Dos presidiarios
escaparon de una prisión de Nueva York cavando un túnel. Ahora mismo, puede que
estos dos hombres sean los más buscados en Estados Unidos. Aún siguen sin ser
encontrados. Lo que da lugar para recordar las fugas de cárceles más resonantes
de la historia.
A lo largo de la historia, el ingenio del hombre le ha permitido fugarse de lugares donde eso se creía imposible. |
Cada
año, decenas de presos escapan de prisiones de todo el mundo. De estas fugas,
la gran mayoría son producidas por fallos en la seguridad en las cárceles, y la mayoría de los fugados son recapturados
a los pocos días.
La
huida de dos presos de una cárcel de alta seguridad en el estado de Nueva York este
fin de semana se suma a una larga lista
de «fugas de prisiones», algunas de ellas llevadas al cine.
1) Fuga del
Correccional de Clinton (2015)
David Sweat, de 34 años,
purgaba cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el
homicidio de un policía cometido en 2002. Richard
Matt, de 48 años, cumplía 25 años de cárcel y prisión perpetua por el
secuestro, homicidio y descuartizamiento de su ex jefe en 1997. Los evadidos habían colocado bastante ropa debajo de las
mantas de sus camas para aparentar que dormían y engañar a los guardias que
hacían los rondines en la Instalación Correccional Clinton, de 150 años de
antigüedad, cerca de Dannemora. Las autoridades de la prisión se dieron
cuenta de la fuga el sábado 6 de junio de 2015 por la mañana.
Richard Matt y David Sweat, los dos convictos escapados en junio de 2015. |
En
una tubería de vapor cortada, los
reclusos dejaron una nota burlona que contenía el dibujo de una carita asiática
y las palabras "tengan un bonito día".
“Dos
homicidas que utilizaron herramientas eléctricas a fin de escapar de prisión
deben haber tardado varios días para cortar paredes y tubería de acero y
demoler ladrillos”, indicó el domingo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
Entrada al túnel de los presos fugados de Nueva York. |
"Que tengan un bonito día", el sentido del humor de los escapados del centro correccional neoyorquino. |
Las
autoridades instalaron retenes y echaron mano de helicópteros y perros
adiestrados. Hay centenares de agentes
fueron desplegados alrededor de la prisión, ubicada a unos 32 kilómetros de la
frontera con Canadá, y se recibieron una decena de avisos.
Sin
embargo, las autoridades reconocieron que no tenía ni la menor idea de dónde
podrían encontrarse los dos convictos. “Pudieron
haber cruzado hacia Canadá o dirigirse a otro estado”, señaló Cuomo.
2) Fuga de John Gerard de la Torre de Londres (1597)
Gerard
era un sacerdote jesuita nacido en 1564 que
fue llevado a prisión en 1594 y torturado después de escribir a
simpatizantes católicos y de insertar pistas secretas en cada carta, escondidas
con una tinta invisible de su propia invención.
Torre de Londres, vista desde el río Támesis. |
La
noche del 4 de octubre de 1597 logró
escapar a través de las piedras alrededor de la puerta de su celda. Tras
abrir un boquete, se escabulló sorteando a los guardias del corredor, y alcanzó
un alto muro que daba al foso de la Torre de Londres. Abajo, un bote de remos
lo esperaba en la oscuridad. El barquero le lanzó una cuerda, que ató a un
cañón cercano y, al escuchar la señal proveniente del otro extremo de que había
sido atada al otro lado del foso, se deslizó hacia la libertad. Nunca fue capturado. Falleció en Roma en 1637
a la edad de 73 años.
3) La fuga de Casanova (1756)
3) La fuga de Casanova (1756)
El
masón y aventurero veneciano Giacomo
Casanova es más recordado por ser un mujeriego, pero él también es
responsable de uno de los escapes más famosos de una prisión de todos los
tiempos. En 1753, después de ganar una reputación de libertinaje y adulterio, vuelve
a Venecia y en 1755 Casanova fue arrestado y confinado a la prisión de Piombi o
de Los Plomos, llamada así porque fue
equipada con un techo de plomo que fue diseñado para fomentar el calor
sofocante y hacer imposible escapar.
El libertino Giacomo Casanova (1725-1798). |
Casanova
tuvo éxito en su empeño por fugarse en el segundo intento, entre la noche del
31 de octubre y el 1 de noviembre de 1756. Fabricó una herramienta con un
barrote de hierro y después de introducir un pico de metal en su celda,
Casanova y un sacerdote renegado confinados cerca uno del otro, pasaron meses cavando un túnel en el rincón
de su calabozo a través del techo de sus celdas. Cuando lo cambiaron a
otra, Casanova temió estar siendo observado, por lo que le pidió al monje de la
celda junto a la suya que cavase por él. Ambos lograron escapar usando la misma
herramienta para abrir las puertas que bloqueaban su paso. Una vez pasadas,
abrieron las placas de plomo en el techo y llegaron a otra habitación a través
de una buhardilla. Usando una combinación de escaleras y cuerdas, el dúo logró
llegar a la planta baja, y después de romper un candado y furtivamente
escabullirse a través de los pasillos de la cárcel, se escaparon en góndola a
la ciudad a través de la red de ríos. Casanova, más tarde escribió la fuga en
una memoria popular, y aunque muchos han especulado que la historia pudo haber
sido embellecida, evidencias de la escena de la fuga de la cárcel parecen
acreditar su historia.
4) Fuga de la
Prisión de Libby (1864)
Fue
la más famosa (y exitosa) fuga de presos durante la Guerra Civil Americana.
Esta prisión se decía que era la más
segura de todas a las que se destinaban los presos de guerra, hasta el día
en que ocurrió esta fuga.
El escape de la prisión de Libby, 1864. |
Un grupo de 15 soldados de la Unión, dirigidos por el
Coronel Thomas E. Rose y el Mayor A. G. Hamilton, construyeron un túnel desde
el sótano de la prisión hasta un terreno situado fuera de la cárcel. Esto no
fue una tarea fácil, ya que el sótano de esta misión era muy oscuro e infectado
de bichos, conocido por sus reclusos como el «infierno de las ratas». Diecisiete días después de empezar a
construir el túnel, en la noche del 9 de febrero vieron la luz y 109 soldados consiguieron huir a la ciudad
de Richmond. 48 soldados fueron recapturados, pero 59 llegaron a la
seguridad del ejército federal.
5) Fuga de John
Dillinger (1934)
El
famoso ladrón de bancos estadounidense John
Dillinger estuvo implicado en varias fugas de prisión violentas durante la
década de los 30. En el año 1933, él y su banda diseñaron una audaz fuga de la
cárcel de Lima (Ohio), después de usar dos rifles de contrabando contra dos
guardias de seguridad.
El cartel ofrece recompensa por el ladrón John Dillinger. |
Pero la fuga más famosa de Dillinger llegó en el año
1934, después de que tras una serie de atracos, fue llevado a la cárcel del
condado de Lake, en Crown Point, Indiana, a prueba de fugas, custodiada por
gran cantidad de policías y militares del ejército americano. Dillinger talló con una pastilla de jabón
un arma falsa. Iba a ser juzgado por el asesinato de un policía.
La
jornada del 3 de marzo de 1934, Dillinger intentó escapar con un arma de
juguete ennegrecida con betún. Con su arma de mentira fue capaz de engañar a un guardia en la apertura de su celda y poder huir, después de encerrar a sus
guardianes. Se han hecho varias películas recreando a la vida y la fuga de este
ladrón.
6) La huida más multitudinaria de una cárcel
en Europa (1938)
Ocurrió
en Pamplona, España, el 22 de mayo de 1938 y en plena Guerra Civil. A la hora
de la cena, una docena de reclusos desarmó a los guardias y tomó el control de
diversas dependencias del penal, hasta abrir las puertas para facilitar la fuga de los 2.487 presos republicanos,
aunque la mayoría no se atrevió a salir por temor a los castigos. De entre
ellos, 795 prisioneros intentaron
fugarse pero solamente 3 lograron con éxito llegar a Francia. Los demás
murieron en el intento o fueron apresados de nuevo y otros 14 fueron juzgados
como promotores de la fuga y ejecutados.
7) La fuga de Franz von Werra (1941)
Con
audacia se dirigió hacia el campo de aviación militar de Hucknall, varios días
después, argumentando que era un piloto holandés de la RAF y que pretendía
volver al continente, a la batalla. A pesar de que estuvo a punto de conseguir un avión, al final su falsa identidad fue
descubierta y de nuevo se le detuvo cuando estaba en un hangar sentado en un
avión Hurricane probando la bomba inyectora de combustible.
En
enero de 1941 se le pusieron las cosas aún más difíciles, ya que fue enviado a
Canadá, a otro campo de prisioneros. El 21 de enero llegó al puerto canadiense
de Halifax, de allí los prisioneros subieron a un tren rumbo a Ontario. En la segunda noche, mientras viajaba en
un vagón con 35 prisioneros custodiados por 12 guardias por vagón, nada más
arrancar el tren, varios prisioneros se levantaron y pidieron ir al retrete,
mientras, uno de los compañeros, hacía que sacudía una manta tapando la
ventana, von Werra tiró de la ventanilla y saltó. Tras el salto, sus compañeros
cerraron de nuevo ambas ventanillas y la fuga no se descubrió hasta que el tren
estuvo a mucha distancia. Otros siete
prisioneros, durante ese mismo viaje, escaparían del mismo modo. Pero todos
fueron detenidos, salvo el indestructible Franz von Werra.
