo y su legado político a favor de la libertad y la no violencia, así como su repudio a cualquier tipo de racismo, quedarán como una inspiración para el mundo entero y por mucho tiempo", coincidió la canciller alemana Ángela Merkel. "Guiará a todos aquellos que luchan por la justicia social y por la paz en el mundo", apuntó la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff.

En la despedida final, solamente se
permitió acceder a la carpa a
unas 400 personas.
"Luchó con una gran fuerza de voluntad para eliminar el 'apartheid' y conseguir el gran logro de poner la reconciliación nacional en el centro de proyecto de nación" subrayó el primer ministro nipón, Shinzo Abe.

"Estoy profundamente apenado por la muerte de Nelson Mandela, un campeón por la justicia", admitió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Uno de los mensajes más significativos llegó del que fuera su mayor rival político, el último presidente del régimen racista sudafricano del "apartheid", Frederick De Klerk: "Fue un honor trabajar con él en el proceso que condujo a la adopción de una Constitución y nuestras primeras elecciones democráticas".

Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica y lideró junto a De Klerk una transición democrática que evitó una guerra civil entre blancos y negros en el país austral.

Obama fue uno de los 90 líderes
mundiales presentes en el funeral.
Había salido de prisión cuatro años antes, tras pasar encarcelado 27 años por sus actividades terroristas contra el régimen segregacionista, en cuyas cárceles contrajo los problemas respiratorios que le han provocado la muerte.

En la ceremonia oficial, además de Zuma, el actual presidente de Sudáfrica estuvieron el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y su mujer Grace. También el cantante de U2, Bono, y la modelo Naomi Campbell pasaron ante el ataúd, y lo mismo hicieron dignatarios llegados de todo el mundo. 

Tras el paso de las autoridades y la familia, la capilla ardiente quedó abierta al público. Los visitantes se detenían por un instante ante el ataúd, algunos hacían reverencias o se colocaban la mano sobre el corazón. Mandela transmitía paz y dignidad, relataron. Portia Motsepe, una maestra retirada de 60 años, llegó para ver a Mandela junto con su sobrino, llevando vestimenta verde, negra y amarilla, los colores del partido gobernante Congreso Nacional Africano, del que Mandela formó parte. “No sabemos quién llevará la batuta. Pero nosotros sostendremos su legado”, afirmó. 

Hasta el viernes, el féretro estuvo en el edificio del gobierno y tras esos tres días, el cuerpo de Mandela fue llevado a Qunu, el pueblo en el que creció y vivió los últimos años y donde ha sido enterrado el domingo.

El verdadero Mandela
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en un pueblo cercano a Umtata en el Transkei. Era de origen khoisánEl padre de Mandela tuvo en total cuatro esposas, con las que engendró trece niños (cuatro varones y nueve mujeres). Mandela era hijo de la tercera esposa, Nosekeni Fanny, en cuyo kraal pasó gran parte de su niñez. A los siete años, es el primer miembro de la familia que asiste a la escuela, donde recibe el nombre de "Nelson" de un maestro metodista.


Antes de su presidencia, Mandela era un activista y el líder de Umkhonto we Sizwe, el brazo armado del Congreso Nacional Africano, organización marxista que se levantó contra el régimen del Apartheid mediante el terrorismo.

Bandera del Congreso Nacional Africano.
Su padre fue consejero principal del Jefe Supremo de las tierras de los Thembu, quien a la muerte de Mandela padre pasó a ser tutor del joven y lo entrenó para asumir el liderazgo. Sin embargo, influido por los pleitos que se presentaban ante la corte del Jefe, el joven Mandela decidió hacerse abogado.

Se inició en la política durante su etapa estudiantil en Johannesburgo, incorporándose al Congreso Nacional Africano (ANC) en 1942. En medio de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de jóvenes africanos, miembros del ANC, se agruparon bajo el liderazgo de Anton Lembede (1913-1947). Entre ellos se encontraban William Nkomo, Walter Sisulu, Oliver R. Tambo, Ashby P. Mda y Nelson Mandela. Con unos 60 miembros, todos ellos residentes en los alrededores de Witwatersrand, estos jóvenes se dieron a la formidable tarea de transformar el ANC en un movimiento de masas, que tomara sus fuerzas y su motivación de los millones de anónimos asalariados de los pueblos y campos, los campesinos en zonas rurales y los profesionales. En ese tiempo, comenta Walter Sisulu en sus memorias, junto con Mandela entraron a trabajar en el estudio jurídico de Lazar Sidelsky.

Mandela fue bautizado con el nombre
de Nelson a los 7 años por
un pastor metodista.
Su principal inquietud era que las tácticas políticas de la dirección de vieja guardia del ANC, formada en las tradiciones del constitucionalismo y las corteses peticiones presentadas al gobierno de turno, resultaban insuficientes para lograr la emancipación nacional. Lembede y sus compañeros abrazaban un nacionalismo africano sustentado en el principio de la auto-determinación. En septiembre de 1944, fundaron la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano (ANCYL).

Con su trabajo disciplinado y sostenido esfuerzo Mandela se ganó la admiración y el respeto de sus compañeros, y fue electo Secretario de la Liga Juvenil en 1947. Con esmero, haciendo campaña en la base y empleando su vocero "Inyaniso" (Verdad), la ANCYL buscaba apoyo a sus políticas en las filas del ANC. Entre 1945 y 1947 fueron electos al Consejo Ejecutivo Nacional (NEC) tres miembros de la Liga (Anton Lembede, Ashby Mda y Oliver Tambo).

Después que el Partido Nacional ganó las elecciones blancas de 1948 sobre la base de la plataforma de apartheid, durante la conferencia anual de 1948, el ANC aprobó como su política oficial el Programa de Acción -concebido por la Liga Juvenil-, donde se abogaba por el uso de las huelgas, la desobediencia civil y la no-cooperación.

El joven Mandela en 1937.
Para asegurar la instrumentación del Programa de Acción, los miembros eligieron a cargos de dirección a hombres más jóvenes. Walter Sisulu, fundador de la Liga ocupó la Secretaría General. El conservador Dr. A.B. Xuma perdió la presidencia frente al Dr. J.S. Moroka, de reputación más militante. Al año siguiente, 1950, el propio Mandela fue electo al NEC. El Programa de Acción de la Liga Juvenil perseguía la obtención de plena ciudadanía y representación parlamentaria directa para todos los sudafricanos. En los documentos políticos, de los cuales Mandela fue importante coautor, la Liga daba especial atención a la redistribución de la tierra, los derechos sindicales, la educación y la cultura. El ANC aspiraba a la educación obligatoria y gratuita para todos los niños, y educación de masas para todos los adultos.

Cuando en 1952 el ANC lanzó su "Campaña de desafío a leyes injustas", Mandela fue electo "Voluntario en Jefe". La Campaña de Desafío fue concebida como una campaña de desobediencia civil masiva inicialmente centrada en un grupo de voluntarios que debían atraer cada vez más personas comunes hasta convertirla en un desafío masivo. En su calidad de Voluntario en Jefe, Mandela recorrió el país para organizar la resistencia a las leyes discriminatorias. Por su participación en la Campaña de Desafío, Mandela fue acusado entonces de contravenir la Ley de Supresión del Comunismo y sentenciado a prisión. Poco después de concluida la Campaña, también se le prohibió asistir a reuniones ni salir de Johannesburgo durante seis meses. En nombre de la lucha contra el apartheid, Mandela preconizó la alianza entre la ANC (Congreso Nacional Africano) y el Partido Comunista Sudafricano. Según él, “Nuestra relación con el Partido Comunista Sudafricano como organización se basa en el respeto mutuo”. El diario London Sunday Times publicó el 29 de agosto de 1993: "el Congreso Nacional Africano (ANC) estaba conducido por dos comunistas judíos Albie Sachs y Yossel Mashel Slovo".
Oliver Tambo junto con Nelson
Mandela, abrieron el primer 

estudio de abogados 
negros del país.
Durante este período de restricción, Mandela presentó sus exámenes para ser admitido a la asociación de abogados y poder ejercer la profesión. Junto con Oliver Tambo, abrió el primer bufete negro del país en Johannesburgo. Por su destacada contribución a la Campaña de Desafío, a finales de 1952 había sido electo presidente de la Liga Juvenil del ANC y el órgano regional en Transvaal. Luego pasó a ocupar el cargo de Vicepresidente del ANC en su conjunto.

El gobierno no era el único que se empeñaba en frustrar la labor de Mandela. Esgrimiendo que había sido condenado en virtud de la Ley de Supresión del Comunismo, la Asociación de Abogados del Transvaal solicitó a la Corte Suprema excluirlo de la asociación de abogados. El Honorable Ramsbottom denegó la petición por considerar que la motivación de Mandela era ayudar a su pueblo y nada de lo que había hecho lo invalidaba para permanecer en las filas de tan honorable profesión.


Mandela en 1952, en su estudio
de abogado en Johannesburgo.
En 1952 Nelson Mandela asumió la responsabilidad de preparar un plan de organización que permitiera a la dirección del movimiento mantener contacto dinámico con los miembros, sin tener que recurrir a las reuniones públicas. El objetivo era prepararse para la proscripción, creando fuertes secciones locales y regionales en las cuales pudiera recaer el poder.

Se le denominó el Plan-M, por Mandela. Durante los primeros años de la década del 50 Mandela desempeñó un importante papel en la resistencia contra los desalojos de las Zonas Oeste y contra la introducción de la Educación Bantú.

Algunos de los arrestados del ANC en
diciembre de 1956.
También tuvo una importante participación en la divulgación de la Carta de la Libertad aprobada por el Congreso del Pueblo en 1955. A finales de los 50, Mandela centró su atención en la lucha contra la explotación de los trabajadores, las leyes de pases, la incipiente política de los bantustanes o micro países y la segregación de las universidades abiertas. Muy temprano Mandela había llegado a la conclusión de que la política de los bantustanes era una farsa política y un absurdo económico. Predijo, con triste acierto, que sobrevendría un programa de desalojos masivos, persecuciones políticas y terror policial.

Los arrestados en 1956 eran 105 negros, 21
indios, 
7 mestizos y 23 blancos.
A lo largo de toda la década del 1950, Mandela fue víctima de varias formas de represión. Se le proscribió, detuvo y encarceló. Durante casi toda la segunda mitad de la década fue uno de los acusados en el gigantesco Juicio por Traición, lo cual afectó seriamente no sólo su trabajo como abogado sino también su trabajo político. 

En diciembre de 1956 los líderes del ANC fueron arrestados: eran 105 negros, 21 indios, 7 mestizos, y 23 blancos. De los blancos, casi todos eran judíos. Ellos eran Jacqueline Arenstein, Yetta Barenblatt, Hymie Barsel, Lionel Bernstein, Sonia Bunting, Ruth First, Lionel Forman, Isaac Horvitch, Leon Levy, Norman Levy, Ronald Press, Sydney Shall, Joe Slovo, and Ben Turok.
Casi todos los blancos detenidos por
conspirar en Sudáfrica, eran de origen judío.
Después de la Masacre de Sharpeville en 1960, donde murieron 69 personas negras, entre ellas mujeres y niños, y otras 180 fueron heridas, el ANC fue declarado ilegal y Mandela fue encarcelado.

En marzo de 1961, por iniciativa del ANC, 1400 delegados se reunieron en Pietermaritburg para una Conferencia de Todos los Africanos. El orador principal fue Nelson Mandela. En un impresionante discurso retó al régimen del apartheid a que convocara una convención nacional representativa de todos los sudafricanos para entre todos redactar una nueva constitución sustentada en principios democráticos.


El terrorista judío Joe Slovo,
confesó que él había sido
el autor de muchos de
los atentados del MK.
De lo contrario, advertía, obligaría a la mayoría (los negros), a celebrar la próxima inauguración de la República con una huelga general de masas. De inmediato pasó a la clandestinidad para dirigir la campaña. Aunque la respuesta al llamado fue menor de lo que Mandela esperaba, recibió considerable respaldo a lo largo y ancho del país. La reacción del gobierno fue realizar la mayor movilización militar desde la guerra.

El 16 de diciembre de 1961 Nelson Mandela anunció la creación del ala armada del Congreso Nacional Africano, de la que fue su primer comandante y que eligió bautizar Umkhonto we Sizwe (Lanza de la Nación). Dicho comando fue dirigido por el mismo Mandela, con ayuda de activistas judíos como Arthur Goldreich, Denis Theodore Goldberg, Albie Sachs, Joe SlovoRuth First (esposa de Joe Slovo), Lionel e Hilda Bernstein, Ronald Kasrils (nombrado Ministro de Inteligencia de Sudáfrica de 2004 a 2008) y Harold Wolpe.
Mandela, durante un discurso
en marzo de 1961.
El MK hizo su aparición pública el 16 de diciembre de 1961 con 57 atentados con bombas. Mandela estuvo involucrado en el planeamiento de todas estas actividades de resistencia armada y era considerado un terrorista tanto por las autoridades del régimen sudafricano como por la ONU.

Mandela abandonó en secreto el país en 1962 y viajó a Argelia donde recibió entrenamiento militar. También visitó Egipto y Ghana. Fue Premio Lenin en el año 1962. El premio era entregado anualmente por la Unión Soviética a individuos que hubiesen servido a los intereses de la URSS.

Mandela y muchos de sus seguidores tenían muy buenas relaciones con los integrantes del Partido Comunista de Sudáfrica cuyos principales líderes eran los judíos Albie Sachs y Joe Slovo (1926-1995), ambos nacidos en Lituania, que instigaron a los negros a realizar acciones violentas contra el Apartheid, realizando boicots, atentados con bombas y movilizando a los africanos para levantar revoluciones y resistencias contra los blancos a los que pronto empezaron a considerar como "opresores". 


Mandela en Argelia, en 1962, donde
recibió entrenamiento militar.
El 5 de agosto de 1962, Mandela fue arrestado y hallado culpable de 156 actos de violencia pública que incluían oleadas de atentados con bomba, muchos de ellos en lugares públicos, como el atentado de la estación de ferrocarril de Johannesburgo, además de otros cargos. Parece ser que las autoridades sudafricanas conocieron la localización de Mandela por la CIA. William Blum, ex empleado del Departamento de Estado de Estados Unidos, cuenta que la CIA informó a la policía sobre el paradero de Mandela. Tres días después le leen los cargos de dirigir una huelga en 1961 y de abandonar ilegalmente el país. El 25 de octubre de 1962, es sentenciado a cinco años en prisión. Dos años más tarde, el 11 de junio de 1964, la pena se da por cumplida teniendo en cuenta su participación anterior en el Congreso Nacional Africano.
Algunos de los juzgados en el
Juicio por Traición de Rivonia,
obsérvese que la lista es
encabezada por Mandela
y luego casi todos los
acusados son blancos.
Mandela fue juzgado luego, junto con otros detenidos en el llamado Proceso de Rivonia. Al término del juicio fue condenado a cadena perpetua por dirigir las actividades de Umkhonto we Sizwe (también MK), en español. Fue el brazo armado del Congreso Nacional Africano en la lucha contra el régimen del Apartheid en Sudáfrica. Creado en 1960 contó con hasta 11.000 miembros.

En realidad, el autor de los atentados fue el judío Yossel Mashel Slovo que se unió a la ANC participando en su ala terrorista, el Umkhonto we Sizwe, en 1961 y eventualmente se convirtió en su comandante. Fue nombrado Secretario General del Partido Comunista de Sudáfrica en 1986. En una entrevista poco antes de morir, "Joe” Slovo, confesó al diario Jewish Chronicle, del 13 de enero de 1995 que él "había sido el planificador de muchos de los ataques terroristas del ANC, incluyendo el coche bomba que mató en 1.983 a 19 personas e hirió a muchos otros". 


Encuentro de Mandela en 1999
con el multimillonario judío Harry
Oppenheimer que financió los
atentados terroristas del MK.
Slovo, que había viajado a la Unión Soviética en muchas ocasiones, fue galardonado con una medalla soviética en su 60 cumpleaños. Joe, amigo de Mandela, era un dedicado comunista, un marxista leninista sin moral alguna, para quien sólo cuenta victoria, cualquiera que sea el costo humano, cualquiera que sea el derramamiento de sangre.
El primer atentado de esta organización clandestina MK dirigida por Nelson Mandela y el presidente del partido comunista Joe Slovo fue contra la fiesta nacional Afrikáner el 16 de diciembre de 1961. Entre 1961 y 1964 el MK cometió 134 sabotajes resultando en daños materiales menores. El grupo terrorista estaba financiado por el multimillonario judío Harry Oppenheimer (1908-2000), que tenía negocios en minas de diamantes y de oro, tanto en la Anglo American Corporation como en De Beers Consolidated Mines. La familia Oppenheimer controla actualmente el 80% de las industrias que existen en Sudáfrica. Tiene más poder que cuando el país lo gobernaban los blancos.

La redada
El 11 de julio de 1963 la Policía sudafricana realizó una razzia en la granja Lilliesleaf de 28 hectáreas, situada 16 kilómetros al norte de Johannesburgo. Al mando del teniente Van Wyk, iban 15 policías donde pensaban encontrar a un  grupo de dirigentes de raza negra, pero la sorpresa fue que hallaron a 19 miembros de la ANC y del MK, casi todos judíos. Arrestaron a Denis Goldberg, Lionel Bernstein, Bob Hepple, Arthur Goldreich (propietario de la granja), su esposa Hazel y Hilliard Festenstein. Poco después fueron detenidos James Kantor y Harold Wolpe, también de origen judío. Los otros detenidos en la granja eran los africanos Govan Mbeki, Walter Sisulu, Raymond Mhlaba y Ahmed Kathrada.

Mapa de la granja Llliesleaf propiedad
de Arthur Goldreich.
Se descubrió que Goldreich, junto con Wolpe, trabajaban en la localización de los objetivos para que el MK hiciera los atentados. En el Juicio de Rivonia ellos fueron defendidos por los abogados Harry Schwarz, Arthur Chaskalson, y Joel Joffe, todos judíos. En los interrogatorios resultó que soñaban con realizar una revolución en Sudáfrica imitando a la revolución bolchevique en Rusia de 1917. Gracias a la información obtenida de los terroristas, se allanó otra granja, distante a 14 kilómetros de Liliesleaf, llamada Travallyn, donde encontraron mapas, equipos de comunicaciones y una fábrica de armas con suficientes municiones para organizar una guerra. El tercer escondite oculto fue en Mountain View, Pretoria. La abundante documentación incautada revelaba que estaba a punto de lanzarse la Operation Mayibuye (“come back”) un plan maestro que fue frustrado con los allanamientos, destinado a convertir a Sudáfrica en un verdadero baño de sangre. Había amplias evidencias de que Mandela era el jefe conspirador. Figuraban todas sus actividades subversivas como su participación en encuentros de grupos terroristas en Addis Abeba, Etiopía y discursos donde enunciaba matar a todos los blancos. 


Casa principal de la granja Lilliesleaf, donde se
había reunido la cúpula de los terroristas del MK.
El plan, elaborado por Goldreich y aprobado por Mandela, incluía la manufactura de 48.000 minas terrestres y 210.000 granadas de mano. También 1.500 bombas de tiempo, 144 toneladas de nitrato de amonio, 26.6 toneladas de polvo de aluminio y 15 toneladas de pólvora además de la compra de ametralladoras, combustible y objetos para camuflar los explosivos en inocentes cajas de frutas, en envases de café y embutidos, en senderos peatonales, suficientes para provocar la mayor cantidad de muertes y destruir una ciudad del tamaño de Johannesburgo, según informó J.P.J. Coetzer (Secretario de Justicia de la República Sudafricana 1974-1979 y Director-General de Justicia 1979-1984). Diez de los documentos hallados habían sido escritos por el propio Mandela donde establecía dividir y atacar al país con cuatro grupos distintos, subdivididos en células terroristas de 10 hombres. En los documentos se establecía que el comando supremo de la Operación Mayibuye estaría a cargo Mandela, Slovo y Joe Modise. También que finalizaría exitosamente en seis meses con la toma del poder para establecer un estado comunista en Sudáfrica. A raíz de todas las pruebas aportadas, el 11 de junio de 1964, Mandela, Sisulu, y Mbeki fueron sentenciados a cadena perpetua. 

Logo del grupo terrorista
Umkhonto we Sizwe,
dirigido por Mandela.
La captura de los líderes hizo que se tardara 4 años en organizar la primer operación importante del MK después del golpe contra la cúpula de 1963. En 1967 atacó las fuerzas armadas surafricanas en Rhodesia (hoy Zimbabwe). El MK recibió la ayuda material y logística de los países satélites de la URSS, y en 1975 fue acogida por el régimen comunista en Angola apoyando el gobierno angolano en su guerra contra la invasión de su país por África del Sur. Los primeros muertos civiles por atentados del MK en Suráfrica llegaron en 1980. En los años 80 organizaron varios decenas de atentados contra blancos industriales y militares. Con cada vez más muertos de surafricanos blancos el ejército surafricano intensificó sus ataques contra los campos de adiestramiento en Botsuana y Tanzania.

En diciembre de 1985 un atentado en la ciudad balnearia de Amanzimtoti causó la muerte de 5 personas incluyendo tres niños. El congreso americano voto por incluir el MK en la Lista de Organizaciones terroristas extranjeras (Nelson Mandela todavía parecía en la lista americana de personas conectado con el terorismo hasta 2008).

Mientras Mandela estaba preso, en el exterior se perfilaba un gran luchador de la libertad, Stephen Biko (1946-1977), quién en 1969 fundó la Organización de Estudiantes Sudafricanos (SASO), que comenzó a ofrecer asistencia médica y legal en comunidades negras y a impulsar la creación de pequeñas empresas.

Steve Biko, murió asesinado
por la policía en 1977.
En 1972 Biko fundó junto a otros la Convención de Pueblos Negros, que reunía a más de 70 asociaciones. Una de ellas era el movimiento estudiantil que estuvo en el centro de uno de los episodios más sangrientos del apartheid: la protesta de niños y adolescentes negros que exigían lecciones en sus propias lenguas, y no en el lenguaje oficial de los blancos, el afrikaans.

Los llamados levantamientos de Soweto costaron la vida de más de 100 menores, entre ellos Héctor Peterson, de 13 años. La foto de Peterson ensangrentado en los brazos de su hermano dio la vuelta al mundo y se transformó en uno de los símbolos de la lucha contra el apartheid.

En 1973 Biko fue sometido al régimen de "prohibición" utilizado por el gobierno para acallar opositores. Se le impidió salir de su pueblo de King Williams Town y hablar o escribir sobre sus ideas políticas. Tampoco podía estar con más de una persona simultáneamente. Biko desafió la prohibición más de una vez, asistiendo a reuniones políticas y pronunciando discursos. Fue arrestado e interrogado en numerosas ocasiones, la última en agosto de 1977.

Biko se había convertido
en un símbolo para
millones de africanos.
Biko, ya entonces casado y con dos hijos pequeños, regresaba de un mitin político y fue detenido por las fuerzas de seguridad en Port Elizabeth. De acuerdo a testimonios prestados ante la Comisión de Verdad y Reconciliación dos décadas después, Biko fue golpeado por la policía sudafricana y sufrió una lesión en la cabeza durante un interrogatorio, luego de lo cual actuó extrañamente y no cooperaba. Los doctores que lo examinaron (desnudo, sobre una estera, encadenado) ignoraron señales claras de daño neurológico.

El 11 de setiembre Biko entró en un estado de semiinconsciencia y el médico de la policía recomendó trasladarlo a un hospital. No fue, sin embargo, ingresado a un hospital local. La policía lo trasladó 1.200 kms hasta Pretoria, un viaje de 12 horas que hizo desnudo en la parte trasera de un Land Rover. Horas después de llegar a Pretoria, desnudo y solo en una celda, el líder negro falleció de daño cerebral. Tenía apenas 30 años.

Las circunstancias de la muerte de Biko fueron condenadas a nivel internacional y lo elevaron a la condición de mártir de la resistencia negra. El gobierno sudafricano respondió prohibiendo varias organizaciones e individuos, entre ellos Donald Woods, el periodista cuya amistad con Biko sería inmortalizada en la película "Grito de Libertad". Treinta y seis años después de su muerte, ya nadie se acuerda de las ideas de Steve Biko.

Mandela estuvo 27 años en prisión por
dirigir atentados terroristas.
En 1983, el partido de Mandela, el marxista Congreso Nacional Africano (ANC) llevó adelante un ataque con coche bomba contra los cuarteles de la Fuerza Aérea Sudafricana ordenado por el líder sudafricano Oliver Tambo. Debido a la hora en la que explotó el artefacto, la mayoría de las víctimas fueron civiles. Fallecieron 19 personas y 200 resultaron heridas. Mandela fue acusado de apoyar el terrorismo y encarcelado. El ataque fue en respuesta a la matanza de 42 activistas y civiles negros en 1982.

En 1985, el presidente P.W. Botha dijo a Mandela que podía ser liberado, siempre y cuando hiciera una sola cosa: que renunciara a la violencia. Como el gobierno blanco siguió usando la violencia, Mandela se negó a renunciar a ella. Es por eso que permaneció en prisión hasta que Frederik De Klerk lo liberó sin ninguna condición. Nelson Mandela nunca renunció públicamente a la violencia. 

Las estadísticas de la Policía de Sudafrica indican que en el periodo de 1976 a 1986 aproximadamente 130 personas fueron asesinadas por los terroristas del MK. De esa cifra, cerca de 30 eran miembros de alguna fuerza de seguridad y el resto eran civiles, 40 blancos y 60 negros.

Principales atentados
1980: Atentado contra la refinería de SASOL en Sasolburg.
1982: Ataque fallido contra la central nuclear de Koeberg.
1983: Atentado con 19 muertos en Church Street en Pretoria (217 heridos).
1985: Amanzimtoti, bomba en la costa sur de Natal, 5 muertos y 40 heridos.
1986: Atentado con coche bomba en Durban, con 3 muertos y 69 heridos.
1987: Atentado en el tribunal de Johannesburgo (3 muertos y 10 heridos).
1988: Atentado de Roodepoort al banco Standard (6 muertos y 18 heridos).

El MK suspendió sus actos terroristas en 1990. Los miembros del MK fueron integrados en la fuerzas armadas surafricanas después de la transición democrática. Chris Hani siendo secretario general del partido comunista de Sudáfrica fue asesinado en 1993 por el judío polaco Janusz Waluś instigado por el político sudafricano Clive John Derby-Lewis.

La liberación de Mandela
Estuvo preso durante 27 años. En abril de 1984 Mandela fue trasladado a la Prisión Pollsmoor en Ciudad del Cabo, y en diciembre de 1988 fue trasladado a la Prisión Víctor Vester cerca de Paarl, de donde posteriormente fue puesto en libertad. Durante su encarcelamiento, Mandela reiteradas veces rechazó ofrecimientos de sus carceleros de reducir su sentencia a cambio de que aceptara la política de los bantustanes reconociendo la independencia de Transkei y accediendo a asentarse allí. 
Mandela fue liberado el 11 de febrero de 1990.

En la década del 1980. Mandela rechazó nuevamente un ofrecimiento de libertad a cambio de renunciar a la violencia. Su respuesta: "Los prisioneros no pueden asumir contratos. Sólo pueden negociar los hombres libres." 

Gran parte de su condena la pasó en la célebre Prisión de Robben Island, prisión de máxima seguridad ubicada en una pequeña isla a 7 Km de las costas de Ciudad del Cabo. Mandela fue liberado el 11 de febrero de 1990. 


A salir de prisión asistió a un acto del Partido
Comunista. En una foto de 1990 se observa a
su esposa Winnie, Nelson y el judío Joe Slovo,
Secretario General del Partido y autor de
numerosos atentados terroristas.
Mandela no derogó el apartheid. Lo hizo su predecesor, Frederick Willem de Klerk, en 1991, por las presiones internacionales que recibía y porque la República Sudafricana no soportaba más las sanciones internacionales y las guerras civiles. En 1991, durante la primera conferencia nacional del ANC celebrada en Sudáfrica después de décadas de proscripción, Nelson Mandela fue electo Presidente del ANC, mientras que su compañero y amigo de toda la vida, Oliver Tambo, fue electo Presidente Nacional de la organización.

Esto permitió que Mandela, pese a una feroz oposición de los zulúes, llegara al poder en 1994; premió a de Klerk con la vicepresidencia segunda. En 1993, ambos obtuvieron el Premio Nobel de la Paz. Posteriormente Mandela ganó las elecciones y fue presidente de Sudáfrica desde 1994 hasta 1999.

El terrorista judío
Albert Sachs fue
nombrado juez
cuando asumió Mandela 

como presidente.
Antes, Mandela no había sido un preso político sino condenado por los crímenes del ANC, una organización terrorista que, casualmente, comandaba junto a su brazo armado el MK. Luego partido político, el ANC conserva su himno, titulado “Hay que matar al granjero blanco”. Durante el primer gobierno Mandela nombró a su amigo terrorista comunista Joe Slovo como miembro del gabinete, ejerciendo la cartera de Vivienda. Slovo murió de cáncer en el ejercicio de su cargo en 1995. En cuanto a Albert Louis Sachs, otro terrorista comunista judeo lituano lo nombró Juez constitucional de Sudáfrica.

Mandela combatió contra un régimen el cual daba trabajo, educación y atención médica a miles de negros, era el país más estable, seguro y próspero de África, y luchó para reemplazarlo por un gobierno "democrático" que ha hecho del país el lugar número uno en asesinatos, torturas robos y violaciones, además de que más del 50% de la población está actualmente desempleada. En 1998, el 16% de las FF.AA surafricanas provenían del grupo terrorista MK. 

Mandela y el que fuera
presidente del gobierno
del Apartheid, De Klerk,
reciclado luego como
vicepresidente.
Los medios de comunicación han fabricado una imagen pública de Mandela para que el mundo entero lo adore, ocultando o distorsionando con cuidado todo hecho que pueda empañar su figura. En sus declaraciones públicas y discursos, Mandela siempre hacía críticas a los países de Occidente, pero no escatimaba en elogios para las dictaduras comunistas que hay en el mundo. Condenaba los errores de las políticas occidentales, pero se negaba a condenar públicamente el genocidio y la represión brutal histórica de los países comunistas. Mandela es considerado un "paladín de la libertad y la democracia", el "héroe de los oprimidos en todas partes", pero considera que las dictaduras como Cuba son "baluarte de la libertad y la justicia".

Además, Nelson Mandela escribió un panfleto llamado How to be a Good Communist ("Cómo ser un buen comunista").

La violencia de Winnie Mandela y los "necklaces"
Su esposa Winnie Mandela quemaba a los opositores con neumáticos llenos de gasolina llamados "necklaces", no importando si son de su propia raza.

Winnie, la sádica esposa
comunista de Mandela.
Winnie Mandela, llamada "Mama Wetu" (Madre de la Nación) y también "Black Evita" la "Evita negra", ha sido igualmente efusiva en sus elogios al comunismo y la violencia. En 1986 se informó en el periódico del partido comunista de Moscú, Pravda, diciendo:

“La Unión Soviética es el portador de la antorcha de todas nuestras esperanzas y aspiraciones. Hemos aprendido y seguiremos aprendiendo la resiliencia y la valentía del pueblo soviético, que son un ejemplo para nosotros en nuestra lucha por la libertad, un modelo de lealtad al deber internacionalista. En la Rusia soviética, el poder real del pueblo ha transformado los sueños en realidad. El país de los soviets es el verdadero amigo y aliado de todos los pueblos que luchan contra las fuerzas oscuras de la reacción mundial”.

Todo aquel que no le simpatizaba era atado de
pies y manos y quemado vivo con neumáticos
 llenos de combustible.
Posteriormente en Munsieville, el 13 de abril de 1986, dijo: "Con nuestras cajas de fósforos y nuestros collares vamos a liberar a este país", refiriéndose a su propia marca específica de actividad política democrática mediante la cual todo aquel que se le oponía, le eran atados las manos y los pies, y luego quemados vivos con neumáticos lleno de gasolina que se colocan alrededor del cuello llamados "Necklaces". La víctima tarda alrededor de 20 minutos en morir.

Mandela y Winnie en campaña por
la presidencia de Sudáfrica
.
Antes de la liberación de Mandela, Winnie ya era acusada de serle infiel a su esposo y de llevar una vida demasiado disipada y escandalosa. Pero lo que realmente la distanció de Nelson fue la creación de un grupo de matones, al que puso el nombre de “Mandela Football Club”, con la que amedrentaba y castigaba a quien ella consideraba colaboracionistas del apartheid. En 1988, el grupo secuestró a cuatro jóvenes negros y asesinó a uno de ellos. Condenada por la muerte del adolescente en 1989, se libró de la cárcel y pagó solo una multa gracias al apoyo que recibió de Mandela.

Winnie Mandela también era conocida
como la "Evita negra".
Finalmente, él se divorció de Winnie dos años después de que fuera elegido como el primer presidente negro de su país, en 1996. La última noticia que se tiene de ella es que tuvo que subastar obras de arte y objetos personales para pagar sus deudas.

El presidente sudafricano, Nelson Mandela, había tenido un primer matrimonio con Nkolo, una mujer de su tribu con la que tuvo cuatro hijos. Su segundo matrimonio fue con Winnie Madikizela en junio de 1958. Se desligó de ella e hizo saber que apoya la investigación sobre la presunta participación de Winnie en ocho asesinatos, entre otros delitos. Mandela en su 80º cumpleaños se casó con Graca Machel la viuda del presidente Samora Machel de Mozambique.


Mandela hizo poco y nada para
ayudar a los pobres de su país.
La libertad de su pueblo
aún está pendiente.
Desde que Mandela se convirtió en el primer presidente negro, en 1994, no se ha logrado prácticamente ningún progreso para los más pobres que subsisten con 1,25 dólares al día, además un cuarto de los 53 millones de habitantes no tienen empleo y es el primer país del mundo con mayor número de infectados de Sida. Su sucesor, Thabo Mbeki en 1999 y Jacob Zuma desde el 2009, el actual presidente, muy poco hicieron para darle un mejor nivel de vida a los negros de Sudáfrica. Hay que agregarle que Zuma es acusado de corrupción y violación. 

Desde la caída del régimen del apartheid en 1994, unos 850.000 sudafricanos blancos (un 16% del total) han emigrado, sobre todo a Reino Unido y Australia ante el incremento de la inseguridad y de las medidas de discriminación racial contra los blancos. Se calcula que 40.000 blancos ya han sido asesinados desde 1994 hasta el 2013. 

Mandela, inspiró al mundo del espectáculo
Coincidiendo con la muerte de Mandela vino el estreno de la última producción sobre su vida.

Nelson Mandela ha sido un icono que sufrió una situación de prisión durante 27 años y cuyas vivencias han inspirado a cineastas y escritores atraídos por la historia y personalidad del Premio Nobel de la Paz en 1993.

En el estreno en Londres de la última de las cintas rodadas sobre el líder sudafricano, "Mandela: Long Walk to Freedom" (Mandela, un largo camino hacia la libertad, las dos hijas menores del expresidente de Sudáfrica conocieron el fallecimiento de su padre.

Producida por Anant Singh y dirigida por el británico Justin Chadwick, la cinta narra la trayectoria de Mandela y se apoya en la "historia de amor" con su país y con su controvertida esposa Winnie. Protagonizada por el actor londinense Idris Elba, el filme toma como lente el idilio del líder mundial con la mujer que más lo marcó, Winnie Mandela, con quien estuvo casado 38 años, y recuerda su largo y tortuoso camino hacia la libertad enfatizando el lado más humano e imperfecto de Mandela.

Con guión de William Nicholson adaptado de la autobiografía de Mandela, el espectador viaja desde la infancia rural de Madiba, hasta su elección como primer presidente negro de Sudáfrica, pasando por su lucha incansable contra el Gobierno racista del "apartheid" y las vejaciones que sufrió durante 27 años en la prisión de Robben Island (Ciudad del Cabo).

La canción "Ordinary Love", que marcó el regreso a las grabaciones de la banda irlandesa U2, forma parte de la banda sonora de esta película, a cuyo estreno en Nueva York asistieron todos los miembros del grupo. Su defensa de la libertad, su lucha contra el apartheid y su relación con el rugby como motivo de unidad nacional fueron suficientes para despertar el interés de guionistas, como fue el caso de la exitosa "Invictus". La cinta, protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, muestra cómo Mandela logró unir a su país a través del rugby. Estrenada en 2009 bajo la dirección de Clint Eastwood, la película se basa en el libro "El Factor Humano" de John Carlin.

En ella se refleja el uso que hizo Nelson Mandela de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país de forma espontánea y emocional. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos.

Por su parte, la película "Goodbye Bafana" relata la relación que Mandela tuvo con un guardia de la cárcel blanco, James Gregory, durante los 27 años que permaneció encarcelado. La historia está basada en hecho verídicos. La cinta "Mandela and De klerk", rodada para la televisión en 1997, fue protagonizada por Sidney Poitier y Michael Caine, y en ella se muestra la vida y la relación entre los presidente más importante de Sudáfrica, Mandela y F.W de Klerk.

A lo largo de su vida, el propio Nelson Mandela publicó varios libros autobiográficos en los que cuenta su vida y su lucha en pro de la igualdad. Así, "El largo camino hacia la libertad” (1994) se convirtió en un libro de referencia a nivel mundial. En "Conversaciones conmigo mismo", el político expresa sus pensamientos únicos, sus reflexiones personales, borradores de cartas a jefes de Estado y sus diarios y calendarios de la prisión.

"Mis cuentos africanos", publicado en 2008, es una antología elaborada por Mandela con los cuentos más bellos y antiguos de África, mientras que "Un ideal por el cual vivo", es el título del libro publicado por Mandela en 2005. Casi cincuenta años transcurren desde la primera a la última página de la obra, años de formación política, de lucha, de prisión, de reencuentros, de mítines multitudinarios y de serenos momentos de reflexión. Años en los que la vida de Mandela y el destino de su pueblo, Sudáfrica, se funden en una trayectoria común que finalmente desemboca en la denuncia internacional del régimen segregacionista y racista del apartheid, y la posterior caída del mismo.

"El largo camino hacia la libertad", autobiografía escrita en 1994 en la que se basa la película "Long Walk to Freedom", es un apasionante relato del líder político surafricano y ocupa un lugar destacado entre las memorias de las figuras más importantes del siglo XX. En sus páginas se descubre en clave individual el largo camino seguido por el África negra hacia la consecución de la libertad política y la restitución de su dignidad humana.

La vida y la obra de Mandela ha inspirado también a muchos escritores como a Anthony Sampson, Richard Stengel, Martin Meredith, así como a Cath Senker, autor de "Mandela and Truth and Reconciliation".

Frases destacadas de Nelson Mandela
"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".
"Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos".
"Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
"Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí".
"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
"Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".
"Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia. La prensa debe ser libre de la interferencia del Estado. Debe tener la capacidad económica para hacer frente a las lisonjas de los gobiernos. Debe tener la suficiente independencia de los intereses creados que ser audaz y preguntar sin miedo ni ningún trato de favor. Debe gozar de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos".
"Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo".
"La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario".

1 comentario: