HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


domingo, 6 de mayo de 2012

FENÓMENOS EXTRAÑOS EN LA LUNA

El estudio de la Luna se remonta a los primeros tiempos de la historia humana, al ser el cuerpo celeste del Sistema solar más cercano a la Tierra.

Para ver a la luna tan cerca habrá
que esperar 17 años.
Así es como conocemos actualmente casi con exactitud todos los movimientos lunares y se pudo calcular que el sábado 5 de mayo la Luna llena se situó a 355.126 km de la Tierra, la menor distancia de todo 2012. La Luna se aproximó unos 24.600 kilómetros más cerca que el promedio. Así, se vio 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante que durante las otras fases de Luna llena. Por los próximos 17 años no se acercará tanto a nuestro planeta.

La Luna se acercó a una
distancia de 355.126
kilómetros de la Tierra.
Esto ocurre porque la órbita de la Luna alrededor de la Tierra no describe una circunferencia, sin una elipse, por lo que la distancia entre los dos cuerpos no es constante. De hecho, se denomina perigeo a la distancia mínima entre los dos cuerpos, y apogeo a la máxima.

Pero existen otros estudios sobre la Luna prácticamente desconocidos, porque contradicen a la Ciencia oficial que afirma que es un astro muerto. Estos estudios y observaciones revelan luces que se mueven sobre su superficie, construcciones artificiales y otras anomalías y fenómenos extraños que los científicos no pueden explicar, salvo que reconozcan que son manifestaciones de una inteligencia superior a la humana.

En líneas generales esta clase de enigmáticas luces han recibido, en el ámbito astronómico, el nombre de Lunar Transient Phenomena (LTPs) o Fenómenos Transitorios Lunares (FTL) indicando claramente la naturaleza escurridiza y efímera de semejantes apariciones sobre el suelo lunar.

Ya en 1687 se anunció la visión de un punto muy brillante entre los cuernos lunares.

El astrónomo español Antonio de Ulloa (quien colaboró en la medición de las dimensiones de la Tierra en una expedición internacional a Perú) observó en 1778, durante el eclipse lunar ocurrido el 24 de junio, un punto brillante sobre la superficie lunar a modo de "agujero" que dejase pasar la luz solar; una luz similar aunque rojiza sería observada durante casi cinco meses en el año 1789.

Puerta de Entrada a la Real
Sociedad Astronómica
Británica en Londres.
En 1879 la Real Sociedad Astronómica Británica cursaba una insólita circular a sus miembros en la que expresaba el deseo de recibir en su sede cualquier informe de sus asociados en el que se diera buena cuenta de alguna observación anómala sobre la superficie de la Luna, la respuesta no se hizo esperar, ya que durante los dos años que siguieron a su poca frecuente solicitud, las oficinas de la Real Sociedad Astronómica Británica se vieron literalmente inundadas por una avalancha de relatos en los que de describían desde la observación de luces que recorrían el interior de ciertos cráteres, hasta explosiones volcánicas de cierta magnitud.

El abultado número de informes recibidos - que superó los 2 millones - obligo a la sociedad a cancelar su proyecto de análisis y a no emitir ninguna opinión concluyente sobre tan escurridiza materia.

En cualquier caso, lo que realmente puso de manifiesto aquella unánime reacción de los astrónomos británicos es que ninguno de aquellos relatos resultaba nuevo o extraño a los ojos de aquellos expertos. No en vano el prestigioso astrónomo William Herschel ya había hablado que durante un eclipse lunar en 1783 vio sobre la Luna luces extrañas y brillantes.

William Herschel vio en varias
oportunidades fenómenos
extraños sobre la Luna.
En 1787, William Herschel, descubridor de Urano, tuvo la observación de "puntos resplandecientes", denunciando sin pudor haber visto “la erupción de tres volcanes sobre su superficie. Los he detectado, -escribió en aquel entonces Herschel- en diferentes lugares de la parte oscura de la Luna nueva”.

Y prosigue, “Dos de ellos están casi ya extintos o, en cualquier caso, en estado de cercana erupción que quizás se produzca en la próxima lunación. El tercero muestra una erupción actual de fuego y materias luminosas".

Aunque Herschel fuese un respetado científico, su teoría del volcán fue rechazada por casi todos. Según un informe publicado en The American Journal of Science and Arts, en 1822, los volcanes lunares resultaban improbables porque cualquier roca fundida en el núcleo de la Luna se enfriaría con rapidez a causa del tamaño de la Luna. En vez de ello, se postuló otra teoría, por cierrto absurda, que las luces observadas por Herschel y otros cerca del cráter Aristarco se debían a reflejos de la luz de la Tierra.