Se
supone, según los canadienses, que Franz
von Werra se había tirado del tren a unos 50 kilómetros de la frontera con
Estados Unidos. El 24 de enero Von Werra que caminaba por las gélidas tierras
de Canadá, tuvo que cruzar el caudaloso río San Lorenzo.
Se
entregó a las autoridades que empezaron a preparar su extradición de vuelta a
Canadá. En principio von Werra fue
acusado de entrada ilegal en el país y fue encarcelado en Ogdensburg, pero
los reporteros sensacionalistas comenzaron a interesarse por su increíble
historia, y todas sus declaraciones hicieron que su huida tuviera una repercusión
internacional. El cónsul alemán pagó una fianza de 15.000 dólares y se lo llevó
a Nueva York bajo libertad condicional.
En
Canadá para reforzar los argumentos de su extradición le acusaron del robo de la canoa valorada en 35 dólares y estaban
llevando a cabo grandes esfuerzos jurídicos y diplomáticos para conseguir que
fuera devuelto.
Tras
participar en la Operación Barbarroja y obteniendo 13 victorias aéreas sobre
cielo soviético, fue enviado en septiembre a defender las costas de Holanda. El 25 de octubre de 1941 Franz hacía un
vuelo de patrulla rutinario, y su avión cayó al mar debido a un fallo en el
motor. Una muerte hasta cierto punto ridícula, después de todo lo que le costó
regresar, pero quizá ése era su destino, ya que bien pudo retirarse como héroe, con 21 victorias aéreas, pero él prefirió seguir en el ejército alemán luchando por su país. Su cuerpo nunca fue encontrado.
Después de la guerra, la
espectacular fuga de Franz von Werra fue
llevada al cine en 1957 con la película The
One That Got Away, conocida en español como El único evadido, protagonizada por Hardy Krüger, quien encarnó al piloto
alemán.
El
túnel resultó unos 10 metros demasiado corto, así que la salida no se encontraba en
el bosque, sino algo antes. Esto conllevó que se tuviese que sincronizar la
salida del túnel con las patrullas de vigilancia. Esto alteró el desarrollo
planeado de la huida y pronto resultó evidente que no huirían 220 prisioneros
como se había planeado, sino unos 100. La fuga fue detectada a las 4:55 horas.
En ese momento habían cruzado el túnel 87 personas, de las que 11 se entregaron
en el bosque adyacente, y no contaron por tanto como huidos. Esto deja un
cómputo de 76 fugados, 50 de ellos
terminarán muertos y el resto capturados por tierras de Alemania y Francia. El
29 de marzo fue muerto Roger Bushell, el cerebro de la operación. De los
fugados sólo 3 evitaron ser capturados.
Los tres afortunados
fueron el sargento noruego Per Bergsland (1918–1992) y el piloto Jens Einar
Müller (1917–1999), también noruego que llegaron hasta la costa alemana donde
dos marineros suecos los embarcaron en un barco que llegó a Gotemburgo en Suecia,
donde rápidamente se metieron en el consulado británico. De allí viajaron en
tren a Estocolmo, se trasladaron al aeropuerto de Bromma, desde donde volaron a
Escocia. De Escocia se trasladaron en tren a Londres.
El tercero fue un
piloto holandés, Bram van der Stok (1915– 1993), también conocido como Bob van
der Stok. Luego
de la fuga, viajó hasta la estación de trenes de Breslau donde pasó un severo checkpoint,
convenciendo a los alemanes de que no era uno de los evadidos. Viajó hasta Utrecht donde un contacto le facilitó ropa
y equipamiento para un viaje en bicicleta hasta Bélgica. De Bélgica con
papeles de ciudadano belga viajó en tren desde Bruselas a París y luego a Toulouse,
donde la Resistencia francesa lo cruzó a través de los Pirineos junto a dos
tenientes norteamericanos, dos pilotos de la RAF, un oficial francés y un ruso,
hasta Lleida en España. El consulado británico los recibió y luego Van der Stok
fue llevado a Gibraltar el 8 de julio de 1944. De allí fue transportado en
avión hasta Bristol el 11 de julio de 1944 para volver a combatir en el Spitfire
91 Squadron.
La famosa película El Gran Escape, de 1963 producida y dirigida por John Sturges, protagonizada por Steve McQueen, James Garner y Richard Attenborough, se inspiró en esta fuga. También un documental de National Geographic, analiza el gran escape.
9) La fuga de Papillon de la Isla del Diablo (1941)
Charrière
nació en Ardèche, Francia. Tuvo dos hermanas mayores. Su madre murió en 1917,
cuando Henri tenía casi 11 años, catorce años antes de su reclusión. En 1923,
con 17 años, se alistó en la Armada Francesa, y sirvió durante dos años. Tras
abandonar la marina, Charrière se
convirtió en un miembro de los bajos fondos de París, y se casó con una mujer
francesa, con la cual tuvo una hija.
En
1931 es acusado de un crimen que no
cometió y enviado a la Guayana francesa en 1932. En 1933, Charrière escapa con
éxito del hospital colonial André-Bouron donde era ayudante de enfermería junto
a otros dos presos, Clousiot y André Maturette, con quienes navega a lo largo de la costa de Trinidad y
Tobago hasta Riohacha, Colombia, travesía durante la que recibe ayuda, entre
otros, de una comunidad de leprosos y de una compasiva familia británica; y a
la que se unen otros tres fugitivos a los que posteriormente abandonan en
Colombia.
Sin
embargo, el mal tiempo les impide dejar la costa colombiana y son recapturados
y hechos prisioneros. Charrière consigue escapar con la ayuda de otro preso y,
tras distanciarse varios días de la prisión, se separan; Charrière llega al
poco tiempo a la región de Guajira. Ahí permanece seis meses viviendo en un
poblado de nativos buscadores de perlas, donde una joven y su hermana se enamoran de él y se convierten en sus esposas
y madres de sus hijos. Allí experimenta la "forma más pura del amor y
la belleza", pero llevado por sus deseos de justicia, abandona el poblado
en dirección oeste.
Sin
embargo, la fortuna da un nuevo giro y Charrière es capturado y encarcelado en
Santa Marta, para ser transferido posteriormente a Barranquilla donde
inesperadamente se reencuentra con Clousiot y Maturette. A pesar de numerosos e
increíbles intentos de fuga (uno de las cuales tuvo como resultado la rotura de
los arcos de sus pies; teniendo los pies planos el resto de su vida), Charrière fue incapaz de librarse de las
prisiones y es extraditado de nuevo a la Guayana Francesa en 1934 junto a sus
dos camaradas.
La
primera fuga le costó a Charrière dos
años en aislamiento en la isla de Saint-Joseph tétricamente apodada por los
convictos "la devoradora de hombres". Originalmente, los tres
fueron sentenciados a cinco años, siendo tres de ellos añadidos por cargos de
intento de asesinato a los guardias de los que se deshicieron al escapar del
hospital; pero fueron capaces de probar que dichas acusaciones eran falsas, lo
que acortó su pena a los mencionados dos años. Sus amigos Clousiot y Maturette
corrieron con la misma suerte, que concluyó con la trágica muerte de Clousiot
pocos días después de cumplir su pena.
A
su salida, Charrière fue transferido a la isla de Royale, donde un informante
hizo fracasar un nuevo intento de fuga. Charrière vuelve a ser condenado a ocho
años de aislamiento, una pena a la que es casi imposible sobrevivir por su
intento de fuga y el posterior asesinato del informador (del que fue exonerado
por el atenuante de legítima defensa). Sin embargo fue liberado de su encarcelamiento en solitario después de sólo 19
meses, tras arriesgar su vida tratando de salvar a una pequeña niña de nombre
Lissette, de ahogarse en aguas infestadas de tiburones. Se documentó que
fue liberado por "razones médicas" considerando las condiciones
extremadamente peligrosas del intento de rescate que emprendió.
Luego,
Charrière fingió locura (teniendo algunos típicos síntomas mostrados por
algunos locos reales), en un intento de fuga de la isla manicomio, que era muy
poco resguardada. Fue un momento ideal para el escape del manicomio, porque
después de iniciada la Segunda Guerra Mundial el castigo por intento de escape
fue elevado a la pena de muerte, porque se consideró que además existían cargos
de traición a la patria. El fundamento era que si alguien trataba de escapar
seguramente estaba tratando de unirse al enemigo. Un loco estaba visto como alguien sin control de sus propias acciones,
de ese modo hacía imposible castigarlo por algo - incluido el escape.
Desafortunadamente, el intento de escape fallaría, Charrière y su compañero
estuvieron cerca de estrellarse contra los acantilados y ahogarse.
Después
de "recobrar la cordura", Charrière pide ser transferido a la Isla
del Diablo (en francés "Île du Diable") la más pequeña de las tres
islas de la Salvación. Las autoridades coloniales estuvieron felices de hacerlo
porque de aquella isla rodeada por
fuertes corrientes se decía que era imposible de escapar. Durante su
permanencia en la Isla del Diablo, él decide que todos sus intentos de fuga
fueron muy complicados. Su nuevo y simple plan sería arrojarse al mar desde los
riscos usando una bolsa con cocos como balsa.
En
los preparativos iniciales del escape, Papillon observa que las olas repiten
una particular sucesión. Cada séptima
ola parece más grande y fuerte que las otras y que la séptima sería lo
suficiente para empujarlo muy lejos de la isla a alta mar. Después de
muchos experimentos con sacos de su peso en cocos, él nombró a la séptima ola
Lissette, como a la niña por la que arriesgó su vida para salvarla.
Habiendo
alcanzado tierra firme, Charrière se puso en contacto con un chino mayor de
nombre Cuic Cuic. Papillon le hizo saber que el hermano de Cuic Cuic llamado
Chang lo ayudó a escapar de la Isla del Diablo. Charrière se escondió en el
refugio de este chino, y juntos (también con la compañía de un amigo armado), escaparon en un bote hacia Georgetown
capital de la Guayana Inglesa.
Incluso cuando pudo haber vivido en libertad, él
y otros cinco luego continuaron por tierra hacia Venezuela, donde fueron
capturados y encarcelados en las Colonias Móviles de El Dorado, prisión
localizada en El Dorado (un pequeño pueblo minero de oro en la Guayana
venezolana que fue llamado así por el mito de la Ciudad del Dorado), donde
se sorprendió del trato que recibían los prisioneros, como notó de una manera
similar a la que los franceses trataban a los convictos en las galeras del
siglo XVIII y XIX.
Charrière
fue finalmente puesto en libertad el 18
de octubre de 1945. Se asentó en Caracas, contrae nupcias con Rita Alcover
y se naturalizó como ciudadano venezolano en 1956. Siguió siendo un fugitivo de
la justicia francesa hasta que su causa
prescribió en 1967 por el paso del tiempo. Según él mismo lo cuenta en su
libro Banco (la segunda parte de Papillon), un miembro del cuerpo de
seguridad del general Charles De Gaulle le da la noticia en América antes de
una visita del entonces presidente francés a Venezuela y Colombia, pudiendo con
el tiempo retomar sus lazos familiares, volver a su Francia natal y conocer a
muchos miembros más de su familia, ahora orgullosos del tío aventurero que
todos los periodistas querían entrevistar.
En
1969 escribió su autobiografía Papillon
que se convertiría en un bestseller mundial. En 1970 Charrière es contratado como
guionista y actor en el filme Popsy Pop
protagonizado por Claudia Cardinale y Stanley Baker.
En 1973 se filma la película donde Steve McQueen interpreta el papel de Henri Charrière y con la asistencia del propio Papillon a los sets de filmación. El filme fue un éxito mundial. Su muerte ocurrió en Madrid, debido a un cáncer de garganta en 1973.
Tras
la revolución de 1955, Kelly fue
detenido y acusado de haber participado en el incendio de templos cristianos, de
asociación ilícita, hurto calificado, homicidio y otros delitos menores. Fue
trasladado por razones de seguridad a la cárcel de Río Gallegos, donde en la noche del 18 de marzo de 1957
protagonizó una fuga cinematográfica junto con el empresario peronista Jorge
Antonio, otro de los fugados luego sería presidente de la República, Héctor
Cámpora, y con el jefe de la Resistencia Peronista, John William Cooke y otros
presos políticos. Salieron al exterior del penal llevando a un guardia de
rehén y el auto que esperaban no estaba en el lugar convenido, mientras
deliberaban que hacer, llegó el vehículo más tarde de lo convenido conducido
por Manuel Araujo, socio de Jorge
Antonio. Lograron llegar a Chile donde todos fueron liberados, excepto Kelly que
solicitó asilo político, pero éste le fue denegado ya que era considerado un
delincuente común. Cuando estaba a punto
de ser remitido a la Argentina, volvió a fugarse, esta vez de una cárcel
chilena vestido de mujer ayudado por la poetisa Blanca Luz Brum que le llevó la ropa al penal y luego salió del
lugar caminando entre las mujeres que fueron de visita el 28 de septiembre de
1957. El proceso total de disfrazarse y maquillarse correctamente tardó 18
minutos. Media hora después se descubrió la fuga. Se previno a todos los
puestos fronterizos de Chile, se allanaron 300 residencias, se describió a
Kelly minuciosamente por todas las emisoras del país.
Seis
días después de su fuga de la cárcel chilena, Kelly seguía en Santiago y
decidió recoger algunos efectos personales que estaban en poder del juez Ortiz Sandoval, el funcionario que
había decidido su extradición. Antes de irse del país visitó la residencia
particular del funcionario encargado de devolverlo al gobierno argentino. El plan era rescatar los retratos de sus
dos hijos —un varón y una mujer— tomados en Buenos Aires en la primera fiesta
de disfraces a que asistieron, él disfrazado de cowboy, ella disfrazada de
hada madrina.
Antes
de llegar a Caracas, Kelly, pasó un tiempo en Panamá. Incluso entonces se vio
precisado a recurrir a su extraordinario sentido del cálculo para no volver a
la cárcel. Bajo el nombre de Mario
Vásquez, capitán de navío de la Armada Argentina, se colocó a muchos metros
sobre el nivel de cualquier sospecha. Allí tomó un avión comercial que lo
condujo a Caracas.
7) La fuga de Franz von Werra (1941)
Franz von Werra fue el único
aviador alemán que, tras ser detenido y
encarcelado en Inglaterra durante la II Guerra Mundial, consiguió escapar desde
Canadá y regresar al Tercer Reich.
El audaz piloto alemán Franz Von Werra. |
La
historia de Franz von Werra es muy interesante. Su iniciativa para la fuga
quizás no haya tenido parangón. El 5 de septiembre de 1940, durante la batalla de Gran Bretaña, con nueve victorias, el
avión de von Werra un Messerschmitt BF 109 fue derribado sobre Kent y su piloto capturado por los ingleses, que lo
enviaron a un campo de prisioneros de guerra.
El
7 de octubre de ese mismo año, consiguió
escapar del campo, mientras los soldados les permitían a los reclusos dar
un paseo de 3 kilómetros fuera del campo de prisioneros escoltado por 8
soldados y un oficial a caballo. Cinco días después, el 12 de octubre, tras un
vagar errático por los campos ingleses, fue de nuevo detenido en un establo y
puesto bajo mayor vigilancia.
El avión de Franz Von Werra, su Messerschmitt BF 109 en Marsden, Kent. |
El
3 de noviembre de 1940, el piloto de 26 años fue enviado a otro campo de prisioneros de guerra en
Swanwick. Allí se unió a un grupo de presos que planeaba una fuga, cavando un
túnel subterráneo. El 20 de diciembre consiguieron escapar por el túnel de 15
metros de largo. Pero de todos los evadidos, el único que consiguió no ser capturado pocos días después fue Franz
von Werra.
Von Werra en 1940 con su mascota, un cachorro de león. |
Franz Von Werra, el audaz piloto alemán. |
Franz Von Werra en 1941, luciendo la Cruz de Hierro. |
Del otro lado
estaba la localidad de Ogdensburg, en el estado de Nueva York. Afortunadamente
para él, en un campamento cercano encontró una canoa que estaba pegada al suelo
por el hielo, pero consiguió despegarla a golpes, la arrastró hasta el río y con
ella llegó a la orilla estadounidense arrastrado por la corriente. A pocos
minutos encontró un caserío, paró un coche que iba conducido por una enfermera
a la que le preguntó si estaba en la orilla estadounidense, y tras confirmarle
que así era, von Werra se identificó como oficial de la fuerza aérea alemana,
añadiendo: “soy prisionero de guerra”.
En el frente ruso, con su Me-109, el piloto Franz Von Werra. |
Hardy Kruger, el actor que interpretó a Von Werra en 1957. |
Pero
el Cónsul alemán usó sus influencias
hasta facilitarle el escape hacia México. La embajada alemana en México, le
preparó un pasaporte con nombre falso y le consiguió un pasaje aéreo vía Río de
Janeiro-Barcelona-Roma, tras lo cual llegó a
Berlín el 18 de abril de 1941, donde fue recibido con honores de héroe, condecorado
por el mismísimo Hitler, quien le impuso la Cruz de Hierro, y Göering lo
ascendió a capitán en medio de una fastuosa celebración.
The One That Got Away, la película de 1957, titulada en español El único evadido, contando la vida de Von Werra. |
8) El gran escape
(1944)
El
23 de mayo de 1940 cerca de Calais fue derribado un Spitfire piloteado por el
inglés Roger Bushell (aunque había
nacido en Sudáfrica). Lo enviaron a Stalag Luft III, un campo de prisioneros de
guerra de la Luftwaffe, a 160 km de Berlín, durante la Segunda Guerra Mundial.
Bushell se escapó del campo en junio de 1941. Fue recapturado junto con otros
17 fugados cerca de la frontera con Suiza. Poco después, tomó la dirección de
la excavación de tres túneles con los nombres de «Tom», «Dick» y «Harry».
Roger Bushell en 1940, antes de ser prisionero en Stalag Luft III. |
«Tom»
debía ser el túnel de huida principal, y se trabajó en él intensivamente.
«Harry» fue el túnel de reserva y «Dick» resultó sacrificado. Estaba destinado
a ser descubierto en caso de que se sospechase que se estaba cavando un túnel
en el campo, y así desviar la atención de los alemanes. «Tom» fue descubierto
por casualidad tras cinco meses de excavaciones. A las 22.30 horas de la noche del 24 al 25 de marzo de 1944
empezó la huida a través del túnel «Harry». «Harry» medía 102 metros de
largo, 0,70 m x 0,70 m, tenía tres estaciones intermedias y transcurría a unos 8,5 m bajo la
superficie. Sin embargo, el principio real de la fuga, es decir, la salida
del campo, se retrasó porque el suelo en esa época del año estaba helado y se
tardó cuatro horas más de lo planeado en perforar la superficie.
Poster de El Gran Escape, filmada en 1963. |
El túnel "Harry". |
El piloto holandés Bram van der Stok, uno de los tres que nunca fueron recapturados. |
La famosa película El Gran Escape, de 1963 producida y dirigida por John Sturges, protagonizada por Steve McQueen, James Garner y Richard Attenborough, se inspiró en esta fuga. También un documental de National Geographic, analiza el gran escape.
9) La fuga de Papillon de la Isla del Diablo (1941)
El
francés Henri Charrière, conocido
como Papillon (nacido en 1906), acusado por un crimen de un proxeneta que según él no cometió, fue
sentenciado a trabajos forzados a perpetuidad en las colonias francesas. Escapó en 1941 de la Isla del Diablo para caer prisionero en una cárcel venezolana de la que fue liberado en 1945. Escribió
un libro con sus aventuras, Papillon cuyo título es el
sobrenombre de Charrière, debido a su tatuaje de mariposa en su pecho (papillon quiere decir mariposa en
francés). El gran crítico Morlans nos dice que la obra constituye uno de los
mayores hitos de la literatura francesa, en ella el expresidiario cuenta las memorias de su encarcelación en la
colonia penal, sus aventuras tratando de evadirse, sus intentos fallidos, sus
amistades y finalmente su libertad.
Titular de periódico de la recaptura de Papillón en Colombia. |
Henri Charriére, alias Papillon. |
Foto de Henri Charriére y el tatuaje de la mariposa. |
Guillotina en el patio de la prisión de la Isla del Diablo. Foto de la época. |
Las tres Islas de la Salvación, una era la Isla del Diablo. |
El presidiario con la flecha es Papillon. |
Lo que queda de la Isla del Diablo y convictos de la época de Papillon retratados en la Isla San José. |
Papillon visitó la prisión abandonada que no pudo quebrar su deseo de libertad. |
Papillon en la puerta de entrada al presidio. |
Charrière
convence a Sylvain, un compañero convicto, de acompañarlo en el escape. En 1941 en su noveno intento de fuga, él y Sylvain pasan cuatro días y tres
noches a la deriva en el mar, flotando en sus bolsas llenas de cocos y
sobreviviendo gracias a la pulpa de coco. Por desgracia, Sylvain dejó
prematuramente la balsa y se hundió en las fangosas arenas movedizas,
desapareciendo cuando las olas mojaron su débil trampa. Estaba a menos de
doscientos setenta y cinco metros de la tierra prometida. Charrière esperó
hasta que las olas pusieron su balsa en la sólida costa.
Mapa de todos los sitios que recorrió Papillon en sus fugas. Clic para ampliarlo. |
Poster de la película Papillon, filmada en 1973. |
Una escena de Papillon. A la izquierda Steve McQueen y a la derecha Dustin Hoffman. |
El verdadero Papillon y el actor Steve McQueen. |
En 1973 se filma la película donde Steve McQueen interpreta el papel de Henri Charrière y con la asistencia del propio Papillon a los sets de filmación. El filme fue un éxito mundial. Su muerte ocurrió en Madrid, debido a un cáncer de garganta en 1973.
10) Las fugas de
Guillermo Patricio Kelly (1957)
La
historia del sistema penitenciario argentino registra muchas fugas desopilantes, grotescas y de película.
El 18 de marzo de 1957 se fugaron del penal de Río Gallegos: De izq. a dcha. Patricio Kelly, José Espejo, Gomis, Héctor Cámpora, Jorge Antonio y John William Cooke. |
Uno
que ganó fama por su originalidad y audacia en los escapes fue Guillermo Patricio Kelly nacido en Avellaneda,
Buenos Aires, en 1922. Fue un activista, periodista y dirigente político
argentino. Su padre era irlandés y su madre, suiza. Desde muy joven militó en
la Alianza Libertadora Nacionalista. Kelly sólo trascendió cuando tomó
violentamente la organización, en 1953. La agrupación pasó a convertirse en una
fuerza de choque del peronismo.
El 16 de junio de 1955 fueron retratados los saqueadores e incendiarios de iglesias católicas, vestidos con los hábitos que encontraron en su interior. |
La portada de la revista Esto es, de esa época, refleja la fuga de los presos políticos de Río Gallegos. |
Kelly
entró en la residencia del juez Ortiz Sandoval, vestido de deshollinador, un
jueves a las 3.30 de la tarde, con la venia de los criados. Ellos —procesados
más tarde— encontraron perfectamente natural que la chimenea fuera deshollinada
en octubre, puesto que había estado en servicio durante todo el invierno. Kelly se llevó los retratos de sus niños
—dos estampas en colores con marcos de
cobre—, pero las conveniencias lo obligaron a prestarle un servicio a su
perseguidor. Limpió verdaderamente la chimenea.
Antes
de abandonar Santiago —en el baúl de un Chevrolet sin frenos— Kelly cumplió su
deber de caballero. Fue a darle las
gracias a la poetisa Blanca Luz, en el correccional de mujeres, disfrazado de
sacerdote. Fue una visita de 56 minutos en presencia de dos guardias.
Esa
misma noche, abandonó Santiago hacia el norte de Chile. Duró 59 días su odisea
por el norte de Chile, hacia una libertad incierta y remota tuvo varios golpes
de suerte. La expedición que salió a cerrarle el paso desde la frontera de
Bolivia, se extravió en la ruta, mientras él no erró una sola vez su
itinerario. En una casa campesina donde solicitó un refugio momentáneo, la
dueña de la casa, impresionada por los boletines radiales, manifestó en su
presencia: “-Si yo me encontrara con ese
señor Kelly, a quien todo el mundo persigue, lo escondería en mi casa”. Él
se identificó y aquel golpe de suerte le hizo más transitable el camino hacia
la libertad.
Kelly trabajando como periodista radial conduciendo el programa Sin concesiones, en el año 1999. |
En
1958 Kelly regresó a la Argentina y fue otra vez detenido. A lo largo de su vida estuvo preso durante casi ocho años por
diferentes circunstancias. Murió el 1 de julio de 2005 víctima de un cáncer
terminal en el Hospital Alemán de la Ciudad de Buenos Aires.
En
1986 fue condenado a 26 años de cárcel por asesinar a un policía en un asalto
en una joyería de la ciudad de Valencia. Y, aunque parezca increíble, en marzo
de 1997 fue excarcelado. Era un hombre grande, pero que no conocía otra forma de vida más que la del delito.
Ese
fue el momento en el que, el más famoso asaltante argentino decidió regresar a
Buenos Aires. Poco a poco, comenzó a formar una banda para traficar drogas a
Europa, lo que fue detectado y se abrió una causa penal que manejó el juez
federal Canicoba Corral. En las
escuchas telefónicas, quedó registrando dando órdenes para enviar un
cargamento.
Pero Villarino seguía
siendo el Rey de la Fuga. Cuando le
dictaron la orden de captura, el viejo pistolero escapó con nombre falso y
disfrazado a Uruguay y, desde allí, voló a Italia.
Sin dinero y con su familia en Francia, armó una banda para cometer un asalto en Milán. Pero los agentes de la Policía Federal que descubrieron el nombre que usó para fugar del país, le habían avisado a sus pares italianos sobre la presencia del ex convicto. Cuando estaba por cometer el atraco en el Instituto Bancario Cariplo los Carabineros lo estaban esperando. Fue la última jugada de Villarino, la que lo llevó definitivamente a prisión, y de la que saldría, enfermo de cáncer, en 1999 para morir en el hospital San Paolo de la ciudad de Milán.
La película Los evadidos del año 1964, protagonizada por Jorge Salcedo y Tita Merello está inspirada en las fugas de Villarino.
11) Jorge Eduardo
Villarino “El Rey de las fugas” (1958)
Un
gran experto en fugas fue Jorge Eduardo
Villarino, el “Rey de las fugas” o “el Intelectual del Hampa” porque leía a
García Márquez. Nacido en Buenos Aires en 1931, con cada golpe su nombre ganaba
fama. Y tres ingeniosos escapes de la
cárcel lo convirtieron en "El rey de las fugas". Se escapó cuatro
veces, una de ellas en 1958, a los 27 años, cuando huyó de Devoto escalando los techos del
penal y luego descolgándose de los muros con sogas construidas con trozos de
sábanas. La libertad le duró poco, unos
cuarenta días después cayó nuevamente preso. Y los diarios informaron cómo
había sido atrapado el delincuente Villarino. Pero tiempo después sería
nuevamente noticia: en mayo de 1960 se escapó de la Cárcel de Caseros.
Aparentemente, esa fuga no fue tan cinematográfica como la anterior: sólo le
pagó una coima a los guardiacárceles. Meses después, Villarino volvería a ser
noticia. Se escaparía por tercera vez, pero en esta oportunidad de la
Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras, en Palermo. Su vida siguió con una fuga a Brasil, donde finalmente lo atraparon y
lo enviaron a la Argentina. Aquí lo condenaron a 20 años de cárcel por las
fugas y los asaltos.
Jorge E. Villarino se escapó en cuatro oportunidades de prisión. |
En
prisión, el delincuente tuvo un cambio importante. En rigor, dejó por un tiempo
los asaltos y se mudó a otra rama del delito: el narcotráfico. En la cárcel
conoció a Francois Chiappe, un
mafioso europeo que lo introdujo en su organización. En noviembre de 1976, en
plena dictadura, Villarino tuvo un beneficio y fue liberado. Se marchó a Europa y trabajó para la mafia.
Pero volvería a prisión, en España.
Con los años, Villarino cambió los asaltos por el tráfico de drogas. |
Villarino terminó sus días en una prisión italiana. |
Los evadidos, película argentina inspirada en las fugas de Villarino. |
Sin dinero y con su familia en Francia, armó una banda para cometer un asalto en Milán. Pero los agentes de la Policía Federal que descubrieron el nombre que usó para fugar del país, le habían avisado a sus pares italianos sobre la presencia del ex convicto. Cuando estaba por cometer el atraco en el Instituto Bancario Cariplo los Carabineros lo estaban esperando. Fue la última jugada de Villarino, la que lo llevó definitivamente a prisión, y de la que saldría, enfermo de cáncer, en 1999 para morir en el hospital San Paolo de la ciudad de Milán.
La película Los evadidos del año 1964, protagonizada por Jorge Salcedo y Tita Merello está inspirada en las fugas de Villarino.
12) La fuga de
Alcatraz (1962)
Se
decía de Alcatraz, construida para albergar a los criminales más violentos de
Estados Unidos en una isla en la bahía de San Francisco, que era a prueba de fugas. En Alcatraz rodeada
de piedras y mar se alojaban los prisioneros más peligrosos, entre ellos Al
Capone, y ninguno había conseguido escapar. Hasta que en 1962, Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin lo
lograron. Durante dos años realizaron un túnel a través de las paredes
desgastadas, con cucharas y un taladro manual, que los conducía al techo. Durante
ese tiempo usaron lo que encontraron para romper poco a poco la pared alrededor
de los huecos de ventilación de sus celdas usando cortauñas, trozos de un
ventilador y algunas cucharas, escondiendo
su avance nocturno llenando los huecos con una pasta fabricada con periódicos
viejos. Del techo de la cárcel descendieron por una tubería hasta el patio,
saltaron unas rejas y llegaron a la playa. Inflaron la balsa que construyeron
con trozos de impermeables y huyeron. Se
los dio por muertos, pero nunca encontraron sus cuerpos.
La prisión de Alcatraz, hoy es un Museo. |
La
noche del 11 de junio de 1962 ejecutaron su plan; inicialmente eran cuatro
presos que dispusieron en reunirse en el pasillo de mantenimiento de la cárcel.
La fuga debía ser conjunta, ya que había algunos obstáculos que para superarlos
era imprescindible la colaboración de un segundo miembro. Sin embargo, al
llegar la hora de la fuga, Allen West,
impedido por la rejilla a la que se cree no supo atravesar, o paralizado por el
miedo, arribó tarde hacia el punto de encuentro, y viendo que sus compañeros ya
se habían marchado, se vio obligado a retornar hacia su celda y los demás le
dejaron atrás, sin pensar lo que podría ocurrir.
Los tres que consiguieron huir de Alcatraz, primero a la izquierda el cerebro de la fuga, Frank Morris, en el centro Clarence y John Anglin. |
Tras
salir al pasillo de mantenimiento, los fugados accedieron al tejado de la
prisión a través de una salida de ventilación. Una vez en el exterior,
anduvieron a hurtadillas por el tejado hasta llegar a uno de sus extremos,
descendieron por las cañerías bajantes de la fachada y llegaron al suelo.
Seguidamente, tuvieron que saltar por
encima de varias cercas metálicas muy altas, para, al fin, conseguir salir del
recinto y llegar a la orilla del mar. Una vez allí inflaron la balsa con un
acordeón y un sistema de válvula hecha con una pelota de ping pong en una
botella, y se alejaron impulsados por sus propias piernas. Nada más sonar la
alarma acudieron todos los policías en la bahía de San Francisco, pensando que
irían hasta allí. A la mañana siguiente las fuerzas de seguridad investigaron
los hechos, con la colaboración obligada de Allen West, que finalmente no
consiguió huir. Se hallaron los muñecos en sus camas y los respiraderos
saboteados.
Poster de la película de 1979, La fuga de Alcatraz, con Clint Eastwood como Frank Morris. |
El
FBI llevó a cabo una de las más grandes búsquedas de su historia por los
alrededores de la prisión, y en especial en la bahía de San Francisco. En la cercana Isla Ángel, fue hallado una
especie de bolso hecho de impermeable, que contenía objetos personales de los
hermanos Anglin. Aunque todos pensaban que habían ido dirección a San
Francisco, se cree que se dirigieron a esta isla, ya que las corrientes marinas
llevaban hacia ella. Las autoridades concluyeron que los reclusos murieron
ahogados, aunque sus cuerpos nunca fueron hallados. A raíz del escape, la prisión de Alcatraz fue cerrada menos de
un año después.
Estos
hechos fueron recogidos en la película titulada La fuga de Alcatraz rodada el año 1979, con guion de Richard
Tuggle, dirigida por Don Siegel y protagonizada
por Clint Eastwood, en el papel de Frank Morris, Jack Thibeau, interpretando el
papel de Clarence Anglin y Fred Ward como John Anglin.
Se
dice que Frank Morris anduvo
disfrazado durante varios años y cruzó la frontera rumbo a México en el año
1968 donde vivió una vida tranquila en Sinaloa hasta su muerte.
13) Fuga de Dieter Dengler (1966)
Sin
embargo, su visita no había sido en balde, Dengler buscó una de las bengalas y
cogió el paracaídas de esta para hacerse visible. El 20 de julio de 1966, el
Lt. Col. Eugene Deatrick volaba en
una misión de reconocimiento armado junto al Mayor Anderson, cuando vio una señal en tierra. Al acercarse vio a un
hombre agitando lo que parecía un paracaídas, con la inscripción SOS en unas
rocas junto a él. A pesar de que se le dijo que ignorase a quien estaba
haciendo señales desde tierra con aquel paracaídas (no había constancia de
pilotos derribados en la zona), Deatrick
solicitó la asistencia de helicópteros de rescate. Estos, capturaron a Dengler
y lo trataron con cautela hasta confirmar su identidad, mientras Dengler
suplicaba “soy piloto norteamericano, llevadme a casa por favor”. No sin que
antes uno de los rescatadores se llevase un susto, al sacar una serpiente que
Dengler llevaba para alimentarse en la mochila. Habían pasado 23 días desde su evasión del campo de prisioneros y 5
meses desde que fue derribado.
Finalmente,
fue en Da Nang donde todas las dudas finalmente se evaporaron; sin embargo,
allí fue retenido, dado el carácter secreto de su misión cuando fue derribado,
en medio de una discusión sobre a quién le caía la responsabilidad de
custodiarlo e interrogarlo. La US Navy
no se dejó amedrentar por la USAAF ni por la CIA que lo tenía retenido y envió
un equipo de SEAL´s para “rescatar” a Dengler del hospital. Lo ocultaron bajo
una mesa camilla para sacarlo hasta el helicóptero que lo llevó al USS Ranger donde le esperaba una fiesta de
bienvenida. Tenía una fuerte desnutrición y estaba lleno de parásitos, los
médicos del portaaviones lo mandaron rápidamente a Estados Unidos para su
recuperación, cuando servía en el VA-145, pesaba 65 kg; ahora no llegaba a los
45. Dengler vivió en California hasta el 7 de febrero de 2001 cuando se pegó un tiro en la cabeza a los 62 años.
13) Fuga de Dieter Dengler (1966)
Dengler
fue el único soldado que logró escapar
de un campo de prisioneros durante la Guerra de Vietnam. Fue un piloto nacido
en Alemania, el 22 de mayo de 1938. Tras
la guerra mundial, en la cual pierde a su padre cuando combatía en el ejército
alemán, Dieter Dengler lee un anuncio en el que se necesitan pilotos en Estados
Unidos. Con la ayuda de un amigo de la familia consigue reunir el dinero y
viaja desde Hamburgo a Nueva York. Allí se enrola en la Fuerza Aérea en 1957,
siendo enviado a la Base Aérea de Lackland en San Antonio, Texas. Allí es
asignado a mecánica y armería, sin llegar a ser seleccionado como piloto antes
de expirar el alistamiento. Tras eso, viaja a San Francisco, donde si
conseguiría la plaza de piloto, en la US Navy, recibiendo entrenamiento como
piloto de ataque y siendo asignado al VA-122.
El piloto Dieter Dengler cuando fue encontrado. |
En
1965, es asignado al VA-145 es transferido al portaaviones USS Ranger y en diciembre, enviado a las
costas de Vietnam, inicialmente al sur, para más tarde subir al norte para
operaciones (por entonces clasificadas secretas) contra los norvietnamitas. El 1
de Febrero de 1966 se encontraba volando un A-1 Skyraider sobre la región de
Laos, donde fue derribado por una batería antiaérea y posteriormente
secuestrado. Sus captores eran parte del movimiento comunista Pathet Lao (el
equivalente laosiano al Viet Cong), quienes lo mantuvieron durante varios meses encadenado en una prisión de bambú
en donde era torturado continuamente por sus captores. En medio de las
torturas, durante un descuido intentó escapar pero fue capturado a los pocos
minutos. Por su atrevimiento le colgaron
boca abajo en un hormiguero, día y noche; arrastrado por un búfalo, siendo
exhibido por los pueblos. Cuando se negó a firmar documentos para culpabilizar
a Estados Unidos, las torturas empeoraron; astillas bajo las uñas y cortes en
el cuerpo. Dengler tenía la sensación de que cada día, antes de acostarse,
los guardias estaban pensando en una nueva tortura para el día siguiente. Después
fue llevado a un campo de prisioneros junto a otros seis prisioneros; los
norteamericanos Duane W. Martin,
piloto de helicóptero; Eugene DeBruin,
piloto de un C-47 de Air America; el chino Y.
C. To y los tailandeses Prasit
Thanee, Prasit Promsuwan y Pishidi Indradat, todos pertenecientes
a Air America, capturados junto a DeBruin en 1963. Cuando vio el lamentable
estado en el que estaban sus compañeros de cautiverio, tuvo la resolución de
escapar de allí.
Algunos de los prisioneros que conoció Dieter Dengler, fotografiados en mayo de 1964 antes de caer prisionero. |
Al
poco tiempo de la llegada de Dengler, fueron trasladados a otro campamento,
donde la comida empezó a escasear, ya no solo para los prisioneros que recibían
paupérrimas raciones de arroz lleno de insectos y larvas, sino también para los
guardias; tras escuchar a uno de sus guardianes que discutía la posibilidad de
llevarlos a la selva y ejecutarlos, los
prisioneros aceptaron un plan de fuga de Dengler, expuesto tiempo atrás, y al
que se habían opuesto. Había que hacerlo antes de que sus peores temores se
hiciesen realidad. El plan inicial era sencillo, aprovechar la dejadez de los
guardias que comían desarmados para tomar el campamento y hacer señales a un
C-130 que solía patrullar por la zona ocasionalmente. Un 29 de junio de 1966, mientras los guardias comían, Dengler con
varios de sus compañeros, salió a través de unas tablas aflojadas de la cabaña
donde les retenían; Dengler y dos tailandeses se arrastraron hasta las armas.
Los guardias se dieron cuenta demasiado tarde y cuando intentaron reducir a los
presos, fueron tiroteados, 4 fueron abatidos, mientras el resto huía a la
selva, posiblemente a pedir ayuda. Tomaron las armas de sus captores y lograron
escapar de su secuestro. El grupo de siete personas se dividió en tres
grupos, de los cuales no se volvieron a saber nada.
El campo de prisioneros de donde se escapó Dengler con sus compañeros. |
Dengler
y Martin en uno, DeBruin, debería haber ido con los americanos, pero finalmente
decidió acompañar a To, que estaba débil por la fiebre; él quería subir a la
cresta más cercana y esperar a la ayuda. Dengler
y Martin intentaron escapar a Tailandia a través del Mekong, pero nunca
consiguieron alejarse más de unos kilómetros del campo. Dengler y Martin
empezaron a sufrir los rigores de la selva, sanguijuelas, insectos, lluvia
incesante, hambre, el ir descalzos no ayudaba mucho (encontraron una sandalia
vieja y rota en la selva que se fueron turnando entre ellos en un intento de
mitigar el dolor), finalmente desistieron de llevar las armas, un peso inútil
añadido que los estaba cansando... Tras llegar a los restos de un pueblo
abandonado, decidieron acampar allí, y tras muchos problemas consiguieron hacer
fuego a partir de los cartuchos de fusil que llevaba Martin. Esa misma noche, consiguieron hacer señales
a un C-130 que sobrevoló la zona, agitando dos antorchas a modo de SOS, el
avión sobrevoló la aldea y dejo caer varias bengalas. Sin embargo, a la mañana
siguiente no había rastro de equipo de rescate.
Eugene Detrick el que rescató a Dengler, juntos en 1968. |
Empujados
por el hambre, Martin y Dengler se acercaron a un aldea con la idea de robar
algo de comida, pero fueron descubiertos; los americanos se arrodillarlo y
suplicaron, lo que no impidió que uno de los aldeanos atacase furiosamente a
Martin con un machete, lacerándole la pierna y posteriormente decapitándole.
Dengler al verlo, se levantó y se opuso al aldeano que huyó corriendo a la
aldea para pedir ayuda, momento que aprovechó el piloto para huir no sin antes
coger la vieja sandalia del pie de su compañero fallecido. Dengler regresó al
pueblo abandonado donde había estado acampado con su compañero y directamente
le prendió fuego al ver acercarse el C-130. Nuevamente el avión lanzo bengalas,
y aunque la tripulación vio el fuego,
inteligencia nunca sospechó que fuese una señal de auxilio, por lo que el
rescate tan ansiado nunca se materializó.
Dieter Dengler en 1996 en San Diego, California. |
La película que se inspira en la fuga de Dieter Dengler, filmada en 2006. |
Su
hazaña fue llevada al cine por Werner
Herzog en el filme de 1997 Little Dieter
Needs to Fly y luego en el 2006 en la película de acción titulada en español Rescate al amanecer con Christian Bale como Dieter Dengler.
14) Fuga en
helicóptero de un penal de México (1971)
La
prensa mexicana recuerda como la fuga más espectacular, la del judeo-estadounidense
Joel David Kaplan, quien logró
escapar del penal de Santa Martha el 18 de agosto de 1971, cuando un
helicóptero aterrizó a las 18.30 horas en uno de los patios de la cárcel.
El asesino Joel David Kaplan escapó de una prisión mexicana en un helicóptero. |
En la
aeronave estaba un cómplice de Kaplan, Roger
Guy Hersner, ex combatiente de Vietnam enviado por la hermana del preso
Judy Kaplan que compró el helicóptero Bell 47 que aterrizó en el patio de la
prisión pintado de azul, lo que confundió a los guardias que pensaron se
trataba de una nave policial. Kaplan escaló en menos de medio minuto al
helicóptero junto a otro recluso, el venezolano Carlos Contreras Castro. Kaplan purgaba desde 1962 una sentencia de
28 años por homicidio de su socio en la Ciudad de México. El helicóptero llevó
a los reos al aeropuerto de Actopan, en Hidalgo donde a bordo de una avioneta
Cessna los esperaba el piloto Víctor E.
Stadter, un mercenario y contrabandista que lo llevó hasta los Estados
Unidos. Kaplan residió luego en California.
En
1975 se hizo una película sobre su fuga,
Breakout con Charles Bronson y Robert
Duvall.
15) Fuga de Billy
Hayes (1975)
Sentenciado
a 30 años en una cárcel turca por contrabando de drogas (hachís) en 1970, el
estadounidense Billy Hayes, de 22
años, pasó un año brutal en la prisión de Sagmalicar, en Estambul, antes de ser
trasladado a una isla-prisión cerca del mar.
Billy Hayes a su regreso a los Estados Unidos. |
Después
de seis meses de planear la fuga, se peleó contra un guardia, robó su uniforme
y tomando los dos mil dólares que su padre había logrado pasarle en un álbum de
fotos, robó un bote y remó toda la
noche, a través de una furiosa tormenta hasta la costa. Allí se tiñó de negro
su cabello rubio, caminó a través de media Turquía y, finalmente, en tierra
subió a un tren que entraba a Grecia. El tren pasaba a las 00 horas, por eso Expreso de medianoche, el nombre de la
película que se filmó inspirada en su fuga. Llegó sano y salvo a Grecia y luego
fue hasta la embajada norteamericana.
La película Expreso de Medianoche recibió un Oscar al Mejor guión. |
Su
experiencia la trasladó a un libro, El expreso de Medianoche, que
después fue adaptado al cine en 1978 con gran éxito dirigida por Alan Parker, con Brad Davis como Hayes. La huida de Hayes le valió a Oliver Stone un Oscar al mejor guión
por El expreso de medianoche (1978),
título tomado de la autobiografía de Hayes.
Hayes
regresó a Turquía el 14 de junio de 2007 para asistir a la Segunda Conferencia
sobre la Democracia y la Seguridad Global en Estambul, organizada por la
Policía Nacional Turca (TNP) y por el Instituto de Policías de Turquía (TIPS),
para despejar las implicaciones negativas del libro. Ofreció una conferencia de prensa el 15 de junio y se disculpó ante el
pueblo turco.
16) La fuga más
grande de la historia mundial en Irán (1979)
El
11 de febrero de 1979, un empleado iraní de la empresa Electronic Data Systems
Corporation condujo un motín en la prisión Ghasr de Teherán con el fin de
rescatar a dos compañeros de trabajo de nacionalidad estadounidense. Otros 11.000 presos aprovecharon esta situación,
que se convirtió en la fuga carcelaria más grande de la historia mundial.
17) Los cerrajeros
de Sudáfrica (1979)
Una
de las fugas más increíble de la historia la protagonizaron tres presos
políticos en Sudáfrica durante el Apartheid. Para lograr escapar de la cárcel de Pretoria atravesaron diez puertas
cerradas con llave sin ser descubiertos. Tim Jenkin, Stephen Lee y Alex
Moumbaris fabricaron la ganzúa correspondiente para cada una de las puertas
durante varios meses. Si bien la cárcel donde se encontraban detenidos no
era considerada de máxima seguridad, la fuga quedó en la historia por su
perfecta y exitosa planificación. Se
fugaron a los 18 meses de convertirse en convictos, el 11 de diciembre de 1979.
Dos de los cerrajeros de Pretoria, Timothy Jenkin y Stephen Lee. |
Aunque
no se debe quitar ningún mérito a su proeza, la lectura de su historia revela
que las condiciones para la fuga eran idílicas. La cárcel apenas tenía un par
de docenas de presos. Las condiciones de vida eran bastante buenas y los presos tenían un trato muy humano y
mucha libertad respecto de los guardas. La seguridad no era tan elevada
como pudiera esperarse. Sólo el reto de las puertas fue superado. Puede
encontrarse su historia en la red, narrada por uno de los fugados, en un inglés
bastante duro, el inglés de Sudáfrica.
Otro
preso de Sudáfrica, esto ya más actualmente, Ananias
Mathe, detenido en 2006 y que esperaba
ser juzgado por 51 crímenes, incluyendo homicidio, violación y robo, se
deslizó en noviembre de 2006 por la ventana de 20 cm X 60 cm de su celda de la
prisión C-Max de Pretoria. Este ex soldado mozambiqueño de 28 años, que podría
haber recibido un entrenamiento militar de alto nivel, es el primer prisionero que consigue escapar de
esta prisión de alta seguridad en 40 años.
Ananias Mathe, un ex soldado de Mozambique se escapó de una cárcel de máxima seguridad en Pretoria. |
Según
el diario The Pretoria News, el
preso, que tenía los pies y las manos
encadenados, se untó de vaselina antes de romper dos barras de hierro de su
cama que utilizó para deslizarse entre los barrotes de la ventana.
Utilizando otra barra torcida hasta formar un gancho, bajó de la muralla del
penal utilizando ropas y sábanas como una cuerda. Seis guardias fueron
despedidos por no detectar su fuga.
Mathe
fue descrito por la policía como un
"tipo pequeño y enclenque" que durante meses había conseguido
escapar a la policía gracias a su experiencia militar. Cuando fue arrestado nuevamente
en diciembre de 2006 fueron necesarios dos policías fornidos para controlarlo. En 2009 fue sentenciado a 54 años de
prisión.
En
marzo de 2003, dos patrullas se estacionaron frente a las puertas de Fresnes,
en las afueras de París. Seis hombres, vistiendo uniformes de la policía, se
bajaron. Tres de ellos abrieron fuego contra las dos torres de vigilancia con
AK-47, mientras que los otros abrían las puertas del frente con un
lanzagranadas. Mientras, Ferrara
dinamitó calmadamente la puerta de su celda, saltó en uno de los coches, y
desapareció.
Payet
escapó a la libertad nuevamente en julio de 2007, en un helicóptero Squirrel
secuestrado junto con su piloto en Cannes, media hora antes. La nave aterrizó
en el techo de la penitenciaría, desde donde tres hombres armados iniciaron la
búsqueda de Payet. Sorprendentemente, ha
habido diez fugas en helicóptero exitosas de las cárceles francesas en los
últimos 20 años, de las cuales Pascal Payet ha estado implicado en 5.
18) Las fugas de
“La Garza” Sosa y el “Gordo” Valor (1991
y 1994)
Hugo
“La Garza” Sosa Aguirre, ex mano derecha del líder de la “Superbanda”, confiesa que tiene más de
50 robos a mano armada, 5 fugas de prisión, y un tercio de su vida “a la
sombra”, allá por los noventa Sosa
lideró, junto al recordado Luis “Gordo” Valor, la ya mítica “Superbanda”,
especializada en robo a camiones de caudales y asaltos a bancos. “Sin matar
a nadie, ¿eh? Yo nunca maté a nadie”, dice cuando lo entrevistan y justificó su
inocencia el delincuente: “La plata con sangre, no sirve”, afirmó. Una vez,
Sosa quiso saber cuánto pesaba su nuevo tesoro y lo llevó envuelto a una
verdulería: “Un millón de dólares pesa
11 kilos 300... en billetes de 100, ¿eh?”, reveló.
"La Garza" Sosa y "El Gordo" Valor, los dos líderes de la "Superbanda". |
El
año 1991 llegaba a su fin y siete presos peligrosos se escapaban de la cárcel
de Devoto liderados por Hugo “La Garza”
Sosa. Huyeron por un túnel desde el hospital del Penal hasta la calle y
después, protegidos por la oscuridad, desnudos, corrieron por las calles del
barrio buscando su libertad. Pero dejaban algo atrás: ese túnel que habían
cavado durante meses les reveló una historia macabra que no los dejó
indiferentes. Eran delincuentes comunes, con códigos, y no pudieron ignorar la enorme cantidad de huesos humanos que
descubrieron mientras construían ese túnel. Esa historia se conoció primero
mediante un artículo periodístico y que sirvió de germen para El túnel de los huesos, opera prima del
director Nacho Garassino, que protagoniza Raúl
Taibo.
"La Garza" Sosa poco antes de ser liberado en 2014. |
El
16 de septiembre 1994 hubo una fuga increíble. “La Garza” Sosa, el “Polaco” Nielsen, el “Gordo” Valor, Carlos Paulillo
y Julio Pacheco, miembros de la “Superbanda” que robaba blindados, protagonizaron
un escape de película. Se
disfrazaron con los guardapolvos de los médicos del hospital penitenciario de
Devoto. Valor se vistió de médico. Cuando llegaron a la muralla externa, uno de
ellos disparó al cielo y enfrentó a dos guardias. Los cinco presos bajaron por
las sábanas blancas anudadas que habían colgado horas antes y huyeron a los
tiros en dos autos que los esperaban en la calle Bermúdez. La fuga les
costó una condena de siete años. En realidad, por la violencia ejercida, no por
el acto de fugarse.
"La Garza" Sosa ahora se dedica al fútbol infantil, buscando talentos. |
“La Garza” Sosa volvió a caer
preso el 19 de enero de 1995, cuando lo atraparon asaltando una terminal de
ómnibus en Carapachay. Salió de prisión en noviembre de 2014 y actualmente es
representante de jugadores de fútbol en el conurbano bonaerense. Respecto de su nuevo proyecto, explicó:
"Nos dedicamos a detectar talentos de bajos recursos y ayudarlos a que
sean jugadores de fútbol”.
Otro
protagonista de fugas audaces es Luis
Alberto Valor. Se lo nombra como “El Gordo”, “Papá Noel”, “El Santo Grial de la
Maldita Policía”. El “Gordo” Valor jefe de la “Superbanda” asaltaba
camiones blindados, para abrir los camiones usa tiros de FAL. El fusil
automático liviano es un caño de acero de 533 milímetros de largo montado en un
fusil de un metro que dispara hasta 700 proyectiles calibre 7,62x51 por minuto.
Pesa 4 kilos y medio. Su primera entrada
a prisión, en 1975, fue por robo de autos, que él llama “apropiaciones”.
"El Gordo" Valor, el líder de la "Superbanda". |
Luis
Valor no comenzó siendo jefe de la banda. Cuando el grupo era liderado por Carlos Soto "El Cabezón",
Valor se encargaba de reclutar "talentos" en las villas de emergencia
de la zona noroeste del conurbano. Luego, Pablo
Ruiz "Tato", reemplazó a Soto. En 1991, Ruiz fue abatido por la
policía en González Catán y Valor se hizo cargo de la banda.
Su
especialidad eran los camiones de caudales. Adentro del camión blindado van dos
guardias en la cabina y al menos uno más con el tesoro. Armados con escopetas,
pistolas, chalecos antibalas. siempre cerca, hay patrulleros. Para frenar y abrir un camión blindado hay
que tener, dice el Gordo Valor, “pelotas y coraje”. Y varios FAL. Y ganas
de trabajar. “Soy muy buen trabajador, porque yo era muy cumplidor. Me esmeraba
mucho, salía de casa a las cuatro de la mañana y volvía a las doce de la noche.
Caminaba mucho, le buscaba el defecto a la cosa”.
La "Superbanda" robaba cinco o seis camiones de caudales por mes. |
En los mejores
tiempos de la “Superbanda”, dice el Gordo Valor, llegaron a robar cinco o seis
blindados al mes. En cada blindado, uno o dos millones de pesos. Además de fusiles
FAL, para abrir un blindado hacen falta
tipos como “La Garza Sosa”, el “Pelado” Hidalgo, el “Chaqueño” Monzón. Ladrones
de los de antes, dice Valor, los que no matan, no violan y no son alcahuetes.
“Las generaciones nuevas son distintas, lastiman por lastimar, cualquiera viene
y te pega un tiro,” dice. “En el 86 ya nos queríamos retirar. Pero los ladrones
nunca se retiran. Demasiado dinero”. Hidalgo y Monzón cayeron cuando, con una
pistola cada uno, asaltaron un kiosco. Se llevaron un par de paquetes de
cigarrillos: era sábado a la mañana y la caja estaba vacía. Dice Valor que, en temporada de blindados, “íbamos a comer
asados con jueces y fiscales”.
"El Gordo" Valor afirma que cuando tenía dinero "comía asados con fiscales y jueces". |
Luego
de la fuga de la cárcel de Devoto en setiembre de 1994 saltando desde una
altura de siete metros para ganar la calle. Valor se fue dos días con su familia,
y después a la casa de un amigo. A
veinte cuadras de Devoto. “Estuve dos meses inactivo. Me alejé 120
kilómetros de Buenos Aires. Iba y venía. Andaba como quería, pero de noche no.
Si me encontraban a la noche, me pegaban un tiro en la boca”, dice. Después de
fugarse de Devoto, cuando lo vendió un supuesto amigo, lo fue a buscar su
archienemigo, el comisario Mario “Chorizo”
Rodríguez a Lugano con setenta policías. En la madrugada del 19 de mayo de
1995, después de haber estado prófugo durante doscientos cuarenta y cuatro
días, “Volví a tragarme la sombra”, dice Valor.
Valor es capturado el 31 de julio de 2009 luego de huir de un control policial. |
De
entonces en adelante, pasó quince años en la Unidad Penal Nº 21 de Campana
–condenado por más súper asaltos que los que puedan entrar en un currículum– y salió de allí el 8 de diciembre de 2007,
cuando la Cámara de Apelaciones consideró que las condenas no estaban firmes.
Quería
casarse e irse de luna miel con Nancy
Collazo, su fiel pareja desde hace 24 años. Volvió a robar blindados y había
estado detenido en la Unidad 21 de Campana desde el 31 de julio de 2009, cuando
en un control vehicular aceleró y fue detenido junto a otro hombre tras una
persecución y tiroteo dentro del Olivos Golf Country, en Pablo Nogués. Valor
terminó estampado contra un árbol. “–Ah, vos sos el Gordo Valor –“, le dijo el
policía mientras le ponía las esposas.
El 6 de julio de 2014 nuevamente es detenido "El Gordo" Valor. |
A fines de 2012 fue
condenado a una pena de 7 años de prisión en un juicio abreviado que tuvo a su
cargo el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro.
Valor, de 60 años,
había sido liberado en mayo de 2014 con una libertad asistida cuando le
restaban seis meses para que se le cumpla una condena de 7 años.
Dice
Valor que “la Superbanda respetaba los
códigos de la calle. Respetábamos la vida de la gente. No se mataba, no se
violaba y no se secuestraba. No se le robaba a un pobre”.
Dos de los hijos del "Gordo" Valor fueron detenidos por comercialización de drogas en mayo de 2014. |
El 6 de julio de 2014 en un control policial aleatorio en San Miguel provincia de
Buenos Aires fue detenido nuevamente “el Gordo” Valor, dentro de la camioneta Renault Kangoo, que no tenía pedido de
secuestro, encontraron tres pistolas calibre 9 milímetros, un revólver y una
radio que captaba la frecuencia policial. El detenido se negó a declarar. El fiscal, acusó a Valor por el delito de
"portación ilegal de arma de guerra y de uso civil agravada por sus
antecedentes".
Dos de los hijos
del “Gordo” Valor fueron detenidos en una serie de allanamientos realizados dos
meses antes, en mayo de 2014 en la localidad bonaerense de San Fernando,
partido de Tigre, en el marco de una investigación por comercialización de
drogas.
Actualmente "El Gordo" Valor se encuentra en libertad condicional. |
Se
calcula que Luis Alberto Valor robó más de 30 blindados y bancos. Nadie
sabe cuánto dinero robó Valor en toda su carrera delictiva. Valor sueña con que su vida llegue al cine,
como pasó con dos bandoleros históricos: Mate Cosido fue representado por Víctor Laplace y el Pibe Cabeza por Alfredo Alcón. Al igual que ellos, al
Gordo Valor se lo conoce por su apodo.
“Viví
bien. Pero no fui millonario ni pobre. La
fama es puro cuento. Me costó, hasta ahora, 15 años a la sombra”,
reflexiona. Actualmente en 2015 se encuentra en libertad condicional.
El motín de Sierra
Chica
Uno
de los intentos de fuga más recordados es el de los “Doce apóstoles”, que terminó en el sangriento motín de Sierra
Chica, el 30 de marzo de 1996 que pasó a
la historia del terror con los presos jugando al fútbol con una cabeza de un
presidiario y comiendo empanadas de carne humana.
Terrible imagen del motín de Sierra Chica con los reclusos amenazando matar a un guardiacárcel. |
El motín fue en la Semana
Santa de 1996. Fue una fuga frustrada de 13 convictos entre 25 y 41 años, que
fueron descubiertos a tiempo por los guardias que mataron a uno de los
delincuentes. Los otros 12 se replegaron
y tomaron de rehenes a 13 guardiacárceles y 1500 presos apoyaron el motín
quemando colchones. Una jueza se acercó a negociar y la tomaron de rehén (se
dice que fue violada reiteradamente por los reclusos). Esto era transmitido en
vivo por la televisión lo que generó que en
pocas horas, en varias cárceles de Azul, Bahía Blanca, Batán, Dolores, La Plata
y San Nicolás, todas de la provincia de Buenos Aires, entraron en estado de
protesta cerca de 10.000 presos.
Aún
no queda claro si querían escapar o en realidad matar a una banda rival
liderada por Agapito Lencinas. Ocho
de los miembros de la banda rival fueron
muertos, incluido el propio Lencinas, fueron descuartizados e incinerados en el
horno de la panadería a 700°. Lencinas fue decapitado y los reos jugaron al
fútbol con su cabeza. En las pericias de los hornos aparecieron dientes humanos.
Recién al cabo de 8 días se entregaron y
liberaron a los rehenes. Un juicio celebrado posteriormente impuso condenas
a los participantes del que se considera
uno de los motines más sangrientos en la historia penitenciaria del país. Sierra
Chica, a 12 km de Olavarría en la provincia de Buenos Aires registra una sola
fuga en su historia, y pasaron casi cien años.
La fuga más
corrupta
El
20 de agosto de 2013 por la noche se fugaron 13 presos de la prisión de Ezeiza,
que pasó a convertirse en una de las más
escandalosas de la historia argentina pero no la más espectacular.
En el penal de Ezeiza, boquete en el hormigón armado de 30 cm de espesor que no vio ningún guardia. |
Los
trece fugados fueron catalogados como de máxima peligrosidad. Lo más probable
es que haya habido mucha complicidad. De otro modo, es imposible escaparse,
sobre todo con un boquete gigante en una
losa de hormigón armado de 30 centímetros de espesor en la celda 22 del
Pabellón B, Módulo 3. Luego atravesaron 4 cercos perimetrales sin que nadie los
detecte. Además no funcionaban las
alarmas de los alambrados ni las cámaras de seguridad supuestamente porque no
había repuestos. Se supone que la cárcel de Ezeiza es la más segura del
país. Los guardias no vieron nada y los perros no detectaron nada extraño. En un sistema corrupto, en el que guardias
cobran por ingresar droga, visitas no autorizadas, comida, facas, colaborar
para una fuga no suena a extraño.
Tras
la fuga, semanas después fueron
recapturados 11 de los evadidos, 19
guardias fueron sancionados y fue obligado a renunciar el jefe del Servicio
Penitenciario Federal, el ultrakirchnerista Víctor Hortel sospechado de
haberlos dejado huir.
19) Fuga de Antonio
Ferrara (2003)
Ferrara, nacido en 1973, es un legendario experto en explosivos de los bajos fondos, capaz de volar una caja fuerte mientras el dinero quedaba intacto,
fue sentenciado a ocho años por dos robos a mano armada (era sospechoso de
otros 15).
Antonio Ferrara sigue prófugo de la justicia. |
20) Fugas de Pascal
Payet (2001, 2003 y 2007)
Payet
cumplía 30 años por asesinato en la cárcel de Luynes cuando escapó con un
helicóptero por primera vez en 2001. Estuvo prófugo seis años, durante los
cuales organizó la fuga de tres de sus
ex compañeros de cárcel, todas vía helicóptero en 2003. Eventualmente fue
capturado y encarcelado en Grasse, una cárcel de alta seguridad en el sur de
Francia.
Helicóptero utilizado por Pascal Payet para huir de prisión. |
Y
las fugas espectaculares de presos seguramente continuarán hasta que el hombre comprenda que se deben respetar los derechos de los
demás e imperen la justicia, la libertad y la igualdad en todas partes.
Lea haciendo clic aquí la fuga del "Chapo" Guzmán.
Lea haciendo clic aquí la fuga del "Chapo" Guzmán.
El ingenio humano no cuenta con rejas
ResponderEliminar