Un año después de la "confesión" de Herschel, otro eminente Selenógrafo, el profesor germano Johan Schroeter declaró haber visto, sin género de duda, "Un brillante estallido de luz, que estaba compuesto de muchas chispas pequeñas y separadas al este, entre los picos de los Montes Alpes lunares no lejos del cráter Platón que se movían todas juntas en línea recta hacia el norte del Mare Imbrium y otros lugares de la superficie de la Luna".

El cráter Platón en el Mare Imbrium,
una zona de frecuente actividad
de luces extrañas.
El cráter Platón, es un cráter de 109 km formado por el impacto de un meteorito que ocurrió hace unos 3.800 millones de años, algo después de la formación de Mare Imbrium. Su color oscuro, que contrasta con el de las zonas adyacentes, de tonalidad más clara, hizo que el astrónomo Johannes Hevelius lo llamara “Gran Lago Negro”. Aparentemente su fondo es plano, y es un rico foco de actividad de Fenómenos Transitorios Lunares, desde Schröeter en 1788 se viene mencionando la aparición de luces o brillos en su fondo, no faltando observadores que viesen en su fondo grupos desde 4 hasta 28 luces diferentes, las cuales aumentaban y disminuían de brillo alternativamente con el tiempo.

Los cráteres Aristóteles de 87 km y
Eudoxo de 67 Km otra zona lunar
de fenómenos anómalos.
En 1877 se avistaría un extraño triángulo luminoso en el mismo fondo y H. P. Wilkins anunciaría en agosto de 1944 la presencia de un punto redondo en el cráter. El mismo Wilkins aportaría otra observación de un resplandor asombroso en la zona del cráter Aristarco, otro sector también bastante "caliente" en este tipo de fenómenos. Otra observación fiable proviene del astrónomo francés Trouvelot, del observatorio de Meudon, quien avistó en febrero de 1877 una luz en el cráter Eudoxo (67 Km), una zona bastante conocida por este tipo de actividad; en marzo se avistaría otra luz en la zona del cráter Proclus y en junio se avistaría otra extraña luz.

Los relatos de estos astrónomos son irreprochables. No solo por la reconocida solvencia científica de quienes lo enunciaron, sino porque se amparan dentro de una amplísima casuística de detecciones a través de telescopios de luces, cúpulas, puentes y un sinfín de registros visuales de similar grado de extrañeza, para los que la ciencia no tiene una explicación convincente alguna.

El 24 de abril de 1882, sombras moviéndose fueron vistas en la zona de la Luna cerca del cráter Aristóteles. Un rayo de luz fue avistado en el cráter Clavius el 23 de abril de 1915.

Relevamiento contemporáneo
El editor científico del New York Herald Tribune, John J. O'Neil, el 29 de julio de 1953, declaró haber visto un "puente" de 12 millas de largo cruzando el cráter Mare Crisium. Después de informar sobre este descubrimiento a la Association of Lunar and Planetary Observers, O'Neil fue recibido con desdén por los astrónomos. No obstante, un mes después el "puente" fue confirmado por el astrónomo británico Dr. H. P. Wilkens, quien dijo a la BBC, "parece artificial. Es casi increíble que tal cosa pueda haberse formado en primer lugar, o si se hubiese formado pueda haber permanecido intacto durante tanto tiempo". Otra confirmación vino de la mano de Patrick Moore de la British Astronomical Association, quien declaró que el "puente" apareció "de repente" casi de la noche a la mañana.

En primer lugar, el cráter Aristarco,
detrás el cráter Herodoto.
En septiembre de 1953 Rudolph Lippert anunció la visión de una luz que resplandeció con un intenso color amarillo anaranjado, que él achacó a un impacto meteórico sobre la superficie lunar.

El primer registro fiable de un Fenómeno Transitorio Lunar sería el que efectuó el astrónomo soviético Nikolai Kozyrev, del Observatorio de Crimea, el 4 de noviembre de 1958, quien obtuvo el espectro de una nube rojiza emitida por el pico central del cráter Alphonsus. Otra observación documentada (confirmada por varios observadores) es la que registró el Observatorio Lowell en abril de 1966 cuando un astrónomo siguió el brillo de una intensa luz rojiza en el cráter Gassendi.

El 22 de noviembre de 1966, el Washington Post publicó en primera portada el siguiente titular: "Seis Misteriosas Sombras de Estatuas han sido Fotografiadas por el Orbiter en la Luna".

Una "nube negra rodeada de una luz violeta" fue vista en el Mar de la Tranquilidad por astrónomos canadienses el 11 de septiembre de 1967.

En mayo de 1969 la Agrupación Astronómica de Sabadell, España, observó una luz en el fondo del cráter Aristarco, luego el español José Mª Oliver vio una luz el 19 de julio en Aristarco y poco después José Mª Gómez, también español, vio una luz el 9 de agosto de ese año en el cráter Heródoto.

Explicación y fenomenología
El origen de este tipo de fenómenos no es del todo claro; ya que la ciencia oficial afirma que la Luna no tiene actividad volcánica. Por ende, no hay focos de vulcanismo y la explicación hay que buscarla en la presencia de seres inteligentes que frecuentan regiones concretas como los cráteres Alphonsus y Aristarco.

Triángulo de 28 kilómetros en
el cráter Ukert.

Comúnmente los LTPs se observan en el lado brillante de la cara visible de nuestro satélite y casi siempre se trata de luces blancas del tamaño de una estrella -aunque también hay registros de luces rojas, amarillentas y azuladas-, cuya permanencia sobre la superficie varía entre unos segundos y algunos días. Desde el siglo VI hasta hoy el número de incidentes de este tipo catalogados por astrónomos privados como Winfried S. Camerón supera los 2.000, entre los que se incluyen frecuentes avistamientos de flashes intermitentes de luz como si alguien intentara mandar una señal de Morse a la Tierra. Por otra parte, uno de los últimos y más completos listados "oficiales" de LTPs, elaborado por la NASA en julio de 1968, recoge la nada despreciable cantidad de 579 incidentes profusamente documentados entre noviembre del 1540 y octubre del 1967.

Actualmente los avistamientos de luces en la Luna siguen existiendo pero es un tema tabú que los astrónomos solo comentan en voz baja por temor a represalias. Por ejemplo, tenemos el caso de un astrónomo aficionado rosarino que en enero de 1988 observó cerca del cráter Tycho un gran círculo luminoso de varios kilómetros de diámetro pero nadie le dio trascendencia en una censura que llama poderosamente la atención.

Extrañas estructuras por doquier en nuestro satélite
Una estructura importante es conocida como "Shard" localizada en el área de la Luna llamada Ukert, el cual se encuentra en un punto cercano a la Tierra. El Shard fue fotografiado por el satélite Orbiter 3 y muestra un raro monumento que consiste en una torre de una milla y media de alto desde la superficie lunar. El Dr. Bruce Cornet, un geólogo independiente que ha estudiado las fotos del Shard dijo, "ningún proceso natural podría explicar tal estructura".

Cubo sobre una torre que se
eleva más de 12,5 kilómetros
sobre la superficie lunar.
Pero posiblemente la estructura más increíble de todas es la llamada "the Tower" (la Torre), en la región de Sinus Medii. Dr. Cornet dijo, "la Torre representa un enigma de grandes proporciones, porque se alza más de 5 millas sobre la superficie lunar, y ha sido fotografiada desde 5 ángulos diferentes y 2 diferentes altitudes. En todas las fotografías la misma estructura es visible y puede ser vista desde diferentes ángulos. La parte de arriba de la Torre tiene una geometría cúbica y parece que está compuesta de cubos regulares juntados unos con los otros formando un gran cubo con una anchura de más de 1 milla!".

También existen numerosos avistamientos de luces que se desplazan de un lugar a otro de la Luna, lo que tiene ciertos paralelismos con el misterio de los Ovnis ya que, como en este, las evidencias testimoniales, fotográficas y fílmicas demuestran que "algo" esta sobrevolando la Luna y se desplaza ocasionalmente a lo largo de zonas muy concretas.

Y por si fuera poco, su actividad parece dispararse cuando el planeta Marte se encuentra más cerca de la Tierra.

1 comentario:

  1. esto puede suceder de manera relevante ya que en mi opinión creo que la vida sobre natural es por que la fuera que empuja la tierra en la luna ase que se someta junto con las luces que el sol proporciona tanto calor, puede que hay sustancias de hierro que compone la luna son capases de explotar cuando se someten al calor del sol, sustancias que aun no sabemos que hay en la luna y es lo que causas esas luces en lo cárteres, en ciertas ocasiones de años.

    es mi pensar nada mas no es científico ni tampoco lógico para algunos, pero es mi manera que creo que es lo que sucede en la luna.

